lunes, 11 de noviembre de 2013

MARXA DEL GARRAF

Domingo 10 de noviembre

Ultima prueba de la temporada y podríamos decir que cierre a la temporada, aun no puedo descartar que haga alguna prueba más antes de final de año.
La ultima marcha de la temporada de la copa catalana de caminades de resistencia es la Marxa del Garraf, es una marcha que atraviesa las montañas del macizo del Garraf y permite conocer sus paisajes más puros y está dividida en dos circuitos uno de 45 kilómetros y otro de 21.

Como casi siempre, quede con Xavi para ir juntos a Gava. Al llegar aparcamos bastante cerca y nos fuimos en busca del dorsal, cuando llegamos al ayuntamiento había una cola considerable de gente esperando. Recogimos los dorsales y de vuelta al coche a dejar la bolsa del corredor, al volver nos encontramos la misma sorpresa de todos los años, había una cola inmensa para la salida. Por suerte este año han distribuido a los corredores y los caminantes en 2 salidas diferenciadas, nosotros no somos corredores pero aprovechamos y nos pusimos con ellos.

A las seis de la mañana dieron la salida, mi intención era hacer la marcha rápido e intentar bajar el tiempo del año anterior. Salimos Xavi, Francisco y yo todos juntos, desde el inicio ya nos pusimos a trotar para intentar evitar el tapón del principio. Llevábamos el frontal puesto porque era totalmente de noche, al llegar a la pista fuimos adelantando a gente incluso a algunos compañeros del club. Xavi se puso a tirar y costaba seguir su ritmo, a los dos kilómetros dejamos la pista e iniciamos el tramo de senderos. Llegábamos a un tramo de la marcha que tenía bastante desnivel positivo, Xavi y Francisco subían a una velocidad de vértigo. Me costaba seguir su ritmo y empecé a sudar considerablemente, el tramo es un sube y baja continuo por un sendero muy empedrado, en algunas zonas habían unas bonitas vistas del mar y a nuestra espalda la gran cantidad de gente que venía detrás dibujaba una gran serpiente de luz.

Al finalizar el tramo de toboganes, Francisco paro un momento para hacer una técnica. Yo pensaba que Xavi se aflojaría el ritmo para esperarlo, pero de repente cambio el paso y empezó a subir a una velocidad impresionante. No conseguía acercarme a Xavi y unos metros antes de llegar al avituallamiento, me atrapo Francisco. Por fin habíamos llegado al avituallamiento y allí pudimos disfrutar de un buen vaso de chocolate y un donuts, cuando estábamos a punto de irnos de allí apareció Ramonet. Se unió a nosotros y nos dispusimos a afrontar un largo tramo de bajada hasta el pueblo del Garraf, el inicio de la bajada es muy rápido ya que se hace por asfalto. Francisco nos conto que estábamos bajando por el puerto por donde había pasado la vuelta a España, las vistas durante la bajada eran impresionantes ya que la inmensidad del mar se mostraba ante nosotros. 
Vista durante la bajada.
Pasado el centro de interpretación Ramonet tuvo que parar para hacer una técnica, nosotros continuamos y pasamos por un sendero que nos llevo hasta una inmensa cantera. Hasta ese momento no habíamos parado de trotar, llevábamos casi 13 kilómetros a un ritmo bastante fuerte. Seguimos trotando pasando junto a la cantera, cuando giramos ya podíamos ver el Garraf al fondo. La imagen del pueblo del Garraf desde allí arriba, es una de las imágenes que mas me gustan de la marcha. 
Primera visión del pueblo del Garraf.
Vista del Garraf desde el sendero.
El tramo que hay hasta llegar al pueblo es una bajada vertiginosa por sendero, la verdad es que el año pasado bajamos rápido. Pero este año hemos bajado rapidísimo, Xavi y francisco iban delante y parecían dos etíopes disputándose una carrera. también era estresante que la gente viniera detrás metiendo prisa, cuando llega la bajada la gente se vuelve loca. Cuando ya nos quedaba muy poco para llegar al avituallamiento, nos pasaron Xavi y Natalia que venían como motos.
El avituallamiento del Garraf está muy bien, está situado en una cala muy bonita y se puede comer bocadillos y fruta. Este año al ir de los primeros no vi a nadie que se diera un baño en la playa, en años anteriores compañeros del club se habían metido. 
Vista que podiamos apreciar desde el avituallamiento.
El Garraf
Estuvimos unos diez minutos en el avituallamiento y después arrancamos formando un buen grupo del CEI, continuábamos juntos Xavi, Xavi Rodriguez,Natalia, Ramonet, Francisco y yo. Yo pensaba que subiríamos tranquilos, pero viniendo con nosotros Xavi y Natalia eso era difícil. Comenzamos la subida y el ritmo volvía a ser bastante fuerte, pasamos junto a los restos de un castillo y continuamos por unos pequeños repechos. Pasados los repechos comenzaba un camino que bordeaba la montaña, teníamos la vista de la cantera frente a nosotros. Pasado ese tramo comenzaba un tramo bastante largo de subida, aquí perdí a los compañeros ya que no podía seguir su ritmo. antes de llegar al final de la subida y en un sendero muy estrecho, un tío me quería pasar por la derecha. Le dije que se esperara que no había espacio, el tío podía haberse caído por el barranco ( es que hay gente que no tiene paciencia)
Al final de la subida me esperaban los compañeros, todos menos Ramonet que había continuado. Les dije que me era difícil seguir aquel ritmo, pero me animaron y me dijeron que tranquilo que yo podía. Aprovechando que íbamos por pista y tendía a bajar nos pusimos de nuevo a trotar, acabada la bajada un tramo de subida y llegamos al control de la Collada de Vallgrassa ya llevábamos 22 kilómetros y apenas tres horas de marcha.

Este avituallamiento es conocido como el de las chucherías, empezaba a hacer mucho aire así que decidimos no parar mucho rato. Antes de iniciar la marcha pare un momento a hacer una técnica, continuamos y nos pusimos de nuevo a trotar. El trote de mis compañeros era mucho más rápido que el mío así que yo opte por mantener mi velocidad, pasamos un largo tramo de camino que reseguía una especie de riera y llegamos a una carretera. Había una subida corta pero bastante inclinada, Xavi y Natalia la subieron sin parar de trotar. Xavi, Francisco y yo les seguíamos caminando y Ramonet iba más adelantado que todos. Acabada la subida bajamos un poco para adentrarnos en una especie de valle, el valle en concreto me gusta mucho ya que me recuerda a antiguas películas del oeste con montañas donde te esperas que te aparezcan los indios para atacarte.
Adentrandonos en el valle.
Hasta llegar al avituallamiento se hizo muy pesado, pero es normal ya que todos los años este tramo se me atraganta siempre. Al llegar al avituallamiento nos encontramos a otro compañero del club Emili, también estaba Ramonet esperándonos. Al salir del control vimos como traían a un corredor en un coche de protección civil, proseguimos nuestro camino y comenzamos lo que tenía que ser la última gran subida de la marcha. la subida no es excesivamente dura pero subirla a una gran velocidad te hace que te parezca más dura, vas subiendo progresivamente por un sendero muy empedrado. 
Vista durante la subida.
Al llegar a una altura considerable ya podíamos ver la gran bola del observatorio que hay junto a la Morella, giramos y realizamos un poco mas de sendero. Después bajamos trotando por una pista e iniciamos el tramo final de subida. Nuevamente los compañeros se distanciaron bastante, por suerte al llegar a la Morella Xavi me estaba esperando. Hacía mucho viento así que no me pude para a disfrutar del paisaje que permite ver el delta del Llobregat, Xavi y yo decidimos que ya no seguiríamos a Xavi, Natalia y Ramonet ya que iban muy a saco y apenas paraban. 
La Morella, hacia mucho viento y no pude parar a admirar el paisaje.
Francisco se había quedado descolgado por haber tenido que parar, pero seguro que nos pillaría. Habíamos llegado al tramo que compartían los dos circuitos de la marcha, empezamos a encontrarnos a un montón de gente del circuito corto. Además de la gente el terreno que era un sendero muy estrecho, no nos permitía avanzar con mucha velocidad. Compartimos un tramo con Emili y llegamos a una pista, cuando habíamos subido un trozo nos encontramos con Betlem y Esteve ( mujer e hijo de Esteve) los saludamos y continuamos, afrontábamos la última subida de la marcha. una pequeña rampa bastante inclinada donde Xavi volvió a ponerse a tirar como un loco, antes de llegar al final de la subida nos pillo Francisco.
Continuamos por pista y entramos en un tramo de sendero en el cual encontramos un tapón, no había sitio por donde adelantar y tardamos un rato en pasar. Una vez pasado el tapón y el sendero entramos en un tramo de pista, apreté el ritmo para ganar algo del tiempo perdido y casi sin darnos cuenta llegamos al penúltimo control de la marcha. una aglomeración de gente se arremolinaba alrededor de las mesas del avituallamiento, cogimos algo de comer y nos pusimos de nuevo en marcha. nos quedaban 9 kilómetros y llevábamos  5:50 horas, para bajar el tiempo del año anterior teníamos que bajar rápido. La bajada es espectacular porque es un sendero que pasa por zonas técnicas y donde te encuentras a montones de caminantes del circuito corto, comenzamos a trotar a un ritmo bastante alto y no parábamos ni en las pequeñas rampas que encontrábamos. 
Paisaje durante la bajada final.
A lo lejos pudimos ver que estaba Ramonet , pero nos llevaba bastante distancia. Casi casi al final de la bajada, había un trozo bastante técnico y nos freno un poco el ritmo. después salimos a una pista y volvimos a meternos en un sendero, novedad del año anterior y que mejora bastante el recorrido. Volvimos a salir a una nueva pista y enseguida llegamos al último avituallamiento de la marcha, en principio nos quedaban 2,5 kilómetros. La verdad es que esos kilómetros se hacen larguísimos, primero se atraviesa una larguísima urbanización y después se entra en una pista y también se hace otro tramo bastante largo. Llegamos a la entrada de Gava y nos cambiaron nuevamente el recorrido, nos hicieron dar un rodeo bastante grande. Atravesamos un parque y enseguida llegamos a la meta. Lo habíamos conseguido habíamos rebajado el tiempo del año anterior, nos hicimos una pequeña foto de grupo con algunos compañeros y nos fuimos para las duchas y a esperar para la fiesta de final de temporada. Estuvimos en un bar hablando un rato con los compañeros y después nos fuimos para la fiesta, nos proclamábamos campeones de la copa catalana de caminades de resistencia. Pero esa prueba también era campeonato de Catalunya y estábamos expectantes por saber si seriamos capaces de ganar a la UME en su territorio, al final la suerte nos sonrió y hemos sido campeones de Catalunya. Buen cierre final de la temporada.

Mini foto de grupo.
Celebrando la consecución de los campeonatos.

45 kilómetros

1607 Metros de desnivel positivo

1607 Metros de desnivel negativo

3214 Metros de desnivel total acumulado


En conclusión, la temporada de marchas ha terminado. No sé si participare en alguna marcha larga de aquí a final de temporada, pero puedo hacer un balance muy positivo de cómo me ha ido esta marcha. a pesar de el ritmo que llevábamos, no he tenido ningún problema físico ni de dolor muscular ni estomacal. He corrido muchísimos kilómetros y la verdad es que no podía seguir el ritmo rápido, pero he aguantado bastante bien. El club ha puesto el colofón a la temporada con 2 nuevos campeonatos, hemos sido Campeones de la Copa Catalana de Caminades de Resistencia por tercer año consecutivo y nuevamente campeones del Campeonato de Catalunya esta vez conta pronostico. Como siempre un placer poder compartir kilómetros con los compañeros del club.

viernes, 11 de octubre de 2013

MONTSEC ULTRA TRAIL

Tras la Matagalls-Montserrat, recibí una llamada de mi compañero Esteve. Me proponía realizar una ultra que celebraba su primera edición, en un principio dude bastante pues en mi curriculum hay un alto índice de abandonos en ultras. Decidí informarme y busque información y tiempos de paso para ver si podía ser factible, cuando vi que la carrera pintaba estupenda por el recorrido ( nunca había pasado por el Congost de Mont-rebei y me hacía ilusión) y por el hecho de que uno de los organizadores era un conocido de otras ultras, me anime a apuntarme.

El viernes había quedado con Esteve para subir juntos hacia Lleida, el tiempo era horrible pues estaba muy nublado y llovía muchísimo. Por suerte cuando llegamos a la provincia de Lleida el tiempo mejoro, al llegar nos dirigimos hacia el camping para recoger nuestro dorsal y acudir a la charla técnica. Tras la charla salimos bastante animados, la cosa pintaba bien y aunque dura la Ultra iba a ser de las que íbamos a disfrutar.
Sábado había llegado el momento, al salir del apartamento comprobamos que había algo de niebla y algo de frio. Fuimos a dejar las bolsas de corredor en el camping y después caminando hasta la colegiata, por culpa de la niebla no podíamos apreciar muy bien la belleza del lugar. Poco a poco fueron llegando los participantes, y entre ellos algunos compañeros de club como Xavi Y Natalia y otros conocidos de las marchas. En esta primera edición de la Montsec Ultra Trail habían dos categorías, la Ultra y la Maratón, como era de esperar en la Maratón había muchos más participantes. Mientras que en la Ultra, íbamos a correr en familia ya que éramos 60.

La salida de la Montsec Ultra Trail se daba a las ocho, se salía justo con la última campanada que sonara. Dicho y hecho tras la última campanada, salida conjunta de las dos pruebas. Como era de esperar los primeros metros se formo un pequeño tapón, pero era por culpa de haber de atravesar unos estrechos callejones. Una vez en el camino bueno la gente actuó como se esperaba, salió todo el mundo quemando rueda a tope y nosotros decidimos dejarnos ir un poco. Al poco de salir del pueblo entramos en un tramo de campos que transcurría por pista ancha, era un sube y baja pero sin apenas desnivel apreciable. Pensábamos que en aquellos momentos ya íbamos los últimos, como teníamos claro que tarde o temprano sucedería. Pero no era así, detrás nuestro había 3 compañeros de club que iban cerrando la carrera.
Tras 1:30 horas, llegamos al primer control de la carrera (Corça) ya llevábamos 9 kilómetros y la verdad es que físicamente me encontraba bien. La semana anterior lo había pasado muy mal por culpa de unas molestias musculares, suerte que el jueves había ido al fisio a que me dieran una paliza. Tras reponer fuerzas nos dispusimos a retomar la marcha, afrontábamos la primera subida algo seria de la marcha. la verdad es que la subida fue mas cómoda de lo que yo me pensaba, subimos 500 metros sin apenas darnos cuenta por unos senderos muy guapos. A medida que subíamos íbamos dejando a nuestros pies la espesa capa de niebla que cubría el valle, la panorámica al llegar a lo más alto era de lo más bonito. 
El mar de nubes
Ante nuestros ojos se extendía un enorme mar de nubes el cual dejaba asomarse los picos de las montañas cercanas, tras salir del sendero entramos en una pista y zas cagada. Proseguimos por la pista unos 5 min pero de repente nos dimos cuenta de que algo no iba bien, no veíamos señales desde hacía rato y decidimos volver hasta la última que habíamos visto. Efectivamente, al llegar pudimos comprobar que nos habíamos desviado del camino. En ese momento llegaba un chico que pensábamos que era de la maratón, pero al preguntarle nos dijo que era el escoba. Mierda pensamos, no llevamos nada y ya estamos con el escoba. Nos dijo que se llamaba Paco Robles y que no nos preocupáramos que íbamos sobrados, al decirnos eso nos tranquilizo y proseguimos el camino, esta vez ya en forma de trió.
Poco a poco el terreno y el paisaje iban cambiando y se tornaba más salvaje y abrupto, los contrastes de luz del paisaje y la niebla formaban escenas impresionantes. 
Escenas espectaculares
Un sendero que atravesaba un bosque precedió al momento más esperado de la marcha, habíamos llegado al Congost de Mont-rebei. Ante nuestros ojos se alzaban majestuosas dos enormes paredes de piedra, para atravesar este congosto hay que pasar por un estrecho sendero. La verdad es que la experiencia de pasar por aquel paso tan estrecho, era una de las razones que me habían hecho decantarme por apuntarme a la ultra. Infinidad de excursionistas se cruzaban en nuestro paso, y el estrecho margen que te da el sendero hacia más emocionante este furtivo encuentro.
El Congost de Mont-rebei
Sendero estrecho por la roca
Apenas 2 km más adelante llegamos al siguiente punto interesante de la marcha, el Pont penjant. Un puente colgante que durante la charla técnica, habían advertido que se movía bastante y que pasáramos de uno en uno. La verdad es que no era para tanto, se movía un poco, pero no había ningún peligro. A unos 100 metros del puente nos encontramos con el avituallamiento, ya llevábamos 20 kilómetros e íbamos muy bien de tiempo. Allí sentados con cara de agotamiento, habían 5 personas de la maratón que lo dejaban. Paco nos había dicho hacia un rato, que en esa marcha iba haber muchos abandonos y empezábamos a comprobarlo.
Solo salir del control tuvimos otra equivocación de camino y tuvimos que volver hacia atrás, una vez en el camino correcto pudimos ver que detrás nuestro llegaban los tres compañeros del club que cerraban la carrera. Nuevamente afrontábamos un tramos de subida, subimos ligeramente y después descendimos a una especie de barranco. El descenso por terreno algo más técnico me hizo resentirme algo del pie derecho, pero la cosa no fue a más. Una vez en el inframundo como dijo Paco, cogimos un sendero muy frondoso y bastante largo que nos condujo hasta el inicio de la subida. Menudo subidon, y no precisamente de energía. Una larga y dura subida por sendero, hizo mella en nuestras fuerzas. Al llegar arriba tuvimos que descansar un poco para recuperar el aliento, parecía que la subida había terminado.
Vistas mientras descansabamos
Un tramo de sendero por el interior de un bosque nos hizo pensar que ya llegábamos al pueblo, nueva equivocación. Aun nos quedaba un tramito de subida que castigo nuestras maltrechas piernas, suerte de Paco que no callaba y nos iba entreteniendo explicándonos sus aventuras. Tras la subida por fin llegamos al siguiente control, estábamos en Alsamora. Solo nos quedaban 6,8 km y llegaríamos al primer corte horario de la carrera. en este avituallamiento había mucha más comida que en los anteriores, cosa que aprovechamos para recargar energías. 
Alsamora
Una vez recuperadas las fuerzas salimos del pueblo y nos dirigimos hacia nuestro siguiente destino, el Coll d’Ares. A medida que íbamos subiendo la inclinación del camino se hacía más evidente, justo a la mitad de la subida encontramos corredores. Pensábamos que nos íbamos a tener que despedir de Paco, pero la verdad es que todos los que encontrábamos participaban en la Maratón. A medida que íbamos pasándolos a todos les hacíamos la misma pregunta, eres de la Ultra o de la Maratón? La verdad es que todos reaccionaron igual, diciéndonos que a la Maratón  que la Ultra eran palabras mayores. Justo cuando quedaban unos 500 metros para llegar, llegaron a nuestro encuentro los hijos y la mujer de Esteve. Nos acompañaron hasta la cima y allí nos hicieron de apoyo logístico, nos trajeron pasta la cual devoramos entre los dos y nos dieron muchos ánimos. La gente del control también era muy simpática y nos ofrecieron de todo, la verdad es que nos hubiéramos quedado allí un buen rato pero debíamos seguir adelante. En ese punto en concreto la carrera se dividía en dos recorridos, uno iba hacia la maratón y el otro hacia la Ultra. Oficialmente ya éramos los últimos y por lo tanto Paco debía ir quitando cintas, como íbamos muy a gusto los 3 decidimos que le echaríamos una mano y arrancaríamos cintas con él. 
Vistas durante la subida al Coll d'Ares
Afrontábamos el tramo más largo de la marcha 12,3 km, el primer tramo lo hicimos por pista y disfrutando de las bonitas vistas que había desde allí. Cuando ya llevábamos un buen rato vimos algo curioso, en medio de un prado había un seiscientos estrellado ( como … habían llevado el coche hasta allí)
Paisajes diferentes
Como llevaron el coche hasta alli?
En una curva del camino nos desviamos e iniciamos un vertiginoso descenso por sendero. La verdad es que la bajada se nos hizo bastante larga porque tuvimos que quitar infinidad de cintas, ese hecho nos hizo aflojar bastante nuestro ritmo. hablamos entre los tres, y decidimos que en el siguiente control les diríamos que no podíamos continuar sacando cintas o no llegaríamos al corte. La llegada hasta el control se hizo de rogar, una vez en el control les explicamos lo de las cintas y nos pusimos a avituallarnos. En el control me puse fino de cruasanes de chocolate, y después nos sacaron una coca que estaba buenísima.
Iniciando el descenso
Paco con la bolsa de las cintas
Teníamos 9 km hasta el siguiente corte de tiempo y queríamos intentar llegar de día, todo hacía indicar que sería bastante sencillo pero nuevamente nos equivocamos. Primero hicimos un tramo muy cómodo por pista, pero después giramos y nos metimos en un tupido bosque. Allí cogimos un sendero que subía bastante inclinado, una vez arriba llaneamos por la ladera de la montaña y después iniciamos un pequeño descenso. 
Seria ese el lago al cual debiamos ir?
Poco a poco el día se iba apagando y la idea de llegar de día al control, iba desapareciendo de nuestra cabeza. Apuramos al máximo el ponernos el frontal, pero ya llego un punto en el que no veíamos nada y decidimos no alargar mas la espera. 
Iba anocheciendo y comenzabamos a descender
Con los frontales colocados iniciamos un vertiginoso descenso hacia el fondo de un barranco, el terreno se volvió más técnico y mis compañeros aumentaron la velocidad. Casi llegando al final de la bajada les tuve que decir que aflojaran el ritmo o yo me quedaba, se pararon y me dejaron ponerme delante. Tras un rodeo tremendo resiguiendo un oscuro sendero, llegamos a una carretera. Seguimos el itinerario de unos antiguos túneles que nos condujeron hasta una presa, pasamos al otro lado y continuamos unos 2 km más por carretera hasta llegar al control. La mujer que estaba allí se alegro mucho de vernos, estuvimos un rato hablando con ella y también aprovechamos para hacer un cambio de equipacion. Yo aproveche y me cambie de todo, calzoncillos, calcetines, perneras y mallas. Habíamos llegado al corte de tiempo con 1:20 horas de margen, así que pudimos hacer todo eso tranquilamente. En este punto de la ultra nuestros GPS empezaban a mostrar datos que nos parecían un poco extraños, la distancia que nos marcaba no se correspondía con la que había dado la organización.

Salimos del control y nos mentalizamos para afrontar lo que iba a ser el tramo más duro de la Ultra, 10,74 km con 1098 metros de desnivel positivo, Paco nos había hablado de la subida que nos esperaba. Nos conto que era una subida que tenia 100 curvas, pero que no era excesivamente dura. Tenía ganas de encarar aquella subida y ver si Paco estaba en lo cierto o no, por fin llegamos y pude comprobar con mis propios ojos y contándolas una por una, que efectivamente había 100 curvas. Suerte que fui contando las curvas, porque la subida se me hizo realmente dura. Paco se había adelantado y Esteve y yo sufrimos de lo lindo, finalmente llegamos a la ermita. Descendimos un poco y de nuevo subida, parecía que la subida no se iba a acabar nunca. Otras 62 curvas mas y por fin se suavizo el camino, en teoría nos desviamos encontrar el avituallamiento en un cruce de pistas. Anduvimos un buen rato y no llegábamos al control, Paco preocupado llamo a Dani de la organización para preguntar que había pasado. Al parecer el control lo habían trasladado un poco más lejos y ya en lo más alto, lo bueno era que en el siguiente tramo no tendríamos que hacer mucho subida. Cuando llegamos al control hacia bastante fresco, los chicos que estaban allí se refugiaban en una fogata. Nos ofrecieron caldo calentito el cual aceptamos de buen grado, estuvimos 5 min de tertulia y proseguimos nuestro camino. Los del chicos nos dijeron que nos quedaban 6 km hasta el siguiente control, el primer tramo fue una bajada bastante técnica y después llegamos a una pista. El tramo de pista se nos hizo bastante largo, pero finalmente llegamos. El control era una mesa iluminada por los faros de una furgoneta, los dos hombres que estaban allí fueron muy amables y nos ofrecieron de todo. Aproveche la parada para rehidratarme ya que hacía mucho tiempo que no bebía, y para cambiar las pilas del frontal y del GPS Cuando nos fuimos los hombres del control nos dijeron que nos pillarían por el camino, proseguimos la marcha y reseguimos un interminable tramo de pista. Casi a mitad de trayecto nos paso la furgoneta del avituallamiento, seguimos nuestra marcha y tras una pequeña subida. Giramos por un sendero e iniciamos una larguísima bajada, además de larga era muy técnica y con mucha piedra suelta. Finalmente al acabar la bajada, llegamos a una nueva pista en la cual giramos a la derecha. A los pocos metros Paco se paró de repente, nos dijo que según el track debíamos haber girado antes por algún sendero. Volvimos hacia atrás para ver si veíamos las marcas, al ver que no había marcas por ningún lado. Paco decidió llamar a Enric para preguntarle, le dijeron que se había cambiado ligeramente el track porque el sendero estaba en mal estado, pero que siguiendo la pista volveríamos al camino bueno. Efectivamente, seguimos la pista y a los pocos metros volvimos a ver cintas. Siguiendo la pista pasamos bajo unas imponentes paredes de piedra, un lugar que si hubiéramos pasado de día habría sido realmente espectacular. El cielo estaba estrellado, apagamos nuestro frontal y nos deleitamos unos momentos con la inmensidad del firmamento. Pocos minutos después llegamos al avituallamiento, allí había un chico y una chica con cara de sueño y pasando bastante frio. Esta situación no impidió que nos trataran como nos habían tratado en todos los avituallamientos, con una sonrisa de oreja a oreja y ofreciéndonos todo lo que quisiéramos coger.

Habíamos conseguido nuestro objetivo, llegar al último control horario con tiempo de sobra. Estuvimos poco rato en el avituallamiento y nos pusimos de nuevo en marcha, nos tocaba otro tramo largo y con la última subida seria de la jornada. El inicio del tramo era más bien llaneando y en bajada, mi problema fue que me estaba empezando a entrar sueño y andaba ya por inercia. Suerte que Paco no callaba y nos mantenía entretenidos, hubo un momento en que le comente que me dormía y me recomendó que me tomara un gel de cafeína. Me daba miedo tomármelo, ya que en toda la marcha no había tenido problemas de estomago y no quería que por tomarme el gel se me estropeara la barriga. Finalmente me lo tome y pronto hizo efecto, parecía que había vencido al sueño. Suerte que me despejo ya que tras una subida, hicimos una larguísima bajada por un camino muy resbaladizo. Acabada la bajada un largo tramo de pista nos acerco hacia lo que iba a ser el ultimo avituallamiento de la Ultra, estaba amaneciendo y cada vez veíamos más claramente que íbamos a finalizar con éxito la Ultra. 
Amaneciendo
Cuando nos quedaba algo más de 1 km para llegar al pueblo, vimos aparecer a Enric (organizador de la carrera) y Juan Carlos ( gran corredor de larga distancia) habían venido a nuestro encuentro y a preguntar como andábamos. Nos acompañaron un rato, hasta que llegamos al avituallamiento. allí se quedo Enric y Juan Carlos dijo que haría con nosotros los últimos 7km, después de comer algo en el avituallamiento proseguimos la marcha, ya con muchas ganas de llegar a meta. Los últimos 7 km fueron un continuo sube y baja por pista, amenizado con las historias que nos contaban Paco y Juan Carlos. Cuando nos quedaba aproximadamente 1 km para la gloria, aparecieron los hijos de Esteve para acompañarnos hasta la meta. Y finalmente y tras 25:26 horas, hacíamos nuestra triunfal entrada por el arco de meta.
Esteve, Paco y Blas. Entrada triunfal
107 kilómetros 

5669 metros de desnivel positivo

5669 Metros de desnivel negativo

11338 Metros de desnivel total acumulado

25:26 Horas

En conclusión, un reto más conseguido. A pesar de mi lesión, este año he conseguido terminar 2 ultras de más de 100 kilómetros. Qué decir de la Montsec Ultra Trail, Enric y Dani han acertado de pleno en el recorrido. Hemos disfrutado de paisajes de ensueño y zonas técnicas casi casi por un igual, los avituallamientos estaban muy bien, había bebida en abundancia y comida de sobras ( teniendo en cuenta que pasamos los últimos esto es un dato a tener en cuenta) los voluntarios estupendos, siempre nos recibían con una sonrisa y un trato muy amable. El marcaje de la Ultra, realmente espectacular, era prácticamente imposible perderse si estabas pendiente de la señalización. Nosotros nos perdimos pero fue más por despiste nuestro, en pocas palabras una ultra muy recomendable. La experiencia de caminar con el escoba durante 98 km ha sido única, nos permitió conocer a una gran persona ( Paco Robles) y en el tramo final a un tío de lo más divertido y campechano ( Juan Carlos).
Ha sido todo un honor conocer a Paco y  poder compartir toda la Ultra con él , sin ellos habría sido más difícil conseguirlo. Con Esteve me quedan muchos kilómetros por compartir, con Paco, Juan Carlos Y Enric espero coincidir en algún otro ultra.
Para acabar, felicitar a Enric y Dani por haber organizado una Ultra cojonuda.
Muchos ánimos para las siguientes ediciones¡¡¡
Salut y Km para todos,
Blas


domingo, 18 de agosto de 2013

GRAN TRAIL ANETO-POSETS




Que puedo contar sobre el Gran Trail Aneto-Posets, sabía que sería duro, pero no podía imaginar la aventura que me esperaba.  Había decidido apuntarme a esta Ultra como entrenamiento para la Ultra Trail del Montblanc, mis compañeros Ramón y Esteve me acompañarían en esta nueva aventura.
Llegue a Benasque junto a Esteve y su familia sobre las 21:30 horas, no pude acudir al breafing de la carrera (cosa muy necesaria como podría comprobar más adelante) allí nos encontramos con Ramón, Andreu y Bea con los que cenamos. A las 23:15 h nos dirigimos al control de material, el ambiente ya empezaba a ser muy bueno. La Avda. desde donde se iniciaba la carrera estaba inundada de gente, 2 speaker animaban a la gente y música marchosa nos ponía la adrenalina a tope. Cuando quedaban 5 min para que diera inicio la prueba, hicimos un minuto de silencio por las victimas del accidente de tren.
Con música de AC/DC de fondo se dio inicio a la cuenta atrás 5,4,3,2,1 gritos de ánimo y en marcha.  Salimos a la carrera y durante los primeros metros recorrimos las calles de Benasque, calles abarrotadas de gente animando. Este hecho me puso los vellos de punta de la emoción que me transmitía los ánimos de la gente, a la salida del pueblo dejamos de trotar y nos pusimos a caminar a buen ritmo. Llevábamos poco mas de 500 metros y ya éramos los últimos y con el coche escoba pegado a nuestro culo, Andreu había tirado hacia delante así que nos habíamos quedado Ramon, Esteve, Bea y yo como últimos clasificados.
El tramo hasta el primer punto de control lo hicimos a un ritmo altísimo, por suerte todo era pista y se podía trotar perfectamente. Nosotros decidimos no trotar sino caminar bastante rápido, Ramón impuso un ritmo fortísimo y se nos distancio. Nos habíamos quedado Esteve, Bea y yo solos, a partir del primer punto de control el camino cambio.  A pesar de que era noche cerrada, podíamos intuir que estábamos atravesando un valle espectacular. Caminamos por pista un buen rato mas, pero hubo un pequeño tramo en el que nos desviamos y subimos por un sendero muy inclinado. Al salir del sendero entramos en una pista, proseguimos por la pista que iba subiendo ligeramente hasta llegar al 2º control. Empezaba la primera de las subidas fuertes de la que constaba la Ultra, el primer tramo no era excesivamente duro ya que discurría por pista. El siguiente tramo nos llevo en una subida progresiva hasta los ibones de Vallibierna, a pesar de que era noche cerrada se podía apreciar la espectacularidad de la zona.
A lo lejos podíamos observar una luz que como si fuera un faro nos indicaba el camino, la verdad es que cuando vimos la luz pensamos que en muy poco tiempo llegaríamos al final de la subida. No podíamos imaginarnos lo que nos esperaba, empezamos a bordear los ibones y empezó una zona de piedras enormes las cuales teníamos que ir saltando. Nos costó bastante pasar la zona de piedra puesto que temíamos por nuestros tobillos, acabadas las piedras empezó la zona de neveros. Zonas con acumulación de nieve por las cuales costaba subir, a la inclinación de la subida teníamos que sumarle el estado de la nieve. La nieve estaba dura y resbalaba bastante, seguíamos viendo la luz pero nunca llegábamos a ella. Cuando ya estábamos en el tramo final conseguimos contactar con Ramón, realizamos la ultima rampa y por fin estábamos en el Collado de Vallibierna (2732m). La verdad es que no nos quedamos mucho rato allí arriba pues hacia bastante frio, iniciamos la bajada esperando poder avanzar algo mas rápido.
Vistas desde el Collado Vallibierna (2732m)
El primer tramo de la bajada era muy técnico pues debías tener mucho cuidado de donde ponías los pies, después para rematarlo tuvimos que bajar una gran zona de nevada. El descenso por la nieve era algo que sabíamos que podría darse, de lo que no nos habían informado era del estado en el que se encontraba dicha nieve. Según los organizadores por allí se podía bajar corriendo sin problemas, los maquinas y los mas acostumbrados seguramente lo harían. Pero nosotros no nos arriesgamos y bajamos con sumo cuidado, pese a bajar tan cuidadosamente no nos libramos de alguna que otra caída. Una vez salimos de la nieve seguimos una senda, después dudamos un poco hacia donde teníamos que ir ya que la Ultra no estaba señalizada. Cuando dimos con el camino correcto iniciamos un largo y duro descenso saltando rocas y atravesando pequeños riachuelos, después de un buen rato bajando llegamos a un ibón impresionante. Al llegar a orillas del Ibón tuvimos que realizar un tramo muy técnico de rocas, después de una ligera subida llegamos a una especie de refugio. Pensábamos que ya habíamos llegado al control y primer avituallamiento de la marcha, nos equivocamos pues aun no se veía el avituallamiento ni de lejos. Proseguimos nuestro camino y bajamos por una bajada bastante técnica hasta el lago de Llauset (2193m), atravesamos un salto de agua por un puente doblado por la fuerza del agua y bordeamos el lago hasta el avituallamiento.
Paisaje espectacular en Llauset
Habíamos llegado con 1 hora de margen sobre el cierre así que íbamos bastante tranquilos, en el avituallamiento y para nuestro asombro. No había nada de lo que habían comentado que habría, solo quedaban frutos secos y agua. Antes de reanudar nuestra marcha nos dijeron que allí había abandonado gente, la verdad es que podíamos creerlo puesto que llevábamos 21 km y habíamos tardado 7:00 horas en hacerlos. Los siguientes 2 km fueron en una subida progresiva que nos volvió a subir a una altura considerable, iniciamos el descenso hacia unos Ibones muy bonitos. En la bajada Bea resbalo y se hizo daño en el hombro, por suerte solo fue un pequeño susto. Paramos unos minutos y repusimos fuerzas, nos esperaba bajada antes de iniciar la siguiente gran subida. La verdad es que no esperábamos que la bajada fuera tan larga y técnica, perdimos parte del tiempo de margen que llevábamos y llegamos al control con media hora de margen.
Tras la subida deleite para nuestros ojos

Terreno bueno para caminar (algo poco común en la marcha)
Iniciamos la subida por un bosque espectacular que amagaba lugares mágicos con grandes saltos de agua, una vez pasado el bosque nos encontramos con los primeros tramos de piedra. Había que ir saltando de piedra en piedra con el consiguiente peligro para nuestros tobillos, atravesamos un rio y un poco más adelante Bea nos dijo que tiráramos. Nos sabia mal dejarla sola, por suerte Ramón se ofreció a hacerle compañía.
No seria el primero ni el ultimo rio que cruzaríamos
Esteve tiro porque se encontraba bien, yo lo seguía pero en las piedras me costaba seguir su ritmo ( yo iba con miedo a lesionarme) hubo un momento que Esteve se distancio y eso fue mi perdición, no porque me encontrara mal físicamente sino porque perdí el camino a seguir. Este incidente me hizo que fuera saltando piedras sin parar y sin rumbo fijo, en un momento me di cuenta de que me había desviado bastante y debía haber seguido pegado al rio. Conmigo venían 3 chicos que me venían siguiendo pensando que yo sabía el camino, Esteve estaba cada vez más lejos pero yo no quería forzar para pillarlo. Ya llevábamos 1:20 Horas subiendo y empezaron los neveros (grandes acumulaciones de nieve) la verdad es que habían avisado que habría nieve pero no tanta. Para evitar la resbaladiza nieve había que ir por los costados, no sabía si era mejor evitarla o pisarla. Si subías por la nieve resbalabas bastante pero si subías por las rocas te desgastabas mucho físicamente, opte por subir por las rocas y una vez pasada la lengua de nieve, me encontré muy cansado físicamente. Los 3 chicos que iban conmigo estaban en la misma situación, para acabar de desmoralizarme empezaron a pasar los participantes de la Vuelta al Aneto. Pase hasta 3 inmensas lenguas de nieve y no conseguía ver la subida final, después de subir la 4ª lengua y girar por fin vi el tramo final de la subida. Debido al agotamiento físico ya iba totalmente fuera del corte horario, decidí afrontar la subida final por el tramo de nieve.
Primeros neveros y rampas severas

A lo lejos se veía el Collado pero las fuerzas empezaban a flaquear
El tramo final de subida no tendría más de 2 km pero se me hizo eterno, la nieve resbalaba una barbaridad y debía ir buscando las huellas de los compañeros. Después de esa primera lengua venia un tramo de piedras que se hacía durísimo, para rematarlo empezó a hacer un viento muy fuerte que te incomodaba la subida. Pasadas las rocas y en un tramo de nieve de unos 300 metros habían colocado unas cuerdas para ayudar a los corredores, pase el tramo no sin apuros por el viento y los resbalones. Pasado ese tramo dos voluntarios me dieron ánimos diciéndome que me quedaba muy poco, me costó 20 min realizar un tramo de 50 metros.
Tramo final de dureza extrema
Una vez en la cima del Collado Palenques (2807 m) el viento era impresionante, tuve que parar 5 min a coger aire y recuperarme del gran esfuerzo que había hecho. Empezaba la bajada, sabía que sería dura porque daban 1 hora para hacer 2 km. No puedo clasificar la bajada como dura sino como infernal, la organización había dicho que había nieve pero que estaba en buenas condiciones para bajar corriendo. Para bajar corriendo por allí había que estar bastante loco o no tener miedo a lesionarse, la lengua de nieve se perdía en el horizonte y frente a mi veía escenas de todo tipo. Había valientes que bajaban corriendo, algunos lo hacían como si esquiaran y otros bajaban deslizándose con el culo. Yo primero probé opciones, después de caer de culo 4 veces opte por deslizarme con el culo en el suelo. Era la mejor opción pero en algunas zonas temía por mi integridad ya que la velocidad que alcanzaba era muy alta, tras mucho rato bajando llegue a una zona en la que no había nieve. La cosa duro poco pero por suerte los siguientes tramos de nieve ya no resbalaban tanto, después me encontré con un rio el cual no sabía por dónde cruzar.
Inicio del descenso (los corredores bajaban como podían)

Tuvimos que descender casi casi hasta los pies del Ibon
Cuando conseguí cruzarlo me había desviado bastante del trazado del camino, volví a bajar y poco a poco me acerque a una nueva subida. A mitad de la subida tuve que parar porque estaba fundido, un chico se paro y se intereso por mi estado le dije que lo único que necesitaba era descansar. Saque fuerzas de donde no las tenía y acabe la subida sin tener que parar, lo había conseguido pero al poco de iniciar la bajada me tuve que parar en unas piedras a descansar.

Sabía que tenía que llegar hasta una zona donde me pudieran evacuar ya que me habían cortado por tiempo, me iba a costar llegar porque físicamente estaba muy mal pero no podía rendirme. Llegaron 3 chicas y se pararon para interesarse por mi estado, me ofrecieron agua y comida y además me dijeron que me acompañarían hasta la zona donde me evacuarían. Las 3 chicas eran vascas ( siento no acordarme de vuestros nombres chicas) la bajada era muy técnica pero gracias a ellas que se pusieron delante, sabia donde tenía que poner los pies. La bajada hasta Aigualluts era un no parar de saltar piedras y cruzar riachuelos, las lluvias que habían azotado aquella zona habían hecho desaparecer los senderos. Una de las chicas me indico que pasábamos por la ladera del Aneto así que aproveche y me hice una foto
Posando con el Glaciar del Aneto a mi espalda
Algo más abajo y después de muchas piedras había un fotógrafo que hacia fotos a los que íbamos llegando. Un poco mas de esfuerzo por una bajada muy técnica y llegamos a la planicie de Agualluts, una llanura por la cual atravesaba una especie de canal natural. Un sitio espectacular ( lastima estar tan mal físicamente y no disfrutarlo) cuando llegue a donde estaban los del control, me dijeron que tenía que bajar hasta la Besurta para que me llevaran a Benasque.
Aigualluts un valle espectacular
Decidimos salir rápido porque el cielo se había tapado y amenazaba tormenta de las fuertes, por suerte el camino que llevaba hacia la Besurta no tenía ninguna dificultad. Justo cuando nos quedaba muy poco para llegar empezó a llover, por suerte justo cuando llegamos es cuando empezó a caer con fuerza. Me preocupo que lloviera de aquella forma, Bea y Ramón aun estarían bajando de Salenques y aquello sería peligroso. Mi sorpresa fue cuando vi que allí estaba Esteve, se había retirado porque iba fuera de tiempo, me senté y comí algo y después me puse ropa de abrigo para no coger frio. Nos dijeron que hasta las 21:00 h no vendría el autobús para llevarnos a Benasque y eran las 19:00h, por suerte Esteve conoció a una mujer que le dijo que nos llevaba. Nos despedimos de las chicas y nos fuimos con aquella mujer en el autobús que bajaba a Llanos del Hospital, allí tenia el coche y desde allí nos llevaría a Benasque. Una Vez en Benasque nos fuimos para el apartamento que tenia Esteve y allí nos duchamos, llamamos a Andreu que también había abandonado y fuimos los 3 a cenar mientras Bea y Ramón llegaban. La verdad es que estuvimos desde que abandonamos en la Besurta intentando contactar con ellos, no pudimos hasta que ya los bajaban hacia Benasque. A Bea la bajaron en ambulancia por una bajada de azúcar y Ramón llego antes, cuando llego Bea nos preocupamos por su estado pero rápidamente vimos que no era nada y que se recuperaría rápido. Gracias al buen don de gentes de Ramón pudimos dormir en la Escuela de Alta Montaña de Benasque. A la mañana siguiente almuerzo y para casa a contar nuestra aventura.

45,86 Kilómetros

4071 Metros de desnivel positivo

3422 Metros de desnivel negativo

7593 Metros de desnivel total acumulado

19:12 Horas

En conclusión, sabía que me había apuntado a una marcha dura. Pero jamás imagine lo que me iba a encontrar, tengo que decir que el recorrido es espectacular y pasa por lugares únicos. La organización quizás se ha equivocado a la hora de informar a la gente, se debía haber informado del material necesario y sobre todo del tipo de terreno y en las condiciones en las que se encontraba. Mi estado físico ha sido muy bueno, las piernas han respondido a la perfección, lo único es que me he desfondado por saltar de piedra en piedra. Creo que he realizado un entreno espectacular de cara a la UTMB tanto física como mentalmente, agradecerle a las 3 chicas vascas el haberme acompañado (siento no acordarme de vuestros nombres) y sobre todo haber disfrutado de una gran carrera junto a grandes compañeros, gracias Ramon, Esteve, Bea y Andreu.

martes, 16 de julio de 2013

ULTRA TRAIL SOBRARBE


Cuando hace 2 años y sin mucha experiencia me apunte a esta Ultra nunca pensé que me marcaria tanto, desde bien pequeño mi vida a estado muy ligada al Sobrarbe. Cuando solo tenia 6 meses mis padres me trajeron a veranear aquí y así fue durante 16 años. He caminado por estos paisajes en infinidad de ocasiones y es un lugar que me transmite un plus de energía. Hace 2 años traje a dos compañeros de club que quedaron totalmente enamorados de esta Ultra y este año hemos venido 15.

 La Ultra Trail del Sobrarbe es una carrera que organiza el Club Atlético Sobrarbe, empezó siendo una prueba de dos días pero en los últimos años se ha consolidado su versión Ultra. Sus paisajes y su dureza son exquisitos, y además el aliciente de no seguir un itinerario marcado sino guiarse siguiendo el Gr 19 y el Gr 19.1 son un reto añadido.

Este año acudía a Ainsa eufórico tras finalizar mi primera  Ultra de 100 km, además tenía que ser un entreno de cara a mi gran reto de la temporada el UTMB. Habíamos quedado todos los compañeros para ir juntos hacia Ainsa, el viaje fue tranquilo aunque con mucho calor. Al llegar a Ainsa nos fuimos directamente hacia el pabellón para recoger los dorsales, al llegar ya se palpaba el gran ambiente de esta Ultra. Saludamos a amigos catalanes y pusimos rumbo al camping para instalarnos, habíamos decidido prescindir de alojarnos cerca de la salida. Escogimos el camping la Gorga de Boltaña, está situado a 6 km de Ainsa pero es un camping más acogedor que los de Ainsa. Nos alojamos y compartimos una cena comunitaria donde llenamos nuestras reservas para afrontar el desgaste del día siguiente.

Las 4:30 h hora de despertarse, había llegado el gran día. Afrontábamos la Ultra sin pensar en tiempos ni records, somos gente que disfruta de la naturaleza y el ambiente. Una vez en Ainsa la llegada corredores era constante  y entre ellos muchos conocidos de Cataluña, este año creo que los catalanes hemos ganado por goleada ( de todos modos he de decir que es un placer caminar y compartir km con gente de toda España) cuando quedaban 15 min para que dieran la salida fuimos hacia el arco de salida para hacernos la foto de grupo ( este año multitudinaria) los nervios empezaban a surgir pero nuestra adrenalina estaba a tope.
Momentos previos a la salida
A las Las 06:05 h había llegado el momento 5,4,3,2,1 y comenzaba el espectáculo. La salida fue la esperada, todo el mundo corriendo así que nosotros no podíamos ser menos. El terreno era fácil para correr porque durante unos 2 km seguimos la carretera que iba hacia el pueyo de Araguas, tras esos 2 km nos desviamos e hicimos una zona de toboganes por un terreno con ondulaciones. Tras pasar este tramo ya veíamos a lo lejos el pueblo de Pueyo de Araguas, la imagen era espectacular ya que el pueblo está situado a los pies de la imponente Peña Montañesa.
Atravesando terreno accidentado
Llevábamos 4,5 km y habíamos quedado 3 de todos los compañeros que habíamos salido, los demás iban algunos por delante y la mayoría por detrás. Quedábamos juntos Marcos ,Esteve y yo, de los tres solo Esteve era novato en la carrera ya que Marcos y yo ya la hicimos hace 2 años. Antes de llegar a Araguas se nos unió Rosa, seguimos a ritmo rápido devorando poco a poco los kilómetros. La temperatura era muy diferente a la de hace 2 años, ya que una ligera brisa ayudaba a paliar el esfuerzo.


El terreno era fácil y propicio para trotar, poco a poco íbamos cambiando de paisajes y justo antes de llegar a Laspuña pudimos disfrutar de una maravillosa panorámica de las Tres Marias nevadas.
Impresionantes vistas antes de llegar al avituallamiento

Una vez en Laspuña pudimos disfrutar del primer avituallamiento, allí nos encontramos con Ramonet que justo en ese momento salía del avituallamiento. después de hidratarnos un poco nos pusimos de nuevo en marcha, afrontábamos un tramo bastante largo pero muy entretenido. Un bonito camino nos iba a llevar paralelos al rio, un rio que este año bajaba mas lleno que nunca y mostrando la fuerza de la naturaleza. El sendero que discurría paralelo al rio es simplemente espectacular, un continuo sube y baja que se acerca y se aleja del rio en varias ocasiones.
Inicio del sendero del rio

Pasando junto al rio, admirando la fuerza de la naturaleza
Tras atravesar el rio llegamos a Lafortunada, a pesar de que llegue con un tiempo casi calcado al de hace 2 años. Se notaba que la gente cada vez esta mas entrenada y corre más, habíamos llegado allí con muy pocos corredores por detrás. No nos preocupaba ir casi los últimos, no habíamos acudido a la Ultra a sufrir sino a disfrutar. Tras hidratarnos nos disponíamos a afrontar la primera de las dos grandes subidas de la Ultra, en pocos kilómetros íbamos a subir 600 metros de desnivel hasta Tella y después nos enfrentaríamos al Portillo de Tella. La subida hacia Tella es bastante llevadera, a pesar de que realizas un importante desnivel positivo. Un primer tramo por un sinuoso sendero desemboca en una pista, la pista tiene tramos de verdadera inclinación pero los paisajes que se apreciaban a nuestro alrededor nos hacia olvidar por unos instantes el calor que empezábamos a notar.
Primeras rampas hacia Tella

Paisajes sublimes

Tella lugar mágico, situado en un entorno espectacular
La llegada a Tella produjo algo de confusión en algún corredor, de todos modos hay que decir que estaba muy bien marcado. El problema es que la gente no está acostumbrada a seguir señales de Gr y siempre se sigue al que va delante, si el de delante se equivoca tú tienes todos los números para equivocarte. Tella es un lugar mágico rodeado de historias de brujería y con una atmosfera especial. Atravesar sus calles es toda una delicia para los sentidos, pasado Tella bajamos hacia el avituallamiento. Justo al lado del avituallamiento había un abrevadero que invitaba a remojarse la cabeza, a los pocos metros del avituallamiento pillamos a Ramonet, nos dijo que nuestro compañero Xavi estaba a un cuarto de hora. Decidimos que no íbamos a aumentar el ritmo para pillar a nuestro compañero, poco a poco iniciamos el ascenso hacia el Portillo de Tella. Poco a poco subíamos por un sendero que ganaba altura a cada paso, dejando atrás el Gr-19 y cogiendo la variante del Gr-19.1. al llegar a una valla metálica el camino nos desviaba hacia la izquierda para alejarse de la pista, muchos corredores continuaban por la pista para no caminar por sendero. Nosotros decidimos que si habíamos ido hasta allí no era para caminar por pista, queríamos seguir la esencia de la carrera. Poco a poco la vegetación era cada vez más escasa y los paisajes ganaban en espectacularidad. Extensos praderios ganaderos donde el sol nos golpeaba duramente.
Un paisaje inigualable a nuestra espalda

Paisajes sublimes
La subida era cada vez más dura y tras pasar por el avituallamiento de la fuente del trucho la cosa iba a empeorar. Ramonet se quedo en el avituallamiento para reponer fuerzas y Esteve, Rosa y yo iniciamos el último tramo de la subida. Veíamos la bandera en lo alto de la subida pero cada paso que dábamos nos parecía que la alejaban, luchábamos contra el sol y contra una pared vertical muy pero que muy inclinada. Al llegar a la cima Rosa nos dijo que ella continuaba, Esteve y yo decidimos para unos minutos y disfrutar de las impresionantes vistas.
Subida durísima hasta la cima

Vistas impresionantes desde el Portillo de Tella
Esteve tenía miedo de no pasar el cierre por lo que inicio la bajada, yo decidí esperar un rato para ver si llegaba Ramonet. Cuando ya vi que llegaba le dije que iba tirando que ya nos pillaría, si la subida había sido dura la bajada no se quedaba corta. Solo asomarse y observar la bajada daba miedo, un sinuoso sendero por un pedregal m esperaba. Había que ir con sumo cuidado para no desplazar las piernas y que golpearan a los compañeros que iban más abajo. Una vez abajo uno podía pensar que lo peor ya había acabado, pues no el espectáculo continuaba. Atravesamos por un pequeño prado y delante nuestro una imagen espectacular de las montañas, antes de llegar al avituallamiento nos encontramos con un tío que iba bastante tocado y que nos pregunto si quedaba mucho para Bielsa. Yo le recomendé que se quedara en el avituallamiento pues en el estado que iba le hubiera costado llegar a Bielsa, proseguimos y llegamos a una pista y tras un buen rato al avituallamiento.
Bajando por el pedregal

Parajes de postal
nos quedaban 4 km y el tiempo se nos echaba encima, una bonita bajada por un extenso bosque de pinos y abetos nos condujo hasta la entrada de Bielsa. El ánimo de la gente nos hizo ponernos a trotar para llegar hasta la plaza de Bielsa, llegamos en 8:00 horas habíamos pasado con media hora de margen. Me encontraba muy bien y además mis padres habían venido a vernos pasar, Rosa nos dijo que ella se iba a quedar allí. Pero entre Esteve y yo la convencimos para continuar, yo me senté para cambiarme los calcetines. Esteve me dijo que él iba a tirar porque tenía miedo de la subida, Rosa se fue con él y yo me quede allí para cambiarme.
Me puse de nuevo en marcha pero emprendí la marcha tranquilo, no quería obsesionarme en pillar a los compañeros. Hace dos años por culpa de forzar para pillarlos me revente en la subida, antes de iniciar el ascenso disfrute de un agradable descenso paralelo al rio. Un rio que en algunos tramos llevaba abundante agua y que invitaba a darse un chapuzón, cuando inicie el ascenso ya pude ver a los compañeros. El inicio de la subida es bastante duro porque sube por un sendero que gana desnivel a cada paso, a unos 500 metros del avituallamiento vi como un corredor bajaba de vuelta a Bielsa para abandonar. Le comente que lo mejor que podía hacer era ir poco a poco hasta el avituallamiento y quedarse allí a descansar, una vez en el avituallamiento ya lo podrían llevar hacia Plan. Yo continúe mi camino contento porque aunque se me estaba haciendo duro iba muy bien del estomago, en el avituallamiento pude contactar con mis compañeros. Comenzaba el espectacular sendero que atraviesa un cerrado bosque de pino, íbamos todos más o menos juntos pero me tuve que parar para quitarme un inoportuno pincho que se había introducido en la bota. Los compañeros se habían alejado así que nuevamente tire de coco y decidí que no apretaría el ritmo, pensaba que el sendero subiría y subiría sin parar pero me equivocaba. De repente subíamos un gran desnivel y de repente bajábamos nuevamente y así varias veces, a los laterales del camino había varios torrentes. Seguí por el sendero y tuve que atravesar unos cuantos riachuelos, tras una larga subida poco a poco iba acercándome a Esteve. Rosa iba unos metros más adelante, cuando contacte con Esteve vi que iba bastante tocado, yo no es que fuera para echar cohetes pero me puse a su lado y comencé a animarlo. Al salir del bosque afrontábamos el tramo final, una inclinada subida por despejados praderías alpinos. Recordaba esa subida, hace 2 años sufrí muchísimo para llegar hasta la cima. Esteve y yo subíamos pasito a pasito economizando el esfuerzo, estábamos sufriendo como perros pero cada vez veíamos más cerca el objetivo. Me encontraba bien del estomago pero estaba bastante cansado físicamente, llegamos a la cima y le dije a Esteve que necesitaba parar unos minutos para descansar. Habíamos dejado atrás unas espectaculares vistas hacia los macizos de Monte Perdido y Cotillea y afrontábamos una bajada con vistas al valle de Chistau, nos quedaba solo 1 hora para llegar al siguiente control de cierre.
Impresionantes vistas

Collado de la Cruz de Guardia ( punto mas alto de la Ultra)
 Esa situación puso nervioso a Esteve que dijo que teníamos que seguir, yo le dije que aun no había descansado lo suficiente y seguramente lo iba a pagar. Efectivamente a los pocos metros empecé a notar molestias en el estomago, le dije a Esteve que tirara que cuando me recuperara aumentaría el ritmo. fue una lástima encontrarme tan mal porque la bajada era espectacular, pasando por dos cabañas Bergasera y Tumarquera que aseguran el camino.
Impresionante bajada hacia el Valles del Chistau
Tras pasar la segunda el camino estaba bastante tapado por la vegetación, llegue a un rio y tuve que parar a descansar. Mis fuerzas estaban escaseando, pero los ánimos de un corredor me hicieron levantarme. Me dijo que Serveto estaba muy cerca, pensé que aun sería posible continuar si llegaba a Serveto así que me levante e intente continuar. A los 500 metros tuve que volver a parar y la barriga ya me dijo basta, me pare y espere a que llegara el escoba. Cuando llego me animo a que intentara continuar, yo le dije que según los síntomas que tenia me iba a ser imposible. El tramo que nos quedaba a Serveto no llegaría al kilometro pero a mí se me hizo eterno, justo antes de llegar a Serveto me dijeron que me esperara que vendría un coche y me recogería. Antes de que llegaran a buscarme tuve que vomitar, después llego el coche y me recogió a mí y a otros dos chicos.

Al llegar a Plan me estaba esperando Ramonet, me ayudo a recoger mi bolsa de la ducha y me fui para comer algo. La mañana siguiente gran almuerzo con los compañeros del CEI y amigos y para casa.
Amigos y compañeros de club ( gran final de fiesta)
57 Kilómetros

3884 Metros de desnivel positivo

3052 Metros de desnivel negativo

6936 Metros de desnivel total

13:00 Horas

En conclusión, la Ultra Trail del Sobrarbe es una carrera impresionante. Maravillosos paisajes, organización perfecta y trato excelente. En el plano físico e ido bastante bien, pero como siempre he petado del estomago. A cada marcha que realizo voy aprendiendo a comer, así que espero que el estomago cada vez me dé menos problemas. El año que viene repetimos seguro así que Sobrarbe prepárate.