viernes, 31 de mayo de 2013

TRAVESSA DEL MONTSENY


Como ya viene siendo tradicional en los últimos años, este fin de semana he participado en la Travessa del Montseny. Esta marcha me encanta, ya que es un recorrido corto pero muy exigente. Durante el recorrido, puedes disfrutar de unos maravillosos paisajes sin alejarte mucho de casa.
Esta marcha atraviesa todo el macizo del Montseny, subiendo a sus cumbres más emblemáticas,  Tagamanent (1067m), Collformic (1145m), Matagalls (1694m), Les Agudes (1703m) y el Turo de l’Home (1707m).
Este año la organización decidió que se saldría un poco más tarde, eso suponía que no había que madrugar en exceso. Aun así, a las 5:00 h quedé con Vicente para ir hasta Aiguafreda. Al llegar nos encontramos con Esteve y poco a poco, los demás compañeros del club que llegaban con el autocar de la organización. Nos colocamos en el corral de salida y nos dispusimos a comenzar la aventura.
A las 6:00 h dieron la salida y enseguida formamos un grupo de compañeros del CEI, al salir de Aiguafreda llegó la primera complicación. La organización había decidido desviarnos de la pista, para hacernos pasar por un sendero que volvía a salir a la pista. Este cambio provocó un pequeño tapón, a si que decidimos seguir por la pista para evitar el tapón. Paco se puso a subir a un ritmo rápido y del grupo del CEI nos quedamos Paco, Esteve, Francisco, Vicente y yo. Salimos de la pista y continuamos por una serie de senderos que en subida nos iban a llevar hasta el Tagamanent, el fuerte ritmo que llevaba Paco nos hizo subir en 1:00 hora. Justo cuando íbamos a iniciar el descenso apareció Vicente, que se había quedado algo descolgado en la subida y ya volvimos a juntarnos el grupo de los 5 magníficos. Los compañeros bajaron por todos los atajos que iban encontrando, pero yo por precaución con mi rodilla decidí bajar por el camino marcado. Durante la bajada, nos íbamos encontrando compañeros que subían hacia la cima y los saludos fueron constantes.
Dejando atras el Tagamanent
Tras una ligera subida llegamos al primer avituallamiento de la marcha, tras salir del avituallamiento y continuamos por la pista que sube al Pla de la Calma, pasamos junto la masia de l'Agusti y en una curva del camino cogimos un sendero que subía y volvimos de nuevo a la pista.
Vistas desde l'Agusti, donde esta el Tagamanent?
El Pla de la Calma, lo hicimos acompañados de una espesa niebla y de un frio bastante considerable. El camino hasta las ruinas del Café lo hicimos bastante rápido, ya que trotamos un buen rato. Pasado el control apenas nos quedaban 4 km para llegar a Collformic, el sol parecía que tímidamente quería salir. La sensación de calorcito era agradable pero el viento era frio, al llegar a Collformic dudaba si ponerme en manga corta o dejarme una camiseta fina de manga larga. Esteve me dijo que no fuera tonto ya que en la cima del Matagalls haría frio, así que opte por la camiseta de manga larga. Después de comer algo y cuando íbamos a iniciar la subida, me paró un chico, Javi y me dijo que me conocía. Resulta que es un chico que trabaja en el mismo edificio que trabaja mi mujer, que casualidad encontrármelo en una marcha. Empezamos la subida con sol, cosa que era de agradecer por el frio que habíamos pasado en el Pla de la Calma. Pero a medida que íbamos subiendo el sol iba desapareciendo y poco a poco se tapo del todo, Francisco y Paco se distanciaron en la subida al Turó Gros.
Caminando hacia el Turó Gros

Vistas desde el Tró Gros
Este año he subido este tramo con relativa facilidad, pero aun recuerdo la primera Travessa que hice en la que en el mismo tramo lo pase muy mal. Por lo que había puesto la organización en el marcaje del recorrido, no deberíamos haber subido por allí. Pero no vimos el camino que recomendaba la organización, al llegar a la cima del Turó Gros Esteve acelero el ritmo en busca de Paco, y Vicente y yo lo seguimos. Subimos el último tramo antes de llegar a la cruz del Matagalls a una velocidad considerable, al llegar arriba no nos pudimos deleitar con las vistas. Primero porque estaba muy cubierto y segundo porque hacia un frio considerable, lo que si hicimos fue hacernos una foto de recuerdo.
Los 5 magnificos en el Matagalls
Cuando nos disponíamos a iniciar la bajada nos paso  Antonio (un compañero con el cual comparti km en la Matagalls- Montserrat)Fran. La bajada hasta san Marçal es una pasada, una larga bajada que pasa por un espectacular hayedo. Hicimos la bajada sin parar de trotar, los compañeros bajaban cogiendo atajos y yo siguiendo el camino marcado. Casi sin darnos cuenta llegamos al control, me acordaba de este avituallamiento porque el año pasado me puse hasta el culo de tortilla de patatas. Este año no iba a ser menos  y nuevamente me puse fino de tortilla, pero este año se me unió Esteve que yo creo que comió más que yo.
Bajada espectacular hasta sant Marçal
Una vez avituallados nos pusimos en marcha, mientras íbamos andando me dedique a explicarle a Esteve como era la subida, ya que el año pasado no vino y no sabía cómo era. La subida al principio engaña ya que parece que no suba mucho, es cuando se desvía hacia un sendero cuando empieza el tramo más duro. Francisco, Paco y Vicente se distanciaron, y Esteve y yo nos quedamos un poco más atrás. Esteve lo estaba pasando mal en la subida, pero justo a la mitad de la subida nos encontramos con un chico al cual llaman “Gralla Forever” estuvimos hablando con él y eso parece que le infundo algo de energía. El tramo final de la subida se hizo bastante largo, ya que el desnivel era considerable. Al finalizar la subida conectamos con el camino que subía a les Agudes, en poco rato llegamos a la cima. Allí estaban los compañeros que llevaban allí un buen rato haciéndose fotos, después de hacernos una foto todos juntos reiniciamos la marcha.
Vistas durante la subida

En las Agudes con los 5 magnificos
Deshicimos el camino de subida y nos dirigimos hacia el Turo de l’Home que estaba a 2 km, a medida que íbamos avanzando la niebla bajaba. Cuando nos quedaban unos 500 metros la niebla ya no nos dejaba ver el camino, pero por suerte ya nos lo sabíamos de memoria y además no tiene perdida. Al llegar al avituallamiento yo pensaba que seguiríamos por la carretera como el año pasado, pero este año nos hacían subir hasta arriba. En el avituallamiento apenas paramos ya que hacía mucho frio y no era muy buena idea parar mucho rato, al llegar arriba marcamos e iniciamos el descenso. El primer tramo de descenso lo hicimos caminando rápido, pero al llegar a la pista nos pusimos a trotar. Esteve empezó a coger atajos emulando a Juanito, pero los demás decidimos disfrutar de la bajada siguiendo la pista. La bajada es bastante larga pero al pasar por un impresionante hayedo se hace más amena, Esteve a pesar de haber bajado cogiendo todos los atajos posibles no nos había sacado mucha distancia. Cuando nos volvimos a juntar todos, nos pusimos a trotar hasta el avituallamiento.
Bajando de les Agudes hacia el Turo de l'Home

Bajando por el hayedo
Este avituallamiento también es bueno ya que hay una coca que esta buenísima, este año la salida del avituallamiento la habían cambiado. Las constantes lluvias de este año habían roto un puente que había, así que nos hicieron dar un pequeño rodeo. Francisco se quedo atrás ya que se había parado a ponerse bien las botas, cuando se reincorporo le preguntamos que si quería llegar a una hora concreta a Gualba. Nos dijo que si llegábamos a las 14 h estaría bien, nos quedaban 10 km y eran las 13 h así que la cosa parecía imposible. Al pasar por el pantano de Santa Fe pudimos apreciar que estaba rebosante de agua, pasado el pantano iniciamos el último tramo de bajada.
El pantano de Santa Fe rebosante de agua
Cuando pasamos el tramo complicado del inicio y nos metimos en la pista, hablamos entre nosotros de apretar el ritmo e intentar llegar a una hora decente. Francisco se puso a tirar y puso un ritmo bastante fuerte, la verdad es que pensaba que no podría seguir ese ritmo pues hacía tiempo que no corría tanto. Lo sorprendente es que después de 4 km vi que no solo podía seguir el ritmo, sino que podía aumentarlo. Bajamos corriendo incluso el tramo más complicado de la bajada, el tramo que pasa junto a una tubería y tiene mucha piedra suelta.
Velocidad altisima en el descenso
Al pasar ese tramo nos metimos en un sendero y la velocidad en vez de disminuir aumento, por suerte enseguida llegamos a la pista que baja hasta el parque natural del Racc y los compañeros bajaron el ritmo. Miramos la hora y vimos que quedaban 10 min para las 14 h, las 8 horas en la marcha iban a ser imposibles, pero nos pusimos como meta llegar en 8:15 h así que volvimos a apretar el ritmo. Hasta la puerta del parque del Racc fuimos muy rápido porque era bajada, al llegar al plano aflojamos el ritmo pero no paramos de correr. Paco se quedó rezagado, pero nosotros continuábamos trotando como posesos. Una vez en la entrada del pueblo, vimos a un chico que iba bastante por delante nuestro que no hacía nada más que mirar hacia atrás para ver si le pillábamos. Esteve dijo que si íbamos a por él, y cuando oímos eso nos pusimos a correr como locos. Realizamos los últimos 500 metros con un sprint brutal, conseguimos el objetivo y llegamos en 8:14 horas. Al minuto llegó Paco, después todos juntos nos cogimos el bocadillo de butifarra y nos sentamos a comentar las sensaciones de la marcha. Al acabar Francisco nos llevó a Aiguafreda a buscar el coche que lo teníamos allí.

47,15  kilómetros
5220 metros de desnivel acumulado
8:14 horas
En conclusión, mis sensaciones han sido muy buenas. No he notado ninguna molestia en la rodilla, y los dolores en la pierna izquierda han sido casi inapreciables. La Travessa del Montseny es una de las marchas que más me gustan, pero si a esto le unes que nos hemos juntado un grupo de compañeros muy bueno, la marcha se disfruta mucho más. Un placer haber compartido kilómetros con Paco, Esteve, Vicente y Francisco.

viernes, 17 de mayo de 2013

MARXA 7 CIMS DEL PENEDES


El fin de semana tenía la oportunidad de disfrutar del domingo de fiesta, así que decidí ir a probar que tal me encontraba participando en la marcha dels 7 Cims del Penedés.
La marcha nos da conocer caminos y rincones del penedés y a la vez nos permite conseguir las 7 cimas más altas del territorio. Alguna de las cuales ronda los 1000 metros.
No tenía dorsal para poder realizar la marcha, pero eso no era ningún impedimento para que pudiera compartir km con los compañeros. El día antes de la marcha tome la decisión definitiva de que iría a probarme, así que avise al amigo Torrijos para ir juntos hasta Torrelles de Foix lugar de salida. Torrijos me dijo que el coche lo llevaba Francisco pero que era bien recibido, así que después de un madrugón el día siguiente nos fuimos para allá.
Al llegar a Torrelles como siempre éramos de los primeros, nos fuimos a un bar a almorzar algo y esperar que fueran llegando los compañeros. A medida que iban llegando los compañeros formábamos pequeños grupos de conversación, en una de esas charlas se nos unió Jaume Amiel (flamante finisher de la maratón de sables) que nos contó como le había ido.
 A las 7:00 h dieron la salida, como es costumbre salimos bastante tranquilos. Poco a poco el camino iba subiendo hacia la primera de las 7 cimas y nosotros aunque sin pasarnos, íbamos apretando el ritmo. Xavi Torrijos se había quedado un poco más atrás hablando con los compañeros, así que Francisco y yo nos habíamos distanciado un poco. Al llegar a la cima preguntamos a la gente si había visto a Paco Muñoz, pero todo el mundo nos decía que estaba mucho más adelante. Paco está muy fuerte este año y al parecer había subido bastante rápido.
Subida hacia la primera cima
Cuando llegó Xavi nos juntamos con Esteve, Paco y Pedro. La bajada que venía después del control la hicimos trotando, pero al llegar a una especie de balsa nos hicieron subir a una pequeña cima y volver de nuevo a la pista por un sendero muy estrecho. Al regresar a la pista Xavi, Francisco y yo nos pusimos a trotar y los compañeros ya no nos siguieron. Hasta ese momento no había utilizado los palos y quería probar hasta donde podía llegar sin usarlos, hicimos un tramo bastante largo trotando. Adelantamos a muchos compañeros y a todos les preguntábamos por Paco, no había manera de pillarlo pero nosotros íbamos a lo nuestro.
Trotando con los compañeros del CEI
Tras pasar el primer avituallamiento atravesamos un largo tramo de viñas, pasadas las viñas llegamos a una carretera la cual seguimos hasta el siguiente avituallamiento.
Viñedos interminables
Llevábamos 15 km y me encontraba muy bien, pues no notaba molestias y podía trotar sin problemas (además no había utilizado todavía los palos) a la salida del control sabíamos que empezaba lo bueno. Primero subimos a través de un bosque y después de hacer un tramo de pista nos dirigimos hacia una de las cimas más complicadas de la marcha. Una subida por la ladera de una montaña con tramos bastante inclinados, en la cual el sol nos daba de pleno y nos mermaba las fuerzas. Conseguí subir toda la subida sin utilizar los palos, y eso que Xavi y Francisco habían puesto un ritmo bastante fuerte. Parecía que habíamos acabado de subir, pero de repente el camino giraba y cogíamos un sendero un poco más inclinado que antes para llegar a la cima del Montmell.
Subida muy dura bajo el sol
Fue una pena porque había tal cantidad de gente que no pude hacerme ninguna foto, proseguimos nuestro camino cresteando por las faldas del Montmell. Poco a poco nos íbamos acercándonos al castillo del Montmell y una gran cruz que hay enfrente, pasado ese punto venia una bajada bastante resbaladiza. Era un buen sitio para poder comprobar cómo estaba evolucionando mi rodilla. La rodilla aguanto bastante bien ya que no note ninguna molestia, y mi pierna izquierda a pesar de que me duela cuando no hago actividad. En movimiento no me da problemas, proseguimos y pasamos junto a la ermita la cual estaba llena de gente.
Llegando a la Creu del Montmell
Tras un pequeño tramo de bajada llegamos a un nuevo avituallamiento, como yo no estaba apuntado oficialmente a la marcha a mi me daba cosa coger comida o bebida pero Xavi me ofrecía compartir al menos lo que era bebida. Salimos del avituallamiento e hicimos un largo descenso por sendero, no dejamos de trotar en todo el tramo hasta que llegamos a la pista. Bordeamos unas viñas e iniciamos una subida, suerte que se había nublado un poco. Porque el ritmo que habían puesto Xavi y Francisco de subida era bastante fuerte, acabado el tramo de subida bajamos por una pista que pasaba junto a una fuente y un pequeño embalse. Llegamos a un claro y giramos a la izquierda para encarar una subida que no era muy larga pero que tenía algún tramo bastante inclinado. Al finalizar la subida pudimos deleitarnos con unas magnificas vistas y ver que al fondo se podía ver la ermita donde se encontraba el avituallamiento de la comida.
Bonitas Vistas despues del esfuerzo
La bajada era bastante resbaladiza pero nosotros íbamos a buen ritmo, pero justo a mitad de bajada me vino un apretón y tuve que apartarme del camino para aligerar peso. Les dije a los compañeros que tiraran que yo más tarde les atraparía, cuando acabe la faena me puse de nuevo en marcha y me reencontré con los compañeros en el avituallamiento. Yo saque un bocadillo que había llevado y Xavi me proporciono un vaso de refresco, como nos dimos cuenta que al Paco ya no iba a haber manera de pillarlo. Nos estuvimos parados en el control un buen rato, después de 14 minutos reemprendimos la marcha. Continuamos un buen rato por pista hasta llegar a un desvió que nos metía en un sendero a la izquierda, empezamos a subir poco a poco pero hubo un momento que la inclinación y el fuerte ritmo de los compañeros me hicieron abrir los palos para poder ayudarme en la subida. La subida me costó bastante y llegue un poco tocado arriba, a pesar de haber llegado bastante flojo me había costado menos que la ultima marcha que hice.
Tras una nueva subida mas panoramica
Pasamos junto a una bandera e iniciamos un largo tramo de pista, una chica venía detrás de nosotros y nos comentó si aún quedaban muchas subidas como aquella pues iba bastante tocada. Le dijimos que nosotros creíamos que no pero que no se fiara, un poco más adelante la pista dejo de bajar e hicimos una rampa cimentada con bastante subida. Al finalizar la rampa  continuamos un largo tramo por pista, justo cuando íbamos a encarar una nueva subida, tuve que volver a ir al servicio. Nuevamente los compañeros fueron hacia delante, cuando acabe me puse en marcha haber si los atrapaba, a pesar de que el camino subía puse un ritmo de persecución bastante alto. A pesar de ello no conseguía contactar con ellos, después de la subida pensaba que ya los iba atrapar porque venía algo de bajada. Pero no fue así porque nuevamente nos hicieron subir a una cima que tenía un tramo final bastante inclinado. Al llegar a la cima los compañeros me estaban esperando, proseguimos  y  rápidamente llegamos al siguiente avituallamiento, pasamos por el avituallamiento casi sin pararnos y rápidamente comenzamos el descenso. Bajamos por un sendero hasta llegar a una pista ancha que unos metros más adelante nos volvería a introducir en una nueva serie de senderos. Casi sin darnos cuenta y tras trotar un buen rato, llegamos al pueblo de Pontons.
Llegando al pueblo de Pontons
En una pequeña plaza del pueblo había un puesto de avituallamiento donde daban helados, me ofrecieron uno y yo dije que no estaba inscrito. A pesar de eso me lo dieron y la verdad que es un gesto de agradecer, ya quedaba poco para llegar a Torrelles pero en las hojas de ruta ponía que había que pasar por el Castell de Sapera y eso salía en alto. Cuando salimos del pueblo no podíamos ni imaginar la subida que nos esperaba hasta llegar al dichoso castillo. Subimos por un sendero que atravesaba un bosque, el ritmo que habían puesto Xavi y Francisco era muy fuerte y yo era incapaz de seguirlos. A medida que iba subiendo iba escuchando como Xavi me llamaba para ver por dónde iba, yo le respondía pero quizás por la distancia el no me escuchaba. Tras un buen rato en el cual pensaba que la subida no acababa nunca, llegue hasta el dichoso castillo. No era un castillo de esos que te quedas impactado, eso sí tenía un mirador con buenas vistas.
Vistas desde el Castell Sapera
Pasado el castillo apreté un poco el acelerador aprovechando que venía una bajada, de todos modos aun tarde un rato en contactar con los compañeros. Cuando nos reencontramos, nos pusimos de acuerdo que una vez llegáramos al avituallamiento íbamos a bajar el último tramo trotando. Hasta llegar al avituallamiento aun tuvimos que hacer una subida por carretera, cuando llegamos nos ofrecieron refrescos y coca de piñones. Yo les comente que no estaba apuntado tal y como había hecho en el avituallamiento de los helados, si en el de los helados habían sido muy amables dándome uno aquí lo fueron más. No les importo que no estuviera apuntado y me ofrecieron bebida y comida como a uno más, cuando salimos del avituallamiento Xavi y Francisco se pusieron a trotar. Yo les dije que hasta que no empezara realmente la bajada yo no corría y así lo hice, cuando empezó verdaderamente la bajada me puse a trotar con ellos. Cuando ya llevábamos unos 2 km sin parar de trotar, les tuve que llamar la atención a mis compañeros. Como si de la última vuelta de una carrera se tratase, se pusieron los dos a correr que parecían 2 etíopes que luchaban por acabar primero la carrera.
Inicio de la bajada final
Cuando conseguí que aflojaran un poco pudimos continuar juntos, pero nuevamente en una pequeña subida se me distanciaron. Al finalizar la subida y casi sin tiempo para pillarlos, se lanzaron a toda velocidad por un tramo de escaleras. Al llegar abajo pasamos junto a una especie de merendero en el cual la gente nos animaba al pasar, eso espoleo de nuevo a Xavi para apretar el ritmo. Suerte que conseguí que aflojaran y continuamos a paso rápido, reseguimos la riera hasta la entrada del pueblo de Torrelles de Foix. Ya en las calles del pueblo nos pusimos a trotar nuevamente pero yo no podía seguir el ritmo de mis compañeros, cuando quedaban unos 50 metros para llegar hice un acopio de fuerzas y pegue un sprint dejando atrás a mis compañeros y a una chica que nos acababa de pasar. Como me sabia mal pasar antes que la chica, la deje pasar y yo me fui por un lateral ya que a mí no me computaba el tiempo. Después de comprobar que no les quedaban cervezas, los compañeros decidieron que nos ducharíamos y después nos tomaríamos algo. En las duchas nos encontramos a Paco (por fin) nos había sacado 20 minutos, si hubiera dejado a mis compañeros mantener el ritmo etíope que llevaban lo hubiéramos atrapado. Nos duchamos y nos fuimos a una terraza que había junto a la meta para hablar y ver cómo iban llegando los compañeros. A medida que iban llegando, se iban sumando a la tertulia y al final acabamos allí unos 10 compañeros charlando de cómo había ido la marcha. Cuando acabamos cogimos el coche y para casa.

58,6 kilómetros
4646 metros de desnivel acumulado
10:06 horas
En conclusión, creo que tomé una decisión acertada cuando me decidí a ir a la marcha. Me sirvió como un entrenamiento de calidad, he sumado kilómetros y lo mejor de todo he tenido muy buenas sensaciones. Incluso fui capaz de hacer la mitad de la marcha sin palos. Los compañeros se han portado genial ya que me han ido esperando en las subidas que he sufrido un poco más por falta de entreno.

viernes, 3 de mayo de 2013

PELS CAMINS DELS MATXOS


La marcha Pels Camins dels Matxos, es quizá la marcha más dura de toda la copa catalana. Si tuviera un kilometraje de 100 km y subiera dos o tres cimas más, la podríamos considerar una ultra de las más duras de Catalunya.
Este año voy arrastrando una lesión en la pierna derecha, y esta marcha era una prueba de fuego para ver cómo respondería la pierna con los desniveles exigentes a los que me iba a enfrentar.
Como ya viene siendo habitual en los últimos años fui hasta Torello con Xavi Torrijos, un gran compañero y amigo de las marchas. Cuando bajamos del coche y fuimos a buscar el dorsal, nos dimos cuenta de que íbamos a sufrir unas condiciones climatológicas un poco adversas. Ya que hacía un frio impresionante.
A las 6:30 h, y después de haber escuchado la explicación por parte de la organización de cómo estaba marcado el recorrido, dio inicio la marcha. Los primeros 2 km fueron entre risas y charlas con los compañeros. Así poco a poco íbamos intentando olvidarnos del frio que teníamos y de lo dura que iba a ser la marcha. De repente Xavi decidió dar un acelerón, al principio dude un poco ya que no me atrevía a subir el ritmo por lo que pudiera pasar con mi rodilla. Después de unos metros, pude comprobar que la rodilla no me molestaba a pesar de que estábamos llevando un ritmo fuerte y encima era en subida. Poco a poco el sol iba haciendo acto de presencia, pero la sensación de frio aun se hacía notar. El terreno estaba bastante húmedo, sobretodo la zona de senderos previa al primer control. Al llegar al primer control seguía teniendo buenas vibraciones, llevábamos algo más de 6 km y habíamos tardado 54 minutos en hacerlos. Después del control empezaba lo bueno, una durísima subida por sendero. Íbamos a través de un espectacular bosque y yo iba sudando a mares, no sudaba por el sol que estaba haciendo, sino por el esfuerzo de la subida combinado con la manga larga que llevaba puesta. Casi al final del sendero creíamos que seguiríamos rectos para ir a buscar la pista que se seguía todos los años, pues nos equivocamos, la organización nos había preparado una sorpresita para la edición de este año. Nos desviaron a la derecha y nos hicieron subir por un camino prácticamente vertical, a medida que íbamos subiendo encontrábamos zonas donde nos costaba dar el paso debido a la inclinación. Una vez finalizada la zona nueva retomamos el camino tradicional, un sendero interminable que transcurre por el interior de un hayedo espectacular. El sendero solo se veía interrumpido por pequeños tramos donde teníamos que atravesar rocas, casi sin darnos cuenta llegamos a Bellmunt.
Vistas en la subida hacia Bellmunt
En Bellmunt nos esperaba el avituallamiento de los bocadillos, yo cogí uno y me senté a recolocarme bien la bamba. A parte del problema en la pierna derecha, se me ha juntado que las bambas que me compré me producen inflamación en el dedo gordo del pie y molesta una barbaridad. Después de comer algo nos dispusimos a retomar la marcha, me enfrentaba a una de las zonas que tenía señaladas como clave para ver si me molestaría la pierna. Una bajada con mucha piedra y hojas sueltas, por suerte bajé trotando sin problemas de dolor. Incluso en un tramo nuevo que habían puesto este año, la pierna no me molesto. El tramo en cuestión era en vez de bajar mucho rato por la pista, nos desviaron por un sendero que discurría paralelo. El sendero tenía zonas donde resbalaba bastante, pero la pierna respondió muy bien. Volvimos a la pista y 1 km más adelante nos desviamos por otro tramo de sendero, en este nuevo tramo y tras pasar una zona de piedras. Xavi se dio un golpe muy fuerte en la  rodilla, al principio creía que se había hecho bastante daño, pero por suerte solo había sido el golpe y pudo continuar sin problemas.

Continuamos por el sendero hasta llegar a una pista la cual seguimos hasta llegar al sendero que se desviaba hacia el Salt del Molí, este año bajaba con algo más de agua que el año pasado (es uno de los sitios más bonitos de los que se pasa en la marcha).
Salt del Molí
La subida hasta el siguiente avituallamiento se me hizo larguísima, no porque fuera dura, sino porque parecía que no llegábamos nunca. Al llegar al avituallamiento aproveché para quitarme la manga larga, ya que aunque no hacía calor, cuando pasabas por zonas donde daba el sol se notaba bastante. Unos metros pasado el avituallamiento estaba otro tramo bastante duro de subida, la verdad es que otros años me había costado mucho pasar este tramo, pero este año lo he subido bastante bien.
Al finalizar el tramo, iniciamos un larguísimo tramo de sendero que nos conduciría hasta el control en el cual podías decidir si hacías el sector largo o te ibas hacia otro sector de la marcha. Al llegar dude un poco, pero como habíamos llegado con mucho margen sobre el cierre y además la pierna no me había molestado, decidí que iríamos por el sector largo. Hasta el siguiente avituallamiento quedaban 2 km pero entremedio había una pequeña subida, como ya viene siendo tradicional, en la subida nos encontramos con infinidad de excursionistas. Cuando ya pasamos a los excursionistas continuamos a paso rápido hasta el avituallamiento. Después del avituallamiento venía el tramo de aproximación hacia el Puigsacalm, una subida por la ladera de la montaña.
Aproximandonos al Puigsacalm
A medida que íbamos subiendo nos íbamos encontrando cada vez a más gente, pero cuando ya fue una pasada fue en el tramo final. Al pasar un cercado, se toma un camino que te lleva hacia la cima de Puigsacalm, pues aquel tramo parecía las ramblas. Suerte que conseguimos pasar a un grupo bastante grande justo antes de encarar la última subida, la subida no es nada del otro mundo pero debido a la falta de entrenamiento, me costó horrores subir. En la cima nos deleitamos con las vistas y después de beber algo nos pusimos nuevamente en marcha, deshicimos el mismo camino que habíamos hecho hasta el cercado, a mitad de camino vimos que venían Paco y un poco más atrás Víctor, les saludamos y continuamos nuestro camino,  giramos para ir hacia la siguiente zona que me había puesto como reto “las cuerdas”. Las cuerdas es una zona que se encuentra después de subir al Puig Tossell, ni que decir tiene que la subida al Puig se me hizo durísima por mi falta de entreno.
Puig Tossell
Normalmente en la bajada no hay cuerdas, las ponen especialmente para la marcha (y suerte que las ponen porque sino aun estaría bajando) son tres tramos de bajada muy técnica en el cual te aferras a la cuerda como si te fuera la vida, algún valiente baja sin cuerda. Pero yo todavía no controlo en las bajadas, y a parte temía por mi pierna. A pesar de que el terreno era complicado, las piernas respondieron perfectamente, al finalizar el tramo de cuerdas Xavi me había sacado unos metros, se puso a trotar pero yo intente seguirlo y vi que no podía trotar ya que si forzaba entonces sí que me molestaba la pierna.
Xavi agarrando la cuerda fuertemente

La bajada era muy inclinada
Decidí seguir a un paso rápido y seguro y me reencontré con él en la carretera. En el avituallamiento nos encontramos con el poeta, nos saludo y continuamos la marcha. El tramo de pista lo hice sin ningún tipo de problemas, el problema vino en el tramo de sendero ya que yo no podía forzar y Xavi se me distanciaba. Llegamos a una pista y después de una ligera subida iniciamos un largo descenso el cual pude hacer trotando bastante bien, al llegar al final de la bajada llegamos al Prat de la Vola y mientras me decidía a subir o no subir a cabrera, vimos que llegaba Paco (este año esta fortísimo) cuando llego Paco decidimos que subiríamos los 3 juntos, Paco y Xavi se pusieron a tirar y yo les seguía a duras penas. Tras una larga subida por pista llegamos a un claro donde podíamos apreciar el peñasco donde está situado el santuario de cabrera. La subida es por un sendero que va ganando altura a cada paso, la verdad es que la subida se me hizo infernal.
Acercandonos al Cabrera
Empezaba a notar el cansancio de forzar la pierna y de llevar tiempo sin entrenar, al final de la subida me esperaban Paco y Xavi para afrontar el temible tramo de las escaleras. Como yo sabía que todos los años se me ha atragantado ese tramo, les dije a Xavi y a Paco que tiraran que yo ya llegaría. Este año no solo se me ha atragantado el tramo sino que he llegado al santuario vacio de fuerzas totalmente, tuve que sentarme en una piedra y descansar 5 min para recuperarme.
El temible tramo de escaleras

Esto es lo que iba mirando para olvidarme del suplicio
Paco nos dijo que él iba tirando (nos iba a dejar tirados como perros, no le culpo el está muy fuerte) Paco se fue para delante, en el avituallamiento estaba Patrick compañero del club y dijo que se venía con Xavi y conmigo. Iniciamos la bajada del Cabrera y a mí me costaba dar el paso, después de una ligera subida iniciamos una larguísima bajada por sendero muy resbaladizo. Esta bajada puso a prueba mis maltrechas piernas, resistieron bastante bien pero justo antes de llegar a la pista sentí un leve pinchazo. Empecé a preocuparme ya que el fisio me había dicho que no forzara mucho si no me podía romper para tiempo. Hasta llegar al Prat de la Vola nuevamente, bajamos a un ritmo bastante bueno. Al llegar al avituallamiento nos encontramos con que Paco estaba allí, decidimos que volveríamos a continuar juntos otra vez. Patrick continuo junto a un compañero suyo y nosotros decidimos seguir con Paco después de comer algo, (sí, si pude comer algo, aunque a duras penas). Una vez avituallados nos pusimos de nuevo en marcha. La pequeña subida que había al salir del avituallamiento se me hizo muy larga, después pasamos por encima de la carretera y bajamos hasta un camino cimentado. Aquí nuevamente Paco nos dejo tirados (iba muy fuerte y yo lo frenaba) pasado el camino cimentado, iniciamos entramos de nuevo en camino de tierra. Alternamos pista con senderos y tramos llanos con pequeñas subidas, hasta que llegamos al tramo de rampas muy inclinadas. Justo al iniciar el tramo note un pinchazo algo más fuerte en la pierna derecha, poco a poco tuve que ir aflojando el ritmo y la subida se hizo interminable. Subía como nunca lo había hecho antes, apretando los dientes y cogiendo firmemente los palos y dando pasitos muy cortos. Xavi se esforzaba en animarme pero el dolor de la pierna no me dejaba apretar el paso, a duras penas conseguí llegar al control.
Vistas que habia antes de llegar al control donde me retire
Haciendo caso a las advertencias del fisio decidí no forzar la máquina y dejarlo allí mismo, le dije a Xavi que si apretaba un poco podría enganchar a Paco que iba un poco más adelante y así lo hizo. Yo de mientras me quedé en el avituallamiento hablando con Beth la mujer de Pedro. Iba viendo cómo iban llegando los compañeros y hablando con los compañeros del club que llegaban después. Estuve bastante rato esperando a que me vinieran a buscar y cogí bastante frio. Al final me fui con el padre de unas chicas del avituallamiento. Al llegar a Torello vi que estaban haciendo masajes. Aproveché que no había mucha gente y fui para que me hicieran uno haber si me relajaban un poco los músculos. Después me fui hacia las duchas y me encontré con Andreu que había hecho la corta con Ramonet. Después de la ducha nos fuimos a un bar junto a Ramón para esperar la llegada de Xavi y Paco. Cuando llegaron fuimos a por el coche y para casa.
48,47 kilómetros
9:54 horas

En conclusión, puedo sacar conclusiones positivas y negativas. Positivas, me encanta esta marcha y he disfrutado al poder compartir km con mis compañeros. Hasta la subida hacia el Cabrera me lo he pasado muy bien y me he encontrado bastante bien de piernas, a partir de la subida han empezado las conclusiones negativas. Me encontrado flojo en las subidas y me ha vuelto a molestar la pierna al forzar un poco la maquina, ahora solo queda intentar recuperarse pronto y afrontar lo que queda hasta el Montblanc con ganas y energía.