viernes, 17 de mayo de 2013

MARXA 7 CIMS DEL PENEDES


El fin de semana tenía la oportunidad de disfrutar del domingo de fiesta, así que decidí ir a probar que tal me encontraba participando en la marcha dels 7 Cims del Penedés.
La marcha nos da conocer caminos y rincones del penedés y a la vez nos permite conseguir las 7 cimas más altas del territorio. Alguna de las cuales ronda los 1000 metros.
No tenía dorsal para poder realizar la marcha, pero eso no era ningún impedimento para que pudiera compartir km con los compañeros. El día antes de la marcha tome la decisión definitiva de que iría a probarme, así que avise al amigo Torrijos para ir juntos hasta Torrelles de Foix lugar de salida. Torrijos me dijo que el coche lo llevaba Francisco pero que era bien recibido, así que después de un madrugón el día siguiente nos fuimos para allá.
Al llegar a Torrelles como siempre éramos de los primeros, nos fuimos a un bar a almorzar algo y esperar que fueran llegando los compañeros. A medida que iban llegando los compañeros formábamos pequeños grupos de conversación, en una de esas charlas se nos unió Jaume Amiel (flamante finisher de la maratón de sables) que nos contó como le había ido.
 A las 7:00 h dieron la salida, como es costumbre salimos bastante tranquilos. Poco a poco el camino iba subiendo hacia la primera de las 7 cimas y nosotros aunque sin pasarnos, íbamos apretando el ritmo. Xavi Torrijos se había quedado un poco más atrás hablando con los compañeros, así que Francisco y yo nos habíamos distanciado un poco. Al llegar a la cima preguntamos a la gente si había visto a Paco Muñoz, pero todo el mundo nos decía que estaba mucho más adelante. Paco está muy fuerte este año y al parecer había subido bastante rápido.
Subida hacia la primera cima
Cuando llegó Xavi nos juntamos con Esteve, Paco y Pedro. La bajada que venía después del control la hicimos trotando, pero al llegar a una especie de balsa nos hicieron subir a una pequeña cima y volver de nuevo a la pista por un sendero muy estrecho. Al regresar a la pista Xavi, Francisco y yo nos pusimos a trotar y los compañeros ya no nos siguieron. Hasta ese momento no había utilizado los palos y quería probar hasta donde podía llegar sin usarlos, hicimos un tramo bastante largo trotando. Adelantamos a muchos compañeros y a todos les preguntábamos por Paco, no había manera de pillarlo pero nosotros íbamos a lo nuestro.
Trotando con los compañeros del CEI
Tras pasar el primer avituallamiento atravesamos un largo tramo de viñas, pasadas las viñas llegamos a una carretera la cual seguimos hasta el siguiente avituallamiento.
Viñedos interminables
Llevábamos 15 km y me encontraba muy bien, pues no notaba molestias y podía trotar sin problemas (además no había utilizado todavía los palos) a la salida del control sabíamos que empezaba lo bueno. Primero subimos a través de un bosque y después de hacer un tramo de pista nos dirigimos hacia una de las cimas más complicadas de la marcha. Una subida por la ladera de una montaña con tramos bastante inclinados, en la cual el sol nos daba de pleno y nos mermaba las fuerzas. Conseguí subir toda la subida sin utilizar los palos, y eso que Xavi y Francisco habían puesto un ritmo bastante fuerte. Parecía que habíamos acabado de subir, pero de repente el camino giraba y cogíamos un sendero un poco más inclinado que antes para llegar a la cima del Montmell.
Subida muy dura bajo el sol
Fue una pena porque había tal cantidad de gente que no pude hacerme ninguna foto, proseguimos nuestro camino cresteando por las faldas del Montmell. Poco a poco nos íbamos acercándonos al castillo del Montmell y una gran cruz que hay enfrente, pasado ese punto venia una bajada bastante resbaladiza. Era un buen sitio para poder comprobar cómo estaba evolucionando mi rodilla. La rodilla aguanto bastante bien ya que no note ninguna molestia, y mi pierna izquierda a pesar de que me duela cuando no hago actividad. En movimiento no me da problemas, proseguimos y pasamos junto a la ermita la cual estaba llena de gente.
Llegando a la Creu del Montmell
Tras un pequeño tramo de bajada llegamos a un nuevo avituallamiento, como yo no estaba apuntado oficialmente a la marcha a mi me daba cosa coger comida o bebida pero Xavi me ofrecía compartir al menos lo que era bebida. Salimos del avituallamiento e hicimos un largo descenso por sendero, no dejamos de trotar en todo el tramo hasta que llegamos a la pista. Bordeamos unas viñas e iniciamos una subida, suerte que se había nublado un poco. Porque el ritmo que habían puesto Xavi y Francisco de subida era bastante fuerte, acabado el tramo de subida bajamos por una pista que pasaba junto a una fuente y un pequeño embalse. Llegamos a un claro y giramos a la izquierda para encarar una subida que no era muy larga pero que tenía algún tramo bastante inclinado. Al finalizar la subida pudimos deleitarnos con unas magnificas vistas y ver que al fondo se podía ver la ermita donde se encontraba el avituallamiento de la comida.
Bonitas Vistas despues del esfuerzo
La bajada era bastante resbaladiza pero nosotros íbamos a buen ritmo, pero justo a mitad de bajada me vino un apretón y tuve que apartarme del camino para aligerar peso. Les dije a los compañeros que tiraran que yo más tarde les atraparía, cuando acabe la faena me puse de nuevo en marcha y me reencontré con los compañeros en el avituallamiento. Yo saque un bocadillo que había llevado y Xavi me proporciono un vaso de refresco, como nos dimos cuenta que al Paco ya no iba a haber manera de pillarlo. Nos estuvimos parados en el control un buen rato, después de 14 minutos reemprendimos la marcha. Continuamos un buen rato por pista hasta llegar a un desvió que nos metía en un sendero a la izquierda, empezamos a subir poco a poco pero hubo un momento que la inclinación y el fuerte ritmo de los compañeros me hicieron abrir los palos para poder ayudarme en la subida. La subida me costó bastante y llegue un poco tocado arriba, a pesar de haber llegado bastante flojo me había costado menos que la ultima marcha que hice.
Tras una nueva subida mas panoramica
Pasamos junto a una bandera e iniciamos un largo tramo de pista, una chica venía detrás de nosotros y nos comentó si aún quedaban muchas subidas como aquella pues iba bastante tocada. Le dijimos que nosotros creíamos que no pero que no se fiara, un poco más adelante la pista dejo de bajar e hicimos una rampa cimentada con bastante subida. Al finalizar la rampa  continuamos un largo tramo por pista, justo cuando íbamos a encarar una nueva subida, tuve que volver a ir al servicio. Nuevamente los compañeros fueron hacia delante, cuando acabe me puse en marcha haber si los atrapaba, a pesar de que el camino subía puse un ritmo de persecución bastante alto. A pesar de ello no conseguía contactar con ellos, después de la subida pensaba que ya los iba atrapar porque venía algo de bajada. Pero no fue así porque nuevamente nos hicieron subir a una cima que tenía un tramo final bastante inclinado. Al llegar a la cima los compañeros me estaban esperando, proseguimos  y  rápidamente llegamos al siguiente avituallamiento, pasamos por el avituallamiento casi sin pararnos y rápidamente comenzamos el descenso. Bajamos por un sendero hasta llegar a una pista ancha que unos metros más adelante nos volvería a introducir en una nueva serie de senderos. Casi sin darnos cuenta y tras trotar un buen rato, llegamos al pueblo de Pontons.
Llegando al pueblo de Pontons
En una pequeña plaza del pueblo había un puesto de avituallamiento donde daban helados, me ofrecieron uno y yo dije que no estaba inscrito. A pesar de eso me lo dieron y la verdad que es un gesto de agradecer, ya quedaba poco para llegar a Torrelles pero en las hojas de ruta ponía que había que pasar por el Castell de Sapera y eso salía en alto. Cuando salimos del pueblo no podíamos ni imaginar la subida que nos esperaba hasta llegar al dichoso castillo. Subimos por un sendero que atravesaba un bosque, el ritmo que habían puesto Xavi y Francisco era muy fuerte y yo era incapaz de seguirlos. A medida que iba subiendo iba escuchando como Xavi me llamaba para ver por dónde iba, yo le respondía pero quizás por la distancia el no me escuchaba. Tras un buen rato en el cual pensaba que la subida no acababa nunca, llegue hasta el dichoso castillo. No era un castillo de esos que te quedas impactado, eso sí tenía un mirador con buenas vistas.
Vistas desde el Castell Sapera
Pasado el castillo apreté un poco el acelerador aprovechando que venía una bajada, de todos modos aun tarde un rato en contactar con los compañeros. Cuando nos reencontramos, nos pusimos de acuerdo que una vez llegáramos al avituallamiento íbamos a bajar el último tramo trotando. Hasta llegar al avituallamiento aun tuvimos que hacer una subida por carretera, cuando llegamos nos ofrecieron refrescos y coca de piñones. Yo les comente que no estaba apuntado tal y como había hecho en el avituallamiento de los helados, si en el de los helados habían sido muy amables dándome uno aquí lo fueron más. No les importo que no estuviera apuntado y me ofrecieron bebida y comida como a uno más, cuando salimos del avituallamiento Xavi y Francisco se pusieron a trotar. Yo les dije que hasta que no empezara realmente la bajada yo no corría y así lo hice, cuando empezó verdaderamente la bajada me puse a trotar con ellos. Cuando ya llevábamos unos 2 km sin parar de trotar, les tuve que llamar la atención a mis compañeros. Como si de la última vuelta de una carrera se tratase, se pusieron los dos a correr que parecían 2 etíopes que luchaban por acabar primero la carrera.
Inicio de la bajada final
Cuando conseguí que aflojaran un poco pudimos continuar juntos, pero nuevamente en una pequeña subida se me distanciaron. Al finalizar la subida y casi sin tiempo para pillarlos, se lanzaron a toda velocidad por un tramo de escaleras. Al llegar abajo pasamos junto a una especie de merendero en el cual la gente nos animaba al pasar, eso espoleo de nuevo a Xavi para apretar el ritmo. Suerte que conseguí que aflojaran y continuamos a paso rápido, reseguimos la riera hasta la entrada del pueblo de Torrelles de Foix. Ya en las calles del pueblo nos pusimos a trotar nuevamente pero yo no podía seguir el ritmo de mis compañeros, cuando quedaban unos 50 metros para llegar hice un acopio de fuerzas y pegue un sprint dejando atrás a mis compañeros y a una chica que nos acababa de pasar. Como me sabia mal pasar antes que la chica, la deje pasar y yo me fui por un lateral ya que a mí no me computaba el tiempo. Después de comprobar que no les quedaban cervezas, los compañeros decidieron que nos ducharíamos y después nos tomaríamos algo. En las duchas nos encontramos a Paco (por fin) nos había sacado 20 minutos, si hubiera dejado a mis compañeros mantener el ritmo etíope que llevaban lo hubiéramos atrapado. Nos duchamos y nos fuimos a una terraza que había junto a la meta para hablar y ver cómo iban llegando los compañeros. A medida que iban llegando, se iban sumando a la tertulia y al final acabamos allí unos 10 compañeros charlando de cómo había ido la marcha. Cuando acabamos cogimos el coche y para casa.

58,6 kilómetros
4646 metros de desnivel acumulado
10:06 horas
En conclusión, creo que tomé una decisión acertada cuando me decidí a ir a la marcha. Me sirvió como un entrenamiento de calidad, he sumado kilómetros y lo mejor de todo he tenido muy buenas sensaciones. Incluso fui capaz de hacer la mitad de la marcha sin palos. Los compañeros se han portado genial ya que me han ido esperando en las subidas que he sufrido un poco más por falta de entreno.

1 comentario:

  1. les fotos espectaculars! crec que és un privilegi poder gaudir d'aquests precioses vistes. Per la resta ja saps que en penso jaja
    Ptns

    ResponderEliminar