domingo, 18 de agosto de 2013

GRAN TRAIL ANETO-POSETS




Que puedo contar sobre el Gran Trail Aneto-Posets, sabía que sería duro, pero no podía imaginar la aventura que me esperaba.  Había decidido apuntarme a esta Ultra como entrenamiento para la Ultra Trail del Montblanc, mis compañeros Ramón y Esteve me acompañarían en esta nueva aventura.
Llegue a Benasque junto a Esteve y su familia sobre las 21:30 horas, no pude acudir al breafing de la carrera (cosa muy necesaria como podría comprobar más adelante) allí nos encontramos con Ramón, Andreu y Bea con los que cenamos. A las 23:15 h nos dirigimos al control de material, el ambiente ya empezaba a ser muy bueno. La Avda. desde donde se iniciaba la carrera estaba inundada de gente, 2 speaker animaban a la gente y música marchosa nos ponía la adrenalina a tope. Cuando quedaban 5 min para que diera inicio la prueba, hicimos un minuto de silencio por las victimas del accidente de tren.
Con música de AC/DC de fondo se dio inicio a la cuenta atrás 5,4,3,2,1 gritos de ánimo y en marcha.  Salimos a la carrera y durante los primeros metros recorrimos las calles de Benasque, calles abarrotadas de gente animando. Este hecho me puso los vellos de punta de la emoción que me transmitía los ánimos de la gente, a la salida del pueblo dejamos de trotar y nos pusimos a caminar a buen ritmo. Llevábamos poco mas de 500 metros y ya éramos los últimos y con el coche escoba pegado a nuestro culo, Andreu había tirado hacia delante así que nos habíamos quedado Ramon, Esteve, Bea y yo como últimos clasificados.
El tramo hasta el primer punto de control lo hicimos a un ritmo altísimo, por suerte todo era pista y se podía trotar perfectamente. Nosotros decidimos no trotar sino caminar bastante rápido, Ramón impuso un ritmo fortísimo y se nos distancio. Nos habíamos quedado Esteve, Bea y yo solos, a partir del primer punto de control el camino cambio.  A pesar de que era noche cerrada, podíamos intuir que estábamos atravesando un valle espectacular. Caminamos por pista un buen rato mas, pero hubo un pequeño tramo en el que nos desviamos y subimos por un sendero muy inclinado. Al salir del sendero entramos en una pista, proseguimos por la pista que iba subiendo ligeramente hasta llegar al 2º control. Empezaba la primera de las subidas fuertes de la que constaba la Ultra, el primer tramo no era excesivamente duro ya que discurría por pista. El siguiente tramo nos llevo en una subida progresiva hasta los ibones de Vallibierna, a pesar de que era noche cerrada se podía apreciar la espectacularidad de la zona.
A lo lejos podíamos observar una luz que como si fuera un faro nos indicaba el camino, la verdad es que cuando vimos la luz pensamos que en muy poco tiempo llegaríamos al final de la subida. No podíamos imaginarnos lo que nos esperaba, empezamos a bordear los ibones y empezó una zona de piedras enormes las cuales teníamos que ir saltando. Nos costó bastante pasar la zona de piedra puesto que temíamos por nuestros tobillos, acabadas las piedras empezó la zona de neveros. Zonas con acumulación de nieve por las cuales costaba subir, a la inclinación de la subida teníamos que sumarle el estado de la nieve. La nieve estaba dura y resbalaba bastante, seguíamos viendo la luz pero nunca llegábamos a ella. Cuando ya estábamos en el tramo final conseguimos contactar con Ramón, realizamos la ultima rampa y por fin estábamos en el Collado de Vallibierna (2732m). La verdad es que no nos quedamos mucho rato allí arriba pues hacia bastante frio, iniciamos la bajada esperando poder avanzar algo mas rápido.
Vistas desde el Collado Vallibierna (2732m)
El primer tramo de la bajada era muy técnico pues debías tener mucho cuidado de donde ponías los pies, después para rematarlo tuvimos que bajar una gran zona de nevada. El descenso por la nieve era algo que sabíamos que podría darse, de lo que no nos habían informado era del estado en el que se encontraba dicha nieve. Según los organizadores por allí se podía bajar corriendo sin problemas, los maquinas y los mas acostumbrados seguramente lo harían. Pero nosotros no nos arriesgamos y bajamos con sumo cuidado, pese a bajar tan cuidadosamente no nos libramos de alguna que otra caída. Una vez salimos de la nieve seguimos una senda, después dudamos un poco hacia donde teníamos que ir ya que la Ultra no estaba señalizada. Cuando dimos con el camino correcto iniciamos un largo y duro descenso saltando rocas y atravesando pequeños riachuelos, después de un buen rato bajando llegamos a un ibón impresionante. Al llegar a orillas del Ibón tuvimos que realizar un tramo muy técnico de rocas, después de una ligera subida llegamos a una especie de refugio. Pensábamos que ya habíamos llegado al control y primer avituallamiento de la marcha, nos equivocamos pues aun no se veía el avituallamiento ni de lejos. Proseguimos nuestro camino y bajamos por una bajada bastante técnica hasta el lago de Llauset (2193m), atravesamos un salto de agua por un puente doblado por la fuerza del agua y bordeamos el lago hasta el avituallamiento.
Paisaje espectacular en Llauset
Habíamos llegado con 1 hora de margen sobre el cierre así que íbamos bastante tranquilos, en el avituallamiento y para nuestro asombro. No había nada de lo que habían comentado que habría, solo quedaban frutos secos y agua. Antes de reanudar nuestra marcha nos dijeron que allí había abandonado gente, la verdad es que podíamos creerlo puesto que llevábamos 21 km y habíamos tardado 7:00 horas en hacerlos. Los siguientes 2 km fueron en una subida progresiva que nos volvió a subir a una altura considerable, iniciamos el descenso hacia unos Ibones muy bonitos. En la bajada Bea resbalo y se hizo daño en el hombro, por suerte solo fue un pequeño susto. Paramos unos minutos y repusimos fuerzas, nos esperaba bajada antes de iniciar la siguiente gran subida. La verdad es que no esperábamos que la bajada fuera tan larga y técnica, perdimos parte del tiempo de margen que llevábamos y llegamos al control con media hora de margen.
Tras la subida deleite para nuestros ojos

Terreno bueno para caminar (algo poco común en la marcha)
Iniciamos la subida por un bosque espectacular que amagaba lugares mágicos con grandes saltos de agua, una vez pasado el bosque nos encontramos con los primeros tramos de piedra. Había que ir saltando de piedra en piedra con el consiguiente peligro para nuestros tobillos, atravesamos un rio y un poco más adelante Bea nos dijo que tiráramos. Nos sabia mal dejarla sola, por suerte Ramón se ofreció a hacerle compañía.
No seria el primero ni el ultimo rio que cruzaríamos
Esteve tiro porque se encontraba bien, yo lo seguía pero en las piedras me costaba seguir su ritmo ( yo iba con miedo a lesionarme) hubo un momento que Esteve se distancio y eso fue mi perdición, no porque me encontrara mal físicamente sino porque perdí el camino a seguir. Este incidente me hizo que fuera saltando piedras sin parar y sin rumbo fijo, en un momento me di cuenta de que me había desviado bastante y debía haber seguido pegado al rio. Conmigo venían 3 chicos que me venían siguiendo pensando que yo sabía el camino, Esteve estaba cada vez más lejos pero yo no quería forzar para pillarlo. Ya llevábamos 1:20 Horas subiendo y empezaron los neveros (grandes acumulaciones de nieve) la verdad es que habían avisado que habría nieve pero no tanta. Para evitar la resbaladiza nieve había que ir por los costados, no sabía si era mejor evitarla o pisarla. Si subías por la nieve resbalabas bastante pero si subías por las rocas te desgastabas mucho físicamente, opte por subir por las rocas y una vez pasada la lengua de nieve, me encontré muy cansado físicamente. Los 3 chicos que iban conmigo estaban en la misma situación, para acabar de desmoralizarme empezaron a pasar los participantes de la Vuelta al Aneto. Pase hasta 3 inmensas lenguas de nieve y no conseguía ver la subida final, después de subir la 4ª lengua y girar por fin vi el tramo final de la subida. Debido al agotamiento físico ya iba totalmente fuera del corte horario, decidí afrontar la subida final por el tramo de nieve.
Primeros neveros y rampas severas

A lo lejos se veía el Collado pero las fuerzas empezaban a flaquear
El tramo final de subida no tendría más de 2 km pero se me hizo eterno, la nieve resbalaba una barbaridad y debía ir buscando las huellas de los compañeros. Después de esa primera lengua venia un tramo de piedras que se hacía durísimo, para rematarlo empezó a hacer un viento muy fuerte que te incomodaba la subida. Pasadas las rocas y en un tramo de nieve de unos 300 metros habían colocado unas cuerdas para ayudar a los corredores, pase el tramo no sin apuros por el viento y los resbalones. Pasado ese tramo dos voluntarios me dieron ánimos diciéndome que me quedaba muy poco, me costó 20 min realizar un tramo de 50 metros.
Tramo final de dureza extrema
Una vez en la cima del Collado Palenques (2807 m) el viento era impresionante, tuve que parar 5 min a coger aire y recuperarme del gran esfuerzo que había hecho. Empezaba la bajada, sabía que sería dura porque daban 1 hora para hacer 2 km. No puedo clasificar la bajada como dura sino como infernal, la organización había dicho que había nieve pero que estaba en buenas condiciones para bajar corriendo. Para bajar corriendo por allí había que estar bastante loco o no tener miedo a lesionarse, la lengua de nieve se perdía en el horizonte y frente a mi veía escenas de todo tipo. Había valientes que bajaban corriendo, algunos lo hacían como si esquiaran y otros bajaban deslizándose con el culo. Yo primero probé opciones, después de caer de culo 4 veces opte por deslizarme con el culo en el suelo. Era la mejor opción pero en algunas zonas temía por mi integridad ya que la velocidad que alcanzaba era muy alta, tras mucho rato bajando llegue a una zona en la que no había nieve. La cosa duro poco pero por suerte los siguientes tramos de nieve ya no resbalaban tanto, después me encontré con un rio el cual no sabía por dónde cruzar.
Inicio del descenso (los corredores bajaban como podían)

Tuvimos que descender casi casi hasta los pies del Ibon
Cuando conseguí cruzarlo me había desviado bastante del trazado del camino, volví a bajar y poco a poco me acerque a una nueva subida. A mitad de la subida tuve que parar porque estaba fundido, un chico se paro y se intereso por mi estado le dije que lo único que necesitaba era descansar. Saque fuerzas de donde no las tenía y acabe la subida sin tener que parar, lo había conseguido pero al poco de iniciar la bajada me tuve que parar en unas piedras a descansar.

Sabía que tenía que llegar hasta una zona donde me pudieran evacuar ya que me habían cortado por tiempo, me iba a costar llegar porque físicamente estaba muy mal pero no podía rendirme. Llegaron 3 chicas y se pararon para interesarse por mi estado, me ofrecieron agua y comida y además me dijeron que me acompañarían hasta la zona donde me evacuarían. Las 3 chicas eran vascas ( siento no acordarme de vuestros nombres chicas) la bajada era muy técnica pero gracias a ellas que se pusieron delante, sabia donde tenía que poner los pies. La bajada hasta Aigualluts era un no parar de saltar piedras y cruzar riachuelos, las lluvias que habían azotado aquella zona habían hecho desaparecer los senderos. Una de las chicas me indico que pasábamos por la ladera del Aneto así que aproveche y me hice una foto
Posando con el Glaciar del Aneto a mi espalda
Algo más abajo y después de muchas piedras había un fotógrafo que hacia fotos a los que íbamos llegando. Un poco mas de esfuerzo por una bajada muy técnica y llegamos a la planicie de Agualluts, una llanura por la cual atravesaba una especie de canal natural. Un sitio espectacular ( lastima estar tan mal físicamente y no disfrutarlo) cuando llegue a donde estaban los del control, me dijeron que tenía que bajar hasta la Besurta para que me llevaran a Benasque.
Aigualluts un valle espectacular
Decidimos salir rápido porque el cielo se había tapado y amenazaba tormenta de las fuertes, por suerte el camino que llevaba hacia la Besurta no tenía ninguna dificultad. Justo cuando nos quedaba muy poco para llegar empezó a llover, por suerte justo cuando llegamos es cuando empezó a caer con fuerza. Me preocupo que lloviera de aquella forma, Bea y Ramón aun estarían bajando de Salenques y aquello sería peligroso. Mi sorpresa fue cuando vi que allí estaba Esteve, se había retirado porque iba fuera de tiempo, me senté y comí algo y después me puse ropa de abrigo para no coger frio. Nos dijeron que hasta las 21:00 h no vendría el autobús para llevarnos a Benasque y eran las 19:00h, por suerte Esteve conoció a una mujer que le dijo que nos llevaba. Nos despedimos de las chicas y nos fuimos con aquella mujer en el autobús que bajaba a Llanos del Hospital, allí tenia el coche y desde allí nos llevaría a Benasque. Una Vez en Benasque nos fuimos para el apartamento que tenia Esteve y allí nos duchamos, llamamos a Andreu que también había abandonado y fuimos los 3 a cenar mientras Bea y Ramón llegaban. La verdad es que estuvimos desde que abandonamos en la Besurta intentando contactar con ellos, no pudimos hasta que ya los bajaban hacia Benasque. A Bea la bajaron en ambulancia por una bajada de azúcar y Ramón llego antes, cuando llego Bea nos preocupamos por su estado pero rápidamente vimos que no era nada y que se recuperaría rápido. Gracias al buen don de gentes de Ramón pudimos dormir en la Escuela de Alta Montaña de Benasque. A la mañana siguiente almuerzo y para casa a contar nuestra aventura.

45,86 Kilómetros

4071 Metros de desnivel positivo

3422 Metros de desnivel negativo

7593 Metros de desnivel total acumulado

19:12 Horas

En conclusión, sabía que me había apuntado a una marcha dura. Pero jamás imagine lo que me iba a encontrar, tengo que decir que el recorrido es espectacular y pasa por lugares únicos. La organización quizás se ha equivocado a la hora de informar a la gente, se debía haber informado del material necesario y sobre todo del tipo de terreno y en las condiciones en las que se encontraba. Mi estado físico ha sido muy bueno, las piernas han respondido a la perfección, lo único es que me he desfondado por saltar de piedra en piedra. Creo que he realizado un entreno espectacular de cara a la UTMB tanto física como mentalmente, agradecerle a las 3 chicas vascas el haberme acompañado (siento no acordarme de vuestros nombres) y sobre todo haber disfrutado de una gran carrera junto a grandes compañeros, gracias Ramon, Esteve, Bea y Andreu.