domingo, 20 de abril de 2014

MARCHA DE RESISTENCIA 24 HORAS DEL CAP DE CREUS

La marcha del Cap de Creus, es una marcha que recorre parte del parque natural del Cap de Creus. Pasando por lugares tan emblemáticos como Sant Pere de Rodes, Cadaqués, el faro del Cap de Creus i el Port de la Selva.
Aprovechando que era semana santa, esta vez he tenido 2 compañeros de viaje nuevos jejeje. Mi mujer ( Cristina) y un amigo ( Jordi) Fuimos hacia Llançà el viernes por la mañana, tras pasar toda la mañana con 2 amigos por la tarde quedamos con Ramonet y Gemma para tomar algo. Después Cristina y Jordi se fueron hacia el hostal y yo me fui a escuchar la charla técnica, allí me reencontré con varios compañeros del CEI. Después de la charla cenamos en el hostal con Paco y a dormir para tener energía al día siguiente.
Llego el día, me prepare mochila y me puse la ropa de combate y hacia la salida junto a Dani y Paco. Al llegar a la recogida de dorsales nos encontramos con Francisco, el Presi, Ramón y Gemma. Recogimos dorsales y a tomar algo caliente, pues debido al fuerte viento que soplaba fuera la sensación térmica era baja.
A medida que se iba acercando la hora de salida, iban llegando compañeros del CEI. La foto típica de grupo cada vez cuesta más hacerla, puesto que en esta ocasión éramos 35 compañeros más o menos. El viento soplaba con mucha fuerza y la organización tuvo que desmontar el arco de salida justo antes de iniciar la marcha, últimas instrucciones y cuenta atrás 5,4,3,2,1 petardazo y comenzaba el espectáculo.

Desde el inicio de la marcha nos juntamos Francisco y yo ya que los dos llevamos un ritmo de marcha parecido, el inicio de la marcha se hace recorriendo todo el litoral del puerto de Llançà. Para no ser menos que los demás nos pusimos a trotar desde el inicio, fuimos un rato con Ramón y Gemma pero tras cruzar una pequeña cala les perdimos el rastro. La marcha continuaba cruzando pequeñas calas por una serie de senderos paralelos a la costa, el viento era fortísimo en algunas zonas y hacia difícil trotar en buena posición puesto que ibas como si estuvieras mareado.
Bordeando el litoral maritimo.
Después del tramo de pequeñas calas, bajamos hacia una playa algo más grande. Atravesamos la playa no sin dificultades puesto que costaba bastante trotar sobre la arena, tras atravesar la playa giramos hacia la izquierda para pasar por debajo de la carretera. Acto seguido cogimos un sendero que subía hasta una pista, desde la pista las vistas eran cada vez más espectaculares. Francisco impuso el ritmo de subida y yo le seguía sin problemas mientras íbamos hablando, poco a poco y casi sin darnos cuenta habíamos subido un buen tramo. En ese momento me entro curiosidad por saber cuántos kilómetros llevábamos, al coger el GPS para consultarlo me lleve una sorpresa. Me marcaba que habíamos hecho 90 km, al parecer debido al fuerte viento que nos había azotado cuando íbamos paralelos al mar había vuelto un poco tarumba al GPS. Decidí que lo pararía y al llegar al control del km 12 lo volvería a encender, seguimos subiendo y nos encontramos con Merçe y Pepe (Tintín) y al poco llego Txuse. Enseguida llegamos al control que estaba en la ermita de Sant Miquel de Colera, como el viento había parado decidimos ponernos en manga corta y lucir la camiseta del club. Salimos del control e iniciamos la subida hacia el Puig d’Esquer, al llegar arriba la vista era espectacular pero no pudimos parar mucho rato a disfrutar de las vistas puesto que hacia muchísimo viento. Recordaba la bajada desde el Puig así que avise a Francisco de que íbamos a sufrir, bajada larga y bastante técnica hasta unas ruinas. 
Vistas desde el Puig D'Esquers.
Bajada bastente tecnica.
Por suerte este año no tuve ninguna molestia y pude bajar sin ningún problema, Francisco también bajaba bien así que la bajada la hicimos bastante rápido. Proseguimos el camino e hicimos un gran rodeo por pequeños senderos hasta llegar a un nuevo control, aquí seguimos por una pista y nos volvimos a poner a trotar. Un nuevo desvió nos hizo pasar junta una pequeña ermita y nos condujo hacia una especie de riera, como nos encontrábamos bien decidimos que se podía continuar trotando así que así lo hicimos. Un tramo larguísimo resiguiendo la riera, primero por dentro y después por una pista paralela nos llevo hasta la Valleta. Allí había tres personas, pero menuda marcha llevaban. Estaban con un megáfono y poniendo la canción de Alaska (Bailando) para seguirle la coña nos pusimos a bailar mientras nos acercábamos.
Seguimos el camino y llegamos a los pies de una pronunciada subida, al final llegamos a un nuevo avituallamiento. Seguimos subiendo durante 1 km más o menos y giramos hacia la derecha para bajar junto a unas ruinas, la bajada era resbaladiza pero no tenía nada que ver con la que habíamos hecho desde el Puig. 
Ultima bajada antes de llegar a LLançà.
Casi sin darnos cuenta y atravesando una serie de caminos cimentados llegamos de nuevo a Llançà, allí nos esperaban los ansiados macarrones. Cogimos nuestra ración y nos sentamos a comer, al momento llegaron Cristina y Jordi que habían venido a darme ánimos. Una vez repuestas las fuerzas me despedí de Cristina y Jordi y nos pusimos en marcha, quedaban 10 min para que dieran la salida de la nueva modalidad de este año la marcha de 60 km. El problema era que el tramo que nos tocaba realizar era de subida, pero  además  tenía zonas muy estrechas y los posibles embotellamientos eran más que probables. Iniciamos la subida a buen ritmo pero no tenía problemas para seguir a Francisco puesto que ya había sacado mis palos, los cuales no había utilizado hasta el momento. El tramo era un continuo sube y baja por sendero y justo cuando estábamos en la mitad empezaron a atrapar lo primeros de la de 60km, como podíamos y donde podíamos íbamos dejándoles pasar. Cuando acabamos el sendero no enfrentamos al tramo más duro de la subida, una rampa con una inclinación considerable de unos 800 metros de distancia. Subimos sin problemas y al final teníamos un premio, una espectacular vista de Llançà, esperamos a que llegaran Txuse y Merçe y nos hicimos una foto de grupo. 
Disfrutando del paisaje en compañia.
Después ellos dos tiraron hacia adelante, reseguimos la pista un buen rato hasta que llegamos al siguiente control. El siguiente tramo era subida y bajada y llegar a Sant Pere de Rodes, Cristina y Jordi estaban allí para recibirnos. Tras recargar energías y hacernos las fotos de rigor con el espectacular paisaje, proseguimos nuestro camino.
Llegando a Sant Pere de Rodes.
Nos esperaban 2 tramos totalmente diferentes, el primero era el espectacular cresteo con vistas al golfo de Roses y el segundo  una serie interminable de senderos que nos condujo hasta la carretera que lleva a cadaqués.
Espectacular vista desde la cresta.
Cresteando.
En la carretera había un nuevo avituallamiento, seguimos la carretera hacia arriba y después un sendero que nos condujo a la cima. Una vez arriba iniciamos un larguísimo descenso a trote rápido, disfrutando de las espectaculares vistas de acantilados y playas que nos rodeaban. 
Bajada hacia Cala Joncols.
Llegamos al control de Cala Joncols y aprovechamos para beber antes de iniciar la subida, una larga subida por pista y sendero nos llevaría a un cruce de caminos. Continuamos recto y tras un larguísimo tramo de llaneo y bajadas por tramos técnicos de roca llegamos a las calles de Cadaqués, el pueblo estaba repleto de turistas y suerte que el camino a seguir era la avenida de la playa puesto que encontrar las marcas se hacía difícil. Justo antes de desviarnos hacia el siguiente avituallamiento nos encontremos a Cristina y Jordi de nuevo, nos dijeron por donde teníamos que ir y hacia allá nos dirigimos. 
Cadaqués.
Enseguida llegamos al pabellón y allí nos encontramos a Sergi, nos dijo que iba algo tocado pero que a partir de allí regularía. Sabíamos que al final acabaría petando porque siempre le pasa, esta fuerte pero no regula. Aprovechando que en el pabellón había lavabos, Francisco y yo decidimos hacer una técnica larga. También aprovechamos para cambiar de neumáticos (calcetines), después de media hora de parada en el avituallamiento proseguimos nuestro camino. El tramo desde cadaqués hasta el faro del Cap de Creus eran unos 7 km de autentico rompe piernas, un continuo sube y baja por senderos muy empedrados.
Llegando al faro de Cap de Creus.
En el faro había muchísima gente, y subíamos por una parte y bajábamos por la carretera. Después de bajar del faro seguimos un sendero que iba paralelo a la carretera y que era un poco perdedor, por suerte lo hicimos de día y veíamos las marcas perfectamente. En un momento del sendero cruzamos la carretera e hicimos un tramo larguísimo de pista.
Indicaciones del camino jejeje.
Al acabar la pista cogimos un sendero y a lo lejos se veían unas luces en lo alto de una pequeña montaña. Menudo subidon que nos hicieron subir, por suerte era corto. Al llegar arriba ya estaba oscureciendo bastante así que decidimos ponernos el frontal y ponernos algo de abrigo, el siguiente avituallamiento estaba en Sant Baldiri pero con todo el rato que llevábamos desde el faro. Se nos estaba haciendo larguísimo, aun tuvimos que andar bastante rato para llegar al avituallamiento e incluso se nos hizo noche cerrada. Al llegar al avituallamiento nos encontramos a Sergi, definitivamente había perdido fuelle. Proseguimos nuestro camino y le propusimos que se viniera con nosotros, a los 500 metros ya lo habíamos dejado atrás. Seguimos llaneando un rato y tras girar a la izquierda iniciamos una larguísima bajada hacia el Port de la Selva, la bajada era bastante técnica pero a pesar de eso Francisco puso un ritmo altísimo. Este año me propuesto no quejarme y apretar los dientes y callar, pero a pesar de todo podía seguirle bastante bien. Debido a la gran velocidad a la que bajamos, enseguida llegamos a las calles del port de la Selva. Seguimos la carretera y nos metimos en el camino de ronda, un camino muy llano con pequeñas subiditas. Las ganas de llegar nos hicieron poner un alto ritmo caminando, y casi sin darnos cuenta llegamos al último control de la marcha. Nos quedaban 4 km así que la cosa cada vez estaba más cerca, esta vez trotamos en algunas zonas y caminamos rápido en otras. En un punto del camino nos adelanto Juan Carlos Escute, seguimos el camino y atravesamos una pequeña cala para afrontar la última dificultad de la marcha. Un tramo de escaleras bastante inclinadas que nos hicieron sudar la gota gorda, una vez arriba volvimos a encontrar a Juan Carlos. Nos pusimos a trotar juntos y así llegamos a la meta.

87,27 kilómetros

2829 Metros de desnivel positivo

2821 Metros de desnivel negativo

5650 Metros de desnivel acumulado

15:00 horas


En conclusión, me siento a tope puesto que ha sido la primera larga de la temporada y he acabado fresquísimo y con buenas sensaciones. El reencuentro con los compañeros después de tantos meses sin coincidir, el esperado el CEI es una gran familia. Como siempre es un placer compartir marcha con Francisco, nos lo hemos pasado muy bien disfrutando de lo que nos gusta. Agradecerle a Cristina y Jordi que hicieran el seguimiento de la marcha y me hayan dado ánimos en varios puntos, me ha sabido mal que no hayan podido verme llegar por no haberles avisado antes.