miércoles, 13 de mayo de 2015

CARRERA O VIENTO RONDADOR

Desde pequeño he veraneado en Boltaña, he paseado por sus calles y he caminado por algunos de sus senderos. Que mejor forma de pasar un fin de semana, que viajar a Boltaña y participar en la carrera y hacer un poco de turismo con mi mujer.

El viernes subimos hacia Boltaña y nos alojamos en el camping la Gorga, me acompañaron como ya viene siendo habitual mi mujer (Cristina) y un amigo (Jordi) me acompañaban en esta nueva aventura.

El sábado por la mañana hicimos la típica excursión matinal que se suele hacer cuando viajas a Boltaña, la subida al castillo para admirar las vistas del pueblo y la Peña Montañesa. Por la tarde se fuimos a buscar el dorsal y yo me apunte a una carrera que organizaban, bueno la verdad es que organizaban varias carreras. Primero corrían los niños que daban vueltas alrededor de la iglesia, después en teoría se correría por categorías dando una vuelta en un circuito de 2 km. Las carreras de los niños eran muy divertidas, podías ver la alegría con la que participaban. Finalmente la vuelta a Cañimas que era como se llamaba la carrera que iba a participar, fue algo más deslucida de lo que esperaba. De mi categoría solo se apuntaron  3 y el resto eran chavales del pueblo, la vuelta en si no era complicada y era bastante chula. Pasamos por al lado de una ermita y bordeamos el castillo por detrás y siguiendo el curso del rio, después se llegaba a Boltaña en una subida y se recorrían sus estrechas calles hasta llegar a la plaza mayor. No me tome muy en serio la carrera porque no me quería quemar de cara al domingo, los chavales que participaban pusieron un ritmo de salida muy fuerte. Yo seguía de lejos pero en una bajada apreté el ritmo y me puse el segundo, el primero era un chavalín que iba como un cohete. Si hubiera querido lo hubiera podido coger, pero no quise forzar la máquina. Cuando llegamos al pueblo, el chaval ya se había ido bastante así que yo me espere a que llegaran dos chavales que venían por detrás. Justo antes de llegar a la meta, los deje pasar para que quedaran en buena posición. A mí me daba igual, pero finalmente quede primero de mi categoría. El alcalde del pueblo me dio una teja de cerámica y me hice una foto en el pódium. 
Salida Vuelta a Cañimas.

El podium por categorias.
Después nos fuimos a cenar y a prepararme las cosas para la carrera. Llego el gran día, nos levantamos y nos fuimos para el pabellón que era el sitio desde donde daban la salida. En la línea de salida se podía observar la categoría que tenía la gente que participaba, mi temor era quedarme el último nada más salir.

Llego el momento, después de un cohete para dar la salida arrancaba la carrera. Cristina y Jordi me irían a ver a Janovas pero también estaban allí para grabar la salida, los primeros metros transcurrían por asfalto. Después cruzamos el puente de la Gorga y nos metimos en un sendero que hay al lado del camping, llegamos a una de las zonas guapas de la carrera. El sendero dejaba el bosque y discurría por la pared de la montaña y paralelo al rio, después pasamos por los Mosquerales y el puente románico. 
Uno de los pasos mas guapos de la carrera.
Aquí ya venía la subida, poco a poco me iba encontrando bien e iba dejando gente atrás. Pasamos por un punto donde había que caminar paralelo a una especie de barranco, y después se llegaba al avituallamiento. La gente apenas paraba y a la que venía una pequeña bajada te adelantaban como balas, tras pasar el avituallamiento continuamos subiendo un poco y después vino un largo descenso por sendero. El sendero era espectacular, por el interior de un bosque y en bajada serpenteante te permitía correr a gran velocidad. Después se llegaba al avituallamiento y se cogía el desvió hacia Janovas, el sendero que lleva hacia Janovas es espectacular. Un continuo sube y baja por bosques muy tupidos con lugares mágicos como un paso por debajo de una roca. Después se bajaba al rio y se realizaba el paso del congosto de Janovas, un paso que parece más peligroso de lo que en realidad es. Un camino escavado en la roca que pasa paralelo al rio, el rio bajaba con un buen caudal y eso daba más espectacularidad al paso. Yo aproveche que prácticamente iba solo, porque los de detrás iban lejos. Para hacer alguna foto y disfrutar del momento, tras el paso se subía por unas escaleras de hierro y se llegaba al camino que lleva a Janovas.
Atravesando lugares magicos.
El estrecho paso del congosto de Janovas
Disfrutando del momento.
Allí en lo alto del camino me esperaban Cristina y Jordi, eso me dio fuerzas para poder subir la subida corriendo. Me despedí de ellos y en unos pocos metros ya estaba en el pueblo abandonado de Janovas, un pueblo que hicieron abandonar para construir una presa y que finalmente no la construyeron.
Apretando los dientes para la subida.
El pueblos de Janovas.
Tras pasar por el avituallamiento me disponía a hacer el tramo más largo de subida, primero era suave porque llaneabas por al lado de unos campos de cultivo. Pero después de cruzar el rio, el camino subía con fuerza por una pared vertical. Por suerte no era muy largo aquel tramo, además había unos chavales que te daban ánimos desde arriba. Después fui pasando gente sin cesar debido a que llevaba un ritmo muy alto, la subida era muy agradable. Iba subiendo por el interior de un bosque, pero había muchos tramos donde se podía correr. La verdad es que prácticamente toda la subida la hice corriendo, eso es algo de lo que estoy contento porque antiguamente no era capaz de hacerlo. Casi sin darme cuenta me encontré en el avituallamiento, allí había 3 chicos. Uno de ellos pregunto en qué posición íbamos, y nos dijeron que habían pasado 103. Era impresionante pues llevábamos un buen tiempo, eso te mostraba el nivel que había en la carrera. Salí del avituallamiento siguiendo al chaval que había preguntado, en la bajada me saco bastante trozo. Pero después vino un tramo bastante largo de subida, aquí me junte con él y continuamos juntos. El chico se llamaba Lucas, continuamos hablando de carreras y de lo que hacíamos cada uno hasta llegar a Campodarbe. Otro de los pueblos abandonados por donde pasa la carrera, el ambiente era muy bueno allí con la poca gente que había animando.
Campodarbe, otro pueblo con encanto.
No nos quedaban muchos kilómetros y prácticamente nada de desnivel positivo, Lucas y yo proseguimos por la pista hasta llegar al siguiente avituallamiento. Era el último avituallamiento y ya apenas quedaban 4 kilómetros para llegar, lo único malo es que debíamos afrontar la bajada por la Coasta. La bajada en si es espectacular, no solo por el terreno sino por las espectaculares vistas del pirineo. Lucas y yo bajábamos prácticamente juntos, pero hubo un momento que decidí probarme y ver como se me daba bajar por allí. La verdad es que a pesar de lo sinuoso y empedrado que es el camino, logre bajar a gran velocidad e incluso adelante a 4 corredores. 
Vistas espectaculares del pirineo.
Bajada espectacular por la Coasta.
Después llegue a la entrada del camping y habían colocado un arco para indicar que estábamos en el ultimo kilometro, un último kilometro para rematar la faena. Había que subir hasta la plaza mayor de Boltaña, pero al contrario de lo que me imaginaba me encontraba muy bien y pude subir sin problemas. Incluso intente pillar a dos corredores que iban por delante pero me llevaban una ventaja insalvable. Tras cruzar la línea de meta y saludar a Lucas que acababa de llegar, me dirigí hacia el pabellón para ducharme y disfrutar de la comida de hermandad.

26’5 kilómetros

1266 metros de desnivel positivo

1266 metros de desnivel negativo

2532 metros de desnivel total acumulado

3:35 horas

En conclusión, una buena forma de pasar el fin de semana es viajar con la mujer y participar en lo que más te gusta. Volver  a estar en Huesca es un autentico placer, la carrera espectacular. Visitar pueblos deshabitados y recorrer pasos como el del congosto de Janovas no tiene precio, mis sensaciones fueron estupendas y estoy con la moral a tope de cara a las grandes citas. El único pero son las plantas de mis pies que no acaban de curarse, pero bueno en carrera apenas noto molestias. Dar nuevamente las gracias Cristina y Jordi por acompañarme nuevamente.