jueves, 18 de junio de 2015

GRAN ULTRA EMMONA

La verdad es que no entraba dentro de mis planes participar en la Gran Ultra Emmona, pero después de que me tocara un sorteo en internet pensé que podía ser un buen entreno de cara a la Ronda dels Cims.

La Gran Ultra Emmona, es la prueba reina del Ultra Trail Emmona. La prueba supone la realización de las primeras 100 millas del pirineo, una prueba al alcance de muy pocos por su distancia y su dureza extrema. La idea era subir 22 cimas de más de 2000 metros y recorrer parajes emblemáticos como el valle de Nuria, teniendo como punto más alto la cima del Puigmal de 2910 metros.

No estaba nervioso porque no iba con la mentalidad de acabar la prueba, mi idea era ir por sensaciones y hacer los kilómetros que pudiera. Pero aunque no tuviera la idea de acabarla, me había planificado todos los puntos entre avituallamiento  y avituallamiento con los tiempos que creía que podía hacer. Había preparado las bolsas de las bases de vida minuciosamente, y tenía planificado donde me cambiaria calcetines y ropa.

En esta aventura me iban a acompañar mi mujer Cristina y mi amigo Jordi, ellos no caminarían pero me seguirían en todos los puntos que pudieran. Nos dirigimos a Sant Joan a buscar el dorsal y asistir a la charla técnica, la charla era en el teatro y la gente estaba expectante en lo que nos iban a contar sobre la meteorología. La verdad es que lo que nos iban contando, no es que nos animara mucho. Las previsiones meteorológicas no eran muy buenas, la organización había preparado varios recorridos alternativos en caso de tormentas eléctricas. Pero la incertidumbre se apoderaba de nosotros, salimos de la charla y nos fuimos al coche para vestirme y preparar las bolsas de vida. Una vez dejadas las bolsas de vida, nos sentamos a esperar la hora de la salida. Fueron llegando conocidos y compañeros con los que entablamos conversación para pasar un poco el tiempo, cuando ya quedaba poco para poderse meter en el corralillo nos dirigimos hacia la salida. Me despedí de Cristina y Jordi y me metí en el corralillo previo a la salida, Cristina me dijo en qué lado iban a estar para que me colocara bien y así lo hice. Poco a poco se iba acercando la hora de la verdad, el ambiente era espectacular el speaker nos animaba a hacer la ola y entre nosotros nos dábamos ánimos.

Llego la hora 5, 4, 3, 2,1 vamoooos, adrenalina a tope y salida apoteósica cruzando las calles de Sant Joan jaleados por una gran cantidad de público que se había congregado para apoyarnos. Justo antes de cruzar el puente románico, salude a Rosa y Quima y vi que Cristina Y Jordi se habían puesto allí para grabar como llegábamos. Me despedí nuevamente de Cristina y Jordi y quedamos en vernos en Pardines unas horas más tarde, poco a poco me iban pasando corredores y ya me iba quedando de los últimos. No me importaba ya que sabía que me quedaría solo en cualquier momento, me junte a un grupo donde estaban Enric Sabater, Josep Artigas el Capi y Laura poch. Sabía que aquellas no eran las ruedas a seguir porque iban mucho más rápido que yo, pero hasta el avituallamiento de Can Camps llegamos juntos. Llevábamos 6 kilómetros y solo 1 hora, la verdad es que ese no era el ritmo que llevaría durante toda la carrera. Pero si que era el tiempo que había calculado para poder pasar el primer corte horario que era en Pardines, proseguimos la marcha y Enric empezó a distanciarse. Poco a poco el terreno iba ganando en inclinación, El Capi y Laura aun seguían unos metros por delante de mí. A medida que íbamos subiendo la niebla iba haciendo acto de presencia, casi sin darme cuenta ya estaba en el Puig Estela primera de las cimas que íbamos a subir. 
primeras rampas de la Gran Ultra
En el Puig Estela ( 2006 metros)
Había tardado exactamente lo que había calculado 1 hora en subir, tocaba hacer la carena y llegar a la Portella d’Ogassa. Un sendero bastante empedrado y de mal pisar, pero lo hice bastante rápido. Durante la carena me habían adelantado muchos corredores y me había quedado solo, proseguí mi camino ya con el chip del llanero solitario. Al llegar al Taga no pude hacerme la foto porque había mucha niebla, pero había conseguido uno de mis objetivos llegar al Taga de día.
Antes de iniciar la bajada, me puse el frontal y los manguitos para protegerme del frio. El inicio de la bajada era de esos que prometen,  a parte de la niebla espesa el terreno era hierba que resbalaba muchísimo. Tenía que bajar poniendo todos mis sentidos, durante el tramo de la bajada por la ladera de hierba no tuve problemas para ver las señales. Pero una vez pasado aquella zona tuve que echar mano del GPS, las señales que había no llevaban reflectante y apenas podía verlas. Si no llega a ser por el GPS no hubiera dado con el camino correcto. El sendero de bajada era espectacular, discurría por el interior de un bosque que si hubiera sido de día habría sido impresionante. Una vez deje el sendero pensé que ya casi había llegado, pero tuve que hacer un rodeo tremendo antes de llegar a Pardines y ver a Cristina y a Jordi. Me alegre mucho de verlos ya que llevaba mucho rato solo, había llegado en 4:21 horas unos 10 minutos antes de lo que había calculado. Así que podía entrar tranquilamente en el avituallamiento y comer y reponer líquidos antes de afrontar el tramo de subida, una vez avituallado me despedí nuevamente de Cristina y Jordi y me dispuse a afrontar un tramo duro.
El inicio de la subida lo hice bastante rápido para ganar un poco de tiempo de cara al resto de la ultra, durante la subida iba viendo luces que iban delante mío. Pero vi también a dos tíos que se retiraban, empezábamos bien la Ultra. En el kilometro 21 y ya se estaba retirando la gente, poco a poco el terreno se inclinaba cada vez mas y me iba acercando a las luces que había visto antes. En la pista de Tregura me encontré un tío que estaba sentado en el suelo, le pregunte que si iba todo bien. Me dijo que si que estaba descansando, yo me puse a tirar y él se puso detrás de mí. Yo me pare a atarme los cordones y él me adelanto, íbamos subiendo por sendero en el interior de un bosque. En esta subida el primer año que vine a la Emmona me encontraba fatal, y es una subida que de día tiene unas vistas espectaculares pero de noche es como subir por un túnel. Poco a poco íbamos ganando altura, pero empezaron los problemas. Una espesa niebla  no nos dejaba ver las señales y tuvimos que esperar que llegara otro tío para juntarnos, por suerte entre los tres pudimos apañarnos y llegar al tramo que seguía un cercado. En este tramos tampoco se veían las señales pero como solo había que seguir el cercado hacia arriba, no había pérdida. Al llegar al Puig Cerveris y con altura ganada, seguimos llaneando para afrontarnos a la novedad de la Gran Ultra la subida al Balandrau. La niebla en este punto era muy densa y allí no se veían las señales, tuve que sacar nuevamente el GPS y seguir el track. No solo la niebla iba a ser un enemigo en aquel tramo, de repente empezó a hacer un frio terrible que nos obligo a parar y equiparnos para poder combatirlo.
Cuando iniciamos la subida hacia el Balandrau, me quede solo junto con un tío. Los dos llegamos juntos a la cima, desde Pardines habíamos hecho 1300 metros de desnivel positivo y ya llevábamos 3000 positivos en menos de 30 kilómetros. La Gran Ultra estaba mostrándonos lo que nos esperaba, la bajada hacia el Coll de Tres Pics era bastante técnica con tramos de mucha piedra. En el avituallamiento había unos chavales muy simpáticos y atentos que nos ofrecían bebida y comida, mi parada en ese avituallamiento debía ser algo más larga. Pero decidí aprovechar que llevaba 15 minutos de margen por encima de mi previsión, y proseguir la marcha por si me daba un bajón físico. Tocaba  encarar  una nueva subida esta vez a los picos de Fontlletera y Les borregues subida, el tío que iba conmigo me seguía de cerca pero a medida que íbamos subiendo se iba quedando más atrás. A media subida nuevamente la niebla hizo acto de presencia, estuve a punto de salirme del recorrido marcado dos veces pero gracias a que iba siguiendo el track en el GPS pude seguir el camino correcto.
Una vez arriba parecía que la tan temida bajada que habían anunciado en el briefing no seria para tanto, estuve un rato cresteando e incluso me adelantaron dos corredores. Intente seguirlos un rato, pero desistí porque iban más rápido que yo. Tras pasar un tramo bastante cómodo para caminar, empezó la bajada que estaba esperando. Era negra noche pero se podía intuir lo inclinada que era la bajada, el terreno era una mezcla de hierba mojada y llena de agujeros con rocas sueltas. Me costó mucho rato y un par de caídas el llegar a un tramo donde el terreno fuera bueno de pisar, por si no eran suficientes los problemas que me iba encontrando ahora se unía la luz del frontal. Cada vez veía menos, pero por suerte quedaba poco para que amaneciera y pensé que podría aguantar sin cambiar las pilas. Hubo momentos durante la bajada que tenía que estar constantemente siguiendo el track para poderme orientar. Estaba absolutamente solo, delante de mí no veía a nadie y por detrás tampoco. La única compañía que tenia eran las vacas que dormían plácidamente, cuando pasaba por al lado de ellas debían pensar “que hará este colgao andando solo a estas horas”. Justo cuando ya amanecía llegue a un camino bueno de bajar, una pista larguísima que me llevo hasta el pueblo de Setcases. Al llegar al avituallamiento, me encontré que había 4 corredores allí parados y a los cinco minutos llego el tío con el que iba coincidiendo desde Tres Pics. Me tome mi tiempo para descansar y quitarme algo de ropa para poder afrontar la subida hacia el Costabona, Salimos del avituallamiento 4. Al inicio la subida era por pista así que no tardaron en pasarme y volverme a quedar solo, cuando acabo la pista empezó un tramo espectacular y durísimo a la vez.
Fui subiendo siguiendo el curso de un rio, cruzándolo infinidad de veces y perdiendo energía a cada paso que daba. No estaba andando fino, no sabía lo que me pasaba pero yo tiraba autoanimandome. Llegue a duras penas al control unos cinco minutos más tarde de lo que tenía previsto, la verdad es que no me importaba porque allí tenía que descansar un poco. Una vez avituallado proseguí mi camino, esta vez me puse la música para poder engañar al coco. Al principio no parecía que aquello hubiera hecho efecto, pero justo cuando empezaron las rampas más duras sonó una canción de AC/DC y me dio un subidón de energía. Subí un tramo muy inclinado con un ritmo constante, casi sin darme cuenta ya casi estaba arriba y podía admirar el impresionante paisaje con un mar de nubes de fondo. Justo antes de llegar a la cima del Costabona me encontré con un chico que estaba sentado en una piedra descansando, le pregunte si todo iba bien y me dijo que estaba recuperando. También adelante al tío que me había estado acompañando en el tramo anterior, una vez en la cima me deleite con la vista y me dispuse a seguir. 
Un mar de nubes impresionante.
la subida nos hizo recorrer todo el valle.
En la cima del Costabona ( 2465 metros)
El cresteo que quedaba hasta Wallter era larguísimo, con pequeñas subidas y bajadas cruzándome con infinidad de excursionistas. Eso sí con unas vistas espectaculares, la última bajada hasta wallter la hice caminando porque me parecía que trotar era demasiado arriesgado. Justo a la mitad de bajada vi a lo lejos que Jordi y Cristina me estaban esperando, eso me dio un pelín de empuje más para continuar.
Llegando a Wallter.
Una vez en Wallter les dije a Cristina y Jordi que llegaría solo hasta Planoles, hacer más kilómetros me parecía hipotecar mi forma de cara a Andorra. Como había llegado con 2 horas de margen con el cierre, decidí descansar un rato más largo y hacer un cambio completo de ropa. Poco a poco iban llegando los más rápidos del Trail y Ultra Trail, y justo cuando yo me disponía a salir llego Oriol un colega de Martorelles. Estuvimos hablando un minutillo y quedamos en intentar ir juntos en la subida cuando él me pillara, me despedí de Cristina y Jordi y me dispuse a afrontar la temida cadena montañosa del Bastiments.
Me puse a subir por las pistas de esquí con un ritmo cómodo y sin forzar, miraba hacia la montaña y veía que cada vez estaba más negro y la cosa pintaba mal. De repente se puso a llover y tuve que parar a ponerme el chubasquero, seguí la subida y enseguida llego Oriol y un compañero con el que iba. 
Iniciando la subida por las pistas de Wallter.
Como vi que ellos iban más fuertes y no llevaban tanto desgaste como yo, le dije que tirara para adelante. Poco a poco iba ganando altura y lo que antes era lluvia, ahora pasaba a ser granizo acompañado de una bajada considerable de la temperatura. Cada vez me pasaban más corredores de la Ultra y el Trail, ya no me cruzaba con nadie del Gran Ultra. La llegada a la cima del Bastiments se hizo rogar, me costó bastante llegar pero parecía que el tiempo mejoraba algo. 
Maravillosos paisajes.
En la cima del Bastiments ( 2885 metros)
Inicie el tramo de cadena que enlaza varios picos de más de 2000 metros sabiendo que me enfrentaba a un terreno muy técnico y pedregoso, mi motivación era ir admirando los espectaculares paisajes que había a banda y banda del camino. Durante uno de los ascensos a uno de los picos lo pase realmente mal puesto que me estaba quedando sin fuerzas, por suerte no pare en ningún momento y tiraba paso a paso. Así sin darme cuenta estaba coronando el Pic del Infern, un pico al que el año pasado llegue destrozado físicamente. 
Un tramo de la temioble cadena montañosa.
Ya podia ver la cima del Pic del Infern a lo lejos.
En la cima del Pic del Infern ( 2869 metros)
Después de un tramo con zonas muy técnicas y cuando parecía que ya no volvería a llover, el cielo se volvió a tapar y comenzó a granizar con mucha fuerza. La temperatura volvió a caer en picado, yo me había quitado los guantes anteriormente y se me estaban quedando las manos heladas. Justo pasar el Coll de NouCreus le tuve que pedir ayuda al fotógrafo que había allí para ponérmelos, como aun me quedaba afrontar un tramo bastante largo de cadena y no me veía con fuerzas de subir por allí. Decidí empezar a bajar hacia Nuria siguiendo el camino que siguen todos los excursionistas,  el principio del camino es muy técnico y pedregoso y me costó mucho rato llegar a una zona más cómoda de andar. 
Vistas desde el Pic del Infern.
Vistas del valle de Nuria justo antes de iniciar la bajada.
Tarde casi 1 hora en llegar a Nuria pero una vez allí, Cristina y Jordi no me esperaban por donde llegue. Los salude y les dije que no llegaría a Planoles, había usado demasiada energía en hacer la cadena y ya no valía la pena seguir. Como entrenamiento ya había sido suficiente. Una vez me tome mi tiempo para descansar y para comer algo, cogimos el cremallera y nos fuimos para Queralbs a buscar el coche. Había acabado la aventura pero había sido un día espectacular.

75 kilómetros

6100 Metros de desnivel positivo

3700 Metros de desnivel negativo

9800 Metros de desnivel total acumulado

21:55 Horas

En conclusión, la Gran Emmona es una carrera muy dura y espectacular. El kilometraje y desnivel que he realizado me servirán mucho de cara a la ultra de Andorra, las piernas funcionaron muy bien y no tuve ningún problema. El único pero es la falta de energía que sentí en algunos momentos, quizás debido a una mala hidratación e ingesta de alimentos. El sábado por la noche nos quedamos en Camprodon a dormir, el domingo aprovechamos y fuimos a hacer un poco de turismo aprovechando que hacia un bonito día.  Después me entere que las diferentes pruebas de la Emmona habían sido neutralizadas debido a tormentas eléctricas, ha habido muchas polémicas sobre la decisión que tomo la organización. Pero pienso que aunque en el momento, nos jode que nos digan que no se puede seguir. La seguridad es muy importante, y las montañas no se moverán de ahí y en cualquier otro momento se pueden volver a pisar. Para acabar quiero remarcar lo que han hecho Cristina y Jordi este fin de semana, no tengo palabras  ya que me han seguido y dado apoyo en todo momento. Sacrificando horas de sueño y realizando muchos kilómetros con el coche, para desplazarse de punto a punto.  Muchísimas gracias Cristina y Jordi.


40º TRAVESSA DEL MONTSENY

La Travessa del Montseny, es una de las marchas de la copa catalana que más me gustan. No solo por sus parajes incomparables, sino que no es excesivamente larga y por la tarde puedes estar libre para estar con la familia.
Esta vez iba a afrontar un buen entrenamiento ya que si no me encontraba con Francisco, lo más seguro es que yo iría solo durante toda la marcha. Mi mujer Cristina me llevo a Aiguafreda, llegamos a las 5:20 horas. Nos despedimos y me fui a recoger el dorsal y meterme en el corralito, poco a poco iban llegando compañeros que venían en los autobuses de la organización.
A las 6:00 dieron la salida y me puse a trotar, rápidamente se inicio la subida hacia el Tagamanent siguiendo el GR. Había hecho la Travessa 4 veces y nunca había hecho la subida absolutamente solo, el haber salido de los primeros y trotando me permitió subir sin atascos y a un ritmo continuado. Al llegar a Puig-Agut me paso Tony, el iba muy rápido así que me despedí de él y seguí a mi ritmo hasta la cima del Tagamanent. Arriba estaba Xavi Capdevila captando las imágenes de los corredores llegando, la bajada del Tagamanent la hice relativamente rápido y justo a la mitad me encontré que Francisco ya subía. Le dije que nos encontraríamos en la bajada, continúe mi camino y llegue al primer avituallamiento.
Vistas espectaculares desde el Tagamanent.
Seguí el camino del Pla de la Calma a ratos caminando y a ratos trotando, estaba viendo poca gente cerca de mí y eso era raro. O yo estaba muy fuerte o la gente iba más despacio, así casi sin darme cuenta ya estaba en las ruinas del Café. Ahora ya quedaba muy poco para llegar al inicio de la subida al Matagalls, justo antes de llegar a Collformic me paso Pepe. Eso sí que era raro, el es un tío muy rápido y me estaba adelantando en el km 15.
Tras avituallarme en Collformic, me dispuse a atacar la subida al Matagalls.
Imagenes de postal en el Pla de la Calma.
Me puse a caminar a ritmo rápido y justo detrás llevaba a dos tíos, les comente si conocían el sendero que evitaba la subida al Turo Gros. Me comentaron que no, les dije que me siguieran e hicimos juntos todo el sendero hasta conectar con el camino normal de subida al Matagalls. Una vez arriba, me di cuenta de que iba muy bien de tiempo. Mi idea era intentar acabar en 7 horas, pero debía aprovechar muy bien las bajadas. Empecé la bajada hacia Sant Marçal con energía, la verdad es que me sorprendió lo bien que se me dio la bajada ya que solo tarde unos 25 minutos en hacer los 5 kilómetros. El avituallamiento de Sant Marçal es uno de los que más recuerdo de la Travessa, es muy completo porque hay de todo. Tortilla de patatas, mini bocadillos, coca cola, aquarius.
En la cima del Matagalls
Salí del avituallamiento sabiendo que venía la última subida de la marcha, y que debía dosificar. Los dos tíos que me habían seguido, aun estaban detrás de mí. Durante la subida íbamos hablando y yo les iba explicando lo que nos íbamos a encontrar. Adelantamos a 3 o 4 corredores, pero en el tramo final de la subida ellos se quedaron muy atrás. Debieron perder energía ya que yo no es que fuera fino en ese momento, me costó bastante llegar hasta la cima del Les Agudes. Cuando llegue arriba me dijeron que iba el numero 34 de la carrera, verdaderamente iba muy bien. Pero sabía que en la bajada me iba a pasar alguno.
Desde Les Agudes hasta el Turo del Home es un sendero que se hace bastante rápido, pero en el cual te encuentras con muchos excursionistas. Después del avituallamiento, subida hasta la cima y se inicia el largo descenso.
Vistas espectaculares durante el ascenso.
En Les Agudes.
La bajada por la pista hasta Santa Fe, la hice corriendo a un ritmo bastante rápido y sobre todo sin coger ningún atajo. Al llegar a Santa Fe mire el reloj haber como lo tenía para llegar en 7 horas, pase junto al pantano que estaba bastante lleno y después encare el tramo más pesado de la marcha. Una larguísima bajada por bosque a un ritmo bastante alto, no paraba de correr y ya me estaba cansando de hacerlo. Pero al llegar a la pista que lleva hasta Gualba, decidí reunir las pocas fuerzas que me quedaban para darlo todo hasta la llegada. Había llegado en 7:08 horas, no pude llegar en 7 pero estaba súper contento del tiempo que había hecho. Me cogí el bocadillo y me senté a hablar un rato con Tony, al poco rato llego Francisco y cuando ya había comido me llevo hasta mi casa.
El Pantano de Santa fe.

48 kilómetros

5240 Metros de desnivel acumulado

7:08 horas


En conclusión, me ha parecido que la marcha me ha servido como un buen entreno. Me he sentido muy bien físicamente y las piernas y plantas de los pies no me han molestado para nada. El único pero es tener que haber hecho la Travessa en solitario.