miércoles, 6 de abril de 2016

MARCHA DE RESISTENCIA 24H DEL CAP DE CREUS

Durante este año estoy sufriendo un dolor muy intenso por culpa de un Espolón calcáneo, en las últimas semanas ha mejorado bastante pero aun siento dolor en las bajadas. Por eso afrontaba esta prueba con algunas dudas, después de la Ultra de Xerta que me había ido bastante bien  me hacía varias preguntas, como me saldría esta? Aguantaría los 87km? Podría correr durante mucho raro?

Al igual que hice el año anterior, fui con mi mujer Cristina el día de antes a Llança para pasar el día con unos amigos Toni y Sonia. Toni iba a participar en la mini así que durante el día fuimos hablando de lo que se encontraría en el recorrido, por la tarde fuimos al breifing y después a cenar a la pensión con unos cuantos compañeros del CEI.
Llego el gran día, por suerte el día se levanto muy despejado y sabía que la climatología me iba a acompañar. Toni y yo fuimos hacia el puerto donde repartían los dorsales, después nos metimos en un bar y estuvimos almorzando con los compañeros del CEI. Minutos antes de iniciar la marcha, nos juntamos todos para hacernos la típica foto de grupo. Cristina y Sonia llegaron cuando quedaban 10 minutos para la salida, las saludamos y nos despedimos de ellas y nos fuimos hacia la salida.
Con los compañeros del CEI momentos antes de la salida.
Tras el cohete que indicaba la salida, empezó el espectáculo. Sabía que en 800 metros me encontraría un paso estrecho en el que siempre se monta atasco, iba a un ritmo fuerte pero me encontraba bastante cómodo. Casi sin darme cuenta y debido al buen ritmo que llevaba, llegue a las playas del Cap Ras. Un bonito tramo de senderos que bordeaban bonitas calas, no pare de correr en todo el tramo incluso en el trozo en el que pasamos por la arena de la playa. Pasado este trozo giramos y pasamos por un paso subterráneo, a partir de aquel punto empezaba la subida. 
Lugares espectaculares en la zona de Cap Ras.
El primer sendero lo hice bastante rápido y adelantando a bastante gente, pero al llegar a la pista tuve que pararme a quitarme ropa y alguna piedrecilla. Un tramo larguísimo de pista en subidas y llanos con unas vistas espectaculares de la costa, decidí hacer aquel tramo trotando suavemente. Casi sin darme cuenta llegue al cartel de les Muntanyes de Colera, sabía que desde aquel cartel al avituallamiento habían unos 4 kilómetros así que apreté un poco el ritmo y en unos 30 minutos llegue al primer avituallamiento. Había llegado unos 15 minutos antes que el año anterior, sabía que iba bien y me veía en condiciones de seguir al mismo ritmo. Venia un tramo de sendero algo técnico antes de encarar la subida al Puig d’Esquer, al llegar arriba no puedes más que quedarte maravillado con las impresionantes vistas de Llança y el Port de la Selva.
El Puig Esquer, espectacular como siempre.
Tocaba un tramo técnico de bajada, una bajada muy resbaladiza en la que has de vigilar con la gente que baja más despacio que tu y sobre todo con la que baja más rápido. Al final de la bajada te encontrabas con una ambulancia, eso daba a entender que en aquel tramo había muchas incidencias. A pesar de todo baje bastante rápido pese al dolor del talón, seguí mi camino y me puse a trotar para subir en dirección al Coll de les Portes. Llegue en poco tiempo y me dispuse a encarar la larguísima bajada que me llevaría hasta el Pueblo de Valleta, primero había que bajar una bajada por sendero hasta el punto de control. Quitando los dos alambres que me encontré por sorpresa en medio del sendero, lo baje bastante bien. Desde el punto de control tocaba pista, así que puse el piloto automático y a trotar a buen ritmo. Avanzaba a buen ritmo pero controlando el no pasarme de vueltas, me tome un pequeño respiro en el senderito que llevaba a una pequeña ermita. Después se reseguía el rio hasta el pueblo de Valleta, un tramo muy llano y en el que se hacía muy pesado el correr. Pasado el pueblo de Valleta tocaba una subida bastante vertical, como me gustan mucho esas subidas la hice a buen ritmo. En el avituallamiento decidí no parar y seguir a mi ritmo, un tramito mas de subida y a encarar la bajada hasta Llança. 
Ultimo sendero hasta LLança.
Primero por un sendero muy guapo y después por pista y por una riera que me llevo hasta el avituallamiento, allí me esperaba Cristina que estaba con Sonia que esperaba a Toni. Había llegado en 3:25horas así que iba muy bien de tiempo, de todos modos decidí que pararía lo justito para comerme los macarrones. Me despedí de Cristina y le dije que nos veríamos en Sant Pere en más o menos 1:30horas, salía del avituallamiento 25 minutos antes de que dieran la salida a los corredores de la marcha de 60.
Llegando al avituallamiento de Llança.
Tocaba subida y además con la presión de saber que en poco tiempo darían la salida a los corredores de la de 60, sabía que vendrían como motos ya que acabarían de salir. Decidí subir a un ritmo alegre, pero no subí tan rápido como el año pasado ni mucho menos como hace dos que fue el año que había hecho mi record en esta marcha. Poco a poco avanzaba por senderos muy chulos y acompañado de muy pocos corredores de mi distancia, casi sin darme cuenta llegue a Roca Miralles. Después venia otro buen repecho que en pocos metros te hacia subir 150 metros de desnivel positivo, estaba muy extrañado ya que aun no me habían pillado los primeros de la de 60 y años anteriores me habían pillado mucho más atrás. Casi sin darme cuenta subí el repecho y me deleite con la imponente vista de Llança, el camino continuaba subiendo esta vez por pista. 
Repecho duro duro.
Vaya vistas que habia.
Llegue al final de la subida y ya podía ver a lo lejos la silueta de Sant Pere de Rodes y el Castillo de San Salvador, aprovechando que el camino llaneaba un poco me puse a trotar. A medio camino y cuando me quedaban 2 kilómetros para llegar al control me pasaron los primeros de la de 60, los tres primeros iban bastante distanciados entre ellos. Al poco tiempo llegue al control, allí me hicieron un control de material y continúe mi marcha. Me quedaba 1,5 km para Sant Pere de Rodes, el camino picaba hacia arriba y de repente escuche como me saludaban. Era Raúl Alba que ya me había adelantado, en ese momento iba el 12 después acabaría 5º menudo maquinon. Intente seguirlo un rato para ver si podía llegar con él al avituallamiento de Sant Pere de Rodes, solo pude seguirlo unos 300 metros ya que vi que iba a un ritmo muy fuerte y yo ya llevaba unos cuantos encima. 
Enseguida llegue a la ermita que hay antes de llegar al monasterio, allí me estaba esperando Cristina. Llegue al avituallamiento en el tiempo que yo tenía previsto y casi 1 hora mejor que el año anterior, un breve descanso para comer y beber algo y de nuevo en marcha. Cristina me acompaño hasta las escaleras que subían al sendero que llevaba al castillo de San Salvador, subí a ritmo suave para no quemarme y llegue a las imponentes ruinas del Castillo de San Salvador.
llegando a Sant Pere de Rodes.
Subiendo hacia el castillo.
Tocaba el tramo más técnico de la marcha, un tramo que seguía una cadena montañosa con unas vistas excepcionales a un lado y otro. A un lado el Port de la Selva y al otro el Golfo de Roses, el tramo de cresteo lo hice como siempre con mucha precaución pero con la presión de tener infinidad de corredores de la carrera de 60 que me pisaban los talones. Pasado el tramo de cresteo venia un tramo de senderos con continuos subes y bajas, así hasta llegar a la carretera. 
Subiendo hacia Sant Salvador.
En el mirador con el Port de la Selva al fondo.
La tan temida cresta.
Estaba en el ecuador de la carrera y llevaba un buen tiempo, allí me encontré con Mireia que me saludo y me pregunto por los compañeros. Le dije que yo iba el primero de los del club, pero que no creía que tardaran mucho en llegar. Encare el tramo de subida por la carretera a buen ritmo, al llegar al desvió que te metía por un sendero casi todos los corredores seguían por la carretera para avanzar más rápido. Yo decidí ir por el sendero caminando a paso rápido, pasado el sendero llegue a la pista y casi sin darme cuenta al final de la subida. Tocaba bajada y además bajada muy larga, me puse la música para entretenerme en aquel largo tramo. Las vistas durante la bajada hacia Cala Joncols era espectacular, la bajada se me hizo larga pero que muy larga y eso que iba corriendo a buen ritmo. 
Inicio bajada hacia Cala Joncols.
Al llegar al avituallamiento de Cala Joncols el calor estaba pegando muy fuerte, en el avituallamiento no tenían aquarius y solo había agua. Me bebí al menos 4 vasos de agua, después me puse de nuevo en marcha. Venia un tramo de subida que bajo el sol iba a ser muy dura, durante la subida adelante a la segunda chica de la carrera de 60. Y poco a poco fui adelantando a varios corredores, incluso a alguno que estaba bastante tocado, al llegar al final de la subida estaba bastante agotado debido al calor. Me puse a trotar todo lo que pude, pero había momentos que no podía correr más así que me puse a caminar rápido. Durante la bajada, me pasaron todos los que yo había adelantado en la subida. Además todos me pasaron corriendo, como se notaba que ellos iban mucho más frescos que yo. Un largo tramo de pista dio paso a una serie de senderos que iban atajando la pista, hasta que por fin entre en las calles de Cadaques. Al ser semana santa me imagine que habría gente, lo que no me esperaba era que hubiera tantísima. Apenas se podía caminar y la calle principal que pasa junto a la playa, estaba llenísima de gente. Por suerte ya he hecho la marcha 3 años y sabia por donde tenía que ir, a mitad del paseo me lleve una sorpresa porque me encontré con Baldiri. Lo salude y seguí mi camino, cuando ya encare la subida hacia el pabellón también me encontré con Víctor. El ver a los compañeros me dio un poco de energía para encarar el tramo que me quedaba hasta el  pabellón, allí me esperaban Cristina, Toni y Sonia. En Cadaques decidí parar un poco más de lo que había parado en los anteriores avituallamientos, ya que me notaba algo cansado.
Llegando al avituallamiento de Cadaques.
En el avituallamiento.
Una vez hube descansado me despedí de Cristina, Sonia y Toni y me puse en marcha. El tramo de Cadaques al Faro de Cap de Creus siempre se me atraganta, y este año no iba a ser menos. Nuevamente me vino un bajón físico, debido al ritmo que había llevado hasta ese momento y a que el camino era un continuo sube y baja por un largo sendero con algún tramo técnico. Se hace muy largo ese tramo porque vas viendo el faro a lo lejos, pero no llegas nunca.
Ultimo tramo antes de llegar al faro.
Cuando llegue al faro me pare en el avituallamiento unos 5 minutos a descansar, no me entraba la comida pero intente beber algo de líquido. En el Faro había muchísima gente, pero cuando me di cuenta realmente la cantidad de gente que había fue cuando bajaba por la carretera para ir a buscar el camino que llevaba hasta el siguiente avituallamiento. La carretera estaba colapsada con coches que subían y bajaban y coches aparcados en los laterales, parecía que en la carretera hubiera un rebaño de ovejas colapsándola. Pasado el colapso seguí mi camino y conecte con el sendero que seguía la marcha, me quedaba poco más de 1:30h de luz. Así que me puse a caminar rápido y trotar donde podía para avanzar lo máximo posible, este tramo es muy perdedor y las señales son bastante escasas por eso hay que estar muy atento. Tuve que avisar a algunos corredores que se equivocaban de camino, hay gente que no se fija en las señales y solo miran al que va por delante de ellos. Poco a poco iba anocheciendo, así que me pare en un lado y me puse el frontal. A partir de ese punto iba a coincidir prácticamente hasta el final con los mismos corredores, después de pasar la riera plagada de ranas y la subidita sorpresa que jode un montón por fin llegue al control. Que largo se me había hecho aquel tramo, no sé si fue porque no estaba muy bien físicamente o es que me despiste en algún momento.
Pare lo justo para beber un vaso de líquido y continúe mi camino, sabía que venía un tramo de subida y luego vendría la bajada hasta el Port de la Selva. La subida la hice a buen ritmo así que rápidamente llegue al sendero de bajada, delante mío bajaba un chico y por detrás me seguía gente. La bajada la hice mucho más lento que los últimos dos años, me dolía el talón y no quería forzarlo así que me lo tome con calma. Una vez en la carretera me puse a trotar pero a ritmo muy suave, delante de mí no veía a nadie y detrás me seguían muy de cerca. Casi sin darme cuenta llegue al camino de Ronda, me puse a trotar pero enseguida me di cuenta que no podía con mi alma. Me puse a caminar rápido y eso hizo que me fueran adelantando muchos corredores de la de 60, de mi distancia me adelantaron un par. Por fin llegue al faro último control antes de la llegada, quedaban 4 kilómetros así que saque el teléfono y llame a Cristina para avisarla. Me puse a caminar lo más rápido posible para que no se me hicieran eternos, los tres o cuatro tramos de escaleras que habían en el camino de Ronda fueron un autentico calvario para mis piernas. Ya casi en Llança había que pasar por una playa y subir un tramo de escalones de esos que te dan una alegría que no veas, pasado aquello se bajaba un poco y luego se subía para encarar el último tramo. Ya en las calles de Llança, pude ver que me esperaban Cristina, Sonia y Toni eso me dio energías para entrar corriendo y mejorar en casi 35 minutos mi mejor tiempo en la marcha pese a no estar en perfectas condiciones físicas.

87,2 kilómetros

3500 metros de desnivel positivo

3500 metros de desnivel negativo

7000 metros de desnivel acumulado total

14:26 horas


En conclusión, la marcha del Cap de Creus me encanta porque uno disfruta de unos paisajes espectaculares y además es una buena piedra de toque de cara a la temporada. El reencuentro con los compañeros del CEI es como siempre una alegría, lástima que este año no haya podido caminar con ninguno de ellos. Una vez mas y no me cansare de repetirlo, he de agradecer que mi mujer Cristina me haya acompañado a la marcha y haya venido a darme ánimos en varios puntos del recorrido. 

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