miércoles, 31 de agosto de 2016

TDS, SUR LES TRACES DES DUCS DE SAVOIE 2016 PRIMERA PARTE

Tercer año que iba a Chamonix para participar en una de las carreras de la Ultra Trail del Montblanc, después de haber acabado con éxito el UTMB el año pasado. Esta vez me iba a enfrentar a la carrera más alpina y más dura de las que conforman el Ultra Trail del Montblanc la TDS, una carrera que seguramente me pondría a prueba física y mentalmente pero después de mi experiencia el año pasado estaba preparado.
Esta vez la carrera sería distinta al año pasado, ya que al contrario del año pasado, este iba a ir acompañado por mi compañero de fatigas Xavi Torrijos y como siempre tendría un seguimiento en los avituallamientos por parte de mi mujer Cristina.

DIAS PREVIOS
No me gusta ir justo a las carreras, la carrera era el miércoles y yo me fui hacia Chamonix el viernes. La noche del viernes la pasamos en Grenoble y aprovechamos para visitar la Bastilla y yo y mi suegro Antonio hicimos una pequeña ruta por una gruta, al día siguiente el día se levanto frio y lluvioso. Llegamos a Chamonix al mediodía, hacia bastante frio y empezaba a pensar que este año la carrera seria con frio, el día de la carrera me daría cuenta de lo equivocado que estaba.
El domingo tocaba el primer día de visitas, primero fuimos a la Mer de Glace, para deleitarnos con su maravilloso paisaje de postal y pasear por su cueva de hielo. Al volver a Chamonix cogimos el autobús y fuimos a coger un teleférico que nos subiera a la Flégère, que recuerdos del año pasado cuando llegaba a este punto. En la misma zona se podía coger un telesilla que te subía a la cota 2430m, mientras subíamos la sensación de frio era intensa. Al llegar arriba las vistas eran espectaculares, además tuvimos la suerte de poder ver cabras montesas. Aun quedaba tiempo para una visita más, así que autobús y dirección al Glaciar de Bossons, nueva subida en telesilla hasta un refugio. Allí se caminaba unos 500 metros y se llegaba a un mirador, las vistas desde allí al Glaciar y de fondo l’Aigulle du Midi eran sorprendentes.
El lunes tocaba día de visita intensa, primero subiríamos a l’Aigulle du Midi (3482m) mirador excepcional del Montblanc. Mientras esperábamos el turno para subir, vimos como pasaban los corredores de la PTL la prueba más larga de la UTMB. Los tres años que he ido a Chamonix he subido a l’Aigulle du Midi, pero cada año que subo me sorprendo con sus espectaculares paisajes y su maravillosa vista del Montblanc. Cuando acabamos la visita bajamos de nuevo a Chamonix para ir a coger un telecabina que nos subiera a Brevent, desde allí es donde se tiraban en parapente y un poco más arriba que también se llegaba en teleférico se tiran los hombres pájaro.
Martes, después de dos días intensos de visitas en lo que no me había dado tiempo de pensar en la carrera y en los que había aclimatado bien, tocaba empezar a pensar en la carrera. Tocaba ir a buscar el dorsal y presentar el material obligatorio, al contrario del año pasado este año no he tenido que hacer cola ya que llegamos de los primeros. Como material obligatorio me hicieron presentar la manta térmica, la comida extra y el móvil. Ya estábamos listos para la carrera, ahora solo teníamos que descansar y dormir bien de cara al día siguiente.

LA CARRERA
Las 3:45am Xavi y yo salimos de los apartamentos para ir a buscar el autobús que nos llevaría hacia Courmayeur, para empezar bien el dia tuvimos que hacer 1 km para llegar hasta el bus. A las 4:00am estábamos montados en el autobús camino de Courmayeur, habíamos mirado la meteorología y pintaba que íbamos a pasar mucho calor. Al llegar a Courmayeur una nueva sorpresita, teníamos que andar otra vez, casi 1,5 km para llegar a la zona de salida a dejar la bolsa del punto de vida. Una vez en la zona de salida, nos encontramos con Xavi Rodríguez, Natalia y Quima y nos fuimos los cinco a tomar un café antes de salir. Salimos del bar y nos dirigimos hacia la salida, yo les dije a los compañeros que intentáramos colocarnos lo más adelante posible para evitar atascos en la salida.
5:55am el ambiente era espectacular, la música ambiente nos animaba y por megafonía nos daban instrucciones en varios idiomas. 8,7,6,5,4,3,2,1 siiiii. El espectáculo había empezado, al cruzar las calles de Courmayeur la adrenalina nos subía por todo el cuerpo. Los primeros dos kilómetros los hicimos al trote ya que eran prácticamente llanos y nos daban una vuelta por todo Courmayeur, paramos de trotar y empezamos a subir por las pistas de esquí. Xavi,Quima y yo íbamos en equipo, poco a poco íbamos ascendiendo y el día empezaba a clarear dando paso a un paisaje magnifico. 
Paisaje espectacular al amanecer.
A medida que íbamos subiendo, Quima se iba quedando cada vez más atrás. Hasta que hubo un momento que nos dijo que fuéramos hacia delante y no hipotecáramos nuestra carrera, nos supo mal dejarla sola pero íbamos más fuertes y no queríamos que ella pagara el seguir nuestro ritmo. Casi sin darnos cuenta llegamos al primer avituallamiento el Col Checrouit, intentamos coger algo del avituallamiento pero el embotellamiento era considerable. Continuamos nuestro camino para dirigirnos a l’Aréte du Mont-Favre, solo salir del Col Checrouit la gente se paró en seco porque pasaba un dron. El camino hacia Aréte du Mont-Favre era un sendero bastante estrecho en el que se formo un buen tapón debido a la cantidad de corredores que había. A medida que avanzábamos las vistas sobre el valle y las montañas cercanas eran espectaculares, y pudimos ver como el helicóptero de la organización sobrevolaba sobre nosotros. Llegamos a l’Arete du Mont-Favre en el tiempo previsto que tenia calculado, ya teníamos la primera subida seria superada.
subiendo hacia l'Aréte du Mont-Favre.
Con Xavi en la cima de l'Aréte du Mont-Favre
Ahora tocaba bajar hacia Lac Combal, recordaba aquel sendero del año pasado que lo hice en sentido inverso. El año pasado sufrí muchísimo en ese tramo, nos pusimos Xavi y yo a trotar suavemente para poder afrontar la bajada un poco más rápido que caminando. Al llegar abajo seguimos una larga pista que pasaba junto a pequeños lagos, en los cuales se podía ver reflejados el paso de los corredores y las montañas. Al fin llegamos al Lac Combal, primer corte horario de la carrera y habíamos llegado con 45 minutos de margen. Pudimos avituallarnos bien para poder afrontar la siguiente subida.
Salimos con paso rápido y afrontamos una pequeña subida que llevaba a un bonito valle, lo atravesamos y nos dispusimos a afrontar la subida al Col Chavannes. Mirabas hacia arriba y podías ver una serpenteante cola de corredores subiendo, la subida no era excesivamente dura y se subía haciendo zig zageos. Una vez arriba las vistas eran espectaculares y nuestra alegría por haber coronado la segunda subida inmensa, después de un breve descanso tocaba bajada. 
La silueta de los corredores reflejada en el agua.
Subiendo hacia Col Chavannes.
Contentos de acabar la segunda subida.
Un Largo descenso por pista atraves de la Vallon de Chavannes, realizamos la mitad de la bajada trotando y la otra mitad la hicimos a ritmo rápido ya que le dije a Xavi que si corríamos mucho me molestaba la rodilla y no quería forzar. El calor empezaba a notarse, la gente se paraba en los abrevaderos a refrescarse. Dejamos la pista y descendimos por un sendero hasta una pasarela que cruzaba un rio, después cruzamos unos campos atravesando las pasarelas de Alpetta. Empezamos una subida primero por pista y después remontando el Vallon de la Doire de Verney, en esta zona me empecé a quedar sin energías y Xavi se alejaba. Le dije que fuera subiendo que yo lo haría a mi ritmo ya que no me quería quemar, llegamos a un abrevadero con fuente y pude reponer líquidos y mojarme la cabeza para recuperarme un poco. Llegamos al final de la subida y bordeamos el lago de Verney para acabar llegando al avituallamiento del Col de Petit Saint-Bernard tras una subida inclinada por pastizales. 
Larguisimo descenso hacia Alpetta.
Lago de Verney.
El ambiente al final de la subida era espectacular con muchísima gente animando, justo antes de llegar al avituallamiento vimos a Antonio y Cristina que habían venido a vernos pasar. Les comente que tenia molestias en la rodilla pero que de momento iba bien, una parada bastante larga en el avituallamiento ya que hacia 20 kilómetros que no habíamos visto ningún otro y nos pusimos de nuevo en marcha. Nos despedimos de Antonio y Cristina y nos pusimos en marcha, en pocos metros pasamos de Italia a Francia. Tocaba bajada larga hasta el Bourg Saint-Maurice, empezábamos a caminar por la Alta Tarantaise y seguimos el descenso a lo largo de una antigua vía romana. El descenso se nos hizo muy largo ya que el calor se hacía muy intenso, pasamos por el pequeño pueblo de Saint-Germain y seguimos descendiendo pasando por Séez. En Séez nos pusieron un aspersor para remojarnos y coincidimos con el tío que gano el concurso de video de la Ultra del Sobrarbe, y antes de salir del pueblo nos ofrecieron un Red Bull que debido al calor que hacía no rechazamos. Desde Séez hasta el Bourg Saint-Maurice fue bastante sencillo, pero se nos hizo bastante largo. 
Siguiendo la via romana hacia el Bourg Saint-Maurice.
Al llegar al avituallamiento pudimos comprobar que íbamos muy bien de tiempo y nos podíamos permitir el lujo de parar un buen rato, además Cristina podía entrar y ayudarnos en lo que necesitáramos. Tras un descanso de 20 minutos y haber recargado el camel y las reservas de agua para afrontar el siguiente tramo, nos pusimos de nuevo en marcha. Antes de salir del avituallamiento nos hicieron un control de material obligatorio, tuvimos que enseñar los frontales, la manta térmica y el móvil. Salimos del avituallamiento y Cristina y Antonio nos acompañaron hasta la salida del pueblo, nos disponíamos a afrontar un largo tramo antes de volver a verlos y esta vez venia el desnivel positivo más largo de toda la carrera.
Solo empezar a subir ya empezamos a ver gente que descendía hacia el avituallamiento para retirarse, el calor era insoportable ya que estábamos a 36 grados. Íbamos subiendo poco a poco haciendo eses, a medida que íbamos subiendo veíamos gente que volvía y a cada curva del camino encontrábamos gente tumbada en la sombra o vomitando. El panorama era dantesco, ya que a la dureza de la subida había que sumarle el aspecto psicológico de ir viendo como a cada paso que dábamos había más gente tirada en las cunetas. Así íbamos subiendo poco a poco hasta que en una curva del camino vimos que por detrás nuestro venia Bea, hacía mucho tiempo que no coincidíamos y nos hizo mucha ilusión poder saludarla. Fuimos subiendo Xavi, Bea, otro chico catalán y yo los cuatro juntos. Poco a poco íbamos alejándonos de ellos y acabamos otra vez solos, Xavi estaba más fuerte que yo en ese momento y a mí me empezaba a hacer efecto el calor. Poco a poco se fue distanciando, pasamos por al lado del Fort du Truc y la distancia entre los dos era bastante grande. Yo iba a mi ritmo para no desfallecer y subí  paso a paso y sin detenerme hasta llegar al Fort de la Platte, llegue arriba totalmente desfondado y entre al fuerte tambaleándome hasta sentarme en una silla. Le dije a Xavi si por favor me podía traer algo de beber, mi sorpresa y la de él fue cuando nos dijeron que había que pagar para poder tomar coca cola o agua con gas. 
La Alta Tarantaise en  su esplendor.
Llegando al Fort de la Platte.
Necesitaba unos 10 minutos para descansar y recuperarme, pero a los 5 minutos de estar allí ya habían llegado Bea y el otro chico y Xavi dijo que saliéramos con ellos que ya descansaríamos en la base de vida. Yo no estaba del todo recuperado y me costaba mucho seguirles el ritmo, poco a poco seguíamos subiendo hacia el Col de la Forclaz los compañeros se distanciaban cada vez mas. Hasta que hubo un momento que llame a Xavi para que por favor me esperara, cuando llegue a su altura le explique que seguía desfondado y necesitaba descanso. El me dijo que aflojaría el ritmo, aun así yo aun no estaba del todo bien y el terreno no era precisamente sencillo para recuperarse. Recorrimos la zona de los 5 lagos y bordeamos el lago Esola un paraje espectacular, tras un descenso bastante técnico comenzaba la dura subida hacia el Passeur de Pralognan. Xavi estaba lejos pero no me preocupaba, sabía que me esperaría arriba, la subida era dura y muy inclinada y decidí tomármela con calma y mentalizarme a que sería como la que realice el año pasado al Gran col Ferret. Iba controlando el GPS para ver cuantos metros de ascenso me quedaban, al llegar a la cumbre no pude reprimirme y soltar un grito de alegría por haberlo logrado. Xavi no me había esperado así que tocaba afrontar el descenso en solitario, una bajada muy técnica por una zona muy empedrada y equipada con cuerdas. 
Subiendo hacia el Col de la Forclaz.
Yo quería alcanzar a Xavi así que baje lo más rápido posible incluso sin utilizar las cuerdas y apoyándome en los palos, cuando pase el tramo más complicado me pare en unas piedras a colocarme el frontal ya que prácticamente ya no se veía nada. A los pocos metros se escuchaban voces y reconocí la de Bea, apreté un poco el ritmo y pude dar alcance a los compañeros. Del esfuerzo que había realizado en la subida tuve una reacción de rabia, le di una bronca a Xavi por haberme abandonado (después me supo muy mal) ya estábamos de nuevo todos juntos. Proseguimos el descenso por un sendero sinuoso, después atravesamos una zona muy chula de pasarelas (lastima hacerla de noche) después un tramito algo más técnico y llegamos a una pista. Que ganas teníamos de pisar terreno bueno, la pista se nos hizo bastante larga ya que no acababa nunca. A lo lejos veíamos como ascendía una hilera de frontales por la montaña, pero del avituallamiento ni rastro. Seguimos andando un buen rato hasta que tras dar una curva, ya veíamos gente y sabíamos que el avituallamiento estaba cerca. Justo antes de llegar volvimos a ver a Antonio y Cristina, fue una alegría verlos ya que hacía tiempo que no los veíamos.

jueves, 18 de agosto de 2016

XTRAIL MOIXERO

Antes de irme de vacaciones estuve mirando alguna carrera o prueba que me sirviera de entrenamiento de cara a la TDS, ya que después del Trail del Vall d’Aran no podía estar parado tanto tiempo. Decidí que me apuntaría al XTrail del Moixeró, en parte porque su recorrido hacia parte de la Ultra Pirineu y además porque mis compañero Francisco estaba apuntado.
Después de la Trail del Vall d’Aran, estuve unos días en Huesca donde no estuve parado haciendo varias rutas para mantener la forma. Llegaba a la XTrail del Moixeró con ganas de disfrutar del recorrido y de caminar junto a los amigos del CEI, al final Xavi Torrijos también se había apuntado y seriamos tres.
Desde Huesca fui directamente a Bagà, como llegue al mediodía me dio tiempo a descansar un poco antes de ir al pueblo a buscar el dorsal y escuchar el breafing. Llegamos a Bagà Cristina y yo y fuimos a recoger el dorsal, como aún era pronto nos fuimos a ver un puente para hacer tiempo. A las 20:00h era el breafing, nos explicaron las zonas complicadas que encontraríamos y recibimos algunos consejos de Quico Soler uno de los pioneros de las carreras por montaña. Después nos fuimos a cenar y también hablamos un poco con los compañeros de Oju ke Passu Yeray y Miguel.
Llego el gran día, la meteo era perfecta porque se había levantado un día radiante. Cristina y yo nos dirigimos hacia la salida para encontrarnos con Francisco y Xavi, nos saludamos y nos fuimos a colocar en el corralito. El ambiente no tenía nada que ver con el del Vall d’Aran, había un ambiente espectacular y la zona de salida estaba llena de gente. Después de la cuenta atrás comenzó la aventura.
Ambientazo antes de la salida.
Dimos un pequeño rodeo por las calles del pueblo y a los 2 kilómetros empezamos a subir, el primer tramo de subida era por un sendero bastante inclinado en el que había un pequeño atasco de gente. Tras pasar aquel sendero cogimos una pista en la cual había espectaculares vistas hacia el Pedraforca, llegamos al kilometro 4’8 en el que en teoría había un corte horario.
Magnificas vistas del Pedraforca.
Por lo visto lo habían quitado, aun así habíamos llegado 10 minutos antes del cierre. A partir de aquel punto cogimos un sendero que subía fuertemente y sin descanso, Francisco se iba quedando atrás y lo íbamos esperando. Pasamos por un tramo empedrado muy chulo, pasado aquel tramo subimos un poco más y comenzamos un descenso hasta el refugio del Rebost. Íbamos muy bien de ritmo y habíamos llegado con casi 30 minutos de margen al cierre, estábamos disfrutando de la carrera a pesar de que Francisco no se encontraba del todo bien.
Tras salir del refugio cogimos un sendero que subía fuertemente, después llegamos a una zona de prados algo más fácil hasta que llegamos a un tramo que bajaba hacia la carretera que lleva al Coll de Pal por una pista ancha. Aprovechamos aquel tramo para aumentar un poco la velocidad, al finalizar la bajada el camino seguía por pista en ligero ascenso. Tras dar una curva subimos un prado muy inclinado rodeado de vacas para llegar al avituallamiento del Coll de Pal, llevábamos casi 1 hora de margen al cierre.
Llegando al avituallamiento de Coll de Pal.
Bebimos bastante líquido ya que empezaba a notarse el calor, salimos del avituallamiento y nos dispusimos a realizar el tramo más duro de la carrera. Debíamos subir hacia el Niu de l’Àliga, pero antes de llegar debíamos afrontar un tramo de subidas por sendero muy inclinado. Xavi y yo íbamos tirando bastante fuerte y nos dimos cuenta que Francisco se iba quedando atrás, nos sentamos en unas piedras y lo esperamos. Cuando llego seguimos subiendo y llegamos a un mirador natural desde el que había unas vistas espectaculares, nos hicimos una foto en la que se nos unió un compañero que finalmente coincidiríamos con él durante todo el recorrido. 
Subidas muy inclinadas.
Con los compañeros Xavi y Francisco y un compañero infiltrado.
Tras una pequeña bajada hicimos un tramo de cresta muy bonito y casi sin darnos cuenta llegamos al refugio del Niu de l’Àliga (2510m) En el refugio paramos unos 10 minutos para descansar y reponer líquidos, avituallamiento muy completo en el que pudimos comer bastante. Cuando ya habíamos descansado nos pusimos de nuevo en marcha, el inicio de la bajada era bastante inclinado y con muchas piedras. Durante la subida habíamos adelantado a muchísima gente, pero en este tramo de bajada empezaron a adelantarnos todos corriendo. 
Cresteando hacia el Niu de l'Àliga.
Con Francisco y Xavi a los pies del refugio.
Nosotros decidimos hacer nuestra carrera y seguir caminando rápido y disfrutando del recorrido, tras la bajada llaneamos un buen rato por el interior de un bosque. Debíamos subir hacia Penyes Altes del Moixeró (2260m), la subida era por sendero y bastante inclinado. Francisco al contrario que en las primeras subidas ya se había recuperado y subió a su ritmo habitual, las vistas de los valles eran espectaculares y el Pedraforca se alzaba majestuoso. 
En Penyes Altes del Moixeró.
Iniciamos el descenso por un tramo resbaladizo, después tuvimos que pasar una roca agarrados a una cuerda. Pasado aquel tramo llegamos a unos prados que cruzamos por un sendero, en este tramo Xavi se motivo en exceso y puso un ritmo altísimo caminando que nos obligo a Francisco y a mí a trotar para darle alcance. Antes de llegar al avituallamiento del Coll de Pendis hicimos una pequeña subida en la que volvimos a adelantar a muchos de los que nos habían adelantado, tras la subida hicimos un tramo de llaneo y una pequeña bajada para llegar al avituallamiento. Al llegar nos llevamos una sorpresa porque en el avituallamiento estaba el compañero de Ultras Xavier Caros, a Francisco y Xavi les ofreció una cerveza y a mí una coca cola, además nos dio una longaniza para que nos la comiéramos entre los tres. No hay nada mejor que encontrarse amigos en las carreras, al salir del avituallamiento nos despedimos de Xavier y nos dispusimos a afrontar el tramo de bajada hacia Bagà.
Bajamos por un sendero muy rápido y llegamos al refugio Sant Jordi, allí me lleve otra sorpresa pues en el refugio estaba descansando Josep Corbera. Un compañero del grupo de Caminants Canyeros en el que hago de monitor, nos saludamos e inmortalizamos el momento. 
Con Xavier Caros en el Coll de Pendis.
Con Josep Corbera en el refugio Sant Jordi.
Proseguimos nuestro camino bajando por un sendero espectacular muy sombreado y que discurría por pequeñas gorgas de agua, después el sendero se complico y comenzó un tramo muy empedrado que atravesaba pequeños saltos de agua atravesando la zona dels Empedrats. Cuando pasamos la zona empedrada el sendero ya era más cómodo y pudimos aumentar la velocidad, casi sin darnos cuenta llegamos al siguiente avituallamiento y en teoría el último que estaba en el refugio de Vents del Cadí.
Bonitos saltos de agua.
Tramos complicados de bajada.
Los kilómetros no cuadraban con el GPS y en teoría nos quedaban 5’5, pero para mí que iban a ser 6’5. Proseguimos nuestro camino siguiendo un bonito sendero que discurría por el margen derecho del Rio Bastareny, acabado aquel sendero llegamos a un sitio donde había unos voluntarios con agua que nos mojaron un poco. Nos quedaban 3 kilómetros y nos dijeron que eran fáciles, cogimos una ruta denominada Via Nicolau. El tramo era un camino muy chulo en el que cruzamos pasarelas colgantes y dos túneles antes de encarar el tramo final de entrada al pueblo.
cruzamos el puente medieval subimos por al lado de la iglesia y hicimos nuestra entrada triunfal en meta.
En meta con el trabajo bien hecho.

39 Kilómetros

2450 Metros de desnivel Positivo

2450 Metros de desnivel negativo

5000 Metros de desnivel acumulado

8:12 Horas

En conclusión, ultimo entreno serio de cara al gran objetivo del año la TDS. La rodilla y el pie no me han molestado casi nada y pienso que poco a poco voy mejorando, el andar con los dos compañeros/amigos Francisco y Xavi me ha hecho más amena la carrera. El recorrido de la carrera es espectacular, me apunte para disfrutar de parte del recorrido del la Ultra Pirineu y desde luego lo disfrute mucho. Al contrario de la semana anterior, la organización de la carrera del XTrail del Moixeró ha sido perfecta y seguro que el año que viene si puedo repetiré. 

TRAIL VALL DE ARAN 2016

Me apunte a la Trail del Vall de Aran, porque consideraba que sería un buen entrenamiento de cara al gran reto de la temporada la TDS. El recorrido del año pasado lo encontré fácil y además me permitiría entrenar en altura, a pesar de que no subiera muy alto y probar mi rodilla y mi pie izquierdo.
El viernes nos alojamos en el apartamento Cristina y yo, después nos fuimos hacia la entrega de dorsales y el breifing. Durante la entrega de dorsales y el breafing no se apreciaba falta de organización, pero al día siguiente todo sería distinto. Justo antes de acabar el breafing, llego el compañero Toni Santana y su novia Eva, como se alojaban con nosotros nos fuimos los 4 para el apartamento.
A las 5:00 h se iba Toni hacia Salardú para tomar la salida en la Ultra, yo no me apunte con él porque pensaba que esa distancia era excesiva debido a lo que me esperaba más adelante. Yo me levante un poco más tarde y a las 7:00 h Salí hacia Salardú, cuando llegamos no había casi nadie. No había música, ni ambiente, ni lavabos, y ningún sitio para tomarse algo caliente antes de empezar.
Cuando dejaron entrar en el corralito fui el primero en hacerlo, después ya fue metiéndose más gente. Seguí sin haber música y megafonía, así que el organizador tuvo que dar las explicaciones de última hora y hacer la cuenta atrás gritando. Yo me había colocado en primera fila y al lado mío solo veía maquinas, incluso justo al lado estaba Jordi Gamito uno de los favoritos a ganar.
En la salida.
Salimos en pelotón siguiendo a un jeep hasta la salida del pueblo, la gente corría mucho y enseguida ya estaba de los últimos. Entramos a un camino que primero era llano y después se fue inclinando progresivamente, eso me permitió ir avanzando a gente que caminaba en las subidas. Llegamos a Bagergue, a partir de allí se subía por pista ancha hasta las pistas de esquí de Baqueira Beret con unas vistas impresionantes de los valles. El calor empezaba a apretar de lo lindo pero como corría un poco de aire se podía soportar, la gente aprovechaba cualquier llano o bajada para correr.
Vistas espectaculares de Baqueira.
Atravesando las pistas de Baqueira Beret.
El tramo por las pistas se hacía bastante rápido y enseguida llegue a la bajada hacia el primer avituallamiento, la bajada era por una pista muy inclinada en la que algunos corredores sufrían caídas. Yo la recordaba del año pasado y eso hizo que la bajara mucho mejor, a parte el año pasado había llovido y resbalaba. Una vez hecho el tramo complicado, entramos en un sendero más fácil que llegaba hasta la carretera.
Bajada muy inclinada por pista de esqui.
Cristina me esperaba allí para verme pasar, me dijo que Toni había pasado 1:30h antes que yo así que pensé que iba bastante bien.  Me despedí de ella y me dirigí hacia el avituallamiento que quedaba aun un poco más, al llegar al avituallamiento cogí un par de biquinis de nocilla y algunas chuches y bebí gran cantidad de Aquarius.
A partir de aquel punto venia un tramo nuevo que no estaba el año pasado, un sendero que subía bastante inclinado en su inicio. Después iba subiendo por un bosque muy guapo, al llegar arriba había un gran prado con unas vistas espectaculares. Durante la subida ya había visto que las señales estaban un poco distanciadas, pero fue después de atravesar el prado cuando llegue al peor tramo de la carrera. 
Espectacular llano con un paisaje magnifico.

Llegue a un bosque corriendo detrás de tres que iban delante mío, pero en el bosque no se veía ninguna señal. Decidí seguir a los tres que iban delante mío hasta que llegue a una zona donde ya sí que había alguna cinta, la bajada era bastante guapa. Seguía un sendero que bajaba hacia el rio Aguamog  por el interior de un espeso bosque, algunos tramos eran bastante chulos con pequeños toboganes que cruzaban puentes de madera. Al llegar al rio lo cruzamos y reseguimos una carretera durante unos 3 kilómetros, la carretera era muy transitada y tenía que vigilar con los coches. Después de pasar por al lado de un embalse, cogimos un sendero que llevaba hasta el pueblo de Tredos. Allí ya me habían pillado los primeros corredores de la Short la carrera más corta, la verdad es que no iba mal de tiempo ya que iba mejor de lo que me pensaba. A los pocos kilómetros de pasar de Tredos llegue a Salardú, allí estaba Cristina para ayudarme a avituallarme. Me comento que iba bien y que Toni seguía hacia delante, un poco más cansado pero seguía. Le comente que no creía que lo pillara pero yo iba a seguir a lo mío, después de despedirme de Cristina me dispuse a hacer una subida larga.
Este tramo también era nuevo, ya que el año pasado subimos por una pista. La subida la hicimos por un sendero que utilizan los ciclistas para hacer descensos, era una subida bastante inclinada pero fácil de subir ya que subía zig zageando. Me propuse subir rápido para probarme y me puse a tirar, enseguida deje atrás a los que iban detrás de mí. Hice casi toda la subida solo, ya que no me encontré a nadie hasta que no llegue arriba. Bueno pensaba que había llegado arriba porque había una especia de llano, pasado aquel llano venia otro que al final del cual te hacia cruzar por en medio de una explanada repleta de vacas y caballos. 
Atravesando por en medio de vacas y caballos.
Por suerte cuando iba a atravesar por allí pasaban dos jeeps que hicieron que los animales se dispersasen, proseguí el camino y empezó una fuerte subida por sendero. Durante la subida adelante a una chica que iba la ultima de la Ultra, mas adelante iban dos chicos pero no los pude pillar. Cuando acabo la subida, se pusieron a trotar ya que el camino era llano. A mí me empezaba a doler un poco el pie y la rodilla me daba algún aviso, así que decidí que no trotaría y caminaría lo más rápido posible. El tramo era espectacular por un sendero que pasaba por dos antiguas minas y cruzaba dos túneles, yo seguía caminando a paso muy rápido pero sin correr. En algún momento probé a correr pero me molestaba la rodilla y lo descarte, acabado aquel interminable tramo llegue a una pista.
Espectacular valle.
Atravesando las minas.
Allí me puse a trotar con algunas molestias, vi que si mantenía una velocidad constante podía soportar el dolor así que no subí mi velocidad. La pista era un tramo larguísimo de casi 6 kilómetros que se me hizo eterno hasta el avituallamiento.
Después del avituallamiento venia un tramo de unos 3 kilómetros por pista de bajada, decidí que no forzaría a trotar más y bajaría caminando rápido. Al finalizar la bajada el camino se desviaba hacia un sendero que habían avisado que en la parte final estaba muy mal. Me había puesto la música para que lo que me quedaba se me hiciera más ameno, comencé la subida a un buen ritmo. Pero más o menos a mitad de la subida la cosa empezaba a complicarse, comencé a encontrarme arboles caídos y gran cantidad de piedras. Seguía subiendo y la cosa lejos de mejorar empeoraba, los arboles caídos ya eran muchísimos y constantemente había que estar saltando y agachándose. En uno de esos saltos al caer, se me movió una piedra y me caí al suelo. Suerte que la caída fue a cámara lenta y no me hice nada, tras pasar varios tramos de pequeñas tarteras llegue a contactar con varios corredores que subían a duras penas. El tramo final de subida era lo más duro, varia palas de subida por sendero herboso y muy inclinado. 
En la cima de la gran subida.
Cuando parecía que ya habías coronado, te aparecía otra loma y otra. Al llegar arriba me tome un pequeño descanso para admirar las vistas y proseguí mi camino, el inicio de la bajada era brutal. Una bajada muy inclinada por prado combinado con tartera, a lo lejos veía corredores y al girar una curva me fije en uno que me sonaba sus andares. Cuando baje un poco más me di cuenta que era Toni, pensé que no lo llegaría a pillar en toda la carrera por haber salido dos horas antes. Al llegar a su altura nos sentamos los dos en la hierba y estuvimos comentando la jugada, me dijo que le había dado como un ahogo y que estaba bastante cansado y lo iba a dejar en Arties.
Yo le dije que intentara seguir conmigo y al menos acabara la Trail, seguimos juntos hasta el siguiente avituallamiento. Allí ya no había comida y la bebida estaba caliente (teniendo un rio a 100 metros) Toni me dijo que tirara hacia delante y acabara mi carrera, yo me resistía a dejarlo solo. Pero al seguir unos metros y ver que el no tiraba decidí seguir a mi ritmo, la bajada era por un sendero bastante chulo pero no trote en ningún momento. Cuando acabo el sendero llegue a una pista, en la pista me paso un tío corriendo pero yo no me puse nervioso ya que era incapaz de trotar. Antes de llegar a Arties me encontré con Eva la novia de Toni que había ido hasta allí para acompañarlo, le pregunte si llevaba algo para beber ya que me había quedado seco por la distancia que había en el anterior avituallamiento. Me dio un Powerade que me hizo recuperar un poco de energía, desde donde estaba Eva hasta Arties aun quedaban unos 3 kilómetros por pista que hice caminando lo más rápido que pude. Una vez llegue a Arties recordé que el año anterior habíamos pasado junto a los osos, por eso pude dar con el camino a seguir, ya que en el pueblo no había ni una sola señal. Pasados los osos cogí un sendero muy guapo que me llevo hasta un túnel que cruzaba por debajo de la carretera, después de una subida muy inclinada por asfalto entre en las calles de Gessa. En teoría en el pueblo debía haber un avituallamiento para los de la Ultra y el desvió de las dos distancias, tras cruzar todo el pueblo y seguir las únicas indicaciones que vi, pude comprobar que allí no había ningún avituallamiento. 
Llegando a Salardú.
Para finalizar la carrera reseguí una pista hasta unas casas, desde allí conecte con el camino que había seguido por la mañana. Enseguida llegue a la meta de salardú donde el único ambiente que había eran los corredores que merodeaban por allí.

54,4 kilómetros

2890 Metros de desnivel positivo

2890 Metros de desnivel negativo

5780 Metros de desnivel acumulado total

10:11 Horas

Con el ganador de la Ultra Oscar Perez.
En conclusión, la Trail del Vall de Aran me ha servido como un buen entreno para recobrar sensaciones. La rodilla y el pie se han comportado muy bien, físicamente me he encontrado muy bien. El recorrido ha mejorado respecto al año anterior, pero aun así hay muchos tramos a mejorar. La organización de la carrera es una de las peores que he visto en lo que llevo haciendo Trails, el recorrido estaba bastante mal señalizado (aun así, si ibas un poco atento no te perdías) los avituallamientos quitando el primero y el de Salardú, dejaban mucho que desear. No había ningún tipo de sistema de localización ni plan de emergencias, a mi compañero Toni lo mandaron a Viella para que lo mirara una ambulancia y cuando llegamos nos dijeron que la organización no había contratado ninguna. El año que viene tienen que mejorar mucho, y ojala se mejore porque el Valle de Aran se merece una Ultra a su altura.

lunes, 1 de agosto de 2016

RONDA DELS CIMS 2016

Hace  tres años me apunte por primera vez a una de las pruebas de la Ultra de Andorra, ese primer año me retire por cansancio psicológico después de muchas horas caminando. Aquella primera experiencia me hizo engancharme aun más al mundo de la larga distancia, así que repetí el año pasado pero esta vez intentando la madre de todas las Ultras, la Ronda dels Cims.
La Ronda dels Cims es una de las carreras más duras del mundo, una carrera que permite recorrer todo un país atravesando las montañas. Una prueba que consta de 170 kilómetros y 26000 metros de desnivel acumulado, pero no solo es su desnivel y su distancia lo que la hacen tan dura, es el terreno por donde discurre que apenas te da descanso.
Este año iba preparado mentalmente, pero físicamente llevo una temporada muy trabada debido a una fascitis plantar que no se acaba de curar. Aun así me enfrentaba a la ultra con la ilusión de poder acabar ese gran desafío, y que mejor manera que hacerlo con mis compañeros de batallas del CEI, Esteve, Xavi Torrijos y Miquel.
El jueves llegamos a Ordino con tiempo de recoger los dorsales y asistir al breifing de la carrera, allí nos dijeron que el tiempo que íbamos a tener iba a ser mucho mejor que el año pasado donde el calor fue brutal.
Viernes a las 6:00h salimos hacia Ordino junto a Ramón, al llegar a Ordino ya se sentía un ambiente especial. Un grupo de batuca amenizaba la espera, las caras de los corredores eran una mezcla de miedo y concentración hacia lo que nos íbamos a enfrentar. 400 valientes íbamos a intentar acabar una carrera que no está al alcance de cualquiera, se ha de tener mucha experiencia en el mundo de la larga distancia y estar muy preparado para enfrentarse a una prueba de esta magnitud.
Momentos previos a la salida.
Estuvimos hablando con muchos conocidos y buscando nuestro sitio para salir, habíamos hablado con el Gitano y Oriol y habíamos decidido formar un equipo. Comenzó a sonar una ópera que te ponía en situación dándote un plus de energía, después guardamos un minuto de silencio por un atentado ocurrido el día anterior. Tiraron petardos y tras una breve cuenta atrás dieron la salida, la gente salía como si no tuviéramos que correr 170 kilómetros y la carrera fuera llana.
Nuestro pequeño equipo decidimos ir a nuestro ritmo, los primeros 2 kilómetros los hacíamos por las calles de Ordino. El año pasado al salir de Ordino ya estábamos los últimos, pero este año aun teníamos corredores detrás nuestro. Justo cuando salimos del asfalto nos metimos por un camino junto al rio, allí el ambiente era brutal pues se acumulaba un buen número de personas animándonos. Salimos de aquel camino y nos encontramos un tapón generado por culpa de tener que meternos en un sendero, tras pasar el tapón hicimos un tramo de pequeñas subidas y bajadas. En este tramo los compañeros se ponían a correr en todas las bajadas, pero yo quería guardar energía para los tramos de subida así que siempre me quedaba un poco más atrás. Poco a poco íbamos avanzando y cada vez veíamos Ordino más abajo, pasamos por Ensegur y comenzó la verdadera subida.
Ordino cada vez más lejos.
Un tramo muy inclinado por un sendero que atravesaba un espeso bosque, cuando acabamos la subida tuvimos que pararnos porque Xavi Torrijos y yo teníamos problemas con el camel y no nos salía líquido. Solucionado el problema nos pusimos de nuevo en marcha, tras un tramo llano que hicimos bastante rápido empezaba la subida expuesta. Debíamos subir por sendero sin árboles y muy inclinado, el sol empezaba a picar así que me puse la gorra y comencé a hacer alguna foto para entretenerme. Los compañeros seguían el ritmo que imponía el Gitano, un ritmo constante y sin parar. Pasamos un primer tramo de subida muy inclinada y llegamos a un tramo algo más suave y con unas vistas espectaculares de los que nos quedaba por subir. Proseguimos nuestra subida afrontando el tramo más duro de la ascensión, una larga serpiente de corredores afrontaba la subida cada uno a su ritmo. Casi sin darnos cuenta y con mucha alegría llegamos al final de la primera gran subida de la carrera La Collada de Ferreroles 2532 metros, las vistas desde allí eran espectaculares gracias a un cielo totalmente despejado de nubes.
Las rampas finales.
Vistas desde la Collada de Ferreroles 2532 metros.
El inicio de la bajada hacia el refugio de Sorteny no era totalmente en bajada, había que llanear durante un buen rato por un sendero que cresteaba la ladera de la montaña. Después pasamos por una zona de muy mal pisar pues el suelo estaba muy inclinado, durante este tramo Miquel, el Gitano y Oriol se habían quedado un poco atrás. Esteve, Torrijos continuamos a nuestro ritmo, primero bajamos por un sendero pedregoso que bajaba hacia un lago de montaña. Después se pasaba por unos prados que atravesaban un rio varias veces, en ese tramo Esteve bajaba bastante rápido y yo empezaba a notar molestias en el pie dependiendo de cómo pisara así que decidí ir a mi ritmo. Tras pasar una zona de sendero que bajaba más directo y empedrado, por fin veía a lo lejos el Refugio de Sorteny.
Terreno muy irregular en el primer tramo
Bajando hacia el refugio de Sorteny.
Habíamos llegado al primer punto donde teníamos unas referencias de paso, los compañeros llegaron unos 5 minutos más tarde. Habíamos llegado al kilometro 21 de la carrera e íbamos con adelanto sobre la previsión que teníamos, pero la Ronda no te da tregua y no podíamos confiarnos. Cuando estábamos a punto de irnos porque llevábamos un buen rato allí recuperando, llego un checo que era nuestra referencia del año pasado. Un tío que caminaba con una mochila grandiosa y que no utilizaba mallas compresivas ni perneras, un tío que caminaba con un pantalón de chándal. El año pasado acabo la carrera pese a pasar con muy poco margen el corte horario, así que si íbamos por delante de el era una buena referencia. Nos pusimos de nuevo en marcha afrontando un pequeño tramo de subida, el calor empezaba a apretar pero no era ni mucho menos como el año anterior. Tras la subida una bajada y llaneo paralelos a un rio, después encaramos la subida hacia la Portella de Rialb. Íbamos todos en grupo y subíamos a buen ritmo, pero ya en el último tramo de la subida decidí adelantarme un poco para poder admirar el paisaje mientras llegaban los compañeros ya que ellos subían y no se paraban al llegar. En la cima de la Portella de Rialb 2508 metros, espere a mis compañeros mientras admiraba el paisaje y visualizaba el siguiente avituallamiento que se veía a lo lejos. 
la subida era dura pero ibamos en grupo.
Vistas desde la Portella de Rialb 2508 metros.
Recordaba lo mal que lo había pasado el año anterior y afrontaba la bajada con energía, cuando llegaron los compañeros iniciamos la bajada y tras los primeros 500 metros empecé a notar dolor en el exterior de la rodilla izquierda. A medida que íbamos bajando la bajada se hacía más pronunciada, y los pinchazos en la pierna izquierda no cesaban. Por suerte el dolor no iba a mas e incluso me permitía avanzar en las zonas llanas, que eran muy pocas. Llegamos a un punto de la bajada donde había un voluntario, nos indico que debíamos subir hasta el Estany Esbalçat. Torrijos y Esteve iban por delante ya que me habían dejado atrás en la bajada, Miquel, El Gitano y Oriol iban por detrás. Durante la subida decidí no forzar y subir a un ritmo suave para ver si así se me calmaba el dolor en la rodilla, poco a poco iba avanzando hasta que llegue al Estany. Un lago espectacular que se bordeaba para iniciar una bajada, en la bajada tuve que bajar con mucha precaución ya que la rodilla seguía molestando. Me iba animando a mi mismo de que aquel dolor se calmaría pues no iba a más, pero según el paso que diera veía las estrellas. Tras una pequeña subida llanee hasta la Coma de Arcalís, allí teníamos otra referencia horaria. Íbamos mucho mejor que el año anterior, pero habíamos tardado 3 horas en hacer 10 kilómetros. Como en el anterior control, los compañeros llegaron un poco más tarde. En el avituallamiento comimos lo poco que podían ofrecernos y no pudimos beber agua con gas ya que no tenían, tuvimos que ir al chiringuito para comprarnos algo de beber fresco.
Estany Esbalçat.
Tras un merecido descanso tocaba afrontar otra dura subida, continuábamos juntos y con mucho ánimo. El primer tramo de la subida era muy cómodo y seguía las pistas de esquí, pero después subía por un sendero muy pedregoso e inclinado. Esteve y Torrijos se volvieron a adelantar en la subida, yo subía reservando fuerzas para no sufrir como el año anterior y casi sin darme cuenta llegue a la cima de la Brecha de Arcalís 2715 metros. Los compañeros aun no habían llegado así que pude aprovechar para descansar un poco y deleitarme con las vistas. Tocaba bajar hacia els estanys de la Angonella, una bajada muy resbaladiza e inclinada que me hizo sufrir mucho por culpa del molesto dolor que tenía en la pierna izquierda. Por suerte el pie apenas me molestaba, así que eso me daba ánimos para seguir adelante. Bajamos hasta el pie de los lagos e incluso caminamos por la orilla de uno de ellos un buen trozo, las imágenes eran espectaculares y el paisaje único. 
Bajando hacia els Estanys de la Angonella.
Caminando muy cerca del lago.
Poco a poco avanzábamos y tras pasar por un voluntario iniciamos la subida hacia el Clot del Cavall, íbamos todos en grupo y siguiendo el ritmo del Gitano. Justo detrás nuestro venia el checo pisándonos los talones, poco a poco íbamos subiendo atravesando bloques de piedras y pequeñas congestas de nieve hasta afrontar el tramo final de la subida muy inclinado. Este último tramo decidí adelantarme para poder afrontar la bajada a mi ritmo ya que no podía seguir el de mis compañeros, una vez en la cima tocaba crestear por un terreno muy irregular y mucha piedra. Tenía una vista privilegiada de 360 grados, a un lado el Circ de la Angonella y al otro las Valls del Comapedrosa todo un espectáculo para la vista. La bajada alternaba largos tramos inclinados por laderas de hierba con llaneos y pequeñas subidas hasta llegar a un desvió donde el sendero llaneaba, tras girar nuevamente llegue al tramo más rápido de la bajada una larga bajada por hierba de fácil andar. Lástima que el dolor de la rodilla no me dejaba avanzar con mucha velocidad, tras pasar un pequeño refugio encaramos los últimos 2,5 kilómetros. Esteve, Torrijos y Oriol ya me habían alcanzado, pero rápidamente se volvieron a alejar. Así al cabo de un rato llegue al refugio Joan Canut, allí repuse energías comiéndome un caldo y bebiendo liquido. Me metí en una pequeña habitación a ponerme ropa de abrigo pues empezaba a refrescar debido al aire, mientras me estaba cambiando llegaron los compañeros que iban un poco más atrás.
Atravesando pequeñas congestas de nieve.
Vistas del Circ de l'Angonella desde el Clot del Cavall.
Salimos del refugio con muchas ganas y energías, íbamos muy bien de tiempo y teníamos la oportunidad de hacer un tramo de la subida al Comapedrosa de día. El año pasado la hicimos toda de noche y yo estaba en unas condiciones lamentables, este año era todavía de día y yo me encontraba perfecto de energías. Empezamos la subida con muchísimo frio, tras pasar un tramo de subida que pasaba junto a un rio llegamos al inicio de la tartera. Piedras, piedras y más piedras, sin un camino definido íbamos ascendiendo saltando de piedra en piedra.
La tartera del Comapedrosa, una subida durisima.
Avanzábamos lentos pero a un ritmo fácil de seguir para todo el grupo, la subida se nos hizo muy larga y cuando llegamos a la Collada del Forat de malhiverns aun nos quedaban unos metros para llegar a la cima. Aquellos metros se nos hicieron interminables debido al cansancio, pero conseguimos llegar a la cima de Andorra la cima del Comapedrosa 2942 metros. Mientras subíamos no habíamos escuchado el ya famoso gaitero que decían que estaba en la cima animando a los corredores, preguntamos por él y nos dijo que si que allí estaba pero que tenía guardada la gaita. Le pedimos si por favor nos podía tocar un poco la gaita para darnos energías, accedió y nos hizo un solo para nuestro deleite. Comenzamos la bajad por el pedregoso sendero, bajábamos en dos grupitos Esteve, Torrijos y yo y detrás Miquel, El Gitano y Oriol. Ya llevábamos nuestros frontales encendidos pues era negra noche a pesar de ser las 23:00 horas, cuando llegamos al cruce que te enviaba hacia el estany negre les dije a los compañeros que yo iba tirando y que ya me pillarían. Intente subir el ritmo donde podía ya que en las zonas más inclinadas tenia dolor, atravesé una primera congesta de nieve y después afronte el tan temido tramo que precede el descenso al Estany Negre. Una gran congesta de nieve que desciende hasta los pies del Estany, por suerte este año la nieve estaba ideal y se podía avanzar sin ningún problema. Recordaba ese tramo muy resbaladizo y peligroso en los dos años anteriores que había pasado, proseguí mi camino hacia el refugio del Comapedrosa. Tocaba una bajada donde el año pasado nos adelantaron los primeros corredores del Mitic, bajada con tramos inclinados y tramos fáciles y que acababa con subida hasta el refugio. Llegue al refugio y al poco llegaron Esteve y Torrijos y a los cinco minutos los demás compañeros, el dolor durante la bajada había subido un poco así que les pregunte a los de la cruz roja si tenían algo para ponerme o darme. Solo tenían un líquido de frio pero eso no me hizo nada, los compañeros no se creían que me doliera tanto la rodilla si había bajado a aquel ritmo. Después de un buen descanso nos dispusimos a continuar.
Desde allí quedaban unos 10 kilómetros para llegar a un avituallamiento donde encontraríamos a los compañeros del CEI, yo iba mentalizado para llegar hasta Margineda y haber si los fisios me ayudaban a recuperarme de mis dolores. Justo salir del refugio hacia un frio muy intenso así que debíamos andar rápido para entrar en calor, un primer tramo de 1 km en llano para dar paso a una subida muy inclinada por camino pedregoso hasta la Portella de Sanfonts 2592 metros. Allí empezaba una larga bajada primero por sendero y luego por pista, después encaramos un tramo de subida no muy dura hasta llegar a la cresta y el Port de Cabus. Empezaba una larga bajada hacia Setúria, durante la bajada nos fueron pasando los maquinas de la Mitic que habían salido a las 22:00h. La bajada era sin camino claro y bajando por prados de hierba muy inclinados, el dolor de la rodilla a cada paso de la bajada era insoportable hasta que llego un punto donde me dio un tirón muy fuerte que me dejo tumbado en el suelo. Los compañeros se fueron alejando, pero yo sacaba fuerzas y seguía mi camino aguantando los fuertes dolores durante la bajada y siendo adelantado por infinidad de corredores de la Mitic. Una vez llegue a Setúria solo me quedaba afrontar la subida hacia el avituallamiento del Coll de la Botella, subiendo no me molestaba mucho la rodilla y podía avanzar bastante bien. Incluso iba recortando distancias con los compañeros, al llegar arriba tuvimos un recibimiento a lo grande por parte de los compañeros del CEI que estaban allí Pedro, Beth, Emili, Josepa… nos dijeron que Ramón llevaba allí casi 1 hora durmiendo y que se iba a retirar, yo no quería retirarme y quería intentar seguir hasta la Margineda. Tras un descanso y que me dieran un poco de crema para la rodilla, nos dispusimos a continuar. Les dije a mis compañeros que se adelantaran que yo iría a mi ritmo, ellos salieron antes que yo pero cuando yo me puse en marcha tras estar parado en el avituallamiento, la rodilla me molestaba mucho. Decidí seguir los consejos de Pedro, e intente descansar durmiendo aunque fueran 30 minutos a ver si así después podía continuar. No pude dormir nada pues aparte del dolor de la rodilla, me empezó a doler el pie muchísimo y el dolor no me permitía dormir. Intente incorporarme para ver si podría continuar, pero vi que no me iba a ser posible y que aun quedaba la larga bajada a la Margineda que podía poner en peligro mi integridad física. Había tenido que abandonar por culpa de dolores articulares cuando me encontraba muy bien físicamente y nada cansado de piernas. Llame a Cristina para que me viniera a buscar, pero antes de que llegara ayude a los del avituallamiento ante la avalancha de corredores de la Mitic. Cuando llego Cristina nos fuimos para el hotel y a dormir y descansar, al día siguiente fui a animar a los compañeros a dos puntos del recorrido. Y el siguiente día a animarlos cuando llegaban a Incles a 30 kilómetros de meta, finalmente lo consiguieron Esteve, Miquel, El Gitano y Oriol, lamentablemente Torrijos también tuvo que abandonar por problemas físicos.

60 kilómetros

5520 metros de desnivel positivo

4741 Metros de desnivel negativo

10261 Metros de desnivel acumulado

20 Horas

En conclusión, creo que no volveré a participar en la Ronda dels Cims hasta que no esté totalmente seguro y entrenado para afrontarla con garantías. En positivo puedo sacar que este año he acabado mucho mejor que el año pasado, solo el dolor en la rodilla me ha impedido conseguir mi objetivo. Una vez más he compartido kilómetros con mis compañeros Esteve y Xavi Torrijos, además también he tenido el placer de caminar junto a Miquel, El Gitano y Oriol grandes compañeros. Agradecerle a mi mujer que una vez más haya estado apoyándome, aunque por culpa del horario de la carrera no haya llegado a verme. Felicitar a los compañeros que han finalizado la carrera tanto en la Ronda como en la Mitic y la Celestrail, el año que viene volveremos a Andorra pero para finalizar una de sus pruebas más cortas. Ahora toca descansar el cuerpo de cara al reto de TDS.