martes, 29 de mayo de 2018

O VIENTO RONDADOR 2018


Como ya viene siendo tradición los últimos años, he vuelto a Boltaña  (Huesca) para participar en la carrera O Viento Rondador. Boltaña es el pueblo donde pasaba los veranos de pequeño y siempre es especial volver, además cada vez que participo en la carrera descubro nuevos senderos y lugares que no conocía.
Viernes:
Despues de alojarnos en el camping la Gorga de Boltaña, me fui a subir al Castillo de Boltaña, una tradición cada vez que voy. Después Cristina y yo fuimos paseando a recoger el dorsal y acudir a la charla técnica. Era mi cuarta participación en la carrera, pero aun así me gusta ir a la charla técnica para enterarme de cualquier cambio. Este año la novedad era un cambio en algunos tramos del recorrido, para evitar la carretera se habían abierto varios senderos. Una vez escuchada la charla técnica a cenar y a dormir para el día siguiente.
Sábado:
6:30h suena el despertador, había estado toda la noche lloviendo y no sabía si durante la carrera me podría librar o una vez más este año me tocaría mojarme. A las 7:15h subimos hacia la plaza mayor para ir a la zona de salida, como llegamos pronto nos metimos en el bar a tomar algo caliente antes de la salida. Cuando quedaban 10 min. para empezar me metí en el corralito, no estaba nervioso ya que el conocer parte del recorrido me daba confianza.
Las 8:00h salimos de la plaza descendiendo por la carretera, el ritmo que llevo es muy fuerte pero por suerte a los 500m empezamos a subir. Subo a buen ritmo y trotando donde el terreno no se inclina en exceso, a medida que vamos subiendo vamos adentrándonos en el bosque y atravesando un bonito sendero hasta llegar al desvío de Liaso.

Primeros metros de la carrera.
 
Empezamos a subir.
Allí estaba situado el primer avituallamiento y el desvío de las carreras, a la derecha se iba la carrera de 10 km y a la izquierda nos desviamos los de 42 km y los de 21 km. Me pongo a trotar aprovechando que venia un tramo de pista, cuando acababa la pista se giraba hacia la derecha para bajar hacia las Pozas de Ascaso. Yo no soy muy buen bajador, pero bajé a muy buen ritmo. Detrás mio venían muchísimos corredores por lo que me fue muy bien que enseguida viniera un tramo de subida, se subía por una ladera de piedra muy inclinada que pasaba junto a las pozas (piscinas naturales) cuando estaba a punto de girar y pasar por un puente en dirección al pueblo, vi que bajaban muchísimos corredores de la ladera de la montaña. Por lo visto se habían pasado el desvío y se habían equivocado, tras cruzar el puente enseguida llegué a Ascaso. Tras reponer líquidos me puse de nuevo en marcha dispuesto a afrontar la subida hacia Santa Marina, en el avituallamiento me habían pasado muchos corredores que no habían parado a avituallar. Me puse a subir regulando las fuerzas, pero una vez giré para encarar el tramo más duro de la subida aceleré el ritmo. La subida es siguiendo una ladera muy inclinada de piedra, bajar no se me da bien pero en las subidas voy fuerte, así que aproveché y me puse a subir a un ritmo rápido. Adelanté a muchos corredores incluyendo dos chicas que yo pensaba que eran la primera y la segunda. A medida que se subía las vistas eran mas espectaculares. El día estaba respetando y aunque estaba un poco nublado, no llovía y la temperatura era muy agradable. Llegué al avituallamiento y me bebí dos vasos de Aquarius y comí dos plátanos,  últimamente en las carreras se me cargan mucho las piernas y quería probar si comiendo plátanos podría solucionarlo.

Inicio de la subida a Nabaín.

En la cima con un paisaje espectacular a mi espalda.

Me esperé un poco antes de iniciar la bajada a que me pasara un buen grupo de corredores que no habían parado en el avituallamiento, la bajada era de 5 km y se descendían 900 metros de desnivel. Un sendero que en su primer tramo tiene mucha piedra, un tramo intermedio más corrible y con bajadas muy inclinadas y un último tramo donde se puede correr bastante rápido. A pesar de no bajar muy bien, conseguí bajar a un ritmo bastante rápido aunque tuve que dejar pasar a más de un corredor ya que venían los de 21 km a mucha velocidad. Al llegar al final de la bajada el año pasado se cruzaba la carretera y se descendía hacia Jánovas, este año han abierto un sendero para evitar la carretera. Un sendero de muy mal pisar y con algún sube y baja corto, antes de descender hacia el pueblo me encontré con una bajada muy inclinada en la que habían colocado una cuerda para ayudarse a bajar. Al final de la bajada vi que estaba Cristina, me dijo que tirara los palos y me ayudara de la cuerda para bajar. Tiré los palos y cogí la cuerda para bajar, en ese momento apareció un corredor que casi me tira por querer pasarme. Una vez abajo pasé por debajo de un puente y pasé al otro lado de la carretera, me despedí de Cristina y me fui hacia el camino que desciende a Jánovas. No se llegaba al pueblo debido a que el río estaba muy crecido, el avituallamiento estaba situado después del puente colgante.
 
Tramo nuevo este año, menuda bajadita.

Encarando el camino a Janovás.

Tras pasar por el avituallamiento y aprovechando que no venia nadie detrás, aceleré el ritmo para afrontar el tramo más peligroso de la carrera sin nadie detrás agobiando. Tras seguir un tramo el cauce del río llegué a la zona más espectacular de la carrera, un paso muy estrecho escavado en la roca que pasaba junto al río. El río este año bajaba con mucha fuerza y con un caudal de agua abundante, la organización lo tenía todo previsto y en el paso más complicado tenía gente vigilando que ningún corredor se cayera al agua.

El paso más impresionante de la carrera.
Pasado el tramo complicado se entraba en el bosque para seguir un sendero espectacular, un tramo que engaña ya que en el perfil sale que es bastante llano y por el contrario es un continuo sube y baja. Hice el tramo casi solo ya que llevaba un ritmo fuerte y solo me pasaron 2 corredores de la de 21 km, había conseguido abrir hueco con el grupo grande de corredores con los que había llegado a Ascaso. Salí del sendero y seguí la pista unos 2 km hasta llegar al avituallamiento, allí estaba Cristina esperándome. Me ofreció si quería beber agua con gas que me había comprado, le dije que no tenia ganas y que me iba a poner en marcha rápido ya que se estaba poniendo negro y no me quería mojar.
Salí del avituallamiento solo y dispuesto a afrontar un tramo nuevo de este año, un sendero que pasaba junto al río y llegaba directamente al merendero de Moscarales.

Pasando bajo el puente en el tramo hacia Moscarales.
Tras seguir un sendero paralelo al río se llegaba al desvío que iba hacia Campodarbe. Para ir hacia Campodarbe se seguía el sendero de la Coasta, un sendero que sube bastante inclinado y con algún tramo llano. Me puse a subir a un ritmo muy rápido pero sin ir a tope, conseguí atrapar a un corredor y seguimos juntos hasta la pista. Me comentó que no se encontraba bien y que tenia ganas de vomitar, hicimos juntos un tramo del sendero que iba cortando la pista. Tuvo que pararse y me dijo que fuera tirando, me puse a tirar y tras la subida me puse a trotar aprovechando un llano y una bajada. Antes de llegar a Campodarbe había una chica haciendo fotos, le dije que esperara que llegara que iba a hacer postureo. Llegué a Campodarbe y vi que aun no había llegado Cristina, le había dicho en el anterior control que tardaría 1:45 h en hacer el tramo y había tardado 1:15 h. Cuando les estaba comentando a las chicas del avituallamiento que si llegaba una chica preguntando por mi dorsal, le dijeran que ya me había ido, vi que llegaba Cristina con el coche. Le di un beso y le di el móvil para que se lo quedara, se había puesto muy negro y podía empezar a llover en cualquier momento.

Reponiendo fuerzas en Campodarbe.
Me despedí de ella y me puse en marcha, el tramo hasta San Martin era atravesando senderos y pozas espectaculares. Me encontraba bastante bien y pude hacer prácticamente todo el tramo trotando, me pasaron varios corredores pero no me importaba ya que quería reservar fuerzas para el tramo final. Llegué al avituallamiento y me senté a quitarme una piedra, una vez repuestas las fuerzas me puse de nuevo en marcha. Tras un par de subidas inesperadas me dirigí hacia el sendero de la Valle, aprovechando que no tenia mucha inclinación me puse a trotar y rápidamente me planté ante la subida hacia el cuello de la Madalena. Un poco de subida que mis piernas notaron y descenso hacia el pueblo de Sieste, al llegar al pueblo me esperaba Cristina.

Llegando a Sieste.
Este año en vez de dar un rodeo largo como el año anterior, se llegaba por la parte de atrás del pueblo y se rodeaba el pueblo para llegar al avituallamiento que estaba al lado de la iglesia.
Al llegar miré por curiosidad como iba clasificado y vi que iba el 47, 13 puestos peor que el año pasado y eso que este año iba más fuerte de ritmo. Eso me hizo ver que el nivel este año de los corredores era alto, de Sieste se salía en bajada y se enlazaba con el camino que hicimos el año pasado y que bordea la Madalena. En ese tramo me pasaron 3 corredores, entre ellos la tercera chica. Llegué al camino que va de Boltaña a Marguded y me puse a correr algo más rápido para ver si conseguía engancharme a ellos. Antes de llegar al camping conseguí adelantar a un corredor, pero la chica y un chico que iba con ella no dejaban de correr y yo ya estaba un poco harto. En el puente del camping que lleva al pueblo me esperaba Cristina que me hizo fotos mientras pasaba por debajo, otro antiguo camino recuperado de la carrera que después de pasar por debajo del puente del río y debajo de otro puente que cruzaba la carretera por debajo, te dejaba en el otro lado.

Tramo nueva cruzando debajo del puente.
Allí se tenía que seguir un largo camino casi hasta la salida del pueblo. Veía a la chica y al chico delante mio y aceleré el ritmo de nuevo. Se me hizo muy largo el tramo llano hasta el desvío hacia el camino que llevaba al pueblo, un nuevo camino recuperado muy bonito que atravesaba los campos y donde conseguí contactar con la chica y el chico. Aprovechando la subida los adelanté y llegamos juntos a la plaza de Boltaña, teóricamente allí debía acabar la carrera, pero como anunciaban lluvias habían trasladado la llegada al pabellón por lo que tocaba hacer casi 1 km más. El chico y la chica me volvieron a adelantar y se distanciaron, pero entonces llegué a las calles del casco viejo, unas calles que conozco bien y donde me puse a correr muy rápido. Cuando quedaban unos 500 metros para llegar conseguí atrapar al chico y la chica, me comentaron que me adelantara y así me harían las fotos a mi solo. Yo les dije que me sabia mal, pero como insistieron pues me hice un sprint hasta meta.

42,8 Kilómetros

2600 Metros de desnivel positivo

2600 Metros de desnivel negativo

5200 Metros de desnivel total acumulado

6:50 Horas

En conclusión, los dos últimos años he acabado esta carrera muy cargado de piernas, pero sin embargo este año he acabado muy fuerte. Muscularmente no he notado muchas molestias, el pie me ha respetado bastante excepto en algún tramo. Que decir de la carrera, básicamente el recorrido es el mismo todos los años, pero siempre le añaden alguna novedad para hacerlo más atractivo. La señalización es fantástica, es imposible perderse, los avituallamientos están muy bien ya que no haces muchos kilómetros sin encontrarte uno. Una vez más agradecerle a Cristina que me hiciera el seguimiento en la carrera, me alegro cuando llego a un avituallamiento y la puedo ver, me da más energía. Bueno ahora ya se han acabado las pruebas oficiales, ahora toca seguir entrenando y en julio afrontar el gran reto de Ehunmilak.

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