La marcha Pels Camins dels Matxos, es quizá
la marcha más dura de toda la copa catalana. Si tuviera un kilometraje de 100
km y subiera dos o tres cimas más, la podríamos considerar una ultra de las más
duras de Catalunya.
Este año voy arrastrando una lesión en la
pierna derecha, y esta marcha era una prueba de fuego para ver cómo respondería
la pierna con los desniveles exigentes a los que me iba a enfrentar.
Como ya viene siendo habitual en los
últimos años fui hasta Torello con Xavi Torrijos, un gran compañero y amigo de
las marchas. Cuando bajamos del coche y fuimos a buscar el dorsal, nos dimos
cuenta de que íbamos a sufrir unas condiciones climatológicas un poco adversas.
Ya que hacía un frio impresionante.
A las 6:30 h, y después de haber escuchado
la explicación por parte de la organización de cómo estaba marcado el recorrido,
dio inicio la marcha. Los primeros 2 km fueron entre risas y charlas con los
compañeros. Así poco a poco íbamos intentando olvidarnos del frio que teníamos
y de lo dura que iba a ser la marcha. De repente Xavi decidió dar un acelerón,
al principio dude un poco ya que no me atrevía a subir el ritmo por lo que
pudiera pasar con mi rodilla. Después de unos metros, pude comprobar que la
rodilla no me molestaba a pesar de que estábamos llevando un ritmo fuerte y
encima era en subida. Poco a poco el sol iba haciendo acto de presencia, pero
la sensación de frio aun se hacía notar. El terreno estaba bastante húmedo,
sobretodo la zona de senderos previa al primer control. Al llegar al primer
control seguía teniendo buenas vibraciones, llevábamos algo más de 6 km y
habíamos tardado 54 minutos en hacerlos. Después del control empezaba lo bueno,
una durísima subida por sendero. Íbamos a través de un espectacular bosque y yo
iba sudando a mares, no sudaba por el sol que estaba haciendo, sino por el
esfuerzo de la subida combinado con la manga larga que llevaba puesta. Casi al
final del sendero creíamos que seguiríamos rectos para ir a buscar la pista que
se seguía todos los años, pues nos equivocamos, la organización nos había
preparado una sorpresita para la edición de este año. Nos desviaron a la
derecha y nos hicieron subir por un camino prácticamente vertical, a medida que
íbamos subiendo encontrábamos zonas donde nos costaba dar el paso debido a la
inclinación. Una vez finalizada la zona nueva retomamos el camino tradicional,
un sendero interminable que transcurre por el interior de un hayedo
espectacular. El sendero solo se veía interrumpido por pequeños tramos donde
teníamos que atravesar rocas, casi sin darnos cuenta llegamos a Bellmunt.
Vistas en la subida hacia Bellmunt |
En Bellmunt nos esperaba el avituallamiento
de los bocadillos, yo cogí uno y me senté a recolocarme bien la bamba. A parte
del problema en la pierna derecha, se me ha juntado que las bambas que me
compré me producen inflamación en el dedo gordo del pie y molesta una barbaridad.
Después de comer algo nos dispusimos a retomar la marcha, me enfrentaba a una
de las zonas que tenía señaladas como clave para ver si me molestaría la
pierna. Una bajada con mucha piedra y hojas sueltas, por suerte bajé trotando
sin problemas de dolor. Incluso en un tramo nuevo que habían puesto este año,
la pierna no me molesto. El tramo en cuestión era en vez de bajar mucho rato
por la pista, nos desviaron por un sendero que discurría paralelo. El sendero
tenía zonas donde resbalaba bastante, pero la pierna respondió muy bien.
Volvimos a la pista y 1 km más adelante nos desviamos por otro tramo de
sendero, en este nuevo tramo y tras pasar una zona de piedras. Xavi se dio un
golpe muy fuerte en la rodilla, al
principio creía que se había hecho bastante daño, pero por suerte solo había
sido el golpe y pudo continuar sin problemas.
Continuamos por el sendero hasta llegar a
una pista la cual seguimos hasta llegar al sendero que se desviaba hacia el
Salt del Molí, este año bajaba con algo más de agua que el año pasado (es uno
de los sitios más bonitos de los que se pasa en la marcha).
Salt del Molí |
La subida hasta el
siguiente avituallamiento se me hizo larguísima, no porque fuera dura, sino
porque parecía que no llegábamos nunca. Al llegar al avituallamiento aproveché
para quitarme la manga larga, ya que aunque no hacía calor, cuando pasabas por
zonas donde daba el sol se notaba bastante. Unos metros pasado el
avituallamiento estaba otro tramo bastante duro de subida, la verdad es que
otros años me había costado mucho pasar este tramo, pero este año lo he subido
bastante bien.
Al finalizar el tramo, iniciamos un
larguísimo tramo de sendero que nos conduciría hasta el control en el cual
podías decidir si hacías el sector largo o te ibas hacia otro sector de la
marcha. Al llegar dude un poco, pero como habíamos llegado con mucho margen
sobre el cierre y además la pierna no me había molestado, decidí que iríamos
por el sector largo. Hasta el siguiente avituallamiento quedaban 2 km pero
entremedio había una pequeña subida, como ya viene siendo tradicional, en la
subida nos encontramos con infinidad de excursionistas. Cuando ya pasamos a los
excursionistas continuamos a paso rápido hasta el avituallamiento. Después del
avituallamiento venía el tramo de aproximación hacia el Puigsacalm, una subida
por la ladera de la montaña.
Aproximandonos al Puigsacalm |
A medida que íbamos subiendo nos íbamos
encontrando cada vez a más gente, pero cuando ya fue una pasada fue en el tramo
final. Al pasar un cercado, se toma un camino que te lleva hacia la cima de Puigsacalm,
pues aquel tramo parecía las ramblas. Suerte que conseguimos pasar a un grupo
bastante grande justo antes de encarar la última subida, la subida no es nada
del otro mundo pero debido a la falta de entrenamiento, me costó horrores
subir. En la cima nos deleitamos con las vistas y después de beber algo nos
pusimos nuevamente en marcha, deshicimos el mismo camino que habíamos hecho
hasta el cercado, a mitad de camino vimos que venían Paco y un poco más atrás Víctor,
les saludamos y continuamos nuestro camino, giramos para ir hacia la siguiente zona que me
había puesto como reto “las cuerdas”. Las cuerdas es una zona que se encuentra
después de subir al Puig Tossell, ni que decir tiene que la subida al Puig se
me hizo durísima por mi falta de entreno.
Puig Tossell |
Normalmente en la bajada no hay
cuerdas, las ponen especialmente para la marcha (y suerte que las ponen porque
sino aun estaría bajando) son tres tramos de bajada muy técnica en el cual te
aferras a la cuerda como si te fuera la vida, algún valiente baja sin cuerda.
Pero yo todavía no controlo en las bajadas, y a parte temía por mi pierna. A
pesar de que el terreno era complicado, las piernas respondieron perfectamente,
al finalizar el tramo de cuerdas Xavi me había sacado unos metros, se puso a
trotar pero yo intente seguirlo y vi que no podía trotar ya que si forzaba
entonces sí que me molestaba la pierna.
Xavi agarrando la cuerda fuertemente |
La bajada era muy inclinada |
Decidí seguir a un paso rápido y seguro
y me reencontré con él en la carretera. En el avituallamiento nos encontramos
con el poeta, nos saludo y continuamos la marcha. El tramo de pista lo hice sin
ningún tipo de problemas, el problema vino en el tramo de sendero ya que yo no
podía forzar y Xavi se me distanciaba. Llegamos a una pista y después de una
ligera subida iniciamos un largo descenso el cual pude hacer trotando bastante
bien, al llegar al final de la bajada llegamos al Prat de la Vola y mientras me
decidía a subir o no subir a cabrera, vimos que llegaba Paco (este año esta
fortísimo) cuando llego Paco decidimos que subiríamos los 3 juntos, Paco y Xavi
se pusieron a tirar y yo les seguía a duras penas. Tras una larga subida por
pista llegamos a un claro donde podíamos apreciar el peñasco donde está situado
el santuario de cabrera. La subida es por un sendero que va ganando altura a
cada paso, la verdad es que la subida se me hizo infernal.
Acercandonos al Cabrera |
Empezaba a notar el
cansancio de forzar la pierna y de llevar tiempo sin entrenar, al final de la
subida me esperaban Paco y Xavi para afrontar el temible tramo de las
escaleras. Como yo sabía que todos los años se me ha atragantado ese tramo, les
dije a Xavi y a Paco que tiraran que yo ya llegaría. Este año no solo se me ha
atragantado el tramo sino que he llegado al santuario vacio de fuerzas
totalmente, tuve que sentarme en una piedra y descansar 5 min para recuperarme.
El temible tramo de escaleras |
Esto es lo que iba mirando para olvidarme del suplicio |
Paco nos dijo que él iba tirando (nos iba a dejar tirados como perros, no le
culpo el está muy fuerte) Paco se fue para delante, en el avituallamiento
estaba Patrick compañero del club y dijo que se venía con Xavi y conmigo.
Iniciamos la bajada del Cabrera y a mí me costaba dar el paso, después de una
ligera subida iniciamos una larguísima bajada por sendero muy resbaladizo. Esta
bajada puso a prueba mis maltrechas piernas, resistieron bastante bien pero
justo antes de llegar a la pista sentí un leve pinchazo. Empecé a preocuparme
ya que el fisio me había dicho que no forzara mucho si no me podía romper para
tiempo. Hasta llegar al Prat de la Vola nuevamente, bajamos a un ritmo bastante
bueno. Al llegar al avituallamiento nos encontramos con que Paco estaba allí,
decidimos que volveríamos a continuar juntos otra vez. Patrick continuo junto a
un compañero suyo y nosotros decidimos seguir con Paco después de comer algo,
(sí, si pude comer algo, aunque a duras penas). Una vez avituallados nos
pusimos de nuevo en marcha. La pequeña subida que había al salir del
avituallamiento se me hizo muy larga, después pasamos por encima de la
carretera y bajamos hasta un camino cimentado. Aquí nuevamente Paco nos dejo
tirados (iba muy fuerte y yo lo frenaba) pasado el camino cimentado, iniciamos
entramos de nuevo en camino de tierra. Alternamos pista con senderos y tramos
llanos con pequeñas subidas, hasta que llegamos al tramo de rampas muy
inclinadas. Justo al iniciar el tramo note un pinchazo algo más fuerte en la
pierna derecha, poco a poco tuve que ir aflojando el ritmo y la subida se hizo
interminable. Subía como nunca lo había hecho antes, apretando los dientes y cogiendo
firmemente los palos y dando pasitos muy cortos. Xavi se esforzaba en animarme
pero el dolor de la pierna no me dejaba apretar el paso, a duras penas conseguí
llegar al control.
Vistas que habia antes de llegar al control donde me retire |
Haciendo caso a las advertencias del fisio decidí no forzar
la máquina y dejarlo allí mismo, le dije a Xavi que si apretaba un poco podría
enganchar a Paco que iba un poco más adelante y así lo hizo. Yo de mientras me
quedé en el avituallamiento hablando con Beth la mujer de Pedro. Iba viendo cómo
iban llegando los compañeros y hablando con los compañeros del club que
llegaban después. Estuve bastante rato esperando a que me vinieran a buscar y cogí
bastante frio. Al final me fui con el padre de unas chicas del avituallamiento.
Al llegar a Torello vi que estaban haciendo masajes. Aproveché que no había
mucha gente y fui para que me hicieran uno haber si me relajaban un poco los músculos.
Después me fui hacia las duchas y me encontré con Andreu que había hecho la
corta con Ramonet. Después de la ducha nos fuimos a un bar junto a Ramón para
esperar la llegada de Xavi y Paco. Cuando llegaron fuimos a por el coche y para
casa.
48,47 kilómetros
9:54 horas
En conclusión, puedo sacar conclusiones
positivas y negativas. Positivas, me encanta esta marcha y he disfrutado al
poder compartir km con mis compañeros. Hasta la subida hacia el Cabrera me lo
he pasado muy bien y me he encontrado bastante bien de piernas, a partir de la
subida han empezado las conclusiones negativas. Me encontrado flojo en las
subidas y me ha vuelto a molestar la pierna al forzar un poco la maquina, ahora
solo queda intentar recuperarse pronto y afrontar lo que queda hasta el
Montblanc con ganas y energía.
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