Sábado 4 de abril
Después de un
tiempo lesionado de la rodilla, ya tenía
ganas de probarme en una distancia larga. La marcha elegida era las 24 horas
del Cap de Creus, una marcha larga y bastante exigente.
El viernes fuimos
hacia Llança Cristina, Jordi y Ramonet, al llegar allí nos esperaban dos amigos
para comer y hacer un poco de turismo. Por la tarde fui al briefing con Paco, allí
me encontré con muchos conocidos y amigos del mundo de las marchas. Después de
la charla, nos fuimos todos para la pensión para cenar y a dormir.
Llego el día, había
quedado con Paco y Dani para ir juntos hacia la salida. En la salida recogimos
los dorsales y nos metimos en el bar para almorzar y hablar con los compañeros,
poco a poco fueron llegando todos los compañeros del CEI y nos fuimos hacia
afuera para hacer la foto de grupo.
Foto de grupo del CEI |
Cristina y Jordi habían
madrugado para vernos salir, así que aprovechamos y les dimos las cámaras para
que fueran echando fotos. Nos llamaron para que nos dirigiéramos hacia la zona
vallada, este año no habían montado arco de salida ya que el año pasado se les voló
con el viento.
Las 8:00 horas,
tiraron un cohete y en marcha. Como viene siendo costumbre últimamente, todo el
mundo salió corriendo. Salude a Cristina y Jordi a la carrera y continuamos
corriendo por el paseo marítimo, Dani me dijo que me iba a intentar seguir así
que por lo menos no iría solo durante la marcha. Tras salir del paseo marítimo y
del término municipal de Llança nos metimos en una zona que era las playas de
Cap De Ras, una zona de pequeñas playas
y acantilados en la que teníamos que estar muy atentos al terreno que estaba repleto
de raíces. Salimos de la zona y bajamos a una playa, la atravesamos y
comenzamos a subir. Primero un sendero y después una amplia pista, el viento
soplaba pero ni mucho menos con la fuerza del año pasado. Cuando llevábamos un kilometro por la pista más
o menos, me pare a quitarme la camiseta de manga larga y solo me deje los
manguitos para el viento. Mientras estaba parado me pasó Dolo, poco a poco íbamos
subiendo a buen ritmo y Dani iba haciendo un poco la goma. A veces se quedaba atrás
y tenía que echar a correr para atraparme, casi sin darnos cuenta llegamos al
control de Sant Miquel de Colera. Llevábamos un tiempo muy parecido al que hice
el año pasado, así que íbamos genial. Los donuts y los trozos de coca del
avituallamiento estaban buenísimos, así que tuve que sacar a Dani de allí porque
nos hubiéramos estado todo el día.
Tras el
avituallamiento un poco de subida y llegamos al Puig d’Esquer, las vistas desde
arriba eran impresionantes y además teníamos la suerte de que estaba bastante
despejado. La bajada desde el Puig d’Esquer es bastante técnica y hace que los cuádriceps
trabajen a tope, por suerte al final de la bajada había una zona bastante larga
de pista para recuperar.
Vistas espectaculares desde el Puig d'Esquer |
Bajada tecnica. |
Antes de coger un sendero, nos paso un grupo de tres
chicas y Dani se pico porque dijo que no podían llegar antes que él. Yo le dije
que no se picara que aquellas chicas iban a la corta y a nosotros aun nos
quedaban muchos kilómetros, llegamos al avituallamiento y apenas paramos. Llegaba
un tramo muy monótono y que se nos podía hacer muy largo, le dije a Dani que debíamos
regular porque la pista nos invitaría a ir más rápido de lo normal. Lógicamente
al ser corredor, Dani se emociono mucho en aquel tramo. Y después de unos 5 kilómetros
corriendo a ritmo bastante rápido llegamos a la Valleta, allí estaban el Presi
y marta animando y haciendo fotos. Justo antes de llegar allí nos habían vuelto
a pasar aquellas tres chicas, le dije a Dani que estuviera tranquilo que venía
una subida y allí las volveríamos a pasar. Efectivamente la subida era exigente
y antes de la mitad ya las habíamos pasado, después Dani continuo trotando para
que no nos pillaran y tras pasar por una ermita empezamos el descenso hacia
Llança. Dani bajo muy rápido, pero cuando llegamos a la pista vi que se echaba
la mano al gemelo. Me dijo que le había dado un tirón y le dolía, por suerte no
quedaba mucho para llegar al control. Una vez allí nos esperaban Jordi,
Cristina Y Montse la pareja de Dani. Los macarrones del
control entraban estupendamente y aprovechamos para descansar un poco, Dani se
puso crema y se tomo un antiinflamatorio y nos pusimos de nuevo en marcha.
Recuperando fuerzas con los macarrones |
Al poco
de salir escuchamos el petardo que anunciaba la salida de los que hacían la
marcha de 60 kilómetros, justo cuando salimos de la población empezaron a
pasarnos los primeros de la mitja. Fuimos subiendo a buen ritmo con la compañía
de todos los corredores que nos iban pasando, Dani se estaba quedando cada vez más
atrás pero no podía pararme a esperarlo porque estaba en una zona de senderos
muy estrecha. Seguí subiendo a un ritmo constante, los corredores no eran capaces
de pasarme en la subida, pero aprovechaban pequeños llanos y bajadas para
adelantarme. Al final de los senderos parecía que la subida había finalizado,
pero venia una pequeña pero muy intensa subida por un corta fuegos. Al llegar
arriba me senté en una piedra a esperar que Dani llegara, la vista de Llança
era espectacular.
Con estas vistas la espera no era tan pesada. |
Iba pasando el tiempo y Dani no llegaba, algo le había pasado
porque no era normal que tardara tanto. Unos 15 minutos después apareció Dani y
me dijo que no me podía seguir, que le dolía mucho el gemelo y que iba a seguir
a su ritmo. Me supo mal ya que me hubiera gustado seguir acompañado, me despedí
de él y continúe mi camino. Aun quedaban un par de falsas subidas antes de
llegar al control, después de pasar el control venia una subida y ya por fin se
veía Sant Pere de Rodes. Allí me estaban
esperando Cristina Y Jordi, les comente lo que había pasado con Dani y me senté
a comer algo. Iba un poco mejor que el año anterior, pero tocaba afrontar la
zona más dura de la marcha. Me despedí de Jordi y Cristina y me dirigí hacia el
castillo, la subida es durilla pero se hace bastante bien. Las vistas de Sant
Pere de Rodes desde allí arriba eran espectaculares, tras atravesar el castillo
se sale al tramo de la cadena montañosa. Se sube a la zona más alta de la
marcha y se observa una panorámica espectacular del golfo de Roses y del Port
de la Selva, estaba solo pero no completamente ya que tanto por delante como
por detrás había gente. La cadena tenia zonas muy peligrosas y técnicas y el
paso se ralentizaba muchísimo, al salir de la cadena empezó un tramo larguísimo
de senderos con pequeñas subidas y bajadas y con tramos muy resbaladizos.
Vistas espectaculares del golfo de Roses |
Atravesando la cadena montañosa. |
Este tramo
se me hizo larguísimo y estuve casi 1:30 horas para hacer 4 kilómetros, tras
ese largo tramo llegue a la carretera que era donde había un nuevo
avituallamiento. Me fue muy bien llegar al avituallamiento porque necesitaba
beber algo, así que me bebí dos vasos de aquarius y uno de coca cola. Tocaba subida
así que volví a poner el piloto automático, cogí mi ritmo y casi sin darme
cuenta estaba arriba. El viento soplaba con fuerza pero sabía que en ese
momento tocaba una bajada larguísima por pista hasta Cala Joncols, me senté en
una piedra me ate bien las bambas y me puse música para que la bajada no se me
hiciera eterna. Me puse a trotar y no pare en los 6 kilómetros de bajada por
pista, por suerte los paisajes que vas viendo mientras bajas son
espectaculares. Al llegar al
control de Cala Joncols observe que era mucho más pobre que el año pasado, allí
estaba haciendo muchísima calor y sabía que tenía un trozo largo de subida. Volví
a coger mi ritmo y fui subiendo sin prisa pero sin pausa, al llegar arriba le
eche un trago al camel y proseguí mi marcha. El tramo hasta cadaqués alternaba
tramos de pista con bajadas por senderos rocosos, así que decidí que caminaría rápido
en los tramos de pista y correría en las bajadas pedregosas. Casi sin darme
cuenta ya estaba en las calles de Cadaqués, por suerte sabia por donde tenía
que ir porque de lo contrario me hubiera costado encontrar las señales debido
al gran número de turistas que había.
Llegando a Cadaqués. |
Imagenes de postal. |
Cuando llegue al
avituallamiento me estaban esperando Cristina y Jordi, me senté y me ayudaron a
cambiarme los calcetines y equiparme para el frio mientras yo reponía fuerzas
con algo de comer. Tras un rato descansando me puse de nuevo en marcha equipado
con los maguitos para combatir el frio, a los pocos metros de salir ya me sobraban
los maguitos por el calor. Tras pasar un tramo de urbanizaciones llegue al
tramo más pesado de toda la marcha, un larguísimo sendero muy empedrado que
llevaba hasta el faro de Cap de Creus. En ese tramo tuve un pequeño bajón físico,
pero debido a mí experiencia supe salir de ese bache y conseguí llegar al faro
casi totalmente recuperado. En el faro también había muchísima gente, allí recupere
un poco de líquidos comí algo y me puse en marcha.
Camino pedregoso hacia el faro. |
Hacia mucho viento, se nota? |
Tocaba el tramo más largo de
la marcha, eran 11,5 kilómetros hasta Sant Baldiri y yo quería intentar llegar
de día. No tenía ganas de trotar así que puse un ritmo de caminar muy rápido y
me puse manos a la obra, un continuo sube y baja por senderos con zonas de barro.
Señalizacion tetrica jejeje. |
Después pista y mas pista, el llegar de día al control cada vez lo veía más
complicado y así después de una subida bastante durilla por sendero se me hizo
totalmente de noche. Me pare me puse la manga larga y el frontal y en marcha,
al principio tuve algunos problemas con el frontal pues al ser nuevo no sabía
muy bien cómo funcionaba. En 30 minutos hice los 4 kilómetros que había desde
donde me puse el frontal hasta el control. Me cogí algo de comer y de beber y
me senté un poco, quedaban solo 11,5 kilómetros hasta Llanca y eran las 21:30
horas. Si quería hacer el mismo tiempo que el año anterior, tendría que apretar
bastante el acelerador.
Salí del control y
me puse a tirar con energía, era subida pero llevaba un ritmo altísimo. Acabada
la subida venia un tramo muy malo de bajada muy empedrada, me puse a trotar y
baje a una velocidad bastante buena teniendo en cuenta que yo no bajo bien. Casi
sin darme cuenta ya estaba en las calles del Port de la Selva, como iba muy mal
de tiempo hice un acopio de fuerzas y me puse
a trotar. Atravesé el Port de la Selva trotando a ritmo bajo, pero sin
parar. Así cogí el camino de ronda y seguí trotando. A veces tenía que parar
porque había pequeñas rampas, la luz de la luna reflejada en el mar era
espectacular. Me puse a caminar rápido y llegue al último control, me quedaban
4 kilómetros para llegar y solo 24 minutos para hacer el mismo tiempo que el año
anterior. No tenía ganas de seguir trotando así que me puse a caminar muy rápido,
el tramo final con innumerables escaleras era un poco pesado y además un viento
fortísimo dificultaba el avance. Después atravesé las calles de Llança y tras
un tramo de asfalto por fin llegue a la zona de llegada. Allí estaban Cristina
y Jordi esperándome, después de la foto en la llegada me cogí algo de comer y
me fui a la pensión. Al día siguiente almorzamos con Ramonet y Paco y nos
fuimos para casa.
87 kilómetros
3000 metros de
desnivel positivo
3000 metros de
desnivel negativo
6000 metros de
desnivel total acumulado
En conclusión, mi lesión
de rodilla está totalmente olvidada. No me ha molestado la rodilla en ningún momento,
he completado una marcha larga con bastante energía a pesar de no haber
entrenado distancias largas. Ha sido un placer poder compartir la primera parte
de la marcha con Dani, haber si la próxima la podemos acabar juntos. Como siempre
reencontrarse con los compañeros del CEI y poderlos saludar siempre es un
placer. De la marcha hay que decir que tiene unos paisajes espectaculares, y
que es bastante exigente. Darle las gracias a Cristina y Jordi por haberme
seguido, eso me daba energías cada vez que los veía. La semana que viene mas,
doble sesión sábado y domingo esperemos estar a la altura.
Blas...las vistas desde allí arriba son preciosas. Seguro que ya solo por eso vale la pena el esfuerzo.
ResponderEliminarSigue así campeón.