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domingo, 29 de mayo de 2016

TRAIL EMMONA

No tenÍa pensado hacer el Trail Emmona este año, primero porque en principio tenÍa que trabajar todo el fin de semana y segundo porque estoy intentando recuperarme de una molesta fascitis plantar.
Pero durante la semana me dijeron en el trabajo que el viernes tarde y el sábado tendría fiesta y eso unido a una inscripción que le había tocado a mi amigo Toni Santana me hizo decidirme a apuntarme a la aventura. También sería una buena oportunidad de entrenar en altura de cara a la Ultra de Andorra,  y acompañar y aconsejar a los amigos Toni y Yeray que debutaban en la larga distancia.
El viernes fui hacia Sant Joan con mi mujer Cristina. Pasamos primero por Vilallonga de Ter donde iba a dormir Cristina. Después pasamos por Camprodon a recoger a Toni y su Novia Eva para ir a recoger los dorsales, acudir a la charla técnica e ir a la cena del corredor.

Cuando llegamos a Sant Joan fuimos hacia la charla técnica. Este año se alargó un pelin más de la cuenta debido que la Emmona ha entrado dentro del circuito Alpin Ultras, un circuito compuesto por tres de las carreras más duras de Europa, la Ultra Trail Emmona, la Ultra Valls d’Aneu y la Canfranc-Canfranc. Estuvieron explicando en qué consistía el circuito y entrevistando corredores top, después empezó la charla técnica. Al parecer este año no se esperaba tan mal tiempo como el año pasado, pero nos avisaron que el sábado al mediodía se preveían algunas nubes sobre las zonas altas y que irían estudiando el tiempo.

Cuando salimos de la charla nos fuimos a la cena del corredor, después fuimos a ver la salida de la Ultra donde participaban algunos compañeros. Después estuvimos tomando algo mientras llegaba Yeray, cuando llegó nos fuimos hacia el coche para cambiarnos.
Ultimos preparativos.
Apunto para la batalla.
Cuando nos cambiamos nos fuimos hacia la zona de salida, allí nos juntamos con Dani, un compañero del CEI. La aventura estaba a punto de empezar, nos despedimos de Cristina y de Eva y nos metimos en el corralito de salida.

La música se escuchaba a tope y hacia subir nuestra adrenalina, el speaker animaba al público a que realizaran la cuenta atrás todos juntos. El ambiente en la zona de salida era espectacular, casi sin darnos cuenta la cuenta atrás había finalizado y nuestra aventura en la Trail Emmona daba comienzo.
Cristina y Eva nos grabaron en la salida. Nosotros dimos un rodeo por las calles de Sant Joan antes de cruzar el espectacular puente medieval, al llegar al puente nos esperaban Cristina y Eva para animarnos, que salieron corriendo para vernos pasar por allí. Al cruzar el puente nos quedamos alucinados del ambientazo, unos cuantos voluntarios sostenían antorchas y daban una ambientación brutal al puente. Al salir de las calles de Sant Joan ya entramos en plena batalla. Los primeros 2 kilometros tuve que controlar el ansia de Toni, Yeray y Dani que querían correr demasiado. Después empezamos las primeras rampas, allí mantuvimos un buen ritmo hasta que llegamos a la mitad de una subida. Allí había un corredor que nos estaba haciendo un poco de tapón, así que decidí que teníamos que hacer un cambio de ritmo o perderíamos mucho tiempo. Cuando ya adelantamos a aquel corredor, llegamos a una zona de bajada por camino asfaltado. Allí Dani y Toni se pusieron a tirar muy rápido, Yeray se quedó a mi ritmo. Yo no soy nadie para dar consejos, pero después de muchas Ultras sé lo que pasa si uno se quema desde el principio. Avanzábamos al ritmo previsto y casi sin darnos cuenta ya habíamos llegado al primer avituallamiento, Can Camps en el km 5,8 y habíamos llegado en el tiempo que yo había planificado.

El ambiente al inicio de la subida al Puig Estela era brutal, allí había gente animándonos con cencerros y dándonos muchos ánimos. Las primeras rampas de la subida son por un sendero muy frondoso, después pasamos a la zona de laderas inclinadas. Allí comprobé que Dani no andaba fino y se iba quedando atrás, Toni, Yeray y yo seguimos hacia arriba. Miramos hacia arriba y nos quedamos alucinados de la serpiente de frontales que se veía en la oscuridad, Toni y Yeray flipaban con la inclinación pero iban tirando muy bien. Poco a poco íbamos subiendo y al ser de noche no se nos hacia tan larga como de día. Casi sin darnos cuenta ya estábamos afrontando las dos últimas rampas hasta la cima del Puig Estela. Toni subía bastante rápido, le dije que dosificara un poco que debíamos guardar energías. A buen ritmo subimos los últimos metros de desnivel positivo y coronamos la primera cima el Puig Estela. Habíamos llegado en 58 minutos, así que llegábamos con 2 minutos de adelanto sobre el horario previsto. Nos tocaba afrontar el tramo de carena hasta el Taga, que es un tramo que no es difícil pero que tiene zonas con mucha piedra y sobretodo el tramo de subida final hasta el Taga. Durante el cresteo nos adelantaron muchos corredores, pero durante la subida éramos nosotros los que adelantábamos. Dani se había quedado atrás durante el ascenso al Puig Estela, yo le comenté a Toni y Yeray que seguro que nos pillaría en la bajada porque sabía que él bajaba muy rápido. Pero también les dije que podría ser que pagara el esfuerzo de la subida y sobretodo de bajar rápido para pillarnos, les comenté que una ultra hay que ir de menos a más porque si no lo puedes pagar caro. Tras la última rampa por fin coronamos el Taga. Nos fundimos en un abrazo y nos dispusimos a atacar la bajada a Pardines. Había hecho la bajada la semana anterior con algunos compañeros y sabia como era, el primer tramo no es muy largo pero es una bajada de casi un kilómetro muy inclinada y con terreno irregular. Después nos metimos en un sendero en el que pudimos avanzar a un ritmo más rápido. Nuevamente Toni cometió el error de apretar en exceso el ritmo. De vez en cuando le tenía que llamar para decírselo. Proseguimos bajando y llegamos a una zona de sendero que discurría por un bosque. Recordaba ese tramo del año anterior y sabía que después venia pista asfaltada, Toni se volvió a distanciar en el sendero y nos esperó en la pista cimentada. Mientras íbamos bajando por la pista llego Dani que había bajado rápido, seguimos todos juntos y después de una subida llegamos al pueblo de Pardines.

Allí el cierre era a las 5:00h y yo había calculado llegar en 4:15h, llegamos 8 minutos por debajo de mi previsión así que decidí aprovechar que allí podía ir al lavabo para hacer una parada técnica larga. En la zona de lavabos ya había algún retirado y alguno siendo atendido por la Cruz Roja, también me di cuenta que una de las favoritas para ganar el Trail Olga Manko estaba allí. Sali del lavabo y me acerqué al avituallamiento para reponer fuerzas, al haber llegado antes de la previsión pudimos parar un rato más largo del previsto. Pese a eso tuve que decirles a los compañeros que nos pusiéramos en marcha que tocaba un tramo duro de subida, nos pusimos en marcha y cuando llevábamos recorridos unos metros nos dimos cuenta que Yeray no venía. Se había quedado abrigándose y se retrasó un poco. Continuamos nuestro camino para encarar la subida al Cerveris, el primer tramo de la subida es por pista y aunque sube se hace a buen ritmo. Cuando llevábamos unos 15 minutos subiendo, Dani nos dijo que no se encontraba bien, que estaba sin fuerzas y le dolía el estomago. Me preguntó si la subida que quedaba era más dura o más suave, le comenté que era mucho más dura y decidió darse la vuelta hacia Pardines. Nos despedimos de él y nos pusimos de nuevo en marcha. Les comenté a Toni y Yeray que Dani había hecho bien, ya que yo había pasado por momentos como el que había pasado él y se pasa muy mal. Dejamos la pista y encaramos dos tramos inclinados antes de llegar a una nueva pista, allí dejamos la pista y nos metimos en un sendero que discurría por un frondoso bosque. Íbamos subiendo bastante bien, sobretodo Yeray que no dejaba de preguntarme que nos íbamos a ir encontrando. Yo le decía que solo pensara en el siguiente objetivo que era llegar a Vilallonga, poco a poco íbamos devorando desnivel positivo atravesando el bosque. Llegamos al final del bosque y no enfrentábamos al tramo más duro de la subida, Toni se había quedado un poco atrás así que nos paramos a esperarlo. Mientras esperábamos llegó Olga Manko, nos preguntó que a qué hora habíamos salido de Pardines. Le dijimos la hora y ella nos comentó que había estado esperando a su compañero de equipo durante 2 horas, luego se puso a tirar hacia arriba. La subida iba ganando inclinación a medida que ibas subiendo, Yeray y yo tirábamos bastante bien pero Toni se iba quedando cada vez más atrás. Llegamos al Cerveris y no veíamos a Toni, en la cima hacia mucho frio así que decidimos que avanzaríamos hasta que encontráramos un sitio donde cobijarnos y esperarlo.  Cuando llegó no iba muy fino pero iba tirando, iniciamos la bajada hacia el avituallamiento. Ya había amanecido y pudimos guardar nuestros frontales al llegar al avituallamiento habíamos perdido los minutos que llevábamos de adelanto en Pardines, así que iba a tocar apretar en la bajada para llegar en tiempo. Después del avituallamiento pudimos trotar un tramito, pero después vino una pequeña subida que subía a una pequeña cima y que hizo que Toni volviera a quedarse descolgado. Iniciamos la bajada los tres juntos, el primer tramo de bajada era de fácil trotar por pastos de hierba. Después el camino seguía por una pista en bajada muy inclinada que te destrozaba piernas y pies por igual. Yeray se encontraba fuerte y aceleró el ritmo y se distanció de nosotros. Yo iba acompañando a Toni que estaba sufriendo mucho en la bajada. Le comenté si podía apretar un poco el ritmo para que pudiéramos llegar con tiempo de hacer parada en condiciones en Vilallonga. Me dijo que no podía acelerar y bajaba a su ritmo, me quedé con él y fuimos poco a poco acercándonos al pueblo. Por fin llegamos a la carretera asfaltada, allí pudimos trotar un poco para ganar algo del tiempo que habíamos perdido durante la bajada. Al llegar al pueblo dimos un pequeño rodeo y llegamos al avituallamiento y segundo punto de cierre, allí nos esperaban Cristina y Eva dispuestas a ayudarnos en todo. Yo había calculado llegar en 7:15h y habíamos llegado en 7:33h debido a las molestias de Toni en la bajada, aun así estábamos en las previsiones ya que yo le había dicho a Cristina que llegaríamos en 7:15h o 7:30h.

Cristina y Eva se esforzaban por proporcionarnos todo lo que necesitábamos para continuar nuestra aventura en condiciones. Ya llevábamos un buen rato en el avituallamiento y tocaba arrancar para afrontar el tramo que más temía, un tramo de 22 kilómetros y 1955 metros de desnivel positivo en el que solo te daban 5 horas para realizarlo. Yo había calculado 5:00h justas pero sin conocer el terreno y el tipo de subidas que nos íbamos a encontrar. Nos despedimos de Cristina y de Eva y nos pusimos en marcha. Parecía que la cosa empezaba bien porque íbamos subiendo pero era por pista y nos permitía avanzar a buen ritmo, íbamos hablando y disfrutando del paisaje. Bueno hablando iba Yeray que no callaba el tio jajaja, pero bueno parecía que íbamos bien. 
Primeras rampas despúes de Vilallonga.
Pero pasados unos 2 kilómetros Yeray se puso a tirar algo más rápido y Toni se iba quedando atrás. Yo iba tirando y esperando a Toni cuando se distanciaba. Cuando parecía que la subida había acabado nos llevamos una sorpresa, nos encontramos con un sendero de muy mal pisar. Allí me encontré con Xavier Caros que estaba haciendo la Ultra, me dijo que no iba muy fino y que no veía claro el poder llegar hasta Vallter. Yo le dije que el tiempo de corte me parecía muy justo y me dijo que lo habían alargado 1 hora. Cuando salimos del sendero vi que nos teníamos que enfrentar a una ladera muy inclinada, antes de encararla me despedí de Xavier y me senté a esperar a Toni. Estuve esperando unos 10 minutos, por fin llegó y continuamos juntos. Poco a poco la ladera se inclinaba más y más y Toni se volvía a distanciar. Al llegar a la cima del Puig de les Agudes me encontré con Xavier que estaba allí descansando. Sin saberlo había hecho el último kilómetro vertical que me quedaba de la salida que realicé la semana anterior de los 4K. Mientras llegaba Toni me puse a contemplar el paisaje. 
Toni subiendo hacia el Puig de les Agudes
Deleitandome de las vistas desde la cima.
Cuando llegó Toni nos pusimos a bajar pero cuando llevábamos 1 kilómetro desde el Puig, Toni me dijo que no iba fino y que no iba a llegar al corte. Me comentó que tirara hacia adelante y que llegara y le llevara la camiseta de finisher. Me sabia mal dejarlo solo ya que había hecho la carrera gracias a él. Pero sabía que a veces si alguien va mal hay que dejarlo que continue a su ritmo, sino sin querer intenta seguir el ritmo del otro y se esfuerza más. Me puse en marcha a intentar llegar al corte, pero ya lo veía prácticamente imposible. El tramo que había desde que dejé a Toni y llegué al avituallamiento de la Baumeta se me hizo eterno, era un continuo sube y baja con terreno de mal pisar. Llegué al control casi 30 minutos más tarde de lo que tenía previsto, seguramente Yeray había pasado en el tiempo previsto. Me dijeron en el avituallamiento que habían alargado 1 hora el corte en Vallter, de todos modos aun me quedaban 11 kilometros y tenía 2 horas para hacerlos con 2 subidas de por medio. 
Paisaje increible mientras cresteaba.
El cercado me acompaño durante muchos kilómetros.
Salí del avituallamiento con el chip de apretar al máximo el ritmo, el talón empezaba a molestarme así que no podía trotar. Me puse a caminar lo más rápido posible por el dolor tanto en el tramo de bajada como en el tramo de subida corta que había. Al llegar arriba me deleité con el paisaje antes de encarar la bajada hacia la carretera de Setcases que en teoría habían puesto un avituallamiento extra. El sendero de bajada hacia la carretera era espectacular, una bajada preciosa por dentro de un bosque y después pasando por varios saltos de agua fantásticos. Lástima que por culpa del dolor que tenía en el talón no pude acelerar el ritmo en un tramo que podía haber ganado algo de tiempo, después de un buen rato bajando llegué a la carretera de Setcases. Justo cuando llegué se paró un coche, era Eva con sus padres. Me dijo que Toni había bajado andando hasta Setcases. 
Por estampas como esta hago estas locuras.
Saltos de agua espectaculares.
Proseguí mi camino y mientras subía por la carretera vi que bajaba Cristina con el coche y justo en ese momento me llamaron de un coche. Era Xavier Caros que también se había retirado, la Emmona estaba haciendo estragos. Cristina me dijo que ella no había visto ningún avituallamiento y que Yeray estaba a unos 30 minutos, proseguí subiendo por la carretera intentado acelerar el ritmo. Mientras iba subiendo un coche me pito y se paro al llegar a mi altura, era  Santi Barnil que había subido a hacer rutilla desde Vallter.  Después de saludarlo seguí subiendo a buen ritmo. Cristina se bajó del coche y me trajo líquido. Se lo agradecí pero no tenía ganas de beber sino de llegar a Vallter. Cuando dejé la carretera ni rastro del avituallamiento. Proseguí subiendo por pista, el pie me dolía bastante pero yo iba visualizando el recorrido de la carena para mentalizarme. Mientras lo hacía iba mirando hacia las montañas, vi que se acercaban nubes muy amenazantes y no me apetecía nada hacer la carena con tormentas. El tramo final hasta las pistas se estaba haciendo largo, pensaba que ya había llegado cuando ví que Cristina me esperaba en un parking. Pero no, todavía quedaba una sorpresa más. El último tramo hasta llegar al avituallamiento, estaba bastante inclinado y con un camino poco claro. Yo decidí apretar un poco y subir campo a través para llegar antes. Arriba me esperaban Cristina, Toni, Yeray,  Eva y sus padres. Yo llegué bastante cansado debido al último esfuerzo, pero en pocos minutos ya estaba recuperado. Estaba tranquilo porque Cristina me había dicho que habían cortado a todo el mundo allí. 
El Gra de Fajol petit.
Cuando iba a entrar en el avituallamiento vi que fuera estaban sentados Merçè y el Txuse. Estuvimos hablando un rato con ellos y nos comentaron que iban a salir de escobas. Les dije que vigilaran porque se avecinaban tormentas y nos despedimos de ellos. Me puse a comer algo para reponer fuerzas y después nos fuimos para el coche para volver a casa.

57,6 kilometros

4600 Metros de desnivel positivo

3518 Metros de desnivel negativo

8118 Metros de desnivel acumulado


En conclusión, muy buen entreno de cara a la Ultra de Andorra. He disfrutado de la carrera y he podido compartir con Yeray, Toni y Dani kilómetros y mis conocimientos en la larga distancia, ya que era la primera vez que se enfrentaban a una distancia así. Sobre la carrera, solo puedo decir que la Emmona es muy dura pero que si hubiera estado al 100% de mi pie creo que la hubiera acabado. Ahora toca intentar recuperarse y afrontar el próximo reto, la Gran Trail Ternua Sobrarbe a finales de junio y después en julio la Ronda dels Cims de Andorra. No quiero acabar, sin agradecerle a Cristina que una vez más haya estado ahí para apoyarme. Esta vez ha estado acompañada de Eva que ha debutado en esto del acompañamiento / sufrimiento por los maridos. Ellas tienen el mismo o mayor mérito que nosotros por lo que hacen.

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