Tras el nacimiento de mi hijo Marc, este año no tenia
previsto participar en muchas carreras.
Había elegido 4 carreras para poder disfrutarlas y con la ilusión
de poder cruzar por primera vez una línea de meta con Marc en mis brazos, de
las cuatro carreras que había elegido la única en la que no había participado era
la Perimetral de Benissa.
La Perimetral a Benissa es una prueba de resistencia por
montaña en régimen de semi-autosuficiencia, con un recorrido de 73 km y 3995
metros de desnivel positivo. Coronando la cima de Bernia (1126 m), con vistas excepcionales de las dos
marinas, pasando por otras cimas como Ólta (587 m), la Lloma llarga o Solana
(652 m), Creu de Senija (407 m), Tossal del Moro (391 m), y Serrellars (432 m).
Considerada una de las carreras más exigentes de la Comunidad
Valenciana, con un tiempo máximo de 16 horas para terminar la carrera y con un
terreno muy pedregoso y técnico.
A pesar de haber cogido algo de peso y no
estar en plena forma, encaraba la prueba con ilusión y con muchas ganas de disfrutar
de la primera prueba larga del año.
Lamentablemente a pocos días de la celebración de la prueba,
se pospuso a noviembre debido a la alerta sanitaria del COVID-19. Finalmente a principios
de mayo se anulo la carrera definitivamente hasta el año 2021.
En estos momentos de incertidumbre con lo que va a pasar
con las carreras este año y si voy a poder colgarme un dorsal o no, solo queda salir
a disfrutar de la montaña y transmitir a Marc mi amor por la naturaleza y a
disfrutar de la montaña como su padre.
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