lunes, 19 de mayo de 2014

CSP 118, ULTRA TRAIL PENYAGOLOSA

El sábado 17 de mayo era el día de mi cumpleaños, y que mejor manera que celebrarlo que practicar el deporte que más me gusta en compañía de los amigos del CEI.

La aventura empezó el viernes cuando todos nos viajamos juntos en tren hasta Castellón, después de dejar las mochilas y las bolsas para la ducha en el hotel fuimos a buscar los dorsales. La feria del corredor estaba a 1,7 km del hotel así que ya empezamos a calentar, al llegar a la feria los compañeros fueron en busca de su dorsal y yo fui a hacerme unas pruebas para el proyecto saludable.
El proyecto saludable es un estudio que han realizado durante la prueba a unos 50 corredores, entre los que me encontraba. Me midieron pulsaciones, me pesaron, me extrajeron sangre,  me hicieron un electrocardiograma y me dieron un plano del recorrido donde ponía las pruebas que me harían durante la Ultra. Después de media hora haciéndome pruebas, me reencontré con los compañeros y nos fuimos a cenar y después a dormir que al día siguiente nos esperaba un buen tute.

Las 4:10 h, suena el despertador y Torrijos (mi compi de habitación) y yo damos un salto de la cama. Si hubiéramos tenido que levantarnos para ir a trabajar, no creo que nos hubiésemos levantado con tanta energía jajaja. Yo tenía que estar a las 5:00h para hacerme las pruebas del proyecto saludable y Xavi Torrijos tenía que recoger la pulsera para los avituallamientos, el resto de compañeros vendrían un poco más tarde. El trayecto del hotel a la salida casi 2,5 km, venga a calentar un poco antes de empezar. Cuando llegamos a las pistas de atletismo el ambiente era espectacular y podías ver la cara de concentración de los participantes (2000 personas contando las dos pruebas)
Después de pasar por el chip y el control de material obligatorio, nos esperamos a que llegaran los compañeros, hablando con conocidos sobre las sensaciones que teníamos. Cuando llegaron los compañeros nos hicimos la foto de grupo y nos dispusimos a afrontar el reto, Juanito, Paco,  Ramón, Vicente y Dani se enfrentaban a su primera prueba de 100 km y Xavi Rodríguez, Xavi Torrijos y yo teníamos la promesa de ayudarlos a conseguirlo.

Las 6:00h una cuenta atrás y empieza el espectáculo, tardamos unos segundos en poder empezar a caminar pero enseguida nos pusimos en marcha. La gente salía corriendo como locos y nosotros caminando y saludando a todos los espectadores que estaba en las gradas, justo después de salir de las pistas de atletismo ya estábamos los últimos pero era una cosa que no nos preocupaba en absoluto. De lo único que estábamos preocupados era de Vicente, que se había ido hacia adelante y no salió ni en la foto.
Los primeros kilómetros los hicimos andando a buen ritmo y entre bromas, el terreno era llano y sin complicaciones. Después de una pequeña subida llegamos a una cantera que bordeamos, y después llegamos al pueblo de Borriol. 
Caminando en equipo.
La gente nos animaba a nuestro paso y eso nos daba ánimos, a la salida del pueblo empezaba la primera subida seria de la Ultra. Una subida bastante fuerte pero sin excesiva dureza, subimos en pequeños grupos debido a la aglomeración de gente y los tapones que se provocaban. Durante la subida pasamos a mucha gente que al principio había salido corriendo, y empezamos a ver a gente que corría con sandalias. Dentro de la prueba de maratón y media, había una prueba para corredores minimalistas. La verdad es que con el terreno empedrado que había no sé como tenían el valor de caminar en sandalias, al acabar la subida no tardamos mucho en llegar al avituallamiento. Que montón de comida y bebida, nos pusimos tibios de comer y beber (algo poco habitual en una ultra)
Del primer avituallamiento al segundo había casi 12 km, pero no se hicieron duros. El sol ya empezaba a calentar, pero por suerte el tramo era una larga bajada por sendero y pista y después llanear mucho rato. Al llegar al segundo avituallamiento pudimos comprobar que esta Ultra era toda una fiesta, que animación y que ambientazo había. Comida y bebida en abundancia y además un trato espectacular de parte de los voluntarios, incluso a los compañeros les ofrecieron cerveza la cual ellos aceptaron sin rechistar jajaja. 
Primeros paisajes de la Ultra Trail.
Ejemplo de superación, una invidente participando en la MIM.
El siguiente avituallamiento estaba también a casi 10 km, como a mí en ese avituallamiento me tenían que hacer un control exhaustivo para el proyecto saludable les dije a los compañeros que ese tramo lo haría solo para que no tuvieran que esperarme mucho rato. Me adelante a los compañeros y me puse a trotar un rato para poder sacarles algo de ventaja y que no me tuvieran que esperar demasiado, el terreno al principio era fácil pero después se complico un poco. Una larga bajada por sendero bastante técnico y después un tramo por un terreno muy seco, pero después el terreno era cómodo y enseguida llegue al pueblo de Les Useres. Solo entrar en el pueblo me tomaron la tensión, me pesaron y me hicieron preguntas de que había comido y bebido hasta ese momento. Lo más curioso es que hasta aquel momento había perdido 2 kg de peso durante la Ultra, pero estaba perfecto de pulsaciones y tensión.
El avituallamiento en el pueblo estaba en medio de la plaza y si en el anterior el ambiente era bueno, aquí era impresionante. Había música a tope, speaker y una plaza del pueblo repleta de gente. Los compañeros llegaron justo cuando yo había terminado de hacerme las pruebas, así que nos reunimos todos cogimos bocadillos y comida y nos sentamos en la terraza de un bar a rehidratarnos ellos con una cervecita y yo con coca cola. Llevábamos 33 kilómetros, pero los ánimos y las risas nos estaban haciendo pasar los kilómetros casi sin darnos cuenta. 
Llegando a Les Useres.
Ambientazo tras el arco de entrada a la plaza.
Después de un buen rato descansando, salimos del pueblo con un buen margen con respecto a los cortes horarios. Empezaba quizás uno de los tramos más duros de la Ultra, una subida que no era excesivamente dura pero sí que era muy larga. El sol nos estaba castigando con dureza y las fuerzas de algunos de los compañeros empezaban a fallar debido al calor, Xavi, Natalia, Dani y Vicente se fueron hacia adelante y Torrijos y yo nos quedamos con Ramón, Paco y Juanito. Tras la subida hicimos un tramo de llaneo y después una bajada para llegar a un avituallamiento liquido, este avituallamiento fue muy bien porque pudimos reponer líquidos y sobretodo pudimos refrescarnos la cabeza con una manguera que había. Para llegar al siguiente avituallamiento fuerte de líquido y solido, todavía tuvimos que hacer una bajada larga y una pequeña subida. El control estaba situado en sant Miquel de Les Torrecelles, una ermita muy guapa que había sobre un pequeño cerro. Los compañeros llevaban mucho rato esperando, pero Paco llego muy tocado por el calor y necesitábamos parar un buen rato y que se refrescara. En aquel control había mucha gente tocada y un puesto donde daban masajes, pero lo que volvía a haber y en abundancia era comida. Si en los anteriores controles había comida, aquí se le añadían unas cocas que estaban buenísimas. Después de reponer energías, remojarnos la cabeza debajo de una fuente de agua fresquísima y descansar un buen  rato nos pusimos de nuevo en marcha.
Bajando hacia el avituallamiento liquido.
Sant Miquel de Torrecelles.
Unos metros después de salir del control llegamos al sitio donde se dividían las dos pruebas de la Ultra, los de la maratón y media se iban hacia un lado y los de la larga íbamos hacia otro. Esto significo que pasábamos de haber encontrado muchísima gente durante todo el recorrido, a ir prácticamente solos. A partir de ese momento si que dependía del compañerismo el poder acabar con éxito la marcha, debíamos unirnos y no dejar que ningún compañero se quedara solo. Hasta Atzeneta que era el siguiente control tuvimos suerte de que el tramo fuera sencillo puesto que el sol ya calentaba con ganas, solo llegar al control me preguntaron cómo estaba de cansado ( cosa que habían hecho en todos los controles, dentro del estudio del proyecto saludable) cuando les dije que no estaba nada cansado, se quedaron muy sorprendidos jajaja. Como teníamos tiempo de sobras, decidimos volver a hacer un avituallamiento extra en una terraza de un bar próximo al control.
Rehidratacion activa en Atzeneta.
Antes de ponernos de nuevo en marcha les dije a los compañeros que yo tenía que ir al lavabo, que fueran tirando que ya les pillaría. En principio iba a ir al lavabo, pero estaba ocupado así que tuve que salir en busca de los compañeros para decirles que pararía en el bosque. Cuando les atrape les explique lo sucedido y procedí a la parada técnica larga, cuando acabe me costó un montón contactar con los compañeros ya que se habían distanciado un montón. Habíamos recorrido un buen trozo del tramo que nos separaba de Atzeneta a Benafigos, pero aun nos esperaba lo más duro. Después de una bajada, llegamos a un desvió y en el suelo vimos escrito la palabra “El Muro” desde luego que la definición es bastante acertada. Que pedazo de subidon, no por largo sino por inclinación. Además el calor hacia que la subida fuera durísima, después de pasar el muro llegamos a una pista y desde allí podíamos ver el pueblo de Benafigos, el control no estaba en el pueblo sino que había que quedaba algo más alejado y situado en una zona de picnic. Por suerte volvimos a encontrar un sitio donde remojarnos la cabeza, y nos dispusimos a reponer fuerzas mientras esperábamos a los compañeros que se habían quedado más rezagados. En el avituallamiento había un grupo de personas que habían hecho una paella, ya que estábamos en la comunidad valenciana había que probarla. Además nos ofrecieron bebida fresquita, cuando llegaron los compañeros pudimos comprobar que Juanito y Paco llegaban bastante tocados. Paco estaba muy tocado, nunca lo había visto tan mal pero sabía que si superaba aquel bache cuando llegara el frio de la noche recuperaría las fuerzas.
Con los compañeros Xavi Rodriguez, Torrijos Natalia y Dani.
Probando la paella Valenciana.
Estuvimos un buen rato descansando e incluso escuchamos en directo el gol del Barça, Xavi Rodríguez se encontraba mal porque le molestaba el estomago así que dijo que él y Natalia irían tirando. Xavi Torrijos, Ramón, Dani Y yo salimos con ellos. Vicente se espero a Paco y a Juanito. A los pocos metros me pare a sacarme una piedra y a conectarme la radio para escuchar el partido, la piedra salió bien de la bamba pero la radio no se escuchaba y tuve que desistir de la posibilidad de escuchar el partido. Estuve un buen rato parado y los compañeros que quedaban por salir aun no habían arrancado, a los que se habían avanzado me estaba costando alcanzarlos pues aparte que ellos bajaban más rápido que yo a mi me molestaba un poco el estomago de todo lo que había comido. Por suerte Torrijos y Ramón se esperaron a que llegara y continuamos juntos, al poco llego Vicente y nos dijo que Paco y Juanito iban tocados y que Juanito decía que si no se encontraba bien plegaria en el siguiente control.
Decidimos continuar y que cuando llegáramos al control ya hablaríamos que íbamos a hacer, a todo esto el paisaje había cambiado por completo. Nos vino a la memoria lo que nos advirtió Jaume Amiel, nos dijo que habían puesto un subidon y la verdad tenía toda la razón. Estábamos en una especie de congosto y debíamos subir hacia la montaña, primero fuimos haciendo un rodeo y después subimos a través de una canal haciendo zigzag. Estábamos preocupados por si aquella subida haría que Juanito y Paco llegaran muy justos al corte horario, pero esperaríamos hasta llegar al control para ver que íbamos a hacer. Ya empezaba  a anochecer y a hacer fresquito, eso podía ayudar a que Paco se recuperara.  
Paisaje espectacular.
Subida espectacular a Peñacalva.
Al llegar al avituallamiento los compañeros se sentaron a reponer fuerzas y yo pase las pruebas de pesaje y medición, después cogí la bolsa que había preparado para este punto e hice un cambio completo de equipación. Me puse mallas, compresores y calcetines nuevos ( gallumbos no, porque me los había dejado en la mochila) cuando Salí de cambiarme Paco y Juanito ya habían llegado, habían tardado menos de los esperado. En ese momento ya hubo acuerdo total, llegaba la noche y teníamos que ser un equipo y continuar todos juntitos. Nos costó bastante convencer a Juanito que tenía que continuar, él quería retirarse allí y decía que estaba hecho polvo. Entre todos conseguimos convencerle y nos pusimos de nuevo en marcha, ya estábamos equipados con los frontales y algo de abrigo puesto que había refrescado. Natalia y Juanito tenían mucho frio, pero al poco de estar andando se les paso. 
Desde Culla afrontamos una bajada larguísima primero por pista y después por sendero. Antes de acabar la bajada por el sendero, encontramos un avituallamiento líquido sorpresa. Estuvo muy bien porque pudimos beber algo de agua y probar un chorizo buenísimo que tenían, Dani se paró a cambiarse las mallas, y los compañeros tiraron hacia adelante. Yo me espere y después bajamos a toda pastilla para contactar con ellos. La subida hasta el siguiente avituallamiento se hizo bastante larga, pero lo peor no fue eso. A Natalia empezó a molestarle el estomago y se iba quedando rezagada, al llegar al avituallamiento y ser preguntado por mi nivel de cansancio, se quedaron sorprendidos pues les dije que solo estaba un 3 sobre 10. Al parecer todos los que habían sido preguntados, habían dicho que estaban sobre 9 y 10. Natalia estaba bastante mal, le recomendaron parar unos minutos para recuperarse pero ella no quiso dijo que ya se recuperaría.

Comenzaba un tramo bastante largo hasta Vistabella en el cual Natalia fue parando muchas veces, y en el cual quedo evidente que Paco había recuperado las fuerzas por completo. Torrijos y yo decidimos ir con Juanito para que no fuera solo, el control de Vistabella está situado en un recinto cerrado y daban muy bien de comer. Allí fue otro momento en el que tuvimos que trabajar psicológicamente con Juanito, otra vez quería dejarlo y nuevamente nuestra insistencia le hizo continuar. Cada vez quedaba menos para conseguir el objetivo, pero las subidas hacían mella en Juanito, poco a poco íbamos devorando los kilómetros y tras una bajada bastante técnica llegamos al tan ansiado cartel de los 100 km. 
El maxote y Dani junto al cartel de los 100 km.
Habíamos llegado al tope de kilómetros que habían hecho Ramon, Vicente, Dani y Paco y eso era una enorme alegría. Un kilometro después llegamos hasta el avituallamiento, allí llegue apuradillo y pregunte si tenían lavabo. Fui al lavabo a por mí cuarta parada técnica larga (estaba batiendo mi record de cagar en una ultra) aproveche la parada y también me cambie los gallumbos (había una zona que estaba empezando a irritarse, jajaja) los compañeros habían continuado mientras yo estaba en el baño, pero Dani se había quedado a esperarme. Proseguimos los dos y enseguida atrapamos al grupo, Juanito iba el último y resoplaba a cada paso que daba. Decidí que los kilómetros que quedaban hasta el final iba a quedarme con él, no era momento de dejarlo solo pues se hubiera comido la cabeza. Íbamos todos juntos pero caminábamos en grupitos según las fuerzas, Torrijos, Xavi, Natalia iban por un lado, Ramón, Paco, Dani y Vicente por otro y Juanito y yo cerrando el grupo. Suerte que la distancia que había desde el control de Xodos hasta el siguiente no era mucha y llegamos enseguida, ya había amanecido y los ánimos del grupo eran muy altos puesto que habíamos pasado el último corte horario con mucho tiempo de margen y ya solo nos quedaban 11 km para llegar. Juanito que había llegado al control apuradillo, se animo muchísimo al recibir las muestras de apoyo en el control. Cuando proseguimos nuestro camino ya volvía a ser el Juanito de siempre haciendo bromas y con energías renovadas, en el control nos explicaron que encontraríamos un avituallamiento sorpresa de liquido así que los compañeros se pusieron a tirar rápido. El tramo que quedaba hasta la meta iba a ser el más espectacular de la Ultra, pasamos por una zona montañosa espectacular. Yo iba con Juanito dándole ánimos y diciéndole que no debía quedar mucha subida, Dani y Vicente empezaban a notar los estragos de la marcha y caminaban muy cerca de nosotros. 
Tramo muy bonito acompañando al Juanito.
Cuando llegamos al avituallamiento sorpresa los compañeros que debutaban ya veían más cerca el conseguir la hazaña, allí nos comentaron que solo nos quedaban 6 km pero que estuviéramos tranquilos pues solo nos quedaban 2 km de subida, 2 llanos y 2 de bajada. Al inicio de la subida yo me quede un poco atrasado porque llame a Esteve para ver cómo le había ido a los compañeros de Menorca, después de hablar con Esteve puse la directa y me fui a por Juanito y Dani que iban delante. El resto del grupo habían tirado hacia delante y habíamos quedado que se esperarían a 300 metros de la meta para entrar los 9 juntos, suerte que los 2 kilómetros de subida eran por pista ya que Juanito ya andaba justo de fuerzas. El tramo final fue bastante fácil quitando los 2 últimos de bajada, era un tramo de mucha piedra y de mal andar. Cuando llegamos a unos metros de la meta nos encontramos a los compañeros, hicimos nuestra entrada triunfal como finishers todos juntos como un equipo.
Entrada triunfal en meta.
Después tuve que pasar las pruebas finales del proyecto saludable, mientras mis compañeros se duchaban. Las últimas pruebas eran toma de pulsaciones, pesaje, tensión, electrocardiograma y extracción de sangre. Por cierto en la extracción de sangre, no me salía la sangre y me hicieron un daño tremendo jejeje. Después ducha y reencuentro con los compañeros, nos fuimos a buscar el autocar y la escena era divertida. Todo el mundo tumbado en el suelo, con las mochilas como almohadas y durmiendo. El autocar nos dejo en la universidad, tocaba paseo de 2 km hasta el hotel para recoger la mochila, suerte que el hermano de Xavi Torrijos vino a verlo y nos llevo las mochilas de andar. Después  de comer  de vuelta a casa.

118 kilómetros

5439 Metros de desnivel positivo

4227 metros de desnivel negativo

9666 metros de desnivel total

27:58 horas


En conclusión, contento muy contento por superar el primer gran reto de la temporada. Pero sobre todo muy contento por haber ayudado a los compañeros  Ramón, Dani, Juanito,  Paco y Vicente a terminar su primera Ultra Trail de 100 km.  Muy contento también por haber ayudado a Juanito y Paco, los dos pasaron por momentos muy malos durante la Ultra pero que por suerte los dos se repusieron.  Merito también para los tres fenómenos del grupo Xavi Rodríguez, Xavi Torrijos y Natalia que la pobre tuvo que sobreponerse a un fuerte dolor de estomago durante muchas horas. A sido un orgullo poder compartir kilómetros con todos mis compañeros y celebrar un cumpleaños diferente, solo ha faltado mi mujer para que todo fuera perfecto. Agradecerle a mi mujer que comprenda que este deporte me encanta y que me deje apuntarme a estas locuras, y agradecerle que haya ido informando a los compañeros que mandaban mensajes de apoyo. Ha sido un fin de semana perfecto para el CEI, los compañeros que acudían a la Cami de cavalls consiguieron acabar todos y nosotros acabamos los nueve juntos. Esto demuestra que el CEI es más que un club, en el que impera el compañerismo y el ayudarse los unos a los otros en los momentos malos.