viernes, 27 de abril de 2018

MONTSEC ULTRA TRAIL MUT 2018


Siguiendo con la preparación de cara al gran reto de la temporada que serán las 100 millas del País Vasco (Ehunmilak), tenía que hacer una carrera con mucho desnivel y con terreno irregular.
La carrera elegida fue la MUT Montsec Ultra Trail, ¿por qué me decidí por esta carrera? Porque esta fue la primera carrera seria de más de 100 kilómetros que conseguí acabar, fue la primera edición de la MUT y no tenia tanto desnivel ni el recorrido era tan exigente, pero me quedé prendado de los paisajes y los sitios por donde pasamos.
La MUT está considerada como una de las ultras más duras de Catalunya, el recorrido traza una vuelta circular de 110 kilómetros y 7.000 m de desnivel positivo a través de la desconocida Sierra del Montsec, en un terreno técnico lleno de valles, ríos, desfiladeros y embalses. Visita lugares de una belleza indescriptible como el Congost de Montrebei, el camino de las 100 curvas a San Salvador del Bosque, las vertiginosas pasarelas de Montfalcó, la Torre de Alsamora y la cima de Sant Alís (1.675m) como punto más elevado.
Cuando salí de trabajar me fui con Cristina y Jordi hacia Àger. Jordi participaría en la carrera de 21 kilómetros, una carrera que han creado nueva este año a parte de la Ultra y de la Maratón. Llegamos a Àger a las 16h. así que tenía tiempo de tumbarme un rato, no conseguí dormir pero al menos descansé un rato de cara a la caña que me iba a dar. A las 18:30h. nos fuimos a recoger el dorsal, mientras estábamos esperando en la fila llegó Jordi Cot, un amigo de Martorelles que ahora vive en Monzón y es un máquina de las carreras de montaña.
Con Jordi Cot y Jordi Subirà.
Tras recoger el dorsal nos fuimos a cenar como los guiris, a las 19:00h. ya habíamos acabado de cenar y llegaron Toni Santana y Eva y estuvimos hablando un rato hasta que a las 20:00h. nos fuimos hacia el breafing.
Dani el organizador del MUT, solo empezar nos informó que la carrera era muy dura y nos dio una información muy precisa de lo que nos iríamos encontrando a medida que fuéramos avanzando en carrera. Salimos del breafing con ganas de empezar a pesar de saber que nos íbamos a enfrentar a una carrera durísima que nos pondría a prueba física y mentalmente, Toni se fue hacia donde estaba alojado para cambiarse y quedamos en vernos en la colegiata que era el punto de salida de la carrera.
Al llegar a la colegiata pudimos admirar su belleza arquitectónica y comprobar que saldríamos desde un marco incomparable, en la carrera debíamos llevar conectada una APP en el móvil para que nos pudieran seguir los de la organización y nuestros familiares. Antes de salir tuvimos que preguntar cómo funcionaba la APP porque no conseguíamos ponerla en marcha, nos hicimos la foto de grupo y nos dispusimos a comenzar la batalla, saludos entre los conocidos y los no conocidos para desearnos suerte.
Foto de grupo antes de la salida.
Suena una canción motivadora y comienzan a repicar las campanas anunciando que ha llegado la hora de partir. Son las 22h. con la última campanada empieza nuestra aventura. Pasamos una pasarela iluminada con velas y nos adentramos en las entrañas de la colegiata sintiéndonos auténticos caballeros de la edad media,
Saliendo de las entrañas del castillo.
salimos de la colegiata vitoreados por nuestros familiares. Bajamos por un estrecho camino empedrado y llegamos a las calles del pueblo, la salida era neutralizada y teníamos que seguir a dos chicos de la organización. Antes de llegar donde se acababa el tramo neutralizado ya estábamos muy alejados del grupo, eso me recordó a la primera edición en la que participé y en la que fui solo con mi amigo Esteve desde el inicio al final de la carrera.
Salimos del pueblo y nos metemos en campo, pasamos al lado del camping y subimos por pista. Aprovechando que el camino es bueno y todavía no había mucha inclinación íbamos trotando para ganarle tiempo al corte horario, tras unos 3 kilómetros entramos por fin en un sendero. La temperatura era buenísima e incluso hacía calor, íbamos subiendo a buen ritmo ya que el sendero subía pero no tenia gran inclinación. La cosa no iba a ser tan fácil, cuando quedaba poco para llegar al final de la subida el sendero se endurecía. Las rampas eran considerables y empezamos a adelantar a corredores, el último tramo tenía alguna pequeña grimpada pero enseguida llegamos arriba. Ya llevábamos 8 kilómetros y 1000 metros de desnivel positivo, habíamos llegado 15 min. antes de lo que había previsto. Llegamos a una pista y la seguimos hasta que el camino empieza a descender, el terreno era muy irregular y con mucha piedra suelta. Toni empezó a correr rápido y no lo pude volver a pillar hasta que no vino una pequeña rampa, seguimos juntos un tramo hasta que de repente vino una bajada muy técnica de piedra donde Toni se me alejó. Yo no quería arriesgar en la bajada y tampoco quería ir por encima de lo que es mi ritmo, tras bajar ese primer tramo inclinado y empedrado vino un trozo de pista y parecía que la bajada se suavizaba. Dejamos la pista y nos metimos en un sendero con raíces, piedras y tierra muy resbaladiza en el tramo final, donde me resbalé y caí de culo sin hacerme daño. Llegué a una pista que agradecí después de haber sufrido bajando, decidí trotar pero sin llegar a ir a ritmo rápido para aprovechar la pista. Como era de esperar durante la bajada por pista me pasaron varios corredores, tras unos 2 kilómetros por pista el recorrido se desviaba hacia un sendero. Bueno si se puede llamar sendero, era un prado en que las señales estaban situadas en los matorrales. Salí del prado y me metí en un sendero muy guapo por en medio de un bosque, atravesado el bosque se descendía por un sendero donde se podía trotar rápido pero nuevamente decidí conservar. Tras un descenso bastante técnico se llegaba a una riera y desde allí se llegaba a un puente, allí había una fotógrafa a la que no vi ya que solo veía el foco.
Atravesando el puente. 
Tras seguir la carretera un tramo enseguida se llegaba al primer avituallamiento de la carrera, ya llevaba 19 kilómetros y casi 2300 metros positivo.
En el avituallamiento estaba Dani el organizador, me comentó que iba muy bien y que llegaría de sobras al corte horario. Le dije que iba dosificándome ya que no quería sufrir un bajón de fuerzas, salí del avituallamiento solo ya que los corredores que habían llegado justo después de mi seguían allí. Empecé a subir por un sendero zigzagueante a buen ritmo, al poco de empezar a subir me encontré con un corredor que me comentó que Toni iba lejos y no lo pillaría. Yo le comenté que no era mi intención seguirlo y que si pinchaba nos juntaríamos, sino cada uno haría su carrera. El sendero iba subiendo cortando una pista varias veces hasta que llegué a una especie de casa abandonada, allí a lo lejos y arriba se veían luces de corredores. A partir de aquel punto el sendero se endurecía bastante hasta la cima del Coll Colobor, parecía que la subida había terminado pero no, aun seguía subiendo. La señalización era algo escasa en este tramo y había que estar muy atento para no perder las señales de vista, iba totalmente solo y no veía corredores ni delante ni detrás. Después de acabar de subir se seguía un buen rato cresteando hasta que el camino se desviaba hacia una zona de bosque, en este tramo tuve que poner el track porque las señales se habían movido con el viento y no se veían. Pasé varias con gestas de nieve acumulada de las nevadas de las anteriores semanas, llegué a una pista y vi que a lo lejos se veían luces. Aprovechando la pista me puse a trotar y justo antes de entrar en un sendero pille a dos corredores que estaban parados, enseguida me volvieron a adelantar y me quedé solo de nuevo. El sendero bajaba serpenteando con zonas con mucha piedra suelta y me torcí el pie hasta dos veces, eso me hizo aflojar el ritmo. Cuando ya llevaba un rato bajando me encontré que de repente el camino giraba y se subía una pequeña rampa, de repente se llegaba a la ermita de Sant Salvador. Allí comenzaba el camino de las 100 curvas, aunque ya llevábamos unas cuantas antes. Comencé a bajar caminando rápido ya que no me atrevía a trotar por miedo a torcerme el tobillo, a mitad de bajada me llamó Toni y me preguntó por donde iba. Él ya había llegado al avituallamiento, me llevaba 4 kilómetros y ya veía que iba a ser muy difícil cogerlo. Tras pasar unas cuantas capillas de rezo y un montón de curvas llegué a la pista que me dejó en el avituallamiento, me hidraté bien y me quité un par de piedras de las bambas.

En el avituallamiento se retiraron 3 corredores y solo seguía uno que salió un poco después que yo. Tras un largo tramo de pista y un descenso por un sendero bastante técnico llegué al lecho del barranco de Barcedana. Una zona muy perdedora ya que no había un camino evidente, había que seguir las señales que dibujaban un recorrido cruzando hasta 3 veces el rio. Cuando salí del barranco llegué a la carretera, por fin un terreno suave para recuperarse. 2 kilómetros donde aproveché para trotar y caminar rápido, pasando junto al pantano de Terradets mientras iba amaneciendo. Tras pasar un par de túneles llegué al inicio del Barranc del Bosc, empezaba a clarear así que ya me pude quitar el frontal. 
Inicio Barranc del Bosc.
El Barranco es espectacular, se cruzaba subiendo primero y descendiendo hasta el rio después. Tras cruzar el rio empezaba una subida en la que nuevamente di caza a dos corredores, subía a buen ritmo ya que recordaba este tramo de la edición que yo hice. Al llegar al final de la subida se llegaba a un bosque que tras atravesarlo te dejaba en el avituallamiento, empezaba a hacer mucho calor y seguían retirándose corredores. En este avituallamiento se retiraron una de las dos chicas que había en carrera y un chico, yo después de hidratarme bien me puse de nuevo en marcha. Había preguntado en el avituallamiento si el siguiente tramo tenía mucha subida, me dijeron que se llaneaba bastante y que tenía unos 6 kilómetros. La distancia la clavaron, pero llanear lo que se dice llanear hasta los 2 kilómetros más bien se subía, después si se descendía por un bosque y se llegaba a una pista que si llaneaba bastante hasta llegar al avituallamiento fantasma de Morò. Avituallamiento fantasma porque no había ningún colaborador, habían dejado una mesa con comida y bebida a montones en medio de una pista.
Avituallamiento de Morò.
Salí del avituallamiento mentalizado en afrontar la siguiente subida fuerte, adelanté a un corredor que estaba decidido a abandonar en el siguiente avituallamiento y comencé la subida hacia Sant Lis. Un primer tramo de pista bastante bueno daba paso a un sendero que poco a poco iba ganando en inclinación, me encontraba bastante bien pero decidí aflojar el ritmo para reservar energías. Al rato de estar subiendo escuché ruido detrás mío y vi que venían 2 corredores a buen ritmo, uno de ellos me adelanté y me puse a tirar detrás de él hasta coronar la cima. Una vez arriba pensé que se llanearía hasta el avituallamiento, me equivoqué ya que se descendía y se seguía por una pista. Allí en un lateral de la pista había un Seat  600 abandonado, como me quedé mirando el coche y recordaba que la otra edición en la que participé seguía por la pista continué subiendo.
Espectacular paisaje durante la subida.

Curiosidades que encontramos en la montaña.

De repente el reloj me pitó y me puso que estaba fuera de ruta, me había equivocado y tuve que descender unos metros para volver a conectar con el camino bueno. Tras ascender al menos unos 200 metros positivos más se seguía bordeando las pequeñas colinas de la cresta del Montsec d’Ares. Unas vistas espectaculares me hacían más ameno el camino, pero mis cálculos de donde estaba el avituallamiento empezaban a fallar. 
Vistas desde la Cresta.
Había calculado unos 2,5 km desde que había coronado la cima previa hasta el avituallamiento, ya llevaba unos 5 kilómetros y no llegaba al avituallamiento. Pasé por la cima de Sant Alis y su vertex geodésico y descendí a la pista, allí vi a los escobas de la maratón. 
Cima de Sant Lis 1678m.
Aun estaba en el tiempo que me había calculado pero tuve que acelerar para ganar unos segundos, pase una zona donde se estaban tirando en parapente y descendí por la carretera atrapando y cruzándome con algún corredor de la mitja y la maratón  hasta que llegué al avituallamiento. Me paré y me puse a comer para reponer energías y de repente vi que Cristina había venido a verme, me llevé una alegría ya que no me la esperaba allí.
Cristina me ayudé a cambiarme de ropa y me trajo comida y bebida, estuve media hora parado en el avituallamiento y me puse en marcha. 
Reponiendo energías en el avituallamiento.
Bajé andando a ritmo vivo pero sin forzar ya que habían bastantes piedras, me pasaron un par de corredores y me volví a quedar solo. Tras descender bastantes metros llegué a una carretera y seguí un camino paralelo hasta el avituallamiento del pueblo de Alsamora, hacia muchísimo calor y en el avituallamiento me preguntaron si quedaban muchos por pasar. Les comenté que unos cuantos aun estaban en la base de vida parados, allí había un corredor que hacía de escoba de la maratón pero decía que había varios corredores perdidos por el recorrido así que se vino conmigo cuando yo me puse en marcha. 
Atravesando Alsamora.
Teóricamente desde Alsamora me dijeron que quedaban 6 kilómetros hasta el avituallamiento del Pont Penjant. Salí del pueblo junto al escoba y nos pusimos a ascender y descender varios toboganes por un bonito sendero. Le pregunté varias veces si quedaba mucha subida, ya que me notaba flojo y me estaba viniendo una pájara. Llegamos a un tramo donde hicimos una rampa bastante larga e inclinada en la que sufrí muchísimo debido al bajón, al final de la subida pensaba que enseguida llegaríamos al avituallamiento pero aun tuvimos que descender y ascender dos veces el barranco antes de llegar al avituallamiento. Justo cuando iba a llegar escuché que me animaban, eran Eva la pareja de Toni y sus padres que habían estado haciendo una ruta por el Congost de Mont-rebei. Me comentaron que Toni iba bastante adelante y que como iba, les dije que algo justo de tiempo para el corte pero que iba controlando mi ritmo. Me despedí de ellos y fui a avituallar antes de enfrentarme al tramo más emblemático y espectacular de la carrera.
El inicio al Congost de Mont-rebei se hace atravesando el pont penjant, un puente en el que si te cruzas con alguien resulta una experiencia peculiar. El camino que atraviesa el congost es estrecho pero si no tienes vértigo no da sensación de altura, atravesé el congost saludando a todos los turistas que me iba encontrando a mi paso. Por suerte dentro del congost corría una ligera brisa, ya que cuando salí del tramo estrecho el calor era asfixiante, por lo visto los turistas habían quitado las cintas, pero por suerte sabía que había que ir hacia las pasarelas de Montfalcó y volver después hacia atrás para subir hacia el último punto de corte de la carrera.
El Pont Penjant.

El Congost de Mont-rebei en todo su esplendor.

Atravesé el puente colgante que da acceso a las pasarelas y subí por el camino empedrado mientras me cruzaba con muchos turistas, a la altura donde se accede a las pasarelas, me encontré que muchos ya venían de hacer el bucle de Montfalcó. Vi que llegaba la primera chica y le pregunté qué tal iba, se puso a llorar y me dijo que estaba siendo muy duro. Pensé que si ella que iba fuerte estaba sufriendo, a mi no sabía lo que me esperaría. En el breafing nos dijeron que en la parte que iba a hacer, Aragón nos daría la bienvenida a su manera. La manera de saludarnos fue con una larga y calurosa subida, después 3 kilómetros por pista hasta el refugio en los que tuve que acelerar para coger algo de margen para el cierre. Llegué al avituallamiento y apenas paré, en mi mente estaba llegar al corte con margen suficiente. Del avituallamiento al inicio de la subida hacia el control donde estaba el último corte horario, había 4 kilómetros. Los 2 primeros por sendero donde se avanzaba rápido, pero después había que subir las estrechas pasarelas de Montafalcó, 
Apunto de encarar las pasarelas, toda una experiencia.
bajar por el camino empedrado y volver a cruzar el puente colgante, ascendiendo finalmente al cruce de caminos. Un ascenso que se me hizo duro por la calor, al llegar al cruce y empezar la subida hacia el control, tuve que pararme porque me molestaba el estómago y necesitaba soltar lastre. Una vez aliviado intenté acelerar el ritmo aprovechando que la subida no era muy exigente, iba mirando continuamente la hora para ver si tendría tiempo a llegar al corte. No conseguía ver donde estaba el control y cada vez el sendero por donde iba se inclinaba más. Cuando me quedaban unos 25min. para que cerraran el control y llamó Toni para ver cómo iba. Le comenté que no sabía si me quedaba mucho para llegar al control y que no sabía si me daría tiempo a llegar antes del cierre, por suerte enseguida salí a una pista y vi al fondo el avituallamiento. Había llegado 17 min. antes del cierre, allí había un corredor que se disponía a salir, le dije que si me esperaba a que comiera y bebiera algo podíamos afrontar juntos el último tramo de carrera.

El corredor con el que me encontré se llamaba Albert Pinell. Albert fue tirando porque estaba pillando frio y me dijo que me esperaría más arriba. Yo acabé de reponer fuerzas y me tapé para no coger frio y me puse el frontal ya que empezaba a anochecer. Inicié el primer tramo de menos de 1km. pero con un desnivel de 300m. de desnivel positivo con un terreno en el que tenías que clavar bien los palos para no resbalar. Acabado este tramo me encontré con una pared, empecé a subir el pas de l’Onso una dura canal entre paredes de roca con pasos aéreos que había que ir pasando con ayuda de cuerdas. Me junté con Albert y fuimos subiendo juntos, mientras subíamos nos cruzamos con algunos escaladores que bajaban. Si subir era complicado, imagínate bajar y de noche. Al llegar a la cima soplaba aire y la sensación de frio se hizo evidente, tuvimos que pararnos a ponernos el cortaviento y los guantes. Estábamos en una pista en la que se podía avanzar rápido, el problema es que me estaba entrando sueño y no conseguía mantener un ritmo. Albert se me escapaba, pero de vez en cuando me esperaba para reagruparnos. Los 4 kilómetros de pista que hicimos se nos hicieron interminables, ya que era muy monótona. La batería del móvil ya casi habia muerto y me tuve que parar a cargarlo, en esas me llamo Cristina preocupada porque no sabía si había pasado el corte o no, le dije que tranquila que llegaría. Al llegar al avituallamiento me senté a descansar, me ofrecieron comida o algo de beber pero en ese momento tenía el estómago cerrado y no me entraba la comida. Conseguí beber una taza de caldo, aunque no estaba muy caliente me sentó bastante bien. Salimos del avituallamiento con 2 horas de margen para llegar a meta, tras un par de tramos cortando la carretera por pequeños caminos, descendimos unos 2 kilómetros siguiendo la carretera. Albert me decía si podía trotar un poco, yo le dije que me era imposible porque me dolía el estómago y lo único que podía era avanzar caminando rápido. Salimos de la carretera y entramos en un tramo de bajada con muchísimas piedras, en condiciones normales y sin dolor de barriga y pies habría podido bajar trotando despacio, pero bajé como pude a ritmo normal. Tras el largo descenso empedrado por fin llegamos a una pista, Albert me dijo que probara a trotar. Me comentó que fuéramos haciendo cada 30 segundos y así al menos avanzaríamos más rápido, hacía rato que veíamos Àger y el camping pero no llegábamos nunca. Cuando quedaban apenas 2 kilómetros para llegar vinieron a recibirnos unos amigos de Albert y Jordi, nos acompañaron hasta la llegada al camping. Al llegar me esperaba Cristina que llevaba un rato dando vueltas por el camping nerviosa, le di un beso y me acompaño hasta la meta. Lo habíamos conseguido, nos sobraron solo 10 minutos con respecto al cierre pero estábamos muy contentos de haber acabado una carrera tan dura.

112 Kilómetros

7000 Metros de desnivel positivo

7000 Metros de desnivel negativo

14000 Metros de desnivel total acumulado

26:50 Horas

En conclusión, afrontaba esta carrera con la confianza de encontrarme fuerte mentalmente tras mi paso por la Ultra Bandoleros, pero físicamente tenía mis dudas ya que con un terreno con tanta piedra no sabía cómo respondería mi pie derecho. Físicamente me encontré muy bien en todo momento, quizás podría haber trotado en más tramos pero decidí hacer una carrera conservadora y guardar fuerzas para el tramo final. El recorrido de la carrera es realmente impresionante, muy duro por la cantidad de piedras y los fuertes desniveles tanto de subida como de bajada, pero descubrir las maravillas del Montsec no tiene precio. Descender por el sendero de las 100 curvas, atravesar la cresta del Montsec d’Ares, pasar por el barranco que va de Alsamora al Pont penjant, atravesar el majestuoso Congost de Montrebei, subir las pasarelas de Montfalco y ascender el Pas de l’onso. ¿Se puede pedir más? En definitiva dureza y diversión al mismo tiempo, en el tema marcaje se podría decir que era un poco conflictivo ya que en algunas zonas tenias que tirar de track para no perderte y sin embargo en los tramos donde no había sendero evidente te marcaban perfectamente el camino a seguir. Los avituallamientos eran muy completos y el poder disponer de agua con gas en todos es un acierto, los voluntarios muy atentos y animando en todo momento. A pesar de algunas cosas a mejorar, felicitar a Dani y todo su equipo por llevar adelante una carrera así ya que debe ser muy complicado. Felicitar a Toni Santana por el pedazo de tiempo que hizo, estoy contento de su evolución y lo veo cada vez más fuerte. Ha sido un placer compartir con Albert Pinell los últimos kilómetros de la carrera, si no me lo hubiera encontrado se me habrían hecho muy largos. Agradecerle como siempre a Cristina que me acompañe en mis aventuras, me puse muy contento cuando la vi en la base de vida y que me esperara al llegar a meta a pesar de haberla tenido preocupada.  Felicitar a Jordi por su participación en la media maratón.

martes, 17 de abril de 2018

TRAIL ERMITES DE OLESA ( TEO 25 KM )


Después de la lluvia que cayó el sábado durante todo el día, acudía a la carrera con respeto ya que no conocía la zona y desconocía si me encontraría barro o zonas resbaladizas.
Voy hacia Olesa con mi mujer, salimos a las 7:30h de casa para no llegar demasiado tarde y que nos diera tiempo a desayunar. A pesar de que la organización nos facilitaba 4 zonas de aparcamiento, busco un sitio para aparcar que esté cercano a la salida. Tengo suerte porque en una calle a 300 metros de la salida encuentro un sitio, como todavía eran las 8:00 h. y teníamos tiempo para ir a recoger el dorsal, nos metimos en una cafetería a desayunar.
Después de desayunar nos dirigimos a la plaza del ayuntamiento, lugar donde estaban concentrados todos los servicios de la carrera. Vamos buscando la casa de cultura que es donde se reparten los dorsales, para acceder debíamos pasar por la zona del arco de salida y bordear el edificio de la biblioteca. Al llegar me encuentro que hay una cola bastante larga de corredores recogiendo el dorsal, miro mi dorsal y me pongo en cola. Al darse cuenta de que se había formado una buena cola, una de las voluntarias abre las puertas y distribuye a los corredores por distancia. Este gesto agiliza el reparto de dorsales, recojo mi dorsal y me voy fuera para quitarme la ropa de abrigo. Cuando mi mujer me da el dorsal, me doy cuenta de que no ponía mi nombre sino que ponía Arcadi y yo me llamo Blas. Entro de nuevo en la casa de cultura y me dirijo a la mesa de incidencias para comunicarlo, las chicas que habían allí toman nota he informan del error.
Justo enfrente de la casa de cultura y a escasos 50 metros estaba situado el guarda ropa. Allí dejo la mochila de la ducha con la ropa de recambio y la ropa de abrigo que llevaba y me dirijo junto a mi mujer hacia el corralito que estaba situado a 10 metros del guarda ropa. Justo cuando quedaban unos 10 min. para empezar la carrera, la chica que hacía de speaker nos dijo que nos metiéramos en el corralito para darnos un pequeño breafing de la carrera. Me despido de mi mujer hasta la llegada y me meto en el corralito, cuando estoy pendiente de lo que van a decir en el breafing, veo a Brian un compañero de mi pueblo. Me pongo a hablar con él y no me entero de lo que están diciendo, bueno me da igual me enfrentaré a la carrera a la aventura.
Con Brian momentos antes de la salida.
Llega el gran momento, a las 9:00 h. iniciamos la carrera. El primer kilómetro lo realizamos por las calles del casco antiguo de Olesa, enseguida dejamos el asfalto y nos adentramos en un tramo de campos de cultivo que nos lleva en ascenso por pista. La gente va fuerte y no para de correr hasta que el camino se inclina un poco, hacia el kilómetro 2 dejamos la pista y nos adentramos en un sendero ascendente. Este sendero es el primer tramo que realizaron los que corrieron el sábado la TEO vertical, un sendero zigzagueante con una inclinación considerable. La subida se me da bien y subo a buen ritmo, no voy cómodo porque los pies se me duermen por culpa de unas plantillas nuevas que llevo, pero subo rápido. Pasamos junto al Roure donde encontramos una bandera y el camino se suaviza un poco, empezamos a visualizar la silueta de la montaña de Montserrat algo que sería una constante durante toda la carrera. 
Llegando al Roure 328m.
Tras un breve tramo pista volvemos a coger el sendero de la Gronya, un tramo corto pero con una inclinación considerable. Llegamos a la cima y bajada por sendero hasta el avituallamiento, como solo había agua decido no parar y seguir aprovechando que es bajada. Tras un breve tramo de pista encontramos a un voluntario que nos desvía hacia la derecha,  antes de iniciar la bajada nos advirtió que el sendero está muy resbaladizo. El sendero era por el interior de un bonito bosque y nos baja hasta una riera, la bajada se me hizo complicada por lo resbaladizo del terreno. Bajaba con precaución ayudándome de las ramas, pero aparte de ir pendiente de no caerme debía ir algo por encima de mi ritmo porque la gente bajaba muy deprisa. Al final de la riera entramos en un tramo de pista, tras subir unos metros nuevamente entramos al sendero de la Drecera del Pla. Un sendero entre muros de piedra en el que se podía subir bastante rápido ya que apenas tenia inclinación, al acabar el sendero se entraba en un tramo de pista en subida de unos 500 metros hasta que nos encontramos nuevamente un grupo de voluntarios que nos desviaban a la izquierda. Tocaba subir hasta el Puig Cendrós, una subida corta pero bastante inclinada en la que nuevamente adelanto a algún corredor. Al llegar a la cima y si te gusta disfrutar de las carreras, es un lugar de parada obligatoria. Tenemos ante nosotros un mirador privilegiado donde vemos Montserrat y la ermita de Sant Salvador de les Espasses. Tras una bajada algo técnica llegamos a una pista donde nos cruzamos con los corredores de la de TEO 12 km. Desde ese punto venía un descenso de 4 kilómetros hasta el avituallamiento, primero por pista ancha y luego por un bonito sendero que bordeaba la montaña y en el que se podía correr muy bien.
Vistas espectaculares de la montaña de Montserrat.

Bajada con tramos tecnicos.

Llego al avituallamiento y aquí sí que paro un poco a reponer energías, aunque veo muchos corredores que obsesionados con hacer marca no se paran. Salgo del avituallamiento siguiendo una pista, la imagen del camino con los corredores y la montaña de Montserrat al fondo es espectacular. Tras un breve tramo de pista volvemos a entrar en un sendero, un tramo bastante largo donde se puede trotar cómodamente mientras vas viendo la silueta de la montaña de Montserrat al frente.
Correr teniendo estas vistas, es todo un privilegio.
De repente en medio del sendero encontramos otro grupo de voluntarios que nos desvían a la izquierda, nos advierten que los escalones resbalan. A pesar de no ser buen bajador, desciendo el tramo hasta el Congost del Cairat. Un espectacular sendero entre rocas que ascendía hacia la ermita de Sant Salvador de les Espasses, el inicio del sendero no era demasiado inclinado y los corredores aun se atrevían a trotar. Cuando el sendero empezó a inclinarse considerablemente llegó mi hora, me encontraba bien y aceleré el ritmo para adelantar a muchísimos corredores. Cuando estaba llegando a la ermita me reciben con un megáfono y tocando el acordeón, lástima que estoy en carrera sino me hubiera subido al mirador de encima de la ermita para disfrutar de la vista. Salgo del avituallamiento y me dispongo a afrontar un tramo que recorre una cresta espectacular, este tramo me recuerda a las montañas de la isla de Madeira. 
Llegando a Sant Salvador de les Espasses.

Bonito tramo de cresteo.

Tras pasar un pequeño tramo de pista afronto un nuevo cresteo por pequeñas cimas, tras un giro brusco a la derecha llego a un nuevo avituallamiento atravesando un sendero empedrado. Después del avituallamiento afronto una zona de toboganes, tramos de fuerte descenso y tramos de fuerte ascenso. En las bajadas me dejo ir y las subidas que no son muy pronunciadas las camino. A lo lejos diviso la ermita de Sant Pere de Sacama a la izquierda y a la derecha la Creu de Saba. Veo corredores que van subiendo hacia la cruz y me dispongo a encararla con fuerza, de repente dos voluntarios me dicen que todavía no se sube, que aun tengo que pasar por la ermita de Sant Pere de Sacama. Una vez a los pies de la ermita me encuentro con un nuevo avituallamiento donde me llaman Arcadi otra vez, y ya iban unas cuantas durante la carrera. Como se habían equivocado al poner el nombre al dorsal la gente me llamaba por el nombre que leían, agradecerle el apoyo a la gente pero me llamo Blas jejeje.
El descenso de la ermita es por un sendero muy guapo con alguna zona complicadilla, me ha sorprendido lo bien que he bajado. Una vez al final del sendero descenso rápido por pista para llegar al inicio de la subida a la Creu de Saba, un inicio de subida muy inclinado y en el que el calor me ha hecho sudar de lo lindo. Me encontraba fuerte en la subida y aprovechando que no era muy larga y que el desnivel tras un cartel indicativo no era excesivo, he llegado enseguida a la cruz punto más alto del recorrido y cima más alta de Olesa. 
La Creu de Saba, punto más alto de la carrera.
Me pongo a descender por un sendero con algún tramo donde había que saltar y algún tramo de barro, en la bajada me pasa un corredor que había dejado bastante atrás subiendo (o yo bajo muy lento o la gente no tiene miedo a bajar) tras la bajada llego al avituallamiento del Mas de Puigventós. Un avituallamiento donde hay un ambiente magnifico, donde los voluntarios animan muchísimo y nos reciben con música. Justo al lado del avituallamiento sale un sendero muy guapo por bosque que bajo a buena velocidad, cuando acaba el avituallamiento llego a una pista y aumento el ritmo aprovechando que me encuentro bien y el terreno permite correr. Salgo de la pista y me meto en el camí del Samper, un divertido sendero en el que se atraviesa un bonito bosque y se puede correr muy rápido. 
Apunto de afrontar el sendero del camí del Samper.
Acabado el sendero viene una pequeña sorpresa, una subida de unos 300 metros que por suerte no tiene mucha inclinación. Tras la subida me quedan unos 3 kilómetros para llegar a Olesa, aprovecho la pista y acelero mucho el ritmo. En el último tramo que atraviesa una zona de oliveras, almendros y viñas la hago a un ritmo muy rápido, voy tan bien que adelanto a cinco corredores. Entro en las calles del pueblo y encaro la parte inicial de la carrera, el tramo por casco antiguo de Olesa. Bajo muy rápido por las calles y enseguida llego a la recta final, justo cuando voy a encarar los últimos metros me encuentro que vienen un montón de chavales de cara. Mi llegada había coincidido con la salida de la Mini TEO (carrera infantil), una vez en meta me paro en el avituallamiento final para reponer fuerzas. 
Contento por como me a salido la carrera.
Recojo la bolsa del guarda ropa y me voy con Cristina hacia la zona de duchas, que están a 500 metros y no nos es difícil llegar porque estaba muy bien señalizado. Una vez en la ducha y justo cuando me iba a meter a duchar me dicen que no sale agua de las duchas, aprovechando que Cristina estaba esperándome le digo que entre en el vestuario femenino y mire si hay alguna chica. Habían dos chicas duchándose, pero cuando terminaron entramos todos los tíos al vestuario femenino para podernos duchar. Tras la ducha Cristina y yo nos vamos a la zona de entrega de premios para asistir al sorteo de obsequios, a pesar de sortear hasta 4 jamones y varias cosas más, a mí no me tocó nada como siempre jajaja.

24,3 Kilómetros

1386 Metros de desnivel positivo

1386 Metros de desnivel negativo

2772 Metros de desnivel acumulado total

3:14 Horas

En conclusión, a pesar de no estar acostumbrado a las carreras cortas y rápidas, he de decir que se me ha dado bastante bien. En el tema físico he ido de menos a más, al principio de la carrera tenia molestias en los pies ya que se me quedaban dormidos por culpa de las plantillas, también notaba alguna molestia en la rodilla, a medida que han ido pasando los kilómetros me he ido encontrando muy bien y he acabado a un ritmo muy fuerte. El recorrido me ha encantado, las vistas a la montaña de Montserrat impresionantes, el marcaje perfecto era imposible perderse. Agradecerle a Esportistes.Cat el dorsal de la carrera, espero estar a la altura y que me salga una crónica buena para que los lectores de la página que quieran ir a la carrera sepan que pueden encontrarse. Agradecerle a Cristina que haya venido a acompañarme a pesar de estar resfriada, como siempre me gusta que esté en la meta cuando llego en una carrera.

domingo, 8 de abril de 2018

CORONANDO CIMAS EN EL MONTSENY


Nuevo entreno de calidad pensando en acumular desnivel y kilómetros de cara a Ehunmilak, esta vez el lugar elegido ha sido el Macizo del Montseny. Aprovechando que se celebraba la Ultra del Montseny, decidí hacer un tramo de la Ultra y añadirle el ascenso a las cimas del Turó de l'Home 1706m y les Agudes 1705m (en la carrera no se asciende a las cimas)
Como quería entrenar, pero también quería llegar pronto a casa y no estar todo el día fuera, decidí que saldría a las 6:00h hora en la que empezaba la carrera. Mi intención era acompañar a mi amigo Toni Santana hasta la zona del Turó de l’Home y después el que hiciera su carrera, era una forma de exigirme llevar un ritmo superior al que haría si fuera solo.
Toni me llevo en su coche a Cànoves, el pueblo desde donde salía la carrera. Tras desayunar algo nos fuimos hacia la zona de salida, yo me metí con Toni para ver si podíamos salir juntos. No me pusieron ningún problema en entrar en el corralito, supongo que por una persona mas no pasaba nada.
A las 6:03h con un poco de retraso se dio inicio a la carrera, yo salía sin ninguna presión ya que iba a entrenar y no tenía que estar pendiente de cortes horarios. Eso si seguir a Toni los 2 primeros kilómetros me costó muchísimo, aunque el inicio de la carrera era en llano enseguida se empezaba a subir y Toni no paraba de correr. Yo al ser un corredor de larga distancia, no estoy acostumbrado a salir a ese ritmo. Por suerte enseguida entramos en un sendero y aunque Toni corría en todos los llanos, le podía seguir un poco por detrás. Los primeros kilómetros de la carrera eran en constante subida, alternando bonitos senderos con tramos de pista. Antes de llegar al primer avituallamiento que estaba situado en el Coll de Paletrins ya nos quitamos los frontales, desde allí podíamos observar una bonita panorámica del Turó de l’Home y observamos que el día amanecía nublado pero no pintaba mucha lluvia.
Como yo no estaba en carrera no me acerque al avituallamiento, entramos en un sendero con una fuerte inclinación. Como me encontraba bien me puse a tirar a ritmo fuerte, adelante a muchos corredores y el único que seguía mi ritmo era Toni que se encontraba fuerte. Al final del sendero se giraba a la derecha y enseguida se llegaba a la cima del Turó del Samont 1272m, la primera de las cimas que iba a hacer en la ruta.
En Turó del Samont 1272m primera cima del recorrido.
Iniciamos la bajada siguiendo una serie de senderos espectaculares, a pesar de bajar trotando bastante rápido, Toni me dejo bastante atrás ya que el baja mucho mejor que yo. Por suerte tras los senderos se llegaba a una pista ancha, allí pude dar alcance a Toni tras acelerar un poco el ritmo. Bajamos juntos trotando a buen ritmo aprovechando que habían 4 kilómetros de pista, al final de la pista se llegaba a una bonita riera que se atravesaba y llegaba hasta la entrada al pueblo del Montseny. Enseguida llegamos al avituallamiento, como era en un local, yo le dije a Toni que me esperaba fuera mientras el reponía fuerzas. Yo había ido con provisiones para no pasar hambre, cuando salió Toni del avituallamiento nos pusimos en marcha para encarar la subida hacia el Turó de l’Home.
Comenzamos a subir por pista un buen rato a un ritmo fuerte, pasamos junto a una fuente en la que aproveche para reponer agua. Tras un par de tramos de sendero entramos en el GR 5.2, desde allí nos esperaba un tramo bastante vertical de subida. Toni se puso a tirar a un ritmo muy fuerte hacia arriba, yo intentaba seguirle el ritmo pero no podía recortarle distancia. Recordaba ese tramo como un camino empedrado y con zonas tapadas por los arbustos, por lo visto han hecho un camino para que puedan acceder los vehículos de bomberos y el camino había perdido su encanto. Por suerte un poco más arriba el camino ancho acababa y se entraba en los senderos típicos de la zona, inclinados, con piedra suelta y con arbustos a lado y lado. Conseguí atrapar a Toni y le pedí que me pasara los buff ya que había empezado a soplar el viento y la sensación de frio se notaba, mientras me ponía protección en la cabeza y en el cuello Toni siguió hacia adelante y se distancio bastante nuevamente. Intente acelerar el ritmo para ver si lo pillaba antes de llegar arriba y poder desearle suerte, no lo conseguí y me saludo desde arriba mientras yo le deseaba suerte. Una vez arriba yo me desvié para subir a la cima del turó, los miembros de la organización de la carrera me decían que por allí no era, yo les dije que no iba en carrera y que iba hacia la cima. Me quedaban pocos metros para llegar arriba, pero con lo que llevaba de desnivel desde el Montseny los últimos metros hasta la cima se me hicieron largos. Me hice la foto rápido porque soplaba mucho viento y la sensación de frio era considerable, aprovechando un pequeño muro de piedra me puse a refugio del viento para hacer una parada para comer y ponerme los guantes.
En el Turó de l'Home 1706m segunda cima del recorrido.
Me dispuse a afrontar en solitario lo que me quedaba de ruta, notaba las manos heladas a pesar de llevar guantes. Descendí del turó y volví al GR para seguir el mismo itinerario de la carrera, los pies me molestaban un poco así que no quise forzar y cruce la cresta desde el Turó al Coll de les Agudes caminando rápido. Al llegar al coll me volví a desviar del GR para ascender a la cima de les Agudes 1705m, el viento en la cima era fortísimo y tuve que salir de allí rápidamente. 
Dirigiendome hacia les Agudes.

En les Agudes 1705m tercera cima del recorrido.

Volví al camino y empecé a bajar por el GR en dirección a Sant Marçal, adelante a algún corredor que bajaba con miedo. La primera parte de la bajada es algo técnica con mucha piedra y donde hay que cruzar alguna tartera, además en algunos sitios había placas de nieve que hacían extremar las precauciones. En el tramo más fácil decidí ponerme a trotar un poco, mientras iba bajando de repente me torcí el tobillo a lo bestia. Al principio el pie me dolía bastante y tuve que ponerme a caminar, por suerte el dolor fue desapareciendo hasta que nuevamente tuve otra torcedura. Esta vez no me dolió tanto y en la pista pude trotar un poco, así entre trotar y caminar llegue a Sant Marçal.
En el avituallamiento me preguntaron el dorsal, yo les comente que no hacia la carrera y no me acerque ni siquiera al avituallamiento (si hago un entreno, no es cuestión de utilizar los avituallamientos si no he pagado)
Comencé la subida que me notaba algo flojo, igual influía el no haberme hidratado lo suficiente. Decidí tomarme con calma los primeros metros de subida y beber todo el líquido que pudiera, los primeros 2 kilómetros de la subida son muy inclinados y se pasa por una zona de castaños espectacular. Tras reponer líquidos la energía me volvió y pude hacer ese tramo sin problemas, lejos del ritmo que puedo subir pero suficiente para recuperarme. Tras el primer tramo de subida se llaneaba hasta el Coll Pregon, aquí la carrera descendía en dirección a Viladrau y yo me fui en dirección al Matagalls. Algún corredor al verme me decía que me había equivocado, seguí en dirección al Matagalls totalmente solo. 
Zona espectacular del recorrido.

Coll Pregon.
Normalmente un fin de semana el tramo de coll Pregon al Matagalls es una autentica rambla de gente, pero no me encontré a nadie hasta llegar a la cima. La primera vez que estaba en la cima del Matagalls totalmente solo, al momento llego un corredor al que pedí que me hiciera la foto de rigor. 
En el Matagalls 1697m la cuarta y última cima del recorrido.
Desde el Matagalls descendí siguiendo el sendero que baja por el Collet del Llop, una vez pasada la Font del Matagalls volví a encontrarme las señales de la carrera y algún corredor de la Trail me adelanto mientras descendía por el Collet del Estanyol hasta el Pla de la Barraca. Desde allí el sendero ya no tenía tanta piedra y se dejaba correr bien, así ya entraba en el tramo final de bajada. 
Afrontando el tramo final de bajada.
Aquí me encontré bien y como quería pasar a un numeroso grupo de personas me puse a correr bastante rápido, no sé si fue por eso o por casualidad pero el dron que gravaba imágenes de la carrera se puso a seguirme mientras bajaba. A medida que me acercaba al Collformic escuchaba la megafonía del avituallamiento, así enseguida llegue al avituallamiento y en el parquin me esperaba mi mujer Cristina para recogerme.

39 Kilómetros

3201 Metros de desnivel positivo

2403 Metros de desnivel negativo

5064 Metros de desnivel total acumulado

7:09 Horas

En conclusión, he hecho un buen entreno de calidad a ritmo de carrera. En el tema físico me he encontrado bien aunque con un pequeño bajón en la subida hacia el Matagalls, en el tema molestias no he estado tan fino ya que la planta de los pies me ha molestado bastante sobre todo bajando en tramos empedrados. Ha sido un placer poder compartir kilómetros con Toni, me hubiera gustado hacer la carrera entera con él, pero tenía que estar pronto en casa así que el tramo que hice ya estuvo bien. Agradecerle a Cristina que me dejara hacer el entreno y me viniera a recoger a Collformic, seguimos sumando experiencia de cara a los próximos retos.

miércoles, 4 de abril de 2018

MARXA 24 H CAP DE CREUS 2018


Esta era mi quinta participación consecutiva en la marxa del Cap de Creus. Cada año la motivación ha sido superar el tiempo del año anterior ya que el terreno me lo conozco como si fuera la Serralada Litoral.
 La marxa del Cap de Creus es una marcha de resistencia por montaña individual de 87 Km. Dentro de la misma prueba cuenta con una distancia de 60 km.  y una más corta de 27 km. La filosofía de la marcha es hacer un recorrido que transcurra por la región del Mar de Arriba, incluyendo partes dentro o cercanas a los dos entornos protegidos que tenemos en la zona: el Paraje Natural Protegido de la Albera y el Parque Natural del Cap de Creus. Para dar a conocer las actividades de senderismo y el territorio por donde se desarrolla. Transcurre básicamente por senderos y pistas forestales, incluyendo tramos de las Grandes Rutas: GR11 - El Sendero Pirenaico y el GR92 - El Sendero Mediterráneo. Transcurre por los parajes de la Mar de Arriba con lugares muy conocidos y emblemáticos como Cadaqués, Cala Jòncols, Cap de Creus, Sant Pere de Rodes. Pero también con pequeñas sorpresas de parajes como San Silvestre y la Sierra de Verdera. Es una marcha que comienza en la playa con un tramo de unos 100 metros y donde se tiene la visión del mar durante prácticamente todo el recorrido.
En esta nueva aventura me acompañaban mi mujer Cristina y mi amigo Jordi, que tenía que correr la distancia de 60 km. pero el jueves se lesionó en un entrenamiento previo. Subimos a Llançà por la mañana para aprovechar el día, al llegar nos relajamos un rato en la habitación antes de ir a dar una vuelta por el puerto y subir al illot de Castellar. Como este año no se hacia el breafing explicativo de la carrera aprovechamos para ir a cenar pronto. En la cena coincidimos con dos amigos del CEI (Ana y Martí) después de cenar a la cama que al día siguiente había que madrugar.
Tras una noche sin poder dormir por culpa del ruido que hacían los vecinos de habitación de la pensión, suena el despertador a las 6:15h. A las 6:45h. junto con Cristina y Jordi nos dirigimos hacia el puerto para recoger el dorsal, de camino nos encontramos con Martí y Ana y fuimos juntos hasta el puerto. Una vez recogimos el dorsal nos fuimos a almorzar, mientras estábamos almorzando llegó Toni Santana, un amigo con el que he hecho bastantes carreras, con él venía su pareja, Eva. Este año la marxa no entraba en la copa catalana, eso hizo que no hubiera muchos compañeros del CEI apuntados. Aun así pude saludar a alguno y también a compañeros con los que hacía tiempo que no coincidía como Roque y Bea. Toni estaba acompañado por un compañero de los Oju Ke Passu, David Isabel y dos chicos más que no conozco.
Con Cristina antes de ir hacia la salida.

Con Toni antes de empezar.
Cuando quedaba poco para empezar nos fuimos hacia la línea de salida para coger posiciones, antes de empezar pude saludar a David Anchuela que corría la carrera de 27km.
A las 8:00 h se dio la salida desde la arena de la playa. Arranqué enganchado a Toni y David pero a los 500 metros ya vi que no iba a poder aguantar el ritmo que llevaban. Decidí aflojar el ritmo y disfrutar de la carrera. Tras cruzar el paseo marítimo y dos pequeñas calas entramos en las playas del Cap Ras. Un tramo donde se pasa por antiguos bunkers y bonitas calas, llegando a cruzar por una larga playa para ir a encarar la primera subida de la marxa. 

Atravesando la zona del Cap Ras.
Espectaculares paisajes.
 Toni y David se habían distanciado bastante y no los veía a lo lejos, seguí a mi ritmo y encaré la subida con fuerza adelantando a varios corredores. Tras la primera subida se llegaba a una pista que ascendía a las montañas de Colera, una subida que invitaba a correr por la escasa inclinación del inicio. Yo decidí correr solo en los tramos llanos, donde el camino se inclinaba yo caminaba rápido y mi ritmo era superior a algunos que iban corriendo. Tras 12 km. desde la salida, llegué al primer avituallamiento de la marxa que estaba situado en la ermita de Sant Miquel de Colera. Tras comer un par de donuts y beber algo para reponer fuerzas, me puse de nuevo en marcha. Tras un par de senderos llegué a la corta pero inclinada subida hacia el Puig d’Esquers. Las vistas desde la cima eran espectaculares, a un lado se podía admirar toda la costa de Llançà y el Port de la Selva y al otro los pirineos nevados.
Magnificas vistas desde la cima del Puid d'Esquers.
La bajada del Puig d’Esquers es bastante técnica, pero cada año la bajo mejor y más rápido a pesar de no ser muy bueno bajando. Tras la bajada me puse a trotar para ganar algo de tiempo. El sendero que descendía hasta el segundo avituallamiento también lo hice más rápido que el año anterior a pesar de ser un sendero de mal pisar y en el que en el tramo final había una buena inclinación. Como en el avituallamiento solo había agua ni siquiera me paré, quería aprovechar que venía una bajada larga por pista para acelerar un poco para intentar pillar a Toni. Tras dejar la pista se descendía hacia a la iglesia de Sant Silvestre de Valleta, desde allí venia un largo tramo siguiendo la riera hasta que se llegaba al pueblo de Valleta. 
Sant Silvestre de Valleta.

Un tramo que se me hace muy pesado ya que no soy corredor y son unos 5 km. prácticamente llanos, tras pasar el pueblo de Valleta se sube un corta fuegos muy inclinado. Llegué al tecer avituallamiento y nuevamente decidí no parar, ya que quedaban pocos kilómetros para llegar a Llançà y llevaba un tiempo muy bueno. Tras una ligera subida me dispuse a encarar la bajada hacia Llançà pasando por las ruinas de Sant Genis del Terrer. 
Sant Genis del Terrer antes de descender a Llança.
Bajé por el sendero bastante rápido y al llegar abajo me despisté y me metí en la riera. Tuve que atravesar unos campos para volver al camino, una vez en el camino me encontré con tres corredores que me preguntaron si íbamos bien. Yo les dije que sí que enseguida llegaríamos al último tramo, seguimos juntos y llegamos al tramo cementado. Un largo tramo por una riera cimentada donde los tres corredores me dejaron atrás enseguida, yo no quería forzar porque aun me quedaba mucho y encima iba muy por debajo del tiempo del año pasado. Casi sin darme cuenta llegué al avituallamiento de Llançà, llevaba 27 km y 3:05 horas así que iba demasiado rápido. Me senté a comerme un plato de macarrones y descansar unos 10 minutos, cuando me levanté para encarar el bucle de 60 km. me di cuenta que los isquios los tenía bastante cargados.
Me despedí de Cristina y Jordi y me puse en marcha, empezaba el tramo de 60 km. unos 45 minutos antes de que salieran los que iban a correr esa distancia. Los primeros metros de subida me costaron bastante ya que con el plato de macarrones se me había revuelto un poco el estómago, tuve suerte que tras una primera rampa venia un tramo que llaneaba bastante. Este tramo me sirvió para recuperarme y pude aumentar el ritmo, tras una ligera bajada empezaba la subida en serio. Se subía en dirección hacia Roca Miralles pasando un primer tramo muy inclinado en el que el calor empezaba a notarse. Por la mañana habíamos tenido un tiempo nublado y fresco ideal para correr pero mientras subía no corría aire y el sol pegaba con fuerzas. Tras subir a buen ritmo llegué al final del sendero, desde allí el camino giraba y se encaraba hacia el corta fuegos de Roca Miralles. Un camino muy inclinado en el que al llegar arriba se disfruta de unas vistas espectaculares de la costa de Llançà, era la primera vez en cinco años que llegaba allí casi solo. 

Bonita imagen de la costa de Llança.

Tenía algún corredor delante pero a lo lejos y los que venían por detrás también los tenía a cierta distancia. Tras llegar al final de la subida se disfruta de una bonita vista de Sant Pere de Rodes. Seguí trotando por la pista hasta el avituallamiento. Como me quedaba muy poco para llegar a Sant Pere y allí solo había agua decidí no parar, una ligera subida y llegué a las ruinas de Santa Helena previas a la llegada al monasterio de Sant Pere de Rodes. La llegada hasta el avituallamiento se hace atravesando un paseo en el que hay muchísima gente, justo antes de llegar al avituallamiento me crucé con Eva, su hermano y sus padres. Me dijo que Toni hacia poco que había salido de allí y que me esperaría en la subida ya que iba tocado de piernas. A los pocos metros me esperaba Cristina, me ayudó a llenar los bidones y me pregunto que como iba. Le comenté que ya iba cansadillo pero que intentaría coger a Toni, me dijo que no forzara y nos despedimos hasta el próximo avituallamiento donde nos pudiéramos ver que sería en Cadaqués.
Me dispuse a encarar la subida hacia el Castell de Sant Salvador de Verdera con energía, mientras subía por el estrecho sendero me iba cruzando con muchísimos turistas. Durante la subida se puede disfrutar de una bonita vista del monasterio, una vez arriba se accede al castillo atravesando un portón que te transporta a la edad media. 
Sant Pere de Rodes desde la subida a Sant Salvador.

Tras atravesar unos metros por el interior del castillo se salía por un hueco en el muro, el camino se dirigía hacia la temida cresta de Sant Salvador. Unos primeros metros y se llegaba a un mirador desde donde se podía admirar perfectamente el Golfo de Roses. 
El Golfo de Roses y el Golfo de Rojo.


Castillo de sant salvador de Verdera.

Tras la foto de rigor me dispuse a encarar la cresta antes de que llegaran los primeros corredores de 60 km. Cuando llevaba unos pocos metros cresteando y en un tramo de bajada, metí la pierna izquierda entre dos rocas y me dio un fuerte tirón el gemelo. Tras unos segundos me pude poner de nuevo en marcha aunque con dolores. Seguí avanzando y me encontré con algunos compañeros del CEI que hacían la carrera de 60 km. y habían salido 1:30h antes de la salida oficial para poder disfrutar de la marxa durante más horas de sol. Cuando estaba a punto de adelantarlos y nuevamente en un tramo de bajada, me dio un fuerte tirón el gemelo, pero esta vez el de la pierna derecha. Por suerte como Vicente compañero del club estaba cerca le pedí que me estirara el músculo. Me puse en marcha y adelanté a los compañeros. Afrontaba el tramo que quedaba de cresta con dolor en los dos gemelos. A cada paso el dolor era más fuerte y estaba deseando abandonar la cresta, una vez finalizo la cresta inicié la bajada por un sendero bastante bueno para correr. Yo podía trotar pero no podía acelerar el ritmo, de repente el viento empezó a soplar con fuerza y había zonas en las que costaba avanzar. Me costó bastante llegar al avituallamiento ya que entre los dolores en los gemelos, el viento y el continuo sube y baja se me hizo larguísimo el tramo desde que salí de Sant Pere de Rodes. Una vez llegué al avituallamiento me fui directamente a los chicos de la ambulancia, les comenté lo que me había pasado y si me podían poner alguna crema. Me metieron en la ambulancia y me hicieron un masaje en los gemelos con antiinflamatorio, mientras estaba en la camilla llamé a Toni para preguntarle por donde iba. Me comentó que hacía 15 minutos que había salido del avituallamiento y que iba tocado de piernas, que nos veríamos en Cadaqués. Inicié la subida hacia el Pení con dolor en los gemelos, a los pocos metros de iniciar la subida el viento empezó a soplar con mucha fuerza y la sensación de frio era considerable. Me paré un momento y me puse el corta vientos, como me dolían los gemelos decidí hacer un poco de trampa y subir por la carretera en vez de subir por el sendero. Quería subir por un terreno favorable para que mis gemelos entraran en calor, como la carretera no tenía mucha inclinación me puse a caminar todo lo rápido que pude para ver si podía recortarle un poco de tiempo a Toni.
Cuando llegué donde se juntaban la carretera y el sendero comenzó a soplar el viento con muchísima fuerza. Cuando llegué al final de la subida y estaba a punto de encarar la bajada hacia Cala Joncols vino una ráfaga de viento que me empujaba hacia adelante y casi no podía frenar. Por suerte cuando descendí unos metros el viento cesó un poco, la bajada hacia Cala Joncols es una pista larguísima con unas vistas al mar magníficas. Me puse a trotar pero sin forzar ya que si apretaba los gemelos se quejaban. A medida que bajaba me fijé que a lo lejos se veía como caían cortinas de agua en el medio del mar. Cuando ya encaraba los últimos 2 km. antes del avituallamiento vinieron un par de ráfagas de viento en contra que no me dejaba avanzar, justo antes de llegar al avituallamiento el viento cesó de repente y comenzó a hacer mucho calor. Aprovechando el avituallamiento me senté para quitarme el corta vientos ya que tenía mucho calor. Allí saludé a Albert Torrents de Ultres Catalunya. Tocaba subida y recordaba que era bastante inclinada y yo estaba pasando un mal momento debido al calor que tenía y el dolor en los gemelos, subí sufriendo bastante ya que me encontraba flojo. Al llegar al final de la subida me puse el corta vientos y llamé a Toni para preguntarle por donde iba, me dijo que iba 1,5 km por delante así que seguía llevándome 15 min. de ventaja.
Bonita imagen de Cadaqués durante la bajada.

Ya vi que no iba a poder pillarlo a no ser que parara un buen rato en Cadaqués, como lo estaba pasando mal se me pasó por la cabeza que si Toni no estaba en el avituallamiento abandonaría. Traté de bajar trotando en los tramos en los que el camino bajaba y de caminar rápido en el resto. Al entrar en Cadaqués me encontré con la misma escena de todos los años muchísimos turistas invadiendo el paseo marítimo por donde discurría la marxa. Tras dejar el paseo y subir un pequeño tramo llegué al pabellón, allí me esperaban Cristina y Jordi y por suerte Toni aun seguía allí ya que había hecho una parada larga para recuperarse.
Toni ya iba a salir y le pedí que me esperara 5 min. para salir juntos, igual hubiera necesitado algo más de descanso pero el poder ir acompañado me haría recuperar antes. Salimos de Cadaqués pasando por Port Lligat y la casa de Dalí, tras cruzar una urbanización entramos en un sendero que iba paralelo a la carretera. Tras subir por la carretera unos metros se entraba en sendero para encarar 4 km. hasta el faro, este tramo se nos hizo larguísimo por no poder trotar y tener que hacerlo andando, además es un continuo sube y baja por terreno muy empedrado. Cuando ya estábamos a punto de llegar al faro nos dio alcance Xavi Rodríguez que había venido a correr la de 60 km.
Llegando al faro del Cap de Creus.
 
continuamos los tres juntos hasta el faro aunque a mí me costó seguir el ritmo de Toni y Xavi subiendo. En el faro soplaba viento y no era muy recomendable parar mucho rato, pillamos algo de comer y de nuevo en marcha. Mientras bajábamos Xavi nos dijo que fuéramos con él, yo le comenté que a mí me era imposible trotar y que los gemelos me molestaban bastante. Me ofreció magnesio y una pastilla de sal, cuando dejamos atrás el parquin del faro nuevamente comenzó a soplar el viento con muchísima fuerza. El viento no nos dejaba avanzar, por suerte enseguida llegamos al sendero que bordeaba la carretera y que iba entre matorrales cosa que hacía que el viento no molestara tanto. A medida que avanzábamos por el sendero el viento iba aflojando. El sendero discurría paralelo a la carretera pero se convertía en un auténtico laberinto entre matorrales. Tras un buen rato cruzamos la carretera y nos dirigimos hacia una zona solitaria, sin vistas y con un paisaje muy poco atractivo a la vista. El ritmo que llevábamos era bueno teniendo en cuenta que íbamos caminando, tras descender a una riera iniciamos la última subida dura de la marcha. Desde allí a Sant Baldiri aun quedaban un par de subidas pero no tan duras, llegamos al avituallamiento de día. Ni el año pasado que batí mí récord había conseguido llegar a aquel avituallamiento con tanta luz solar.
Salimos del avituallamiento dispuestos a afrontar los últimos 12 km. de la marcha, la última subida la hicimos casi sin darnos cuenta. Nos paramos a ponernos los frontales para encarar la bajada hacia el Port de la Selva, la bajada la hicimos entera andando. Yo me había recuperado bastante del dolor en los gemelos, me veía con fuerzas para trotar un poco pero Toni tenía las piernas muy cargadas y bajamos andando. Cuando llegamos a la carretera que lleva al Port de la Selva besé el asfalto por haber llegado a un terreno bueno. Seguimos la carretera andando a buen ritmo mientras nos pasaban algunos corredores de la carrera de 60 km. Llegamos al Camí de Ronda que lleva desde el Port de la Selva a Llançà. Eran las 21 h. y Toni me comentó que podíamos llegar a las 22 h. o antes. Yo le dije que lo veía muy difícil a no ser que trotáramos todo el camino de ronda, Toni me dijo que él no tenía fuerzas para trotar y yo tampoco estaba en condiciones así que tocaba andar. El camí de Ronda si se hace como un paseo sin haber hecho nada antes, no tiene dificultad. Pero si vienes con 80 km. en las piernas, las pequeñas subidas y los tramos de escaleras que te encuentras se convierten en un suplicio. Ya para rematar el suplicio antes de llegar a la meta se tiene que cruzar la Playa del cau del LLop y subir un tramos de escaleras. Una vez hecho ese tramo enseguida encaramos la última bajada hacia la meta. Al llegar a los metros finales nos pusimos a trotar. En meta nos esperaban Cristina, Jordi, Eva, los padres, el hermano de Eva y Ana la mujer de Martí. Tras recoger la camiseta y comer algo, nos fuimos para la pensión a ducharme y a dormir.

87,6 Kilómetros

3460 Metros de desnivel positivo

3460 Metros de desnivel negativo

6920 Metros de desnivel acumulado total

14:24 Horas

En conclusión, seguimos sumando kilómetros y condiciones adversas de cara al gran reto de la temporada. Una vez más he disfrutado de los paisajes del parque natural del Cap de Creus. Físicamente me he encontrado muy bien hasta que me han dado los dos tirones en los gemelos. Durante la carrera hemos tenido de todo menos lluvia, al principio un día nublado con buena temperatura, al mediodía calor y por la tarde ráfagas de viento muy fuertes. Agradecer a Vicente que me ayudara en la cresta y a Toni que me esperara en Cadaqués, quizás si no me hubiera esperado me habría retirado por precaución, pero el ir acompañado me sirvió para poder acabar. Como siempre no tengo palabras para agradecerle a Cristina que me hiciera el seguimiento, ella sabe que cuando hago una carrera y la veo en los avituallamientos me da energías.