No tenÍa
pensado hacer el Trail Emmona este año, primero porque en principio tenÍa que
trabajar todo el fin de semana y segundo porque estoy intentando recuperarme de
una molesta fascitis plantar.
Pero
durante la semana me dijeron en el trabajo que el viernes tarde y el sábado
tendría fiesta y eso unido a una inscripción que le había tocado a mi amigo
Toni Santana me hizo decidirme a apuntarme a la aventura. También sería una
buena oportunidad de entrenar en altura de cara a la Ultra de Andorra, y acompañar y aconsejar a los amigos Toni y
Yeray que debutaban en la larga distancia.
El
viernes fui hacia Sant Joan con mi mujer Cristina. Pasamos primero por
Vilallonga de Ter donde iba a dormir Cristina. Después pasamos por Camprodon a
recoger a Toni y su Novia Eva para ir a recoger los dorsales, acudir a la
charla técnica e ir a la cena del corredor.
Cuando
llegamos a Sant Joan fuimos hacia la charla técnica. Este año se alargó un
pelin más de la cuenta debido que la Emmona ha entrado dentro del circuito
Alpin Ultras, un circuito compuesto por tres de las carreras más duras de
Europa, la Ultra Trail Emmona, la Ultra Valls d’Aneu y la Canfranc-Canfranc.
Estuvieron explicando en qué consistía el circuito y entrevistando corredores
top, después empezó la charla técnica. Al parecer este año no se esperaba tan
mal tiempo como el año pasado, pero nos avisaron que el sábado al mediodía se
preveían algunas nubes sobre las zonas altas y que irían estudiando el tiempo.
Cuando
salimos de la charla nos fuimos a la cena del corredor, después fuimos a ver la
salida de la Ultra donde participaban algunos compañeros. Después estuvimos
tomando algo mientras llegaba Yeray, cuando llegó nos fuimos hacia el coche
para cambiarnos.
Ultimos preparativos. |
Apunto para la batalla. |
Cuando nos cambiamos nos fuimos hacia la zona de salida, allí
nos juntamos con Dani, un compañero del CEI. La aventura estaba a punto de
empezar, nos despedimos de Cristina y de Eva y nos metimos en el corralito de
salida.
La
música se escuchaba a tope y hacia subir nuestra adrenalina, el speaker animaba
al público a que realizaran la cuenta atrás todos juntos. El ambiente en la
zona de salida era espectacular, casi sin darnos cuenta la cuenta atrás había
finalizado y nuestra aventura en la Trail Emmona daba comienzo.
Cristina
y Eva nos grabaron en la salida. Nosotros dimos un rodeo por las calles de Sant
Joan antes de cruzar el espectacular puente medieval, al llegar al puente nos
esperaban Cristina y Eva para animarnos, que salieron corriendo para vernos
pasar por allí. Al cruzar el puente nos quedamos alucinados del ambientazo, unos
cuantos voluntarios sostenían antorchas y daban una ambientación brutal al
puente. Al salir de las calles de Sant Joan ya entramos en plena batalla. Los
primeros 2 kilometros tuve que controlar el ansia de Toni, Yeray y Dani que querían
correr demasiado. Después empezamos las primeras rampas, allí mantuvimos un
buen ritmo hasta que llegamos a la mitad de una subida. Allí había un corredor
que nos estaba haciendo un poco de tapón, así que decidí que teníamos que hacer
un cambio de ritmo o perderíamos mucho tiempo. Cuando ya adelantamos a aquel
corredor, llegamos a una zona de bajada por camino asfaltado. Allí Dani y Toni
se pusieron a tirar muy rápido, Yeray se quedó a mi ritmo. Yo no soy nadie para
dar consejos, pero después de muchas Ultras sé lo que pasa si uno se quema
desde el principio. Avanzábamos al ritmo previsto y casi sin darnos cuenta ya
habíamos llegado al primer avituallamiento, Can Camps en el km 5,8 y habíamos
llegado en el tiempo que yo había planificado.
El
ambiente al inicio de la subida al Puig Estela era brutal, allí había gente
animándonos con cencerros y dándonos muchos ánimos. Las primeras rampas de la
subida son por un sendero muy frondoso, después pasamos a la zona de laderas
inclinadas. Allí comprobé que Dani no andaba fino y se iba quedando atrás,
Toni, Yeray y yo seguimos hacia arriba. Miramos hacia arriba y nos quedamos
alucinados de la serpiente de frontales que se veía en la oscuridad, Toni y
Yeray flipaban con la inclinación pero iban tirando muy bien. Poco a poco
íbamos subiendo y al ser de noche no se nos hacia tan larga como de día. Casi
sin darnos cuenta ya estábamos afrontando las dos últimas rampas hasta la cima
del Puig Estela. Toni subía bastante rápido, le dije que dosificara un poco que
debíamos guardar energías. A buen ritmo subimos los últimos metros de desnivel
positivo y coronamos la primera cima el Puig Estela. Habíamos llegado en 58
minutos, así que llegábamos con 2 minutos de adelanto sobre el horario
previsto. Nos tocaba afrontar el tramo de carena hasta el Taga, que es un tramo
que no es difícil pero que tiene zonas con mucha piedra y sobretodo el tramo de
subida final hasta el Taga. Durante el cresteo nos adelantaron muchos corredores,
pero durante la subida éramos nosotros los que adelantábamos. Dani se había
quedado atrás durante el ascenso al Puig Estela, yo le comenté a Toni y Yeray
que seguro que nos pillaría en la bajada porque sabía que él bajaba muy rápido.
Pero también les dije que podría ser que pagara el esfuerzo de la subida y
sobretodo de bajar rápido para pillarnos, les comenté que una ultra hay que ir
de menos a más porque si no lo puedes pagar caro. Tras la última rampa por fin
coronamos el Taga. Nos fundimos en un abrazo y nos dispusimos a atacar la
bajada a Pardines. Había hecho la bajada la semana anterior con algunos
compañeros y sabia como era, el primer tramo no es muy largo pero es una bajada
de casi un kilómetro muy inclinada y con terreno irregular. Después nos metimos
en un sendero en el que pudimos avanzar a un ritmo más rápido. Nuevamente Toni
cometió el error de apretar en exceso el ritmo. De vez en cuando le tenía que
llamar para decírselo. Proseguimos bajando y llegamos a una zona de sendero que
discurría por un bosque. Recordaba ese tramo del año anterior y sabía que
después venia pista asfaltada, Toni se volvió a distanciar en el sendero y nos
esperó en la pista cimentada. Mientras íbamos bajando por la pista llego Dani
que había bajado rápido, seguimos todos juntos y después de una subida llegamos
al pueblo de Pardines.
Allí el
cierre era a las 5:00h y yo había calculado llegar en 4:15h, llegamos 8 minutos
por debajo de mi previsión así que decidí aprovechar que allí podía ir al
lavabo para hacer una parada técnica larga. En la zona de lavabos ya había
algún retirado y alguno siendo atendido por la Cruz Roja, también me di cuenta
que una de las favoritas para ganar el Trail Olga Manko estaba allí. Sali del
lavabo y me acerqué al avituallamiento para reponer fuerzas, al haber llegado
antes de la previsión pudimos parar un rato más largo del previsto. Pese a eso
tuve que decirles a los compañeros que nos pusiéramos en marcha que tocaba un
tramo duro de subida, nos pusimos en marcha y cuando llevábamos recorridos unos
metros nos dimos cuenta que Yeray no venía. Se había quedado abrigándose y se
retrasó un poco. Continuamos nuestro camino para encarar la subida al Cerveris,
el primer tramo de la subida es por pista y aunque sube se hace a buen ritmo.
Cuando llevábamos unos 15 minutos subiendo, Dani nos dijo que no se encontraba
bien, que estaba sin fuerzas y le dolía el estomago. Me preguntó si la subida
que quedaba era más dura o más suave, le comenté que era mucho más dura y
decidió darse la vuelta hacia Pardines. Nos despedimos de él y nos pusimos de
nuevo en marcha. Les comenté a Toni y Yeray que Dani había hecho bien, ya que
yo había pasado por momentos como el que había pasado él y se pasa muy mal.
Dejamos la pista y encaramos dos tramos inclinados antes de llegar a una nueva
pista, allí dejamos la pista y nos metimos en un sendero que discurría por un
frondoso bosque. Íbamos subiendo bastante bien, sobretodo Yeray que no dejaba
de preguntarme que nos íbamos a ir encontrando. Yo le decía que solo pensara en
el siguiente objetivo que era llegar a Vilallonga, poco a poco íbamos devorando
desnivel positivo atravesando el bosque. Llegamos al final del bosque y no
enfrentábamos al tramo más duro de la subida, Toni se había quedado un poco
atrás así que nos paramos a esperarlo. Mientras esperábamos llegó Olga Manko,
nos preguntó que a qué hora habíamos salido de Pardines. Le dijimos la hora y
ella nos comentó que había estado esperando a su compañero de equipo durante 2
horas, luego se puso a tirar hacia arriba. La subida iba ganando inclinación a
medida que ibas subiendo, Yeray y yo tirábamos bastante bien pero Toni se iba
quedando cada vez más atrás. Llegamos al Cerveris y no veíamos a Toni, en la
cima hacia mucho frio así que decidimos que avanzaríamos hasta que encontráramos
un sitio donde cobijarnos y esperarlo.
Cuando llegó no iba muy fino pero iba tirando, iniciamos la bajada hacia
el avituallamiento. Ya había amanecido y pudimos guardar nuestros frontales al
llegar al avituallamiento habíamos perdido los minutos que llevábamos de
adelanto en Pardines, así que iba a tocar apretar en la bajada para llegar en
tiempo. Después del avituallamiento pudimos trotar un tramito, pero después
vino una pequeña subida que subía a una pequeña cima y que hizo que Toni
volviera a quedarse descolgado. Iniciamos la bajada los tres juntos, el primer
tramo de bajada era de fácil trotar por pastos de hierba. Después el camino
seguía por una pista en bajada muy inclinada que te destrozaba piernas y pies
por igual. Yeray se encontraba fuerte y aceleró el ritmo y se distanció de
nosotros. Yo iba acompañando a Toni que estaba sufriendo mucho en la bajada. Le
comenté si podía apretar un poco el ritmo para que pudiéramos llegar con tiempo
de hacer parada en condiciones en Vilallonga. Me dijo que no podía acelerar y
bajaba a su ritmo, me quedé con él y fuimos poco a poco acercándonos al pueblo.
Por fin llegamos a la carretera asfaltada, allí pudimos trotar un poco para
ganar algo del tiempo que habíamos perdido durante la bajada. Al llegar al
pueblo dimos un pequeño rodeo y llegamos al avituallamiento y segundo punto de
cierre, allí nos esperaban Cristina y Eva dispuestas a ayudarnos en todo. Yo
había calculado llegar en 7:15h y habíamos llegado en 7:33h debido a las
molestias de Toni en la bajada, aun así estábamos en las previsiones ya que yo
le había dicho a Cristina que llegaríamos en 7:15h o 7:30h.
Cristina
y Eva se esforzaban por proporcionarnos todo lo que necesitábamos para
continuar nuestra aventura en condiciones. Ya llevábamos un buen rato en el
avituallamiento y tocaba arrancar para afrontar el tramo que más temía, un
tramo de 22 kilómetros y 1955 metros de desnivel positivo en el que solo te
daban 5 horas para realizarlo. Yo había calculado 5:00h justas pero sin conocer
el terreno y el tipo de subidas que nos íbamos a encontrar. Nos despedimos de
Cristina y de Eva y nos pusimos en marcha. Parecía que la cosa empezaba bien
porque íbamos subiendo pero era por pista y nos permitía avanzar a buen ritmo,
íbamos hablando y disfrutando del paisaje. Bueno hablando iba Yeray que no
callaba el tio jajaja, pero bueno parecía que íbamos bien.
Primeras rampas despúes de Vilallonga. |
Pero pasados unos 2
kilómetros Yeray se puso a tirar algo más rápido y Toni se iba quedando atrás.
Yo iba tirando y esperando a Toni cuando se distanciaba. Cuando parecía que la
subida había acabado nos llevamos una sorpresa, nos encontramos con un sendero
de muy mal pisar. Allí me encontré con Xavier Caros que estaba haciendo la
Ultra, me dijo que no iba muy fino y que no veía claro el poder llegar hasta Vallter.
Yo le dije que el tiempo de corte me parecía muy justo y me dijo que lo habían
alargado 1 hora. Cuando salimos del sendero vi que nos teníamos que enfrentar a
una ladera muy inclinada, antes de encararla me despedí de Xavier y me senté a
esperar a Toni. Estuve esperando unos 10 minutos, por fin llegó y continuamos
juntos. Poco a poco la ladera se inclinaba más y más y Toni se volvía a
distanciar. Al llegar a la cima del Puig de les Agudes me encontré con Xavier
que estaba allí descansando. Sin saberlo había hecho el último kilómetro
vertical que me quedaba de la salida que realicé la semana anterior de los 4K.
Mientras llegaba Toni me puse a contemplar el paisaje.
Toni subiendo hacia el Puig de les Agudes |
Deleitandome de las vistas desde la cima. |
Cuando llegó Toni nos
pusimos a bajar pero cuando llevábamos 1 kilómetro desde el Puig, Toni me dijo
que no iba fino y que no iba a llegar al corte. Me comentó que tirara hacia
adelante y que llegara y le llevara la camiseta de finisher. Me sabia mal
dejarlo solo ya que había hecho la carrera gracias a él. Pero sabía que a veces
si alguien va mal hay que dejarlo que continue a su ritmo, sino sin querer
intenta seguir el ritmo del otro y se esfuerza más. Me puse en marcha a
intentar llegar al corte, pero ya lo veía prácticamente imposible. El tramo que
había desde que dejé a Toni y llegué al avituallamiento de la Baumeta se me
hizo eterno, era un continuo sube y baja con terreno de mal pisar. Llegué al
control casi 30 minutos más tarde de lo que tenía previsto, seguramente Yeray
había pasado en el tiempo previsto. Me dijeron en el avituallamiento que habían
alargado 1 hora el corte en Vallter, de todos modos aun me quedaban 11
kilometros y tenía 2 horas para hacerlos con 2 subidas de por medio.
Paisaje increible mientras cresteaba. |
El cercado me acompaño durante muchos kilómetros. |
Salí del
avituallamiento con el chip de apretar al máximo el ritmo, el talón empezaba a
molestarme así que no podía trotar. Me puse a caminar lo más rápido posible por
el dolor tanto en el tramo de bajada como en el tramo de subida corta que había.
Al llegar arriba me deleité con el paisaje antes de encarar la bajada hacia la
carretera de Setcases que en teoría habían puesto un avituallamiento extra. El
sendero de bajada hacia la carretera era espectacular, una bajada preciosa por
dentro de un bosque y después pasando por varios saltos de agua fantásticos. Lástima
que por culpa del dolor que tenía en el talón no pude acelerar el ritmo en un
tramo que podía haber ganado algo de tiempo, después de un buen rato bajando
llegué a la carretera de Setcases. Justo cuando llegué se paró un coche, era
Eva con sus padres. Me dijo que Toni había bajado andando hasta Setcases.
Por estampas como esta hago estas locuras. |
Saltos de agua espectaculares. |
Proseguí mi camino y mientras subía por la carretera vi que bajaba Cristina con
el coche y justo en ese momento me llamaron de un coche. Era Xavier Caros que
también se había retirado, la Emmona estaba haciendo estragos. Cristina me dijo
que ella no había visto ningún avituallamiento y que Yeray estaba a unos 30
minutos, proseguí subiendo por la carretera intentado acelerar el ritmo.
Mientras iba subiendo un coche me pito y se paro al llegar a mi altura, era Santi Barnil que había subido a hacer rutilla
desde Vallter. Después de saludarlo
seguí subiendo a buen ritmo. Cristina se bajó del coche y me trajo líquido. Se lo
agradecí pero no tenía ganas de beber sino de llegar a Vallter. Cuando dejé la
carretera ni rastro del avituallamiento. Proseguí subiendo por pista, el pie me
dolía bastante pero yo iba visualizando el recorrido de la carena para
mentalizarme. Mientras lo hacía iba mirando hacia las montañas, vi que se
acercaban nubes muy amenazantes y no me apetecía nada hacer la carena con
tormentas. El tramo final hasta las pistas se estaba haciendo largo, pensaba
que ya había llegado cuando ví que Cristina me esperaba en un parking. Pero no,
todavía quedaba una sorpresa más. El último tramo hasta llegar al
avituallamiento, estaba bastante inclinado y con un camino poco claro. Yo
decidí apretar un poco y subir campo a través para llegar antes. Arriba me esperaban
Cristina, Toni, Yeray, Eva y sus padres.
Yo llegué bastante cansado debido al último esfuerzo, pero en pocos minutos ya
estaba recuperado. Estaba tranquilo porque Cristina me había dicho que habían
cortado a todo el mundo allí.
El Gra de Fajol petit. |
Cuando iba a entrar en el avituallamiento vi que
fuera estaban sentados Merçè y el Txuse. Estuvimos hablando un rato con ellos y
nos comentaron que iban a salir de escobas. Les dije que vigilaran porque se
avecinaban tormentas y nos despedimos de ellos. Me puse a comer algo para
reponer fuerzas y después nos fuimos para el coche para volver a casa.
57,6
kilometros
4600
Metros de desnivel positivo
3518
Metros de desnivel negativo
8118
Metros de desnivel acumulado
En conclusión,
muy buen entreno de cara a la Ultra de Andorra. He disfrutado de la carrera y
he podido compartir con Yeray, Toni y Dani kilómetros y mis conocimientos en la
larga distancia, ya que era la primera vez que se enfrentaban a una distancia
así. Sobre la carrera, solo puedo decir que la Emmona es muy dura pero que si
hubiera estado al 100% de mi pie creo que la hubiera acabado. Ahora toca
intentar recuperarse y afrontar el próximo reto, la Gran Trail Ternua Sobrarbe
a finales de junio y después en julio la Ronda dels Cims de Andorra. No quiero
acabar, sin agradecerle a Cristina que una vez más haya estado ahí para
apoyarme. Esta vez ha estado acompañada de Eva que ha debutado en esto del
acompañamiento / sufrimiento por los maridos. Ellas tienen el mismo o mayor mérito
que nosotros por lo que hacen.