domingo, 29 de mayo de 2016

TRAIL EMMONA

No tenÍa pensado hacer el Trail Emmona este año, primero porque en principio tenÍa que trabajar todo el fin de semana y segundo porque estoy intentando recuperarme de una molesta fascitis plantar.
Pero durante la semana me dijeron en el trabajo que el viernes tarde y el sábado tendría fiesta y eso unido a una inscripción que le había tocado a mi amigo Toni Santana me hizo decidirme a apuntarme a la aventura. También sería una buena oportunidad de entrenar en altura de cara a la Ultra de Andorra,  y acompañar y aconsejar a los amigos Toni y Yeray que debutaban en la larga distancia.
El viernes fui hacia Sant Joan con mi mujer Cristina. Pasamos primero por Vilallonga de Ter donde iba a dormir Cristina. Después pasamos por Camprodon a recoger a Toni y su Novia Eva para ir a recoger los dorsales, acudir a la charla técnica e ir a la cena del corredor.

Cuando llegamos a Sant Joan fuimos hacia la charla técnica. Este año se alargó un pelin más de la cuenta debido que la Emmona ha entrado dentro del circuito Alpin Ultras, un circuito compuesto por tres de las carreras más duras de Europa, la Ultra Trail Emmona, la Ultra Valls d’Aneu y la Canfranc-Canfranc. Estuvieron explicando en qué consistía el circuito y entrevistando corredores top, después empezó la charla técnica. Al parecer este año no se esperaba tan mal tiempo como el año pasado, pero nos avisaron que el sábado al mediodía se preveían algunas nubes sobre las zonas altas y que irían estudiando el tiempo.

Cuando salimos de la charla nos fuimos a la cena del corredor, después fuimos a ver la salida de la Ultra donde participaban algunos compañeros. Después estuvimos tomando algo mientras llegaba Yeray, cuando llegó nos fuimos hacia el coche para cambiarnos.
Ultimos preparativos.
Apunto para la batalla.
Cuando nos cambiamos nos fuimos hacia la zona de salida, allí nos juntamos con Dani, un compañero del CEI. La aventura estaba a punto de empezar, nos despedimos de Cristina y de Eva y nos metimos en el corralito de salida.

La música se escuchaba a tope y hacia subir nuestra adrenalina, el speaker animaba al público a que realizaran la cuenta atrás todos juntos. El ambiente en la zona de salida era espectacular, casi sin darnos cuenta la cuenta atrás había finalizado y nuestra aventura en la Trail Emmona daba comienzo.
Cristina y Eva nos grabaron en la salida. Nosotros dimos un rodeo por las calles de Sant Joan antes de cruzar el espectacular puente medieval, al llegar al puente nos esperaban Cristina y Eva para animarnos, que salieron corriendo para vernos pasar por allí. Al cruzar el puente nos quedamos alucinados del ambientazo, unos cuantos voluntarios sostenían antorchas y daban una ambientación brutal al puente. Al salir de las calles de Sant Joan ya entramos en plena batalla. Los primeros 2 kilometros tuve que controlar el ansia de Toni, Yeray y Dani que querían correr demasiado. Después empezamos las primeras rampas, allí mantuvimos un buen ritmo hasta que llegamos a la mitad de una subida. Allí había un corredor que nos estaba haciendo un poco de tapón, así que decidí que teníamos que hacer un cambio de ritmo o perderíamos mucho tiempo. Cuando ya adelantamos a aquel corredor, llegamos a una zona de bajada por camino asfaltado. Allí Dani y Toni se pusieron a tirar muy rápido, Yeray se quedó a mi ritmo. Yo no soy nadie para dar consejos, pero después de muchas Ultras sé lo que pasa si uno se quema desde el principio. Avanzábamos al ritmo previsto y casi sin darnos cuenta ya habíamos llegado al primer avituallamiento, Can Camps en el km 5,8 y habíamos llegado en el tiempo que yo había planificado.

El ambiente al inicio de la subida al Puig Estela era brutal, allí había gente animándonos con cencerros y dándonos muchos ánimos. Las primeras rampas de la subida son por un sendero muy frondoso, después pasamos a la zona de laderas inclinadas. Allí comprobé que Dani no andaba fino y se iba quedando atrás, Toni, Yeray y yo seguimos hacia arriba. Miramos hacia arriba y nos quedamos alucinados de la serpiente de frontales que se veía en la oscuridad, Toni y Yeray flipaban con la inclinación pero iban tirando muy bien. Poco a poco íbamos subiendo y al ser de noche no se nos hacia tan larga como de día. Casi sin darnos cuenta ya estábamos afrontando las dos últimas rampas hasta la cima del Puig Estela. Toni subía bastante rápido, le dije que dosificara un poco que debíamos guardar energías. A buen ritmo subimos los últimos metros de desnivel positivo y coronamos la primera cima el Puig Estela. Habíamos llegado en 58 minutos, así que llegábamos con 2 minutos de adelanto sobre el horario previsto. Nos tocaba afrontar el tramo de carena hasta el Taga, que es un tramo que no es difícil pero que tiene zonas con mucha piedra y sobretodo el tramo de subida final hasta el Taga. Durante el cresteo nos adelantaron muchos corredores, pero durante la subida éramos nosotros los que adelantábamos. Dani se había quedado atrás durante el ascenso al Puig Estela, yo le comenté a Toni y Yeray que seguro que nos pillaría en la bajada porque sabía que él bajaba muy rápido. Pero también les dije que podría ser que pagara el esfuerzo de la subida y sobretodo de bajar rápido para pillarnos, les comenté que una ultra hay que ir de menos a más porque si no lo puedes pagar caro. Tras la última rampa por fin coronamos el Taga. Nos fundimos en un abrazo y nos dispusimos a atacar la bajada a Pardines. Había hecho la bajada la semana anterior con algunos compañeros y sabia como era, el primer tramo no es muy largo pero es una bajada de casi un kilómetro muy inclinada y con terreno irregular. Después nos metimos en un sendero en el que pudimos avanzar a un ritmo más rápido. Nuevamente Toni cometió el error de apretar en exceso el ritmo. De vez en cuando le tenía que llamar para decírselo. Proseguimos bajando y llegamos a una zona de sendero que discurría por un bosque. Recordaba ese tramo del año anterior y sabía que después venia pista asfaltada, Toni se volvió a distanciar en el sendero y nos esperó en la pista cimentada. Mientras íbamos bajando por la pista llego Dani que había bajado rápido, seguimos todos juntos y después de una subida llegamos al pueblo de Pardines.

Allí el cierre era a las 5:00h y yo había calculado llegar en 4:15h, llegamos 8 minutos por debajo de mi previsión así que decidí aprovechar que allí podía ir al lavabo para hacer una parada técnica larga. En la zona de lavabos ya había algún retirado y alguno siendo atendido por la Cruz Roja, también me di cuenta que una de las favoritas para ganar el Trail Olga Manko estaba allí. Sali del lavabo y me acerqué al avituallamiento para reponer fuerzas, al haber llegado antes de la previsión pudimos parar un rato más largo del previsto. Pese a eso tuve que decirles a los compañeros que nos pusiéramos en marcha que tocaba un tramo duro de subida, nos pusimos en marcha y cuando llevábamos recorridos unos metros nos dimos cuenta que Yeray no venía. Se había quedado abrigándose y se retrasó un poco. Continuamos nuestro camino para encarar la subida al Cerveris, el primer tramo de la subida es por pista y aunque sube se hace a buen ritmo. Cuando llevábamos unos 15 minutos subiendo, Dani nos dijo que no se encontraba bien, que estaba sin fuerzas y le dolía el estomago. Me preguntó si la subida que quedaba era más dura o más suave, le comenté que era mucho más dura y decidió darse la vuelta hacia Pardines. Nos despedimos de él y nos pusimos de nuevo en marcha. Les comenté a Toni y Yeray que Dani había hecho bien, ya que yo había pasado por momentos como el que había pasado él y se pasa muy mal. Dejamos la pista y encaramos dos tramos inclinados antes de llegar a una nueva pista, allí dejamos la pista y nos metimos en un sendero que discurría por un frondoso bosque. Íbamos subiendo bastante bien, sobretodo Yeray que no dejaba de preguntarme que nos íbamos a ir encontrando. Yo le decía que solo pensara en el siguiente objetivo que era llegar a Vilallonga, poco a poco íbamos devorando desnivel positivo atravesando el bosque. Llegamos al final del bosque y no enfrentábamos al tramo más duro de la subida, Toni se había quedado un poco atrás así que nos paramos a esperarlo. Mientras esperábamos llegó Olga Manko, nos preguntó que a qué hora habíamos salido de Pardines. Le dijimos la hora y ella nos comentó que había estado esperando a su compañero de equipo durante 2 horas, luego se puso a tirar hacia arriba. La subida iba ganando inclinación a medida que ibas subiendo, Yeray y yo tirábamos bastante bien pero Toni se iba quedando cada vez más atrás. Llegamos al Cerveris y no veíamos a Toni, en la cima hacia mucho frio así que decidimos que avanzaríamos hasta que encontráramos un sitio donde cobijarnos y esperarlo.  Cuando llegó no iba muy fino pero iba tirando, iniciamos la bajada hacia el avituallamiento. Ya había amanecido y pudimos guardar nuestros frontales al llegar al avituallamiento habíamos perdido los minutos que llevábamos de adelanto en Pardines, así que iba a tocar apretar en la bajada para llegar en tiempo. Después del avituallamiento pudimos trotar un tramito, pero después vino una pequeña subida que subía a una pequeña cima y que hizo que Toni volviera a quedarse descolgado. Iniciamos la bajada los tres juntos, el primer tramo de bajada era de fácil trotar por pastos de hierba. Después el camino seguía por una pista en bajada muy inclinada que te destrozaba piernas y pies por igual. Yeray se encontraba fuerte y aceleró el ritmo y se distanció de nosotros. Yo iba acompañando a Toni que estaba sufriendo mucho en la bajada. Le comenté si podía apretar un poco el ritmo para que pudiéramos llegar con tiempo de hacer parada en condiciones en Vilallonga. Me dijo que no podía acelerar y bajaba a su ritmo, me quedé con él y fuimos poco a poco acercándonos al pueblo. Por fin llegamos a la carretera asfaltada, allí pudimos trotar un poco para ganar algo del tiempo que habíamos perdido durante la bajada. Al llegar al pueblo dimos un pequeño rodeo y llegamos al avituallamiento y segundo punto de cierre, allí nos esperaban Cristina y Eva dispuestas a ayudarnos en todo. Yo había calculado llegar en 7:15h y habíamos llegado en 7:33h debido a las molestias de Toni en la bajada, aun así estábamos en las previsiones ya que yo le había dicho a Cristina que llegaríamos en 7:15h o 7:30h.

Cristina y Eva se esforzaban por proporcionarnos todo lo que necesitábamos para continuar nuestra aventura en condiciones. Ya llevábamos un buen rato en el avituallamiento y tocaba arrancar para afrontar el tramo que más temía, un tramo de 22 kilómetros y 1955 metros de desnivel positivo en el que solo te daban 5 horas para realizarlo. Yo había calculado 5:00h justas pero sin conocer el terreno y el tipo de subidas que nos íbamos a encontrar. Nos despedimos de Cristina y de Eva y nos pusimos en marcha. Parecía que la cosa empezaba bien porque íbamos subiendo pero era por pista y nos permitía avanzar a buen ritmo, íbamos hablando y disfrutando del paisaje. Bueno hablando iba Yeray que no callaba el tio jajaja, pero bueno parecía que íbamos bien. 
Primeras rampas despúes de Vilallonga.
Pero pasados unos 2 kilómetros Yeray se puso a tirar algo más rápido y Toni se iba quedando atrás. Yo iba tirando y esperando a Toni cuando se distanciaba. Cuando parecía que la subida había acabado nos llevamos una sorpresa, nos encontramos con un sendero de muy mal pisar. Allí me encontré con Xavier Caros que estaba haciendo la Ultra, me dijo que no iba muy fino y que no veía claro el poder llegar hasta Vallter. Yo le dije que el tiempo de corte me parecía muy justo y me dijo que lo habían alargado 1 hora. Cuando salimos del sendero vi que nos teníamos que enfrentar a una ladera muy inclinada, antes de encararla me despedí de Xavier y me senté a esperar a Toni. Estuve esperando unos 10 minutos, por fin llegó y continuamos juntos. Poco a poco la ladera se inclinaba más y más y Toni se volvía a distanciar. Al llegar a la cima del Puig de les Agudes me encontré con Xavier que estaba allí descansando. Sin saberlo había hecho el último kilómetro vertical que me quedaba de la salida que realicé la semana anterior de los 4K. Mientras llegaba Toni me puse a contemplar el paisaje. 
Toni subiendo hacia el Puig de les Agudes
Deleitandome de las vistas desde la cima.
Cuando llegó Toni nos pusimos a bajar pero cuando llevábamos 1 kilómetro desde el Puig, Toni me dijo que no iba fino y que no iba a llegar al corte. Me comentó que tirara hacia adelante y que llegara y le llevara la camiseta de finisher. Me sabia mal dejarlo solo ya que había hecho la carrera gracias a él. Pero sabía que a veces si alguien va mal hay que dejarlo que continue a su ritmo, sino sin querer intenta seguir el ritmo del otro y se esfuerza más. Me puse en marcha a intentar llegar al corte, pero ya lo veía prácticamente imposible. El tramo que había desde que dejé a Toni y llegué al avituallamiento de la Baumeta se me hizo eterno, era un continuo sube y baja con terreno de mal pisar. Llegué al control casi 30 minutos más tarde de lo que tenía previsto, seguramente Yeray había pasado en el tiempo previsto. Me dijeron en el avituallamiento que habían alargado 1 hora el corte en Vallter, de todos modos aun me quedaban 11 kilometros y tenía 2 horas para hacerlos con 2 subidas de por medio. 
Paisaje increible mientras cresteaba.
El cercado me acompaño durante muchos kilómetros.
Salí del avituallamiento con el chip de apretar al máximo el ritmo, el talón empezaba a molestarme así que no podía trotar. Me puse a caminar lo más rápido posible por el dolor tanto en el tramo de bajada como en el tramo de subida corta que había. Al llegar arriba me deleité con el paisaje antes de encarar la bajada hacia la carretera de Setcases que en teoría habían puesto un avituallamiento extra. El sendero de bajada hacia la carretera era espectacular, una bajada preciosa por dentro de un bosque y después pasando por varios saltos de agua fantásticos. Lástima que por culpa del dolor que tenía en el talón no pude acelerar el ritmo en un tramo que podía haber ganado algo de tiempo, después de un buen rato bajando llegué a la carretera de Setcases. Justo cuando llegué se paró un coche, era Eva con sus padres. Me dijo que Toni había bajado andando hasta Setcases. 
Por estampas como esta hago estas locuras.
Saltos de agua espectaculares.
Proseguí mi camino y mientras subía por la carretera vi que bajaba Cristina con el coche y justo en ese momento me llamaron de un coche. Era Xavier Caros que también se había retirado, la Emmona estaba haciendo estragos. Cristina me dijo que ella no había visto ningún avituallamiento y que Yeray estaba a unos 30 minutos, proseguí subiendo por la carretera intentado acelerar el ritmo. Mientras iba subiendo un coche me pito y se paro al llegar a mi altura, era  Santi Barnil que había subido a hacer rutilla desde Vallter.  Después de saludarlo seguí subiendo a buen ritmo. Cristina se bajó del coche y me trajo líquido. Se lo agradecí pero no tenía ganas de beber sino de llegar a Vallter. Cuando dejé la carretera ni rastro del avituallamiento. Proseguí subiendo por pista, el pie me dolía bastante pero yo iba visualizando el recorrido de la carena para mentalizarme. Mientras lo hacía iba mirando hacia las montañas, vi que se acercaban nubes muy amenazantes y no me apetecía nada hacer la carena con tormentas. El tramo final hasta las pistas se estaba haciendo largo, pensaba que ya había llegado cuando ví que Cristina me esperaba en un parking. Pero no, todavía quedaba una sorpresa más. El último tramo hasta llegar al avituallamiento, estaba bastante inclinado y con un camino poco claro. Yo decidí apretar un poco y subir campo a través para llegar antes. Arriba me esperaban Cristina, Toni, Yeray,  Eva y sus padres. Yo llegué bastante cansado debido al último esfuerzo, pero en pocos minutos ya estaba recuperado. Estaba tranquilo porque Cristina me había dicho que habían cortado a todo el mundo allí. 
El Gra de Fajol petit.
Cuando iba a entrar en el avituallamiento vi que fuera estaban sentados Merçè y el Txuse. Estuvimos hablando un rato con ellos y nos comentaron que iban a salir de escobas. Les dije que vigilaran porque se avecinaban tormentas y nos despedimos de ellos. Me puse a comer algo para reponer fuerzas y después nos fuimos para el coche para volver a casa.

57,6 kilometros

4600 Metros de desnivel positivo

3518 Metros de desnivel negativo

8118 Metros de desnivel acumulado


En conclusión, muy buen entreno de cara a la Ultra de Andorra. He disfrutado de la carrera y he podido compartir con Yeray, Toni y Dani kilómetros y mis conocimientos en la larga distancia, ya que era la primera vez que se enfrentaban a una distancia así. Sobre la carrera, solo puedo decir que la Emmona es muy dura pero que si hubiera estado al 100% de mi pie creo que la hubiera acabado. Ahora toca intentar recuperarse y afrontar el próximo reto, la Gran Trail Ternua Sobrarbe a finales de junio y después en julio la Ronda dels Cims de Andorra. No quiero acabar, sin agradecerle a Cristina que una vez más haya estado ahí para apoyarme. Esta vez ha estado acompañada de Eva que ha debutado en esto del acompañamiento / sufrimiento por los maridos. Ellas tienen el mismo o mayor mérito que nosotros por lo que hacen.

domingo, 8 de mayo de 2016

O VIENTO RONDADOR

El año pasado participe por primera vez en la carrera O Viento Rondador que se celebra en Boltaña. Me gustó mucho el ambiente y el recorrido, así que me la apunté en posibles carreras a repetir.
Boltaña es el pueblo donde pasaba los veranos cuando era pequeño. Me encanta escaparme allí siempre que puedo y disfrutar de sus montañas. Cuando vi que tenía la posibilidad de apuntarme de nuevo a la carrera no me lo pensé dos veces, además tenía el aliciente que al celebrarse la quinta edición este año se realizaba la primera maratón O Viento Rondador.
El viernes fuimos Cristina y yo hacia Boltaña. Después de dejar las cosas en el camping nos dirigimos hacia la plaza del pueblo. Boltaña es un pueblo que está en un cerro, sus calles son todas con subida y muy estrechitas, así que tocaba hacer el calentamiento para la carrera je je je. Llegamos a la plaza y recogí el dorsal. Después nos dirigimos hacia la casa de cultura para escuchar la charla técnica. Allí nos comentaron los lugares por donde pasaríamos y los tramos más complicados que encontraríamos. Al acabar nos fuimos hacia el camping, cenamos y a la cama prontito.
Después de estar toda la noche lloviendo, a las 6:45 h cuando sonó el despertador aun estaba lloviendo. No sabía si afrontaría la carrera bajo la lluvia y eso me tenía un poco preocupado. No por no poder afrontarla con garantías, sino porque si llovía no podría hacer fotos ni disfrutar de los paisajes. Por suerte cuando salimos hacia la plaza mayor había dejado de llover, además la temperatura era perfecta ya que no hacía nada de frio. Poco a Poco fueron  llegando los corredores, entre ellos llegaron los compañeros Enric Sabaté, Tomàs Zapata y Antoni Martí. Cuando quedaba poco para que dieran la salida pude saludar a Jordi Cot, un compañero que antes vivía en mi pueblo. Después entramos en el corralito y cada uno se colocó para tomar la salida.
con Tomàs, Enric y Antoni.
Tras un cohete que lanzó el alcalde de Boltaña dio inicio la carrera. Los primeros 500 metros eran en bajada y por asfalto. Después nos metimos en un sendero en el que el grupo se apiñó. Tomas ya había tirado fuerte hacia delante. Yo seguía con Enric y Antoni, pero mi ritmo en subida era un poco más fuerte así que me adelanté un poco pero siempre teniéndolos cerca. Poco a poco íbamos ganando altura atravesando bonitos senderos, hasta que salimos a una pista que enseguida nos llevó hasta el primer avituallamiento que estaba a los 5 kilometros. Después del control venía un sendero de bajada en el cual se podía ir bastante rápido. Decidí grabar un poco de video ya que llevaba la cámara de la cabeza. Lo malo es que no me la apreté demasiado y se me movía. Intenté apretármela y se me salió del anclaje. Tuve que pararme para recolocarlo y pasé de ir prácticamente solo a que vinieran un montón de corredores arrollando. Una vez solventado el problema aumenté un poco el ritmo y llego un tramo de subida donde me pude separar un poco otra vez. Llegamos a una zona donde había pequeños saltos de agua y algún paso bastante resbaladizo. Subimos un poco más y llegamos a unas pozas espectaculares. Pasamos por al lado de las pozas subiendo por una ladera de piedra mojada que resbalaba una barbaridad. 
Zona muy bonita con las pozas.
Enric subiendo por al lado de las pozas.
Tras acabar la subida se llegaba a un puente de piedra. Desde el puente pude ver que Enric me seguía bastante cerca, pero no veía a Antoni. Proseguí mi camino y enseguida llegué al pueblo abandonado de Ascaso. Un pueblo donde hay un curioso reloj solar y en el que encontramos un nuevo avituallamiento. Repuse líquidos y comí algo de fruta y me dispuse a atacar la subida hacia Nabain.
Reloj de sol de Ascaso.
La subida era muy inclinada, sobretodo el primer tramo que subía por una ladera de piedra en el que el grado de inclinación era realmente fuerte. Después había un segundo tramo en el que se subía por una pequeña senda que habían habilitado para la carrera, lástima que el día estuviera nublado porque las vistas desde allí arriba eran espectaculares. Una vez arriba estaba a 1630 metros, las vistas abarcaban todo el valle e incluso se podía ver un trozo del Pantano de Mediano. 
En Nabain 1630 metros.
Me dispuse a afrontar la bajada, pero antes quería llamar a Cristina para decirle que iba un poco adelantado al horario previsto. Mientras buscaba el móvil seguía caminando, una vez lo cogí llame a Cristina. Solo fueron 2 minutos y cuando había salido de la subida iba solo, pues en esos dos minutos parecía que había habido una estampida. Empezaron a bajar corredores a todo trapo y me tuve que apartar a un lado para poder guardar el móvil. Decidí que durante la bajada haría un par de fotos ya que pararse podía ser peligroso. 
Vistas durante la bajada.
El sendero que habían abierto los de la organización era espectacular, además te hacia trabajar los cuádriceps a tope porque estaba muy inclinado. El primer tramo era de muy mal pisar y con mucha piedra suelta, pero el segundo tramo era un sendero que te permitía ir a mucha velocidad, eso sí tirando de cuádriceps para no forzar las rodillas. Una vez acabada la vertiginosa bajada, tuve que cruzar la carretera. Por suerte habían colaboradores cortando el tráfico ya que por esa carretera pasan muchísimos coches, una vez cruzada la carretera vi que el camino no pasaba por el puente para ir hacia Jánovas y nos desviaba hacia otro paso. A lo lejos pude ver que Cristina ya estaba allí esperándome. Cuando llegué donde estaba ella vi la cantidad de agua que llevaba el rio. Me acompañó hasta el avituallamiento y allí vi que enseguida llegó Enric. Le dije que yo iba tirando y que ya me pillarían ya que Antoni aun no había llegado. Cristina me acompañó mientras cruzaba las abandonadas calles del pueblo de Jánovas y una vez a las afueras del pueblo nos despedimos y me puse a trotar un poco aprovechando que venía llano. 
Con Enric en Jánovas.
a la entrada del pueblo.
El camino te hacía cruzar un par de veces el rio antes de comenzar la subida hacia Aguilar. En subida iba fuerte así que aumente un poco el ritmo. Eso me permitió ir pasando a corredores, el sendero por el que iba era espectacular, y en algunas zonas era un continuo sube y baja. Por fin y tras un buen rato desde que había salido de Jánovas llegué al avituallamiento de Aguilar. Allí había dos chicas y yo había leído que solo había dos en carrera. Se lo comente y me dijeron que no, que habían cuatro chicas, pero al parecer una de aquellas chicas no iba al maratón y se había equivocado. Así que la chica que estaba allí que siguió, iba la tercera e iba con dos chicos. En la bajada me dejaron atrás pero cuando empezó la subida hacia Campodarbe les adelanté. En subida me encontraba muy fuerte pero perdía toda la ventaja en los llanos y bajadas en los que todo el mundo se ponía a correr. Tras la subida que se me hizo mucho más corta que el año pasado, igual porque hacia menos calor y porque yo estoy más fuerte. Después de un poco de llanero llegamos a la carretera que llevaba a Campodarbe. A lo lejos pude ver que Cristina ya estaba allí. Como había hecho en los puntos anteriores, quise entrar grabando mi llegada. Pero fui a coger la cámara de la mochila y no estaba. Me asusté pensando que la había perdido. Pero después de comentárselo a unos chicos, uno de ellos me dijo que la llevaba en la cabeza. Que tonto había sido, yo pensando que había perdido la cámara y es que la llevaba en la cabeza. En el avituallamiento me hidraté bien y comí algo de fruta, y enseguida vi que llegaba Enric. Hasta ese momento yo iba tirando en solitario, pero como vi que Enric llevaba un ritmo parecido al mío decidí que acabaría la carrera con él.
En campodarbe.
Nos despedimos de cristina y nos dispusimos a continuar. Tomamos un desvío que indicaba hacia la cascada del confesionario. Enric se puso a tirar y me costaba bastante seguirle el ritmo ya que bajando yo no soy muy rápido y Enric tiraba bastante fuerte. Después de un tramo bastante largo de bajada, enlazamos con un tramo de llano por el interior de un bonito bosque. Después del bosque llegamos a una cascada que llaman el Coño del Mundo, dicen que es porque allí nacía el mundo según los antiguos habitantes. Bueno ya puedo decir que estuve en el Coño del Mundo. 
El Coño del Mundo.
Hicimos una pequeña subida y miré la cascada haber si de verdad tenia forma de coño pero desde allí no pude apreciarlo. Pasamos un par de ríos y después nos metimos en una serie de senderos espectaculares, acabando en un tramo donde vimos un letrero que indicaba Morcat por senda. Jodo con la senda!!! Subía bastante inclinado para llegar al pueblo abandonado de Morcat. Allí había un avituallamiento donde pudimos reponer líquidos. Me adelanté un poco para hacerle una foto al paisaje y me esperé en un rincón a que viniera Enric. Antes de iniciar la bajada nos pasaron un grupo de ciclistas.
Enric atravesando Morcat.
Iniciamos la bajada junto a un chico, bajamos a bastante velocidad. Primero por un tramo de bastantes piedras y luego por senderos más llevaderos. No paramos de correr en prácticamente ningún momento. Pasamos por sitios muy bonitos como una especie de masía abandonada que se llamaba Luparuelo y pequeñas casas abandonadas en medio del bosque. Cada vez me costaba seguir el ritmo cuando íbamos en llano ya que tenía bastante cargadas las piernas debido al no ir con palos y haberlas hecho trabajar en las bajadas anteriores. Por suerte enseguida vino un tramo de subida que me ayudó a descargar un poco las piernas. Después vino un pequeño tramo de bajada y llegamos a un nuevo avituallamiento. Cada vez que parábamos en un avituallamiento aparecían corredores de la nada, proseguimos nuestro camino. Esta vez nos quedaban unos 4 kilometros hasta Sieste. Se hicieron bastante largos ya que el sendero unas veces bajaba durante mucho rato y otras hacia pequeños subes y bajas. Hasta que después de hacer un tramo muy chulo de bajada cruzamos un rio. Al cruzar el rio empezamos a subir hacia Sieste. El calor a pesar de que el día estaba nublado se hacía notar. La subida era corta pero muy intensa y ganabas un buen desnivel. Al llegar a la entrada del pueblo vimos a Cristina, eso me dio alegría y un plus de energía extra. Nos acompañó hasta el avituallamiento, tomamos algo y nos dispusimos a encarar los últimos 5 kilometros pero antes teníamos que darle la vuelta al pequeño monte de la Madalena. 
Atravesando las calles de Sieste.
Justo habíamos salido del pueblo vimos llegar a Tomas. Había llegado a la meta  y se había vuelto hacia atrás para acompañarnos en los últimos kilómetros, menudo maquinon.  Al parecer el ver a Tomas le dio un soplo de energía a Enric. Se pusieron a tirar los dos y a duras penas podía seguirlos. Por suerte el sendero por el que bajábamos era muy corrible y divertido, eso hizo que aunque fuera a un poco de distancia pudiera seguirlos. Tras un buen rato por dentro del bosque llegamos hasta el camping Boltaña por un sendero muy empedrado y resbaladizo. En ese tramo Enric y Tomas hicieron valer su mejor bajar y me sacaron distancia. Tuve que apretar los dientes y aumentar el ritmo en el tramo llano para poder engancharme a ellos de nuevo. Pasamos junto al Monasterio de Boltaña y cogimos el camino de Marguded hasta llegar a la entrada del camping La Gorga y cruzar el puente sobre el rio. Nos esperaba la última subida… una subida por las estrechas calles de Boltaña para llegar a la calle principal y encarar los últimos metros. Allí ya estaba Cristina esperándome. Enric me dijo que entrara corriendo, pero yo le dije que no, que entraríamos juntos. Entramos en meta y un poco más y no nos dicen el número de dorsal ya que estaban hablando con la chica que había quedado tercera.
Con Enric y Tomàs.
42,5 kilometros

2600 Metros de desnivel positivo

2600 Metros de desnivel negativo

5200 metros de desnivel acumulado total


En conclusión, la carrera O Viento Rondador es una gran carrera de montaña. Además es una carrera que no está masificada y en la que no prima el negocio, sino que los corredores se encuentren a gusto y tengan ganas de repetir. El recorrido era muy bonito, estaba muy bien marcada y era imposible perderse, los avituallamientos muy continuos y bastante bien, voluntarios de 10 y una comida final fantástica, recomendable 100%. He podido saludar a Jordi Cot y hacer prácticamente entera la maratón con Enric Sabaté. Ha sido un placer conocer a Antoni y a Tomas y haber compartido algún kilometro con ellos. Darle las gracias a Cristina una vez más por apoyarme y seguirme durante toda la carrera.