domingo, 31 de marzo de 2013

LA SELVA DEL CAMP - MUNTANYES DE PRADES


Sábado 23 marzo
Segunda marcha de la temporada, la Selva del Camp - Muntanyes de Prades.  Esta marcha no tiene nada que ver con la de castells que había hecho 2 semanas antes, es más corta pero con mucho más desnivel, subidas y bajadas continuas.
Quedé para ir hacia la Selva con Xavi y Francisco. Al llegar a la Selva aún era bastante pronto así que estuvimos un buen rato hablando sobre cómo se presentaba la temporada y que marchas queríamos hacer. Poco a poco fueron llegando los compañeros del CEI. Minutos antes de que dieran la salida nos reunimos todos para realizar la típica foto de grupo.
Después de un sentido minuto de silencio por la muerte de un compañero de club, la marcha dio inicio. Al principio seguimos una larga pista y acto seguido nos metimos en una serie de bonitos senderos (novedad con respecto al año anterior) este año suprimieron la subida por el tendido eléctrico. La verdad que el cambio me parece acertado, pues aunque tiene algo más de subida se hace más divertida.
Subiendo hacia el Albiol
Casi sin darnos cuenta habíamos llegado al Albiol y allí nos saludó  Andreu al que habían operado la semana anterior y había venido a darnos ánimos.
Tras pasar el Albiol hicimos un rápido descenso por una pista que se iba atajando a través de una serie de senderos, después del descenso una buena subidita y llegamos a Mont-ral. En esta subida sudé la gota gorda porque pegaba un poco el sol y el calor se hacía notar. Al llegar al control nos encontramos con Ramonet. En la salida se nos había distanciado pero como es norma en él, se había perdido. Mientras nosotros comíamos llegó Esteve y entonces ya nos juntamos los 3 para continuar nuestro camino. En la bajada hacia el pueblo de Farena nos encontramos con Xavi y Natalia pero bajaban muy rápido y decidimos seguir a nuestro ritmo.
Después de un largo descenso y alguna que otra subidita sorpresa llegamos al pueblo de Farena, de nuevo nos encontramos con Ramonet que había salido antes que nosotros de Farena. Esta vez se unió a nuestro grupo y nos juntamos Xavi, Francisco, Ramonet, Esteve y yo. Tocaba afrontar la siguiente novedad de la marcha, la subida a Cogullons. Nos dirigimos en bajada hacia la entrada de un sendero y a partir de ahí hacia arriba. Una subida bastante pronunciada en zigzag a través de un bosque. Esteve se empezó a encontrar algo debilitado por el esfuerzo que había realizado para darnos caza en Mont-ral, así que poco a poco se iba quedando atrás coincidiendo con el tramo más duro de la subida. Después de atravesar junto a unas rocas llegamos a una zona donde había un mirador natural con una vista espectacular, Esteve y Ramonet que se había quedado a esperarlo se habían quedado un poco más atrás, pero justo cuando ya veíamos Cogullons  vimos que no iban muy lejos.
Llegando al refugio de Cogullons
Una pequeña subida más y llegamos al refugio de Cogullons. Allí nos esperaban unos mini bocadillos de nocilla que entraron estupendamente. Ramonet hizo de las suyas en el refugio y comenzó a hacer bromas, nosotros como lo conocemos nos reíamos pero la gente que había en el refugio se quedaba alucinada.
Salimos del refugio e iniciamos el tramo más largo de la marcha 11,6 kilómetros que nos llevarían hasta Prades, lugar donde estaba la comida. Una serie de pistas nos llevaron hasta la Mola dels d’Estat un impresionante precipicio, paramos y nos hicimos la tradicional foto aunque esta vez fue algo diferente ya que Ramonet le iba diciendo a los que llegaban que se unieran a la foto.
Mola dels d'Estat
Unos metros más adelante tuvimos que bajar por un camino bastante técnico, después encadenamos una serie de bonitos senderos y fuimos a parar a una pista ancha. Justo en un tramo donde la pista subía, Ramonet comenzó a tener problemas de abductores y Francisco le iba dejando Radiosalil a cada momento. Un largo tramo de pista nos llevó hasta la subida cimentada que llevaba al Tossal de la Baltassana. La subida es corta pero bastante inclinada. Al llegar arriba ya podíamos ver Prades a lo lejos y solo nos quedaba un tramo de bajada para llegar allí.
Prades desde el Tossal de la Baltassana
Justo al iniciar el tramo de bajada me pegó una rebrincada en el lateral de la rodilla derecha y me dolía horrores apoyar el pie en el suelo (sería el inicio de mi calvario final). La bajada era bastante técnica pero había gente que la bajaba dando brincos, acabada la bajada volvimos a salir a la pista y me paré a tomarme un Ibuprofeno para ver si se me calmaba el dolor. Nuevamente nos desviamos por un sendero y los compañeros se me iban distanciando, yo no podía ir rápido y los seguía como podía. En la mitad del sendero me encontré con Andreu que se había acercado hasta allí para vernos pasar. Me preguntó que si iba bien y yo le dije como lo llevaba de mal. Proseguí mi camino y una vez llegué de nuevo a la pista me puse a trotar como pude y di alcance a mis compañeros. Entramos en Prades y cogimos algo para comer. La mujer de Esteve y sus dos hijos estaban allí esperándolo, ya que el hijo mayor (Roger) iba hacer los últimos kilómetros con nosotros. Mientras los demás se tomaban una cerveza, yo aproveché para cambiarme los calcetines de cara a lo que nos quedaba por hacer.
Antes de salir de Prades pudimos ver la meta volante de la Volta ciclista a Catalunya que iba a pasar por allí. Seguimos nuestro camino  y cuando llevábamos 1 km nos empezó a granizar. Suerte que íbamos por dentro de un bosque y no tuvimos que parar a ponernos el chubasquero. Después de una pequeña subida iniciamos un descenso por un sendero, empecé a sufrir unos pinchazos cada vez más fuertes pero podía ir tirando. Salimos del sendero e iniciamos un rápido descenso por una larga pista, justo antes de llegar a Capafonts vimos que pasaban los ciclistas de la Volta. En la entrada del pueblo nos encontramos nuevamente con Andreu que nos acompañó hasta el avituallamiento, recargamos energías y nos pusimos nuevamente en marcha. Bajamos hasta el rio e iniciamos la subida hacia el Pont del Goi, el primer tramo por pista con una subida suave y después nos desviamos por sendero y la subida empezaba a picar de verdad.

Espectaculares vistas durante la subida

Ramonet volvía a tener problemas de abductores así que se quedó atrás. Esteve se quedó a esperarlo y Francisco, Xavi y yo continuamos. En la subida sudé una barbaridad debido al esfuerzo y al calor por la humedad que había. Cuando llegamos al Pont del Goi nos deleitamos con las espectaculares vistas. El Pont del Goi es una espectacular pasarela natural que cruza una especie de barranco.
Pont del Goi
Esperamos que llegaran Ramonet, Esteve y Roger y nos pusimos nuevamente en marcha. El tramo que había desde el puente hasta el control del Coll fue espectacular, no por el paisaje sino por la velocidad que puso Ramonet. Se puso el primero y empezó a meterle caña y cada vez costaba más seguirlo. Además yo ya empezaba a tener serios problemas en las bajadas ya que me dolía bastante la rodilla, en el llano y subida podía seguir más o menos bien el ritmo pero en bajada me era imposible. Casi sin darnos cuenta llegamos al control del Coll, recargamos energías y encaramos la bajada hacia el Albiol. En el tramo de sendero inicial manteníamos el ritmo infernal que habíamos llevado, pero comenzó el tramo de bajada técnica, nada más iniciarse la bajada el lateral de la rodilla me volvió a dar una nueva rebrincada. Esta vez el dolor era muy fuerte y mis compañeros se iban distanciando a cada paso. Después de sufrir una barbaridad conseguí llegar a la carretera que lleva hacia el Albiol y apretando un poco los dientes dí alcance a mis compañeros.

En el Albiol repusimos energías y Francisco tuvo que ir al servicio, Ramonet no se esperó y salió como un cohete hacia la Selva. Ya había hecho esta marcha otros años y sabía lo que me quedaba para llegar hasta la Selva. Sabía que sufriría con el dolor que tenía en la rodilla pero no me imaginaba lo que iba a sufrir. Para la primera serie de senderos que atravesaban la carretera se me hizo un mundo. Después en la pista podía ir más o menos tirando pero nuevamente llegamos a un tramo técnico. Esta vez el sendero era mucho más inclinado y con  más piedras sueltas, dar un paso era sufrir un dolor insoportable pero gracias a que llevaba los palos podía ir bajando aunque fuera poco a poco. Tardé casi 30 minutos en bajar un tramo que en condiciones normales no hubiera tardado más de 15 min., suerte que volvimos a entrar en pista y ya iba algo mejor así que volvimos a subir un poco el ritmo.
Inicio de la bajada tecnica (autentico calvario para mi rodilla)
Lo que no me esperaba era el tramo nuevo que había puesto la organización para evitar dar un rodeo para entrar en la Selva, un sendero que no era muy largo iba a parar a una pista. El sendero se me hizo eterno porque lo que antes era dolor insoportable, se había convertido en no poder mover la pierna. Decidí que como el sendero no era muy largo y había que bajar de algún modo, hacerlo a pata coja. Una vez en la pista parecía que se había acabado el calvario, pero aun quedaba otra pequeña bajada por un tramo de pista bastante inclinado. Pasado ese tramo el camino se metía hacia el rio y lo seguía hacia la Selva, justo cuando quedaba 1 km para llegar, me tuve que parar urgentemente para hacer una técnica larga.
Tramo final siguiendo el rio

Una vez aliviado, me puse en marcha y justo antes de entrar a las calles de la Selva dí caza a mis compañeros. Callejeamos y entramos en el pabellón, una buena ducha y para casa.
63,9 kilómetros
4890 metros de desnivel acumulado
11:31 horas
En conclusión, esta marcha es dura en condiciones normales, pero si uno está lesionado se convierte en un verdadero infierno. Quitando el dolor de la rodilla derecha, mis sensaciones han sido positivas porque realmente he acabado la marcha sin estar nada cansado. Nunca me cansaré de repetirlo, pero es un honor compartir kilómetros con los compañeros del club. Muchas gracias a Francisco, Xavi, Ramonet, Esteve y Roger.

1 comentario:

  1. Hola Blas,

    Comentarte que ese dia nosotros estábamos por la zona de Prades, precisamente coincidimos un trozo con caminantes y corredores de esta larga marcha. Paramos a comer en la zona de la mola dels Quatre Termes, la zona es espectacular. Yo como caminante y corredor, no puedo si no, admirar a gente como vosotros que realiza estos recorridos tan largos.

    Un saludo

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