jueves, 9 de octubre de 2014

TRENKAKAMES

Sabado 4 - dominngo 5 de octubre

Desde que acabe la Ultra de Andorra, no había vuelto a hacer una marcha larga. Afrontaba mi participación en la Trenkakames con muchas ganas, iba a ser el reencuentro con muchos compañeros a los cual hacia tiempo que no veía y además un reencuentro con la montaña.

La Trenkakames es una ruta que atraviesa la comarca del Baix Penedés por caminos y senderos, muchos de los cuales hace cientos de años que conservan su trazado. El itinerario dibuja un círculo alrededor de la comarca, pasando por pequeños pueblos y ermitas, olivares y viñedos, castillos y masías, pinares y barrancos.

Una vez mas mi compañero de aventuras iba a ser Xavi Torrijos, los dos fuimos pronto hacia el Vendrell para tener tiempo de hablar con los compañeros y poder almorzar alguna cosa. Al llegar a los alrededores de la salida nos llevamos una desagradable sorpresa, había más de 4 coches con los cristales reventados. Decidí que dejaría el coche un poco mas lejos de la salida y en un lugar que fuera mas seguro, una vez aparcados fuimos hacia la entrega de dorsales. Allí nos encontramos con Maria Ramos, hacia mucho tiempo que no coincidíamos con ella y estuvimos hablando un poco de cómo iba todo. Poco a poco iban llegando los compañeros y cuando ya éramos unos cuantos, buscamos un sitio donde almorzar. Después de comernos un bocadillo nos dirigimos hacia el arco de salida, intentamos reunirnos todos los compañeros para hacer una foto antes de la salida pero al haber ido tantos nos fue imposible lograrlo.
Con los compañeros del CEI
A las 10:00h llegó un grupo de grallers y se puso a tocar, acto seguido se dio la salida a la marcha. Al contrario que en muchas otras marchas, aquí nadie salió corriendo ya que los grallers encabezaban la marcha hasta la salida del pueblo. Cuando se quitaron de en medio empezó el espectáculo, a la gente empezó a entrarle la prisa y venga todo el mundo a correr. Xavi y yo decidimos empezar mas tranquilos y nos pusimos a hablar con Esteve, los primeros kilómetros recorriendo campos los hicimos escuchando a Esteve como nos relataba lo que vivió en el Ultra Trail del Montblanc. Casi sin darnos cuenta ya estábamos encarando el pedazo de rampa que hay en el pueblo de Sant Vicenç de Calders, llevábamos 3,9 kilómetros y se nos habían pasado volando por la amena charla que llevábamos. Salimos de Sant Vicenç y cogimos un camino que pasaba paralelo a la autopista, cruzamos al otro lado y continuamos por una pequeña carretera.  Un poco mas adelante nos encontramos con Miquel y Fermi Bernardo, los saludamos y yo le dije a Xavi que había llegado la hora de acelerar el ritmo. Nos despedimos de Esteve, Fermi y Miquel y nos pusimos a tirar, encarábamos la primera subida seria de la marcha. Subimos hacia la Sierra Pedragosa por un sendero que hacia honor al nombre de la sierra, adelantamos a mucha gente en la subida incluyendo a muchos compañeros del CEI. A medida que íbamos subiendo el calor se iba notando cada vez mas, presagio de lo que nos iba a esperaba a lo largo de la marcha.
Después de un buen rato subiendo pensábamos que la subida ya había finalizado, pero después de un pequeño tramo de llano y bajada nos encontramos una rampa bastante inclinada. Intente subirla sin parar de trotar aprovechando la inercia de la bajada anterior, pero tuve que parar antes de llegar arriba. No era plan de petarse llevando tan pocos kilómetros. 
En este punto pensabamos que ya habiamos hecho cima.
Tras la subida continuamos un tramo de bajada y un pequeño llano, en el llano yo iba un poco despistado y tropecé con una piedra y al suelo. No me hice daño, pero la rodilla derecha quedo un poco magullada y en la mano izquierda una heridilla que molestaba con el sudor. Proseguimos nuestro camino y enseguida llegamos al pueblo de Albinyana, al final del pueblo había una fuente en la cual aproveche para limpiarme la herida de la rodilla y beber un poco de agua. Seguimos un tramo por la carretera y enseguida nos desviamos hacia la derecha para subir hacia la ermita donde estaba el avituallamiento, cuando empezamos el camino le comente a Xavi que en algún sitio de la subida nos encontraríamos a Xavier Capdevila el fotógrafo de la Feec haciendo fotos. Efectivamente cuando ya nos quedaba muy poco para llegar a la Ermita nos encontramos con Xavier, proseguimos y enseguida llegamos a la ermita de Sant Antoni. Allí nos llevamos una sorpresa ya que nos encontramos a Merce y Josep Carrera, nos extraño encontrarlos allí ya que ellos llevan siempre un ritmo muy fuerte. En el avituallamiento había de todo, agua, coca cola, aquarius y mini bocatas. Aprovechamos que los Aquarius estaban fresquitos y nos trincamos 2 cada uno, acto seguido nos pusimos de nuevo en marcha siguiendo la estela de Merce y Josep. Un pequeño sendero nos condujo a una pista, llaneemos un rato y después hicimos una pequeña subida. Llegamos a una nueva pista la cual era bastante larga y nos hacia caminar como si nos dirigiéramos hacia el horizonte, giramos de nuevo a la derecha y tras una pequeña subida pasamos junto a una casa en ruinas. Ahora tocaba bajar, con el pueblo a lo lejos encaramos la bajada trotando. 
Caminando hacia el horizonte.
Bajando hacia Masarbones.
Llevábamos un buen ritmo y los kilómetros pasaban sin darnos cuenta, tras un buen rato bajando llegamos a una especie de carretera que nos condujo hasta el pueblo de Masarbones. Al parecer todos los pueblos por esa zona tienen unas rampas considerables y este no iba a ser menos, al final de la subida llegamos a una pequeña plaza en la cual estaba situado hace 2 años un avituallamiento. Aunque no había avituallamiento, lo que si que había era una fuente que nos fue muy bien, el calor estaba apretando de lo lindo y un poco de agua fresca se agradecía.
Proseguimos la marcha y cogimos un camino bastante fácil de caminar, allí nos encontramos con Marcos y una compañera, nos adelantamos un poco pero a los pocos kilómetros llegamos al pueblo de Masllorenç.  El avituallamiento estaba situado en una pequeña plaza donde había una fuente. Estábamos fritos del calor que estábamos pasando, así que la fuente fue muy bien para remojarnos la cabeza.  Allí nos encontramos con dos compañeros más del club los dos Ángel, ahora nos habíamos juntado un buen grupo del CEI, ya que Marcos y la compañera ya habían llegado. Cuando estábamos saliendo del pueblo nos encontramos por sorpresa a la familia de Esteve, habían ido a darle una sorpresa ya que era su cumpleaños. A todos nos supo mal porque no nos habíamos acordado y no lo habíamos felicitado, nos despedimos de la familia y proseguimos nuestro camino. Atravesamos unos campos y pasamos por una pequeña urbanización, cruzamos por encima de la autopista y tras pasar por un depósito de agua encaramos una subida corta pero intensa debido al calor que nos estaba pegando. Tras la subida cogimos un sendero que nos llevo hasta una extenso viñedo, tras atravesarlo llegamos al siguiente puesto de avituallamiento Mas d’en Bosc. 
Martí y Xavi Torrijos llegando al pueblo de Mas llorenç
Atravesando un extenso viñedo
Un pequeño pueblo que quedaba invadido por los participantes y miembros de la organización de la marcha, al sentarme para comer algo los de la cruz roja que había allí me vio la herida de la rodilla e insistieron en curármela. Mientras yo comía una chica me curo la herida, hicimos una parada bastante larga para poder recuperar energía. Nos quedamos solos Torrijos y yo ya que los compañeros habían tirado hacia delante, nos enfrentábamos a la parte más dura de la marcha la cresta que llevaba hacia el Montmell. Íbamos subiendo a buen ritmo y pasando a bastante gente, pero de repente vi que Xavi se iba quedando atrás. Me dijo que no tenía buenas sensaciones y que tirara solo hacia delante, me sabía mal pues siempre solemos acabar juntos las marchas y normalmente soy yo el que sufro para seguir su ritmo. Yo me encontraba bien pero iba haciendo poco a poco para ver si Xavi se recuperaba, por momentos parecía que lo haría pero de repente en una subida se quedo muy descolgado y yo tire hacia arriba. Me espere en la cima y le dije que no me podía ir sin despedirme en condiciones, nos fundimos en un abrazo y yo puse la directa. Marcos apareció con la compañera y tiraba delante de mí pero lo que me sorprendió fue como me paso María Milla de mi club. Paso como un cohete saltando las piedras cual cabra montesa, antes de llegar a la pista que conducía a la iglesia donde estaba el avituallamiento, tuve que bajar por una bajada bastante técnica equipada con cuerdas. Una vez en la pista me puse a trotar y rápidamente llegue a la iglesia de Sant Miquel. Allí me encontré con Marcos, la compañera y María.
Atravesando la cresta que conducia hacia el Montmell.
El Montmell al fondo y la iglesia de Sant Miquel a los pies.
María salió rápido pero Marcos y la compañera aun estaban allí, decidí que era el momento de pegar un cambio de velocidad ya que venía subida y era mi terreno. Subí hasta la Ermita de Sant Miquel a una velocidad considerable, después encare un tramo técnico de subida donde pase a 4 marchadores. Antes de llegar a la cruz del Montmell me encontré con Ángel. Prácticamente llegamos juntos a la cruz así que aproveche y le dije que me hiciera una foto, en ese momento me volvió a pasar María. Proseguí mi ascenso hacia la Talaya del Montmell y antes de llegar me encontré con Martí, llegamos juntos a la cima. 
En la Creu del Montmell.
En la Atalaya del Montmell con el compañero Martí.
En la bajada pensaba que Martí andaría más rápido que yo, ya que a él se le dan mejor las bajadas. Al parecer andaba cansado y yo baje un poco más rápido, la bajada de la Talaya la han cambiado con respecto a la última vez que hice la marcha. Una sucesión interminables de senderos que atravesaban un espeso bosque y en los cuales pude trotar en algunas zonas y caminar rápido en otras, maría había bajado a gran velocidad pues yo a pesar de ir bastante rápido no era capaz de darle alcance. Después de los senderos vino una pista larguísima que me condujo hasta el avituallamiento situado en Torrossolla, estaba situado al lado de una casa en ruinas y había unos voluntarios muy simpáticos. Comí algo me tome un vaso de coca cola y de nuevo en marcha, Salí del avituallamiento y cogí un sendero bastante guapo hasta llegar a una pista. Seguí la pista que primero llaneaba pero tras cruzar una carretera se iniciaba una subida, la subida era por pista cosa que me permitió ir bastante rápido subiendo. Después de una pequeña bajada por pista y de hacer un buen rato que no veía a nadie, en un tramo de viñas me he encontrado con 8 marchadores. Poco a poco he ido avanzándolos a todos, al llegar a la cima de la subida a comenzado una bajada por pista que me ha llevado hasta el avituallamiento de Selma. Selma es un pueblo abandonado y en un claro estaba situado el avituallamiento, al poco de estar allí han comenzado a llegar marchadores que al parecer habían apretado en la bajada. 
El pueblo abandonado de Selma.
Desde Selma ya quedaban 8 kilómetros para el avituallamiento fuerte de la marcha, me puse en marcha siguiendo a un grupo de 2 chicos y una chica. Los seguía bastante cerca pero poco a poco se me iban distanciando ya que estaba oscureciendo y perdía la visión de por donde tenía que ir, tras pasar una granja ya casi no se veía pero a lo lejos ya podía divisar las luces de Aiguaviva. Llegue al pueblo justo cuando más oscuro estaba, llegar al avituallamiento me costó un poco ya que tenían un foco que daba justo a la altura de los ojos y apenas podía ver donde tenía que pisar. Una vez en el avituallamiento me encontré que allí estaban Merce, Josep y Ángel, me alegro mucho verlos allí pues se acercaba el tramo nocturno y veía la oportunidad de poder unirme a ellos. Poco a poco fueron llegando más compañeros y llegamos a formar un grupo de 6 compañeros del CEI, después de haber comido y repuesto líquido me cambie los calcetines y les comente a Merce y Josep que intentaría seguir su ritmo. Cuando nos íbamos a poner en marcha llego Oriol y nos dijo que venía con nosotros, el no paro a comer nada pero decía que no tenía ganas. 

Proseguimos y cogimos una larguísima bajada primero por sendero muy pedregoso y después por pista, el ritmo de Merce, Josep y Oriol era muy alto y me costaba seguirles. Aun así mantenía las distancias, por detrás venían los dos Ángel a pocos metros. Acabo la bajada e hicimos un tramo de subida por pista en el cual disminuimos un poco el ritmo, pero aun así manteníamos una velocidad alta. Así casi sin darnos cuenta llegamos al control de Mas de bartomeu, aquí hace dos años me encontré a Ramonet vomitando y diciendo tonterías de las suyas jajaja. Marcamos y proseguimos la marcha, ahora tocaba pista y en bajada. El ritmo de Merce y Josep era de paso rápido así que no me preocupaba perderlos, pero de repente aceleraron y se pusieron a trotar. Poco a poco los iba perdiendo de vista pero iba con Oriol, pero de repente el también acelero y me quede solo. Veía a mis compañeros a lo lejos, pero en bajada era incapaz de seguirles. Por suerte vino una subida de unos 2 kilómetros y pude acelerar mi ritmo, los compañeros se habían distanciado bastante pero enseguida llegue al control y vi que allí estaban. En el avituallamiento había un grupo de jóvenes con mucha alegría, también nos encontramos con 2 chicas y 2 chicos más que estaban allí descansando. Tocaba tramo de bajada hasta el siguiente punto, pero nadie dijo que fuera fácil, los primeros 2 kilómetros eran por un sendero muy técnico y empedrado en el cual Merce, Josep y Oriol se volvieron a distanciar. Después llegue a una especie de campos que atravesé y me metí por un sendero, el sendero  pasaba junto a un vallado de una casa. Cuando estaba pasando una jauría de perros se puso a ladrar en forma amenazante, por suerte no salieron y aquello no paso de un susto. Llegue al pueblo de la Torregassa y cuando estaba a punto de salir del pueblo me encontré con los compañeros, seguimos juntos atravesando una serie de campos de cultivo y llegamos al avituallamiento de la Casa Murada. Este avituallamiento es conocido por los buenísimos donuts que hay, estaban tan buenos que me comí dos.

Proseguimos la marcha y tras atravesar una pista que discurría por entre campos, nos metimos en otra que iba paralela a la autopista durante un buen rato. Al salir de ese tramo la pista volvía hacia dentro y bordeaba una casa, justo al pasar la casa y llegar cerca de un depósito de agua no pude más y tuve que parar. Me había entrado un apretón por los donuts y mis compañeros no paraban ni a mear, les dije que allí nos despedíamos ya que si cuando me paraba a mear me sacaban un buen trozo imagínate después de una parada larga. Después de la técnica larga me puse de nuevo en marcha, para hacer más ameno el camino puesto que iba a ir solo me puse el mp3. Proseguí por la pista y después de pasar un tramo donde me lie un poco con las señales, inicie un sendero en el cual pude acelerar bastante el ritmo. Volví de nuevo a un tramo de pista y de repente me encontré con los compañeros que venían de frente, al parecer se habían equivocado y habían seguido rectos en un desvió. Volvíamos a ser un grupo y continuamos por una especie de riera por la cual costaba bastante caminar debido a las piedras. Casi sin darnos cuenta llegamos al control de la Papiola, en teoría solo nos quedaban 300 metros de subida. Empezamos la subida por una pista cimentada, la dejamos y cogimos un tramo de bajada. A partir de allí ya empezaba lo bueno, el camino se inclinaba considerablemente y lo que es peor Merce , Josep y Oriol ponían la directa. Qué manera de subir, por suerte las subidas se me dan bien y podía seguir a mis compañeros bastante de cerca. El tramo hasta el siguiente control no acababa con aquella subida,  cuando acabo la subida llaneamos pero no lo hicimos por un camino fácil. Nos toco llanear por un camino muy empedrado en el cual pasamos junto a una escultura del club excursionista de la Lira Vendrellenca. Después venia la bajada, menuda bajada más técnica. 
Mis compañeros demostraron una vez mas lo bien que se les da bajar y me volvieron a dejar atrás, yo era incapaz de bajar más rápido porque iba pendiente de donde colocar los pies. Tras la bajada llegue al control, ya solo era cuestión de seguir un buen ritmo y pronto estaría en el Vendrell. Después de un sendero en el que pude bajar a gran velocidad, adelante a una pareja y después llegue a una pista. La seguí un rato y justo pasar junto a una casa un perro me dio un susto de muerte, acelere el ritmo de tal manera que al llegar a un cambio de sentido casi me caigo al suelo. Por suerte no me caí y pude seguir la marcha, este nuevo cambio de camino me llevo a una especie de riera. Proseguí por la riera a buen ritmo, cuando de repente me paso un tío corriendo. Los típicos que van fundidos en la subida y cuando llega la bajada aprietan el culo. Después de un buen rato en la riera llegue a las calles del Vendrell y enseguida a la Lira Vendrellenca. Allí estaban los compañeros que hacia 5 minutos que habían llegado, al final no me sacaron mucha distancia. Me fui para las duchas y después de ducharme estuve comiendo algo, llego Josepa la mujer de Emili y le pregunte si sabía si Xavi Torrijos iba con él. Me dijo que no pero que no andaban muy distanciados, al poco rato llego Emili, Martí i Eugeni, y al poco llegaron Marcos, la chica que iba con él y Xavi Torrijos. Espere a que Xavi se duchara y después nos fuimos para casa con el deber cumplido

85 kilómetros

2621 Metros de desnivel positivo

2621 Metros de desnivel negativo

5142 Metros de desnivel total acumulado

16:03 horas

En conclusión, me he encontrado muy bien físicamente. Últimamente en las marchas sufría bastante en las subidas, pero esta vez he ido perfecto. Ha sido una pena no poder acabar con mi inseparable compañero Xavi Torrijos, pero he podido compartir kilómetros con dos pedazos de corredores como son Josep y Merce. También comprobar que Oriol y María están en una forma autentica, al llegar a casa me entere que muchos compañeros lo dejaron en Aiguaviva y que algunos como Pedro, Fermi Bernardo, Miquel y Esteve los tuvieron que cortar por la fuerte tormenta que cayó. Esperamos que eso no haya sido impedimento para que nuestro club se proclame campeón de Catalunya por entidades un año más. Agradecerle a los compañeros su compañía y a mi mujer que me dejara ir a la marcha.


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