jueves, 19 de septiembre de 2019

GRAND RAID DES PYRENEES 2019 POR UNA SEGUIDORA


Vuelvo a tener la oportunidad de escribir mis vivencias en la última carrera de Blas. Para esta carrera estaba muy tranquila en lo que a desplazamientos se refiere. Como ya estuvimos en la carrera del año pasado, ya sabía cómo eran las carreteras y en vez de coger el hotel para todos los días al lado de la salida/meta, este año lo que hice fue coger un hotel para la noche antes de la salida y el día de llegada a meta y otro hotel para las dos noches del medio de la carrera donde una coincidía que había una base de vida y para la otra noche las bases de vida estaban a 20 min. más o menos.

Este año iba a estar sola otra vez haciendo el seguimiento pero a mediados del mes de julio se apuntaron unos amigos, Pedro y Carmen. Enseguida me puse con la búsqueda de alojamiento para ellos pero a un mes de la carrera era imposible coincidir en los mismos hoteles.


Miércoles, 21 de agosto.

Llegamos a Saint Lary Soulan. Tras haber dejado parte del equipaje en nuestro hotel, nos dirigimos a Vielle Aure para recoger el dorsal el y dejar las bolsas de vida que ya las llevamos preparadas y separadas de casa.



El protocolo para pasar el control de la mochila era como el año pasado. Cuando le dan el dorsal a Blas, le colocan una pulsera de papel y nos encontramos con los primeros problemas. A Blas le molesta la pulsera porque se la han dejado muy suelta. Se pone nervioso porque la señora no le entendía y le decía que no se la podía quitar. Intentamos tranquilizarlo diciéndole que la enganchamos con algo pero no funciona. Nos vamos a otra mesa para comprar 2 tickets para el buffet del último día para Pedro y Carmen. Una vez acaba el plazo de inscripción ya no se podían comprar on-line junto con el dorsal.

En la cola veo que al chico de delante de nosotros le colocan la misma pulsera. Busco el traductor del tel. (bendito traductor porque en más de una ocasión nos ha ayudado en este viaje), escribo que si por favor le pueden cambiar la pulsera porque se la han dejado muy suelta y le molesta. La señora muy amablemente le cambia la pulsera y nos vende los tickets del buffet. Blas ya está más tranquilo.

El año pasado nos dieron unas bolsas marcadas con el nombre de cada base de vida y allí ponías lo que necesitaba para cada base, este año la cosa cambió. Uno de los regalos que le dieron era una bolsa de deporte bastante grande donde se tenía que meter todo lo de las bases de vida. Al principio no entendíamos que si meten las 3 bolsas que llevábamos en esa bolsa grande, cómo sabrían qué bolsa iba a cada base de vida. Al final entendimos que la bolsa pasaría por todas las bases de vida. Una vez pasaba el corredor por una base, se llevarían la bolsa a la siguiente base de vida.
 
Una vez hecho todo nos fuimos en busca del apartamento donde se alojarían Pedro y Carmen. Al llegar Blas y Pedro se bajaron para ir a la recepción. Carmen y yo nos quedamos fuera del coche. Un corredor nos saludó en francés, como llevaba el dorsal en la mano le vi la bandera española y le saludé en castellano. Se paró y comenzamos a hablar. Nos dijo que hacía la Ultra y le dije que mi marido también. Me preguntó por el número de dorsal para ver si lo veía durante la carrera. Como se dirigió a la recepción donde estaba Blas le dije al chico que se lo encontraría allí dentro, que mi marido era un chico de azul muy guapo. Bromeó diciendo que él era guapo, le dije que puede pero no vas de azul. Nos reímos.

Al poco rato salieron Blas y Pedro y nos dijeron que habían hablado con Borja, el corredor. Subimos un poco más con el coche y llegamos al apartamento. Vimos que Borja subía por unas escaleras acortando camino y la casualidad hizo que estuviera a dos apartamentos a la derecha del de Pedro y Carmen. Nos preguntó cómo íbamos a ir a salida y le dijimos que en coche. Nos preguntó si podía ir con nosotros y por supuesto que le dijimos que sí.  

Cenamos sobre las 19h-19:30h porque Blas quería acostarse pronto para el madrugón de la salida.
Terminamos de cenar y nos fuimos de regreso al hotel. Terminó de prepararse la mochila mientras yo le preparaba la ropa encima de la cama para hacer la típica foto friki que nos encanta hacer. Creo que eran las 21 h cuando apagamos la luz de la habitación.



Jueves, 22 de agosto

Suena la alarma del tel de Blas, son las 4:15 h. Nos vestimos rápidamente y recogemos todo ya que yo iba a dejar el hotel a esa hora para no tener que volver otra vez. Pasamos por el apartamento para recoger a Pedro, Carmen y Borja.

Llegamos a Vielle Aure, se bajan Blas y Borja para que vayan tomando café, y los demás vamos al aparcamiento para dejar el coche. Blas quería ir al mismo bar donde ya estuvo el año pasado porque le había ido bien, como sabía cuál era enseguida nos reunimos con ellos.



Otra de las cosas que quería repetir Blas era el situarse cerca de primera línea para evitar atascos en la salida. Blas se despide de todos nosotros y le da un besito a mi barriguita.
Cuando ya habíamos salido del corralito para irnos a buscar sitio para ver la salida, vemos a Jesús, compañero de club y amigo.  Estuvo un momento con Blas y luego vino a situarse a nuestro lado para ver la salida. Ya le habíamos dicho a Blas donde estaríamos para que nos viera bien al pasar.

Comienza la animación, los pelillos se ponen de punta. Lástima que no entendemos lo que dicen pero lo importante en ese momento son los corredores y los vemos a todos agachados y de repente todos saltando. Blas se lo debe estar pasando bien.

Y llegó la hora: 4, 3, 2, 1, da inicio la carrera. Hacía nosotros vienen corriendo un montón de corredores, algunos con el frontal encendido. Los ojos van a mil buscando a Blas, lo veo sonriente y nos saluda. Pasa casi de los primeros. Sigo grabando la salida y estoy como 3-4 minutos viendo pasar a corredores. Qué cantidad!!!  Ya se había formado el atasco al pasar el puente y cuando llegan a nuestra altura van todos caminando porque es imposible correr. Dejo de grabar cuando ya veo a los últimos corredores.

La gente ya comienza a irse y muchos aprovechamos para ir detrás de los últimos corredores y dirigirnos hacía el parking. Cuando estamos llegando al parking vemos a un corredor rezagado y despistado que no sabía hacía donde había salido la carrera, le indico la dirección y se pone a correr esquivando a la gente. Después de hablar con Jesús nos despedimos de él y nos vamos hacia el apartamento para desayunar tranquilamente dado que teníamos margen de sobra para llegar al primer punto donde podríamos ver a Blas que sería sobre las 9:30h. en Payolle.

Siempre me gusta estar antes de tiempo porque sé que se puede adelantar un poco y como teníamos unos 45 min. de trayecto nos fuimos del apartamento sobre las 8h. menos algo.

La carretera que cogimos para llegar al avituallamiento había un tramo muy malo, estrecho y eso me pone nerviosa por si me encuentro a algún coche de frente. Por suerte cuando nos cruzamos con alguno había hueco para los dos. En la cima de la montaña que subimos habían unas vistas espectaculares donde se veía el mar de nubes que formada la niebla. Nos paramos 5 min. a hacer un par de fotos y disfrutar del paisaje. Al llegar al punto de avituallamiento tuvimos suerte y un coche se marchaba, aproveché y me aparqué en el arcén de la carretera.

Como en teoría íbamos con tiempo de sobra, fuimos caminando tranquilamente hacia donde estaba toda la gente. A punto de llegar oímos “Pedro” era Blas que ya estaba dentro del avituallamiento. Madre mía, se había adelantado mucho. No quería nada de lo que llevábamos para darle, ni chuches ni fuet…  Lo vimos salir muy sonriente y nos despedimos de él.




Hasta el siguiente punto el Pic du Midi y según un planning que nos había hecho Blas, teníamos 5h. de margen. Yo quería ir a un supermercado famoso en el mundillo mio de las manualidades y como había margen de tiempo ya lo llevaba todo calculado. 45 min hasta el super, 1 h. dentro comprando como máximo y 1 h. de vuelta hasta La Mongie, que es donde se coge el Telecabina para subir al Pic du Midi. Aún tendríamos 2 h. de margen para subir y estar arriba para esperar a Blas.

Por supuesto fuimos al super pero eso no viene ahora al caso, je je. Con 2 horas de margen llegamos a La Mongie. Yo no podía subir en el telecabina por el embarazo, estaba desaconsejado.  Me dio mucha rabia cuando lo leí en la web unos pocos días antes de irnos y como no quería arriesgarme ya lo tenía asumido. El día estaba precioso y desde la cima se verían unas vistas espectaculares, no como el año pasado que no vi la antena de la cima y que gracias a un pequeño momento que se fue la niebla por un instante pude ver el lago y como subían los corredores.

Carmen me dijo que ella no subiría y que se quedaría conmigo esperando  a Pedro que él si iba a subir. Me acerqué todo lo que pude a las taquillas para dejar a Pedro. Cuál fue nuestra sorpresa que había una cola enorme, primero para comprar el ticket y otra cola muchísimo más larga para coger el telecabina. Se bajó Pedro y se puso en cola. Carmen también se bajó y se puso en cola para guardarle el sitio para la cola de coger el telecabina.

Me suena el tel. y Blas me dice que en 1 hora estaba en el Pic du Midi. Maldición!! Es imposible que Pedro llegue a tiempo cuando el telecabina ya tarda como 15-20 min en subir porque hay que cambiar de cabina a mitad de trayecto. Me acerco a Pedro y se lo digo y me dice que lo va a probar, que le hacía ilusión subir y ver llegar a Blas.

Me voy a aparcar el coche porque donde estaba no podía dejarlo mucho tiempo. Cuando regreso a la cola, Carmen me dice que estaban diciendo que la cola que había era para unas 2 horas. Se lo digo a Pedro y desiste de subir.

Los pensamientos de si no hubiera ido al super, si hubiéramos venido directamente…son inevitables. Pero quién lo iba a saber, si el año anterior compré el ticket y me fui directamente al telecabina y no habían colas por ninguna parte. Evidentemente el día tan bonito que hacía era para aprovecharlo y subir. Seguramente todo el mundo pensó lo mismo, menos yo.

Le dije a Pedro que si quería subir que subiera para ver todo lo de arriba pero él lo que quería ver era a Blas y de paso pues ya vería lo demás. Entre lágrimas le dejé un audio a Blas porque no habría nadie arriba para esperarlo. Vaya seguimiento, al primero no llegamos a tiempo y al segundo no podemos subir.

Nuestro próximo destino sería llegar a Pierrefitte Nestalás donde estaban nuestros hoteles y la primera base de vida.

Para llegar a Pierrefitte se tenía que pasar por el famoso Tourmalet. En la cima había atasco de coches porque la gente estaba por medio de la carretera haciéndose fotos en la famosa estatua del ciclista. Mi intención era de parar a hacer fotos ya que el año pasado no lo pude ver por la lluvia y la niebla que pillé. A penas veía 2 metros delante de mí, así que este año lo quería ver todo. Como fue imposible pararme en la cima, lo hice varias curvas más abajo donde pillé un hueco para parar y desde allí hicimos varias fotos al valle.



Siguiendo la carretera llegamos al pueblo de Barèges. Se acercaba la hora de comer y como vi un parque decidí parar para ver si allí podríamos comer algo. Encontramos una mesa de madera en la sombrita, ideal!! Sacamos la nevera y todo lo necesario para comer. Justo al lado del parque estaba el ayuntamiento y allí montarían un avituallamiento donde iríamos el sábado.



Continuamos el trayecto hasta Pierrefitte. La entrada a mi hotel la tenía a las 15h., Pedro y Carmen a las 16h. Mientras esperábamos a que abrieran, llegó un señor y entre francés, señas con las manos…nos dijo que por la mañana nos había visto en el bar en la salida. Su hijo estaba haciendo la misma carrera que Blas. Había hecho como yo, coger el hotel al lado de la base de vida, sabiendo que llegaría por la tarde-noche. Y es que la teníamos a un paso del hotel.

Después de coger la llave nos fuimos para el hotel de Pedro y Carmen. Estaba mucho mejor que el mío ya que era de 3 estrellas y el mío se podría decir que era más bien un hostal que un 2 estrellas, pero me fui a lo barato ya que total no iba a pisarlo mucho.

Una vez recogidas todas las llaves nos dirigimos hacia la estación de esquí de Hautacam que estaba a unos 30 min. de coche. Allí veríamos a Blas porque había un avituallamiento. Dejé a Carmen lo más cerca posible, Pedro y yo fuimos a aparcar el coche. Donde aparcamos hasta el avituallamiento tuvimos que caminar un poco. Carmen tiene mal la rodilla y yo con el embarazo… el caminar para nosotras era ir muy despacito y sin prisas, je je. Pedro en cambio es puro nervio y sí que me dijo de aparcar él el coche pero le dije que había tiempo de sobra y que ya lo aparcaba yo.

Buscamos donde estaba situado el avituallamiento y nos pusimos un poco más arriba para ver llegar a los corredores. Ellos llegaban bajando la montaña. Encontramos un poco de sombra y allí me cobijé un rato. Pedro estaba en su salsa. Llevaba como una trompetilla que la iba haciendo sonar cada vez que llegaba un corredor. Algunos daban las gracias por los ánimos otros no hacían caso, pero él seguía.

Carmen estaba abajo en la cafetería, justo en la entrada del avituallamiento. Cuando ya no me sentía el culete de estar sentada me acerqué a donde estaba Pedro, ahí seguía con la trompetilla. Blas me llamó y me dijo que estaba a punto de llegar al avituallamiento, le dije que allí estábamos esperándolo. Quizás no se fiaba de si estábamos o no viendo nuestro historial.

Blas nos dijo que se había equivocado y lo que veía no era aún Hautacam, pero no andaría muy lejos por el horario que le marcaba la web y por el km que iba. Estábamos lejos pero cuando veíamos un corredor con camiseta rojiza, comentábamos si era o no. Hasta que si era él. Lo vimos bajar. Pedro se quedó a esperarlo y yo me fui hacia el avituallamiento para grabarlo al entrar.

Dentro no nos dejaban estar porque era muy pequeña la sala. No estuvo mucho rato, lo suficiente para reponer fuerzas y descansar un poco. Seguía sin querer chuches ni fuet. Nos comentó al salir que un poco más abajo lo veríamos porque caminaban unos metros por la carretera. Al subir ya habíamos visto las cintas e incluso a algún corredor.  Como teníamos que ir a buscar el coche no sabía si nos daría tiempo de verlo pasar. Quedamos en que me llamaría cuando estuviera en la carretera.

Pedro se ofreció a ir a por el coche. Encantada le di las llaves y se dio una carrerita. Carmen y yo fuimos caminando poco a poco hasta el punto máximo que se podía acceder con el coche.

Encontré un hueco en la carretera para meter el coche y allí esperar a Blas. Me llamó y le dije que estábamos un poco más abajo. Lo vimos pasar y nos despedimos de él, hasta la base de vida.

Regresamos a Pierrefitte y como donde tenía yo el hotel era no se podía aparcar por más de 15 min. y al estar  al lado del avituallamiento no había mucho sitio libre, le dije a Pedro que se llevara el coche a su hotel ya que allí tenía mucho sitio para aparcar. Quedamos para ir a cenar sobre las 20 h. antes de que llegara Blas.

En la habitación del hotel iba controlando la web y marcaba que Blas llegaría sobre las 19:30h pero como en el punto anterior Blas llegó 1 hora después de lo que le marcaba no le quería hacer mucho caso. Aún así le comenté a Pedro que se vinieran antes para cenar por si acaso. Justo nos sentamos en una mesa de una pizzería y nos dan la carta cuando me llama Blas preguntándome dónde estábamos. Le digo que a punto de cenar y él me dice que ya está en Pierrefitte. No puede ser!!! Sigue adelantándose a su planning, nos va a volver locos con las prisas. Según la web ahora iba 20 min más lento que lo que marcaba.

Salimos rápidamente de la pizzería, creo que Pedro le dijo a la señora que ahora regresábamos en un rato. Por suerte solo eran 100 mts y cruzar una calle. Entramos en la base de vida y no encontramos a Blas. Estaba en la zona de baños cambiándose de ropa. Cuando lo vemos nos ponemos cerca y monto el campamento. Me tengo que sentar en el suelo porque me es imposible estar agachada mucho rato. La barriga abulta ya lo suyo. 




Comienzan los nervios, donde está la crema, pon esto a cargar, saca esto, mete aquello. Me agobio enseguida. Cuando me consigo centrar recuerdo que él lleva crema en su mochila, la busco y se la doy. El reloj a cargar, ropa sucia a una bolsa, lo limpio a la mochila de vuelta. Lo que sobra de la primera base de vida se queda dentro de la mochila para la siguiente base y me llevo encima lo que es tema comida y alguna cosa más por si acaso.

Después de 45 min. sale de la base de vida, otro besito a mi barriga y continúa la carrera. 




Una vez él está en marcha regresamos a la pizzería. Gracias al traductor del tel. le digo a la señora que mi marido estaba en la carrera y que nos había avisado de que ya había llegado, que si aún podíamos cenar. Ella muy “amablemente” (sarcasmo puro y duro) nos dijo que lo sentía que lo tenía todo reservado. Le dimos las gracias y nos fuimos maldiciéndola mil veces porque allí no tenía nada preparado e incluso la parte de fuera estaba libre. Encontramos otra pizzería pero era solo para llevar. Decidimos coger dos pizzas y ya veríamos donde nos las comíamos, si en la habitación o en un banco. Y así lo hicimos en un banco. Los de la segunda pizzería hablaban un poco español y fueron muy amables. Nos dieron vasos de plástico y pudimos comprar también una botella grande de agua.

Entre nosotros nos reíamos diciendo que como no nos querían en la pizzeria, nos veíamos comiendo en un banco. Que por la mañana había sido en la mesa de un parque y que ahora ya estábamos bajando el nivel. La verdad es que cenamos muy bien y estaban muy buenas las pizzas. Entre más risas y como al día siguiente seguiríamos en el mismo pueblo, dijimos de cenar en la pizzería que nos “echaron”, ja ja ja. Luego nos dimos cuenta que muchos acompañantes estaban comiendo pizza como nosotros al lado del avituallamiento.

La segunda base de vida sería por la mañana y había que controlar cómo iba Blas por los puntos anteriores para calcular más o menos la hora porque lo del planning ya no servía para mucho. Pedro ya me había dicho que dejaría el tel. encendido y que le avisara. Al final nos dieron casi las 22:30h. nos despedimos y cada cual a su hotel. Ellos se llevaron el coche de nuevo. 



Viernes, 23 de agosto

Cuando Blas está de carrera no suelo dormir mucho. Me despierto a casi cada hora y aprovecho para controlar por la web como va. Marcaba que sobre las 4:55h de la mañana llegaría a Cautarets. Él nos había dicho que por la noche bajaría el ritmo y que entre punto y punto haría lo planeado pero viendo lo visto no nos podíamos fiar mucho.

Aún no eran ni las 4h. de la mañana que no sé qué hacer, aviso a Pedro o me espero un poco. Si hubiera tenido el coche sé perfectamente lo que hubiera hecho, aunque luego me hubiera llevado la bronca de Pedro por no llamarle pero es que me sabía mal que se pegara otro madrugón. Al final le mando un wassap y me responde de que en 10-15 min estaba debajo de mi hotel.

Llegando a Cauterets me suena el tel. Era Blas. No tengo conectado el manos libre del coche y no lo cogemos a tiempo. Madre mia eran las 4:50h eso significaba que Blas ya estaría allí y nosotros otra vez le habíamos fallado. Mis pensamientos… tenía que haber salido antes  si es que lo sabía…

Ahora suena el tel de Pedro, sabiendo que estaríamos juntos le dice que le quedaban 4 km hasta Cauterets. Menos mal. Llegaríamos nosotros antes que él. Me relajo un poco. Llegamos a Cauterets y más o menos según el mapa que pusieron nos acercamos bastante a donde estaba el avituallamiento pero por allí no se veía mucho movimiento y no estábamos seguros. Pedro se bajó a preguntar porque vimos varias furgonetas. Sí, era allí.

Fuimos a aparcar por la parte de atrás. Estuvimos cerca de una hora esperando hasta que decidimos acercarnos para verlo llegar y acompañarlo. Encontramos una parada de bus y allí nos sentamos. A los 5 min llegaba Blas. Eran las 6h. de la mañana y aún no había amanecido.

Una vez dentro de la base de vida monto mi campamento cerca de donde duermen los corredores. Por allí había una silla libre y la pillamos. Blas se fue a dormir 30 min. Es de agradecer ese tiempo porque le pude preparar todo con mucha calma. Reloj y tel. cargando, ropa preparada para cambiarse, bidones rellenados, comida reserva cargada en la mochila.




Mientras esperábamos  que despertara veíamos como un chico estaba en enfermería con la manta térmica encima, otros en el fisio. Otros que llegaban para dormir. Y muchos otros por ahí tumbados en el suelo. Cuando quedaban 5 min para despertarlo, Blas  ya iba levantando la cabeza como diciendo, ¿Cuánto queda? Le decía que 5 min. y volvía a tumbarse.  Cuando se levantó solo tuvo que cambiarse de ropa y comer algo. Sobre las 7 h salía de la base de vida. Ahora ya sí que había amanecido. Nos preguntó si iríamos a verlo al Pont d’Espagne, le dijimos que lo intentaríamos.




Al ir tan rápido en la carrera e ir muy adelantado según el horario nuestros planes se fueron a pique. En principio él tenía que haber llegado según su planning sobre las 10:30h a Cauterets y eran las 7h. y ya se iba. Mi planning inicial era que después de Cauterets iría directamente al Pont d’Espagne para verlo ya que había visto por internet que habían cascadas y un lago. De Cauterets al Pont d’Espagne solo habían como 15 min de coche. Tendríamos margen de 8 h hasta el siguiente punto para verlo así que podríamos hacer un poco de turismo de relax. Los planes cambiaron porque al ser tan pronto cuando nos fuimos de Pierrefitte, Carmen se había quedado en el hotel durmiendo y teníamos que volver a recogerla. Eso nos suponía 30 min. ir a por ella y 45 min. de vuelta hasta el Pont. Y claro también teníamos que desayunar algo que desde las 4 h. estábamos despiertos y sin comer nada.

Sin perder mucho tiempo fuimos y regresamos, desayunamos algo súper rápido y llegamos al Pont d’ Espagne.  Si es verdad que nos entretuvimos un poco en el coche preparando la mochila, que si nos llevamos algo de comer, cogemos agua. Una vez listos vemos que allí mismo se cogían los tickets para el telecabina mini y el telesilla. Decidimos primero ir al encuentro de Blas y luego tranquilamente ya mirarlo bien. De todas formas hasta las 9 h no abrían las taquillas.

Carmen se queda por las taquillas por si se forma mucha cola mientras Pedro y yo subimos caminando. Solo serían unos 400 mts. hasta el punto donde se cruzaba el camino de Blas con el nuestro. Os podéis creer que justo llegamos al cruce y llega. Iba 40 min. adelantado de su nuevo horario. Nos hacemos un par de fotos con el Pont de fondo y nos despedimos. Le dijimos que subiríamos al lago pero que hasta las 9 h no podíamos comprar el ticket. A todo esto eran las 8:50 h.



Regresamos a las taquillas. Éramos los cuartos en la cola. Nos montamos los 3 juntos en el mini telecabina que solo dura como 5 min. Luego se tenía que caminar unos 10 min a nuestro ritmo para llegar al telesilla. Llegamos y todavía no estaba en marcha así que esperamos y de nuevo éramos los cuartos en la cola.



El telesilla si que tarda como 15 min en subir. Una vez arriba hay que caminar unos 15 min hasta el lago que a nuestro paso llegaron a ser como 25 min. Pedro se adelantó para ver si lo veía. Cuando me di cuenta por donde llegaban los corredores intenté apretar el paso pero a mi querido Marc por lo visto no le gusta que la mami camine y se puso en una zona que me hacía daño, así que de nuevo tuve que aflojar mi ritmo. Cuando llegué al lago me crucé con un corredor, era un japonés que se había quedado más tiempo que Blas en Cauterets, lo que significaba que Blas ya había pasado por allí.

Saco el tel. para hacer fotos y me veo varios intentos de llamada de Blas que o bien él o yo no teníamos cobertura. Eran casi las 10h, luego supe que él llegó al lago a las 9:30 h justo cuando nosotros llegábamos arriba del telesilla. Como él no vio ningún rastro de telesilla pensó que ese no sería el mismo lago al que llegaríamos nosotros. Los primeros que se bajaron del telesilla seguro que aún no habrían ni llegado al lago. Ya le habíamos dicho que si lo veíamos bien que sino que él siguiera para adelante. Ya le habíamos visto abajo y estábamos tranquilos.



Disfrutamos del lago e hicimos muchas fotos. Cuando ya decidimos regresar ya estaba apretando el sol y al menos a mí el calor me mata mucho. El camino encima a lo primero era sin sombras y cuando encontrábamos un poco aprovechamos para parar a descansar y beber o comer algo.

De bajada en el telesilla creo que solo íbamos nosotros 3 y un par un poco más adelantados. En cambio subiendo estaban todos llenos. Disfrutamos con los niños que subían saludándolos.

Ya de vuelta en el parking aprovechamos para comer. Nuestro nivel cada vez estaba decayendo más y esta vez comimos en un muro. Primero sentados y luego apoyados en él. Nos pegamos otras risas pensando que más bajo ya no podíamos caer. Al estar cerca del río Pedro quiso meter los pies en el agua. Yo le seguí pero solo con el pie derecho ya que me estaba fastidiando el día y quería ver si me mejoraba un poco. El agua estaba super helada.

Nuestro siguiente destino era Gavarnie. Allí tendría un avituallamiento. Ya no quisimos arriesgar más y llegar tarde así que nos fuimos directamente para allí. Nos encontramos con que no se podía acceder a la zona donde estaba el avituallamiento y nos obligaban a aparcar el coche e ir caminando. Carmen se bajó y fue hacia el avituallamiento, al menos si llegaba Blas que viera a alguien. Pedro y yo nos fuimos a aparcar. Intentamos dejar el coche en varios sitios pero eran privados. Total que sin quererlo si o si tuvimos que ir al parking. Encima los 2 primeros estaban llenos y nos fuimos más lejos. Se tenía que dejar un ticket de pago porque era un pago único de 5 € el tiempo que sea. Tuvimos que ayudar al chico de antes que nosotros en la máquina y cuando nos tocó a nosotros no éramos capaces de hacerlo y el señor de detrás nos ayudó, parecía ayuda en cadena, ja ja. Pedro volvió al coche a dejar el ticket mientras yo fui caminando hacia el avituallamiento.

Cuando vimos donde estaba situado nos fuimos un poco más adelante para verlo llegar. Me llamó y me dijo que le dolía mucho la rodilla. Llegamos a la salida del camino y yo me quedé allí esperando. Pedro siguió el camino arriba para ir a su encuentro y acompañarlo un poco.

Estuvimos esperando un rato largo. Carmen desde el avituallamiento veía a Pedro. Le dije que me avisara cuando viera a Blas y en ese momento me dijo que ya bajaban juntos. Me moví  un poco de sitio y por un hueco de las hierbas veía el camino a lo lejos. Vi que venía despacito.

Volví a la salida del camino y comencé a grabar. Cuando llegó a mi altura me dijo de nuevo que le dolía la rodilla y que pensaba en dejarlo allí. Dejé de grabar al momento.

Luego de camino al avituallamiento me decía que intentaría llegar hasta la base de vida para dejarlo allí porque le sabía mal por Pedro y Carmen ya que habían ido a animarlo. No era el siguiente control por lo que le dije que si tenía intención de dejarlo en la base de vida, que para qué iba a esforzarse más y que lo dejara allí.

Llegamos al avituallamiento y la gente que esperaba a otros corredores le aplaudieron al llegar. En ese momento me emocioné porque sabía que lo iba a dejar allí. Si lo veo sufrir soy la primera en decir que no pasa nada en dejarlo si así lo cree conveniente pero si lo veo bien le animo a continuar. En este caso era convencerlo de que no pasaba nada si lo dejaba allí, además ya iba con ese pensamiento.

En el avituallamiento un voluntario que hablaba español le acompañó a la zona de fisios. Allí habían un par de chicos y muuuuchas chicas. Una de ellas le cogió y comenzó a hacerle ejercicios para ver que le dolía. Pedro me decía que me sentara fuera al fresco pero entre bromas yo le decía que no, que me quedaba allí vigilando a la fisio. Y es que si veis el video de Blas se ve que hay 3 fisios más al lado mirando a Blas, lagartas, ja ja. Por supuesto todo era en plan broma, si hasta Pedro hizo ver que le dolía una pierna para ver si alguna le masajeaba un poco, ja ja. No coló. 




La carrera ya había acabado para Blas. Para nosotros fue un poco relajante ya que aunque no camines como él, no paras quieto mucho rato. Él hizo 146 km, más o menos pero en coche hicimos el doble. 

El año pasado estuve esperando como 3h. arriba del Pic du Midi porque el muñequito de la web me engañó, luego 5 h. más en otro sitio por no estar casi 4h. conduciendo para regresar al hotel y volver. 
Es en esos momentos cuando deseas tener a alguién con el que hablar y pasar el rato.

La compañía de Pedro y Carmen ha sido fantástica. Les agradezco enormemente que hayan venido. Me he sentido muy arropada por ellos. MIL GRACIAS!!!

De Blas poco puedo decir cuando a los dos días de regresar ya salió para hacer una ruta y "probar como va la rodilla". Que aproveche ahora que pronto se le acabará el chollo. Solo se lo digo para chinchar un poco porque sé que en cuanto pueda se apuntará a la primera carrera que haya con tal de entrar en meta con Marc.

Ojo!!! Que allí estaré super emocionada y orgullosa de él. 

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