Esta era mi quinta
participación consecutiva en la marxa del Cap de Creus. Cada año la motivación ha
sido superar el tiempo del año anterior ya que el terreno me lo conozco como si
fuera la Serralada Litoral.
La marxa del Cap de Creus es una marcha de resistencia
por montaña individual de 87 Km. Dentro de la misma prueba cuenta con una
distancia de 60 km. y una más corta de
27 km. La filosofía de la marcha es hacer un recorrido que transcurra por la
región del Mar de Arriba, incluyendo partes dentro o cercanas a los dos
entornos protegidos que tenemos en la zona: el Paraje Natural Protegido de la
Albera y el Parque Natural del Cap de Creus. Para dar a conocer las actividades
de senderismo y el territorio por donde se desarrolla. Transcurre básicamente
por senderos y pistas forestales, incluyendo tramos de las Grandes Rutas: GR11
- El Sendero Pirenaico y el GR92 - El Sendero Mediterráneo. Transcurre por los
parajes de la Mar de Arriba con lugares muy conocidos y emblemáticos como
Cadaqués, Cala Jòncols, Cap de Creus, Sant Pere de Rodes. Pero también con
pequeñas sorpresas de parajes como San Silvestre y la Sierra de Verdera. Es una
marcha que comienza en la playa con un tramo de unos 100 metros y donde se
tiene la visión del mar durante prácticamente todo el recorrido.
En esta nueva
aventura me acompañaban mi mujer Cristina y mi amigo Jordi, que tenía que
correr la distancia de 60 km. pero el jueves se lesionó en un entrenamiento
previo. Subimos a Llançà por la mañana para aprovechar el día, al llegar nos
relajamos un rato en la habitación antes de ir a dar una vuelta por el puerto y
subir al illot de Castellar. Como este año no se hacia el breafing explicativo
de la carrera aprovechamos para ir a cenar pronto. En la cena coincidimos con
dos amigos del CEI (Ana y Martí) después de cenar a la cama que al día
siguiente había que madrugar.
Tras una noche sin
poder dormir por culpa del ruido que hacían los vecinos de habitación de la
pensión, suena el despertador a las 6:15h. A las 6:45h. junto con Cristina y
Jordi nos dirigimos hacia el puerto para recoger el dorsal, de camino nos
encontramos con Martí y Ana y fuimos juntos hasta el puerto. Una vez recogimos
el dorsal nos fuimos a almorzar, mientras estábamos almorzando llegó Toni
Santana, un amigo con el que he hecho bastantes carreras, con él venía su
pareja, Eva. Este año la marxa no entraba en la copa catalana, eso hizo que no
hubiera muchos compañeros del CEI apuntados. Aun así pude saludar a alguno y
también a compañeros con los que hacía tiempo que no coincidía como Roque y Bea.
Toni estaba acompañado por un compañero de los Oju Ke Passu, David Isabel y dos
chicos más que no conozco.
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Con Cristina antes de ir hacia la salida. |
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Con Toni antes de empezar. |
Cuando quedaba poco
para empezar nos fuimos hacia la línea de salida para coger posiciones, antes
de empezar pude saludar a David Anchuela que corría la carrera de 27km.
A las 8:00 h se dio
la salida desde la arena de la playa. Arranqué enganchado a Toni y David pero a
los 500 metros ya vi que no iba a poder aguantar el ritmo que llevaban. Decidí
aflojar el ritmo y disfrutar de la carrera. Tras cruzar el paseo marítimo y dos
pequeñas calas entramos en las playas del Cap Ras. Un tramo donde se pasa por
antiguos bunkers y bonitas calas, llegando a cruzar por una larga playa para ir
a encarar la primera subida de la marxa.
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Atravesando la zona del Cap Ras. |
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Espectaculares paisajes. |
Toni y David se habían distanciado
bastante y no los veía a lo lejos, seguí a mi ritmo y encaré la subida con
fuerza adelantando a varios corredores. Tras la primera subida se llegaba a una
pista que ascendía a las montañas de Colera, una subida que invitaba a correr por
la escasa inclinación del inicio. Yo decidí correr solo en los tramos llanos,
donde el camino se inclinaba yo caminaba rápido y mi ritmo era superior a
algunos que iban corriendo. Tras 12 km. desde la salida, llegué al primer
avituallamiento de la marxa que estaba situado en la ermita de Sant Miquel de
Colera. Tras comer un par de donuts y beber algo para reponer fuerzas, me puse
de nuevo en marcha. Tras un par de senderos llegué a la corta pero inclinada
subida hacia el Puig d’Esquers. Las vistas desde la cima eran espectaculares, a
un lado se podía admirar toda la costa de Llançà y el Port de la Selva y al
otro los pirineos nevados.
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Magnificas vistas desde la cima del Puid d'Esquers. |
La bajada del Puig
d’Esquers es bastante técnica, pero cada año la bajo mejor y más rápido a pesar
de no ser muy bueno bajando. Tras la bajada me puse a trotar para ganar algo de
tiempo. El sendero que descendía hasta el segundo avituallamiento también lo
hice más rápido que el año anterior a pesar de ser un sendero de mal pisar y en
el que en el tramo final había una buena inclinación. Como en el
avituallamiento solo había agua ni siquiera me paré, quería aprovechar que venía
una bajada larga por pista para acelerar un poco para intentar pillar a Toni.
Tras dejar la pista se descendía hacia a la iglesia de Sant Silvestre de Valleta,
desde allí venia un largo tramo siguiendo la riera hasta que se llegaba al
pueblo de Valleta.
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Sant Silvestre de Valleta. |
Un tramo que se me hace muy pesado ya que no soy corredor y
son unos 5 km. prácticamente llanos, tras pasar el pueblo de Valleta se sube un
corta fuegos muy inclinado. Llegué al tecer avituallamiento y nuevamente decidí
no parar, ya que quedaban pocos kilómetros para llegar a Llançà y llevaba un
tiempo muy bueno. Tras una ligera subida me dispuse a encarar la bajada hacia
Llançà pasando por las ruinas de Sant Genis del Terrer.
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Sant Genis del Terrer antes de descender a Llança. |
Bajé por el sendero
bastante rápido y al llegar abajo me despisté y me metí en la riera. Tuve que
atravesar unos campos para volver al camino, una vez en el camino me encontré
con tres corredores que me preguntaron si íbamos bien. Yo les dije que sí que
enseguida llegaríamos al último tramo, seguimos juntos y llegamos al tramo
cementado. Un largo tramo por una riera cimentada donde los tres corredores me
dejaron atrás enseguida, yo no quería forzar porque aun me quedaba mucho y
encima iba muy por debajo del tiempo del año pasado. Casi sin darme cuenta
llegué al avituallamiento de Llançà, llevaba 27 km y 3:05 horas así que iba
demasiado rápido. Me senté a comerme un plato de macarrones y descansar unos 10
minutos, cuando me levanté para encarar el bucle de 60 km. me di cuenta que los
isquios los tenía bastante cargados.
Me despedí de
Cristina y Jordi y me puse en marcha, empezaba el tramo de 60 km. unos 45
minutos antes de que salieran los que iban a correr esa distancia. Los primeros
metros de subida me costaron bastante ya que con el plato de macarrones se me
había revuelto un poco el estómago, tuve suerte que tras una primera rampa
venia un tramo que llaneaba bastante. Este tramo me sirvió para recuperarme y
pude aumentar el ritmo, tras una ligera bajada empezaba la subida en serio. Se
subía en dirección hacia Roca Miralles pasando un primer tramo muy inclinado en
el que el calor empezaba a notarse. Por la mañana habíamos tenido un tiempo
nublado y fresco ideal para correr pero mientras subía no corría aire y el sol
pegaba con fuerzas. Tras subir a buen ritmo llegué al final del sendero, desde
allí el camino giraba y se encaraba hacia el corta fuegos de Roca Miralles. Un
camino muy inclinado en el que al llegar arriba se disfruta de unas vistas espectaculares
de la costa de Llançà, era la primera vez en cinco años que llegaba allí casi
solo.
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Bonita imagen de la costa de Llança. |
Tenía algún corredor delante pero a lo lejos y los que venían por detrás
también los tenía a cierta distancia. Tras llegar al final de la subida se disfruta
de una bonita vista de Sant Pere de Rodes. Seguí trotando por la pista hasta el
avituallamiento. Como me quedaba muy poco para llegar a Sant Pere y allí solo
había agua decidí no parar, una ligera subida y llegué a las ruinas de Santa
Helena previas a la llegada al monasterio de Sant Pere de Rodes. La llegada
hasta el avituallamiento se hace atravesando un paseo en el que hay muchísima
gente, justo antes de llegar al avituallamiento me crucé con Eva, su hermano y
sus padres. Me dijo que Toni hacia poco que había salido de allí y que me
esperaría en la subida ya que iba tocado de piernas. A los pocos metros me
esperaba Cristina, me ayudó a llenar los bidones y me pregunto que como iba. Le
comenté que ya iba cansadillo pero que intentaría coger a Toni, me dijo que no
forzara y nos despedimos hasta el próximo avituallamiento donde nos pudiéramos
ver que sería en Cadaqués.
Me dispuse a
encarar la subida hacia el Castell de Sant Salvador de Verdera con energía,
mientras subía por el estrecho sendero me iba cruzando con muchísimos turistas.
Durante la subida se puede disfrutar de una bonita vista del monasterio, una
vez arriba se accede al castillo atravesando un portón que te transporta a la
edad media.
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Sant Pere de Rodes desde la subida a Sant Salvador. |
Tras atravesar unos metros por el interior del castillo se salía
por un hueco en el muro, el camino se dirigía hacia la temida cresta de Sant
Salvador. Unos primeros metros y se llegaba a un mirador desde donde se podía
admirar perfectamente el Golfo de Roses.
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El Golfo de Roses y el Golfo de Rojo. |
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Castillo de sant salvador de Verdera. |
Tras la foto de rigor me dispuse a
encarar la cresta antes de que llegaran los primeros corredores de 60 km.
Cuando llevaba unos pocos metros cresteando y en un tramo de bajada, metí la
pierna izquierda entre dos rocas y me dio un fuerte tirón el gemelo. Tras unos
segundos me pude poner de nuevo en marcha aunque con dolores. Seguí avanzando y
me encontré con algunos compañeros del CEI que hacían la carrera de 60 km. y
habían salido 1:30h antes de la salida oficial para poder disfrutar de la marxa
durante más horas de sol. Cuando estaba a punto de adelantarlos y nuevamente en
un tramo de bajada, me dio un fuerte tirón el gemelo, pero esta vez el de la
pierna derecha. Por suerte como Vicente compañero del club estaba cerca le pedí
que me estirara el músculo. Me puse en marcha y adelanté a los compañeros. Afrontaba
el tramo que quedaba de cresta con dolor en los dos gemelos. A cada paso el
dolor era más fuerte y estaba deseando abandonar la cresta, una vez finalizo la
cresta inicié la bajada por un sendero bastante bueno para correr. Yo podía
trotar pero no podía acelerar el ritmo, de repente el viento empezó a soplar
con fuerza y había zonas en las que costaba avanzar. Me costó bastante llegar
al avituallamiento ya que entre los dolores en los gemelos, el viento y el
continuo sube y baja se me hizo larguísimo el tramo desde que salí de Sant Pere
de Rodes. Una vez llegué al avituallamiento me fui directamente a los chicos de
la ambulancia, les comenté lo que me había pasado y si me podían poner alguna
crema. Me metieron en la ambulancia y me hicieron un masaje en los gemelos con
antiinflamatorio, mientras estaba en la camilla llamé a Toni para preguntarle
por donde iba. Me comentó que hacía 15 minutos que había salido del
avituallamiento y que iba tocado de piernas, que nos veríamos en Cadaqués.
Inicié la subida hacia el Pení con dolor en los gemelos, a los pocos metros de
iniciar la subida el viento empezó a soplar con mucha fuerza y la sensación de
frio era considerable. Me paré un momento y me puse el corta vientos, como me
dolían los gemelos decidí hacer un poco de trampa y subir por la carretera en
vez de subir por el sendero. Quería subir por un terreno favorable para que mis
gemelos entraran en calor, como la carretera no tenía mucha inclinación me puse
a caminar todo lo rápido que pude para ver si podía recortarle un poco de
tiempo a Toni.
Cuando llegué donde
se juntaban la carretera y el sendero comenzó a soplar el viento con muchísima
fuerza. Cuando llegué al final de la subida y estaba a punto de encarar la
bajada hacia Cala Joncols vino una ráfaga de viento que me empujaba hacia
adelante y casi no podía frenar. Por suerte cuando descendí unos metros el
viento cesó un poco, la bajada hacia Cala Joncols es una pista larguísima con
unas vistas al mar magníficas. Me puse a trotar pero sin forzar ya que si apretaba
los gemelos se quejaban. A medida que bajaba me fijé que a lo lejos se veía
como caían cortinas de agua en el medio del mar. Cuando ya encaraba los últimos
2 km. antes del avituallamiento vinieron un par de ráfagas de viento en contra
que no me dejaba avanzar, justo antes de llegar al avituallamiento el viento
cesó de repente y comenzó a hacer mucho calor. Aprovechando el avituallamiento
me senté para quitarme el corta vientos ya que tenía mucho calor. Allí saludé a
Albert Torrents de Ultres Catalunya. Tocaba subida y recordaba que era bastante
inclinada y yo estaba pasando un mal momento debido al calor que tenía y el
dolor en los gemelos, subí sufriendo bastante ya que me encontraba flojo. Al
llegar al final de la subida me puse el corta vientos y llamé a Toni para
preguntarle por donde iba, me dijo que iba 1,5 km por delante así que seguía
llevándome 15 min. de ventaja.
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Bonita imagen de Cadaqués durante la bajada. |
Ya vi que no iba a poder pillarlo a no ser que
parara un buen rato en Cadaqués, como lo estaba pasando mal se me pasó por la
cabeza que si Toni no estaba en el avituallamiento abandonaría. Traté de bajar
trotando en los tramos en los que el camino bajaba y de caminar rápido en el
resto. Al entrar en Cadaqués me encontré con la misma escena de todos los años
muchísimos turistas invadiendo el paseo marítimo por donde discurría la marxa.
Tras dejar el paseo y subir un pequeño tramo llegué al pabellón, allí me
esperaban Cristina y Jordi y por suerte Toni aun seguía allí ya que había hecho
una parada larga para recuperarse.
Toni ya iba a salir
y le pedí que me esperara 5 min. para salir juntos, igual hubiera necesitado
algo más de descanso pero el poder ir acompañado me haría recuperar antes.
Salimos de Cadaqués pasando por Port Lligat y la casa de Dalí, tras cruzar una
urbanización entramos en un sendero que iba paralelo a la carretera. Tras subir
por la carretera unos metros se entraba en sendero para encarar 4 km. hasta el
faro, este tramo se nos hizo larguísimo por no poder trotar y tener que hacerlo
andando, además es un continuo sube y baja por terreno muy empedrado. Cuando ya
estábamos a punto de llegar al faro nos dio alcance Xavi Rodríguez que había
venido a correr la de 60 km.
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Llegando al faro del Cap de Creus. |
continuamos los tres juntos hasta el faro aunque a
mí me costó seguir el ritmo de Toni y Xavi subiendo. En el faro soplaba viento
y no era muy recomendable parar mucho rato, pillamos algo de comer y de nuevo
en marcha. Mientras bajábamos Xavi nos dijo que fuéramos con él, yo le comenté
que a mí me era imposible trotar y que los gemelos me molestaban bastante. Me
ofreció magnesio y una pastilla de sal, cuando dejamos atrás el parquin del
faro nuevamente comenzó a soplar el viento con muchísima fuerza. El viento no
nos dejaba avanzar, por suerte enseguida llegamos al sendero que bordeaba la
carretera y que iba entre matorrales cosa que hacía que el viento no molestara
tanto. A medida que avanzábamos por el sendero el viento iba aflojando. El
sendero discurría paralelo a la carretera pero se convertía en un auténtico
laberinto entre matorrales. Tras un buen rato cruzamos la carretera y nos
dirigimos hacia una zona solitaria, sin vistas y con un paisaje muy poco
atractivo a la vista. El ritmo que llevábamos era bueno teniendo en cuenta que
íbamos caminando, tras descender a una riera iniciamos la última subida dura de
la marcha. Desde allí a Sant Baldiri aun quedaban un par de subidas pero no tan
duras, llegamos al avituallamiento de día. Ni el año pasado que batí mí récord
había conseguido llegar a aquel avituallamiento con tanta luz solar.
Salimos del
avituallamiento dispuestos a afrontar los últimos 12 km. de la marcha, la última
subida la hicimos casi sin darnos cuenta. Nos paramos a ponernos los frontales
para encarar la bajada hacia el Port de la Selva, la bajada la hicimos entera
andando. Yo me había recuperado bastante del dolor en los gemelos, me veía con
fuerzas para trotar un poco pero Toni tenía las piernas muy cargadas y bajamos
andando. Cuando llegamos a la carretera que lleva al Port de la Selva besé el
asfalto por haber llegado a un terreno bueno. Seguimos la carretera andando a
buen ritmo mientras nos pasaban algunos corredores de la carrera de 60 km.
Llegamos al Camí de Ronda que lleva desde el Port de la Selva a Llançà. Eran
las 21 h. y Toni me comentó que podíamos llegar a las 22 h. o antes. Yo le dije
que lo veía muy difícil a no ser que trotáramos todo el camino de ronda, Toni
me dijo que él no tenía fuerzas para trotar y yo tampoco estaba en condiciones
así que tocaba andar. El camí de Ronda si se hace como un paseo sin haber hecho
nada antes, no tiene dificultad. Pero si vienes con 80 km. en las piernas, las
pequeñas subidas y los tramos de escaleras que te encuentras se convierten en
un suplicio. Ya para rematar el suplicio antes de llegar a la meta se tiene que
cruzar la Playa del cau del LLop y subir un tramos de escaleras. Una vez hecho
ese tramo enseguida encaramos la última bajada hacia la meta. Al llegar a los
metros finales nos pusimos a trotar. En meta nos esperaban Cristina, Jordi,
Eva, los padres, el hermano de Eva y Ana la mujer de Martí. Tras recoger la
camiseta y comer algo, nos fuimos para la pensión a ducharme y a dormir.
87,6 Kilómetros
3460 Metros de
desnivel positivo
3460 Metros de
desnivel negativo
6920 Metros de
desnivel acumulado total
14:24 Horas
En conclusión,
seguimos sumando kilómetros y condiciones adversas de cara al gran reto de la
temporada. Una vez más he disfrutado de los paisajes del parque natural del Cap
de Creus. Físicamente me he encontrado muy bien hasta que me han dado los dos
tirones en los gemelos. Durante la carrera hemos tenido de todo menos lluvia,
al principio un día nublado con buena temperatura, al mediodía calor y por la
tarde ráfagas de viento muy fuertes. Agradecer a Vicente que me ayudara en la
cresta y a Toni que me esperara en Cadaqués, quizás si no me hubiera esperado me
habría retirado por precaución, pero el ir acompañado me sirvió para poder
acabar. Como siempre no tengo palabras para agradecerle a Cristina que me
hiciera el seguimiento, ella sabe que cuando hago una carrera y la veo en los
avituallamientos me da energías.
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