Pierrefitte –
Bederet 13,8 km 1305+ 30-
Tiempo Límite:
24:15 horas tiempo invertido: 22:00h
Al salir del
avituallamiento no me quedaba muy claro que camino había que coger, me habían
dicho que debíamos retroceder por donde habíamos llegado, pero yo no veía
ninguna marca. Me enganché a dos corredores y salimos los 3 juntos hasta dar de
nuevo con el sendero correcto, ya era negra noche y en un letrero pude leer que
hasta Bederet había 5:30h de camino. Lógicamente no iba a tardar tanto tiempo,
pero no me fiaba mucho. El sendero picaba hacia arriba cada vez más, íbamos
subiendo atravesando un frondoso bosque que pese a la oscuridad me permitía
apreciar la altura que iba ganando. Me empecé a notar algo flojo y decidí
aflojar un poco el ritmo de subida, había llegado la primera pájara? Mientras subía
me iba animando a mi mismo de que aquel momento seria pasajero y pasaría enseguida,
tras la larga subida (se me hizo interminable) vino un tramo de llaneo donde a
lo lejos iba viendo un pueblo. El sendero no era fácil de seguir ya que tenía
bastantes raíces y piedras. Salí del sendero y vino un tramo bastante largo de
pista. Me animé a trotar un poco pero sin llevar un ritmo muy elevado, me había
puesto como tiempo de referencia un punto que se llamaba Virage Viscos. No sabía
si aquello era un pueblo o un punto del camino, iba mirando el reloj y cuando
llevaba lo que yo había calculado vi un letrero que marcaba Viscos en una
curva. Seguramente aquello seria el Virage Viscos, a pesar del bajón de energía
que había tenido había hecho el tiempo que había calculado. Tras un giro volví
a entrar en un nuevo sendero ascendente, a medida que iba subiendo la niebla
iba cubriendo la montaña y la sensación térmica de frio iba aumentando. No
tenia frio en el cuerpo, pero si un poco en las manos. Tras un buen rato
subiendo llegué al avituallamiento de Bederet. Entré en la carpa y me senté en
una silla a descansar un poco y comer algo a ver si me recuperaba. Allí me
llevé una sorpresa, Francisco el corredor español con el que había coincidido
subiendo al Pic Du Midi estaba allí. Me comentó que lo había pasado muy mal en
aquel tramo y que había vomitado y no le entraba la comida, me comentó que
igual había sido culpa de la sopa y que muchos corredores habían caído por lo
mismo. Tras recuperar fuerzas y equiparme con guantes y gorro, me puse de nuevo
en marcha.
Bederet –
Cauterets 9,8 km 265+ 1089-
Tiempo límite:
27 horas tiempo invertido: 24:38h
Cuando salí del
avituallamiento me entró mucho frio, suerte que venía un tramo de pista y pude
acelerar el ritmo para entrar en calor. Dejé atrás a Francisco y le dije que ya
nos veríamos en Cauterets, tras 1,5 km por pista ascendente coroné el Col de
Riou. A partir de aquel punto todo era bajada hasta Cauterets, la bajada era
por un sendero bastante inclinado en algunos puntos y con bastantes raíces.
Algunos corredores bajaban trotando, yo decidí bajar caminando lo más rápido
posible puesto que aun me notaba raro y sobre todo tenia malestar de estómago.
Me volví a dar ánimos a mi mismo diciéndome que pronto llegaría al pueblo y
podría tomarme un pequeño descanso, o lo que podía ser más determinante pasar
por el lavabo para aliviar mis dolores de estómago. Tras un buen rato bajando
llegué al pueblo de Cauterets, como ya venía siendo costumbre antes de llegar
al avituallamiento se tenía que dar un rodeo enorme. Nuevamente no me cuadraban
los km. que debíamos llevar con los que me marcaba el GPS, yo en aquel punto ya
llevaba 100 km y según el libro de ruta deberíamos llevar 97. Por lo menos ya
había llegado a la barrera psicológica de los 100, a partir de aquel punto
tocaba descontar km, el sueño de ser finisher cada vez estaba más cerca. Al
igual que me pasó anteriormente en el avituallamiento de Hautacam, al entrar en
el local donde estaba situado el avituallamiento te tentaba a abandonar en
aquel punto. Un local calentito, con comida, lavabos y una zona con camillas
para tumbarse a descansar. Lo primero que hice fue ir al lavabo para aliviar
mis dolores de barriga, cuando salí intenté comer alguna cosa, ya que desde que
había salido de la base de vida no me había entrado la comida. Por fin me volvía
a entrar la comida, iba bien de tiempo y podía haberme tumbado un poco para
descansar un poco. Decidí no hacerlo, puesto que cuando estaba mucho rato parado
el pie me dolía horrores. Hasta aquel momento había notado alguna molestia
sobre todo en las zonas de mucha piedra, pero empezaba a notar dolores en las
plantas de los pies. Me dispuse a continuar, pero antes le pregunte a Francisco
como estaba. Me comentó que como iba bien de tiempo intentaría descansar un
rato haber si le desaparecían las molestias, le di ánimos y me puse de nuevo en
marcha dispuesto a afrontar un nuevo tramo de carrera.
Tiempo límite:
32:30 horas tiempo invertido: 29:30 h
Tras salir de
las calles de Cauterets se atravesaba un parque y se iniciaba una subida por
camino ancho, solo empezar la subida me repetía a mi mismo que ojala toda la
subida fuera por un camino tan cómodo como aquel. El camino iba ganando altura
a medida que iba subiendo, se subía haciendo curvas. Me estaba empezando a dar
mucho sueño, mientras subía intentaba hacer pequeños trucos para ganarle la
batalla. Contaba los pasos que daba, contaba las curvas, me sentaba en los
pequeños muros de piedra que había en cada curva para hacer micro sueños de 30
segundos con los ojos cerrados, caminaba con los ojos cerrados. Lo único que
podría quitarme el sueño definitivamente es que amaneciera, por suerte ya
quedaba muy poco para que aquello sucediera. Había subido a buen ritmo y eso
incluso me permitió atrapar a algún corredor, había ido solo todo el tramo de
subida. Tras más de 1 hora subiendo el camino ancho dio paso a un verde prado,
al fondo se veía una enorme montaña y pequeños puntitos subiendo por su ladera. Soplaba el aire y hacia bastante frio, por suerte había que seguir subiendo.
Inicié el último tramo de subida hacia el collado, la subida era por un sendero
muy inclinado. Subía muy despacio pero sin pararme, aquellos 400 metros de
desnivel se me hicieron muy duros y al llegar arriba solté un grito de alivio.
En la cima daba el solecito y se estaba muy bien, me quité el frontal y el
gorro y me puse en marcha. Parecía que la bajada hasta el siguiente
avituallamiento seria por pista, pero de repente vi que las señales se
desviaban para descender por la ladera de la montaña en dirección a las pistas
de esquí. La planta de los pies me dolía horrores en aquella bajada, pero
intenté bajar lo más deprisa posible. Mientras iba bajando saqué la cámara para
grabar un poco y no me di cuenta que se me había caído un palo, tuve que volver
hacia atrás unos metros para recuperarlo. Tras aquella bajada pronunciada solo
había que seguir una pista ancha para llegar al avituallamiento de Aulian,
estaba dentro de la estación de esquí y había comida y bebida para reponer
fuerzas. Dudé por unos instantes si comer mucho o no, puesto que la base de
vida no quedaba muy lejos. Finalmente y al ver que estaban haciendo creps me decidí
a comerme algunas, sin nada dentro por si me daba dolor de estómago. Salí del
avituallamiento dispuesto a llegar lo más rápido posible a Saint Sauver, el
inicio de la bajada era siguiendo un GR que atravesaba la carretera varias
veces. Después llegué a un sendero muy bonito en el que incluso me aventuré a
bajar 4 km trotando, las plantas de los pies me molestaban bastante pero el
terreno era cómodo para bajar rápido. Rápido lo que se dice rápido no iba, pero
avanzaba bastante más que caminando. Al final del sendero se llegaba a un
pequeño pueblo o urbanización no tengo claro que era aquello, desde allí un
nuevo sendero te llevaba directo a las calles de Luiz Saint Sauver. Iba muy
bien de tiempo y al parecer me había recuperado del bajón físico que había
tenido, me puse a caminar rápido y atravesé un puente colgante para entrar en
una larga calle. Al final de la calle ya pude ver a Cristina que me estaba
esperando, desde el día anterior en el Pic Du Midi no nos habíamos visto. Habían
pasado unas cuantas horas y verla me dio más energía, me acompañó hasta el
avituallamiento. Una vez dentro de la base de vida de Luiz Saint Sauveur, me
senté a comer algo mientras Cristina me recogía la bolsa de la ropa seca.
Después
de comer me fui al lavabo para cambiarme, el lavabo estaba ocupado así que cogí
y me cambié allí mismo escondido detrás de unos armarios. Cambio de ropa
completo para afrontar los últimos km de la carrera, volví con Cristina y tras
unos minutos descansando me puse de nuevo en marcha.
Vistas desde la cima del Col du lisey. |
Llegando a Luiz Saint Sauver. |
Luiz Saint Sauveur
– Refuge de la Glère 13,3 km 1529+ 66-
Tiempo límite:
39 horas tiempo invertido: 34:21h
Cristina me
acompañó unos metros hasta que tome un camino que seguía el rio, quedamos en
vernos más tarde en el avituallamiento de Tournaboup.
Me enfrentaba a las dos últimas
subidas serias de la carrera, la primera subida era por un sendero muy
inclinado que iba ganando altura rápidamente. Volvía a encontrarme flojo
subiendo así que decidí aflojar un poco el ritmo, a pesar de ello me hice
aquellos 700 metros de desnivel bastante bien. Una vez arriba se llaneaba un
buen rato por un bonito sendero que atravesaba la ladera de la montaña, al
final del sendero comenzaba el terreno complicado. Para empezar tuve que subir
una pequeña rampa con un desnivel considerable, después se llegaba a una zona más
llana pero con mucha piedra que me llevó hasta la Cabana de Sardiche. Un
avituallamiento solo de agua situado en una cabaña en medio del valle, llevaba líquido
suficiente por lo que no me paré. Unos metros pasado el avituallamiento pensaba
que me había perdido, no veía ningún camino ni sendero y solo un mar planicie
de rocas delante de mí. Vi que las señales estaban colocadas en las rocas
indicando la dirección y las fui siguiendo, un continuo saltar de roca en roca
vigilando de no meter el pie en un agujero. Las plantas de los pies y el pie
izquierdo me dolían una barbaridad en las zonas técnicas, por lo que pasar
aquel tramo fue un suplicio. Después venían unos cuantos sube y baja por
pequeñas rampas repletas de piedras, tras superar aquella zona miré al
horizonte y vi que a lo lejos los corredores seguían subiendo por otra montaña.
Aquel tramo desde el avituallamiento se
me estaba haciendo interminable, pasé junto a un rio y decidí beber agua para
reponer fuerzas. Una última y durísima subida me llevó hasta el collado, desde
allí podía ver el refugio donde estaba el siguiente avituallamiento.
Antes de
llegar al refugio se daba un gran rodeo saltando más rocas, al fondo del valle
se podía ver un espectacular lago. Llegué al refugio y me senté en un banco a
comer algo y beber, no les quedaba agua con gas que era lo que me estaba
manteniendo con energías así que me conformé con agua. Tras descansar me puse
de nuevo en marcha.
Ya cambiado saliendo del avituallamiento. |
Desde el Sarrat de Lagues ya podía ver el refuge de la Glère. |
Tiempo límite:
41 horas Tiempo invertido: 35:50 horas
Solo salir del
avituallamiento se descendía por una pista ancha, por un momento pensé que
tendría una bajada plácida hasta el siguiente punto. Una vez más me equivocaba,
el recorrido iba atravesando la pista descendiendo por senderos bastante
técnicos y con muchas piedras. En condiciones normales no me hubiera costado
bajar por allí, pero con el dolor de las plantas de los pies que llevaba me
costaba horrores avanzar. En uno de esos senderos me llevé una sorpresa, un
corredor volvía hacia atrás. Cuando llegó a mi altura vi que era Martín de
Huesca con el que ya había coincidido dos años en la carrera del Vall de Vió,
lo saludé y me dijo que se había dejado algo en el avituallamiento y volvía a
buscarlo (que ganas de volver a subir, pero bueno no sé lo que se habría
dejado) tras un buen rato descendiendo cortando la pista por senderos llegué a
una especie de valle donde la pista iba paralela a un rio. Intenté trotar un
rato pero no me encontraba cómodo así que decidí ponerme a caminar rápido, me sorprendí
porque era capaz de mantener un ritmo de 6,7 – 7 km/h sin forzar. Incluso dejé
atrás a dos corredores que había atrapado en el descenso, a medida que iba
descendiendo la temperatura iba bajando y me tuve que parar a ponerme los
manguitos. Tras dejar la pista se bajaba por un sendero de hierba hasta una
carretera, veía casas y pensaba que ya llegaba al avituallamiento. Seguí la
carretera durante un rato y me alejaba de aquellas casas, como vi que la
carretera descendía me puse a trotar. Me sorprendí porque bajé al menos 2,5 km
sin parar de trotar, al llegar abajo había que ascender unos metros y descender
nuevamente hasta el avituallamiento. Al llegar al avituallamiento me sorprendí
porque no veía a Cristina, cuando la iba a llamar para ver dónde estaba la vi
salir del lavabo.
Avituallamiento de Tournaboup. |
Reponiendo fuerzas. |
Tournaboup –
Restaurant Merlans 15,7 km. 1246+ 644-
Tiempo límite:
48 horas Tiempo invertido: 40:54 horas
Salí del
avituallamiento dispuesto a enfrentarme a las dos últimas subidas largas de la
carrera, aprovechando que el primer tramo de la primera subida era por pista,
puse un ritmo constante pero sin forzar.
Tras acabar la pista se entraba en un
sendero más técnico y con mucha piedra que subía bordeando el rio, el ascenso
por allí coincidía con los corredores de la prueba de 120 kilómetros así que de
ir prácticamente solo hasta Tournaboup pasaba a tener muchos corredores delante
y detrás. Cuando ya parecía que había terminado de subir, me encontré con un
tramo de pequeñas subidas y llaneos. La niebla empezaba a hacer acto de
presencia y la temperatura iba bajando, iba mirando el GPS controlando la altura
hasta que por fin llegué al avituallamiento de Cabana d’Aygues Cluses, allí había
situada una carpa repleta de corredores resguardándose del frio. Decidí
sentarme 2 minutos a descansar, solo salir de la carpa me entro frio por lo que
me paré en un muro de piedra protegiéndome del viento para equiparme con
guantes, gorro y buff. Tocaba enfrentarse a la última subida dura de la
carrera, pensaba que iría ganando metros a base de pequeñas subidas que iba
haciendo. Me volví a equivocar nuevamente, de repente y bajo una niebla muy
intensa apareció ante mí la silueta de un collado. Empecé a ascender por un
sendero muy inclinado, las fuerzas me estaban abandonando y me costaba mucho
avanzar. Decidí subir a ritmo muy lento pero sin hacer paradas, me costó casi
25 minutos hacer un tramo de 800 metros de distancia, pero había salvado 350
metros de desnivel positivo. Estaba contento porque teóricamente ya no quedaba
ninguna rampa así de dura, pero en realidad aun me quedaban 200 metros de
ascenso. Me puse a caminar todo lo rápido que el terreno me permitía ya que era
bastante técnico, tras pasar un primer tramo de llaneo empecé a descender. No sé
cómo definir el siguiente tramo de la carrera, pero podría denominarlo el tramo
fantasma. Una interminable bajada por terreno muy técnico, saltando rocas,
atravesando zonas de barros, atravesando riachuelos, saltando raíces, saltando
troncos, agachándome constantemente para no golpearme la cabeza… iba mirando el
GPS y según los km. que me marcaba debía estar a punto de llegar al siguiente
avituallamiento. Llegué a una zona donde había un tío que nos dijo que quedaban
3,5 kilómetros hasta el restaurant Merlans, no podía ser o los kilómetros eran
eternos o se habían equivocado al medir la distancia. Tras ascender una dura
subida se seguía un sendero muy aéreo y muy oscuro, había anochecido muy rápido
y la noche era muy cerrada. La llegada hasta el Restaurant Merlans se me hizo
bastante larga, además empezaba a hacer mucho frio. Por fin llegué al
avituallamiento, al entrar nuevamente me lo encontré repleto de gente así que
busqué un hueco para sentarme y llamé a Cristina para decirle que estaba allí.
Saliendo del avituallamiento. |
Restaurant
Merlans – Vielle Aure 13,7 km. 177+
1424-
Tiempo límite:
52 horas Tiempo Total invertido:
43:54 horas
Solo salir del avituallamiento
se subía la misma bajada que habíamos hecho en los primeros kilómetros de la
carrera, por suerte pude mantener un buen ritmo de subida. Así casi sin darme
cuenta ya me había comido todo el desnivel positivo de la carrera, tocaba bajar
y esperaba por el bien de las plantas de mis pies que la bajada fuera cómoda. Empecé
a descender por un sendero bastante cómodo a medida que me pasaban muchos
corredores, yo bajaba trotando suave pero el dolor de pies me hizo ponerme a
caminar. De repente la niebla se hizo más intensa y apenas se veía a 3 metros
de distancia, para postre el último tramo de sendero hasta el pueblo de Soulan
se hizo eterno y además era bastante inclinado y obligaba a frenarse bastante.
Una vez en Soulan ya solo me quedaban 5,1 km así que decidí comenzar a
descontar km. Descendí unos metros por la carretera y luego por una pista
ancha. Tras unos 2 kilómetros el camino se desviaba y se descendía por un
sendero más inclinado a través de un
bosque. A medida que bajaba empezaba a tener calor por lo que decidí pararme en
una mesa que vi en el camino a quitarme ropa. A los pocos metros de allí me
encontré con un control donde ponía que quedaban 1,8 kilómetros, ya quedaba muy
poco para conseguir el reto. Pasé por un puente y tras desviarme cogí un camino
paralelo al rio, me quedaba 1 kilómetro a meta.
Me quería poner a correr pero
me puse y no me encontré cómodo por lo que seguí andando, cuando quedaban unos
200 metros a meta me encontré con Cristina. Le di la cámara y me acompañó hasta
la meta para acabar así una durísima carrera. Siiii reto conseguido!!.
Últimos metros de la carrera. |
Reto conseguido. |
Al día
siguiente y tras dormir unas horas, fuimos a ver la entrega de premios y a la
comida de final de carrera, una comida donde no te quedabas con hambre, había
de todo.
En la comida final había de todo. |
10800 Metros de
desnivel positivo
10800 Metros de
desnivel negativo
21600 Metros de
desnivel total acumulado
43:54 horas
En conclusión,
a la tercera fue la vencida. Por fin he podido acabar una carrera de 100 millas
este 2018. Esta carrera no era mi gran reto de la temporada pero después de lo
que pasó en las dos anteriores pasó a serlo. En el plano físico estoy muy
contento porque me he encontrado perfectamente, a pesar de los dos momentos de bajón
físico que son normales en este tipo de carreras. He tenido molestias en las
plantas de los pies debido al tipo de terreno, también me ha dolido el pie
derecho como siempre y la parte del talón del pie izquierdo pero he aguantado
muy bien el dolor. He mejorado mucho en el tema mental puesto que en esta
carrera he ido solo y apenas he hablado con alguien a parte de un rato con
Francisco y con el chico vasco-francés, por lo que he hablado conmigo mismo
durante muchas fases. En lo referente a la carrera, decir que el recorrido es
espectacular. Quitando los primeros 15 kilómetros el resto no te da apenas
respiro, paisajes alucinantes, infinidad de rocas y muchos lagos, la
señalización muy buena y casi imposible perderse excepto algunas zonas que no
estaban del todo bien marcadas. Agradecerle a Cristina que a pesar de que el
seguimiento en esta carrera haya sido complicado, haya estado ahí dándome su
apoyo como siempre.
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