El
año pasado ya estuve pensando en apuntarme a la carrera, pero al
final no pude apuntarme. Este año mis amigos del CEI Xavi i Natalia
me propusieron apuntarme a la modalidad de 50 km como entrenamiento,
dos semanas después teníamos Trencacims por lo que hacer las tres
carreras hubiera sido demasiado.
La
UT Llastres es la suma de tres carreras y ofrece hasta 6 recorridos
para disfrutar de las tierras del Mestral, yo me apunté a la de 50
km y 4000 metros de desnivel positivo.
El
viernes fuimos a recoger los dorsales y la pedazo de bolsa del
corredor que nos daban, mientras estábamos allí iban llegando
conocidos del mundillo y pudimos comprobar que a esta carrera se
había apuntado lo mejorcito del mundillo del trail.
Sábado
23 de marzo
La
carrera daba inicio a las 5 de la mañana, por lo que el madrugón
que teníamos que pegarnos era bastante grande. Suerte que estábamos
alojados a media hora de L’Hospitalet del Infant que era donde se
salía. A las 4:45h ya habíamos entregado la bolsa con la ropa para
cambiarnos en la llegada ya que era en Vandellós.
Con Xavi,Natalia y Jordi (Yak) |
A
las 5:00 h se dio la salida a la carrera, el pelotón salió a fuego
y a un ritmo alto mientras cruzábamos las calles del pueblo. En
menos de 1 km ya estábamos en la montaña, subimos por caminos entre
campos con poca inclinación. Los primeros 3 km eran bastante fáciles
y se podía correr bastante rápido, pero a pesar de correr a un buen
ritmo iba en la cola de la carrera. Después de una subida por pista
en la que se llegaba a una torre de alta tensión, empezaba la
verdadera carrera. Subimos
por una inclinada ladera donde podíamos disfrutar de unas
espectaculares vistas del mar, empezaba a notarse bastante calor y
aquello hacia presagiar que íbamos a sufrir una jornada muy
calurosa.
Primera subida seria de la carrera. |
Descendimos por una pista y nuevamente encaramos una
durísima subida a una pequeña loma, pasamos por un tramo donde
había colocada una cuerda para poder pasar una zona resbaladiza.
Xavi iba por delante y Natalia algo más atrás que yo, por lo que ya
sabia que tendría que afrontar la aventura en solitario. Al llegar
al final de la subida se descendía por un tramo de roca con un paso
bastante técnico, después se descendía por una bajada muy
resbaladiza hacia un barranco.
De nuevo afrontaba una nueva subida,
esta vez algo más inclinada que la anterior y donde fui adelantando
a muchos corredores. Una vez arriba se descendía por una pista
repleta de piedras y después se subía hasta donde estaba situado el
avituallamiento, llevábamos 6 kilómetros y había tardado 1 hora. El
ritmo que llevaba era bueno pero no me podía dormir, salí del
avituallamiento con energía y dispuesto a afrontar una dura subida.
Al frente se veía una gran montaña con una roca enorme que parecía
tener un sendero que la atravesaba, como no podía ser de otra forma
subimos en dirección a aquella roca por un inclinadísimo sendero.
Descenso vertical hacia el barranco. |
Subidón solo salir del avituallamiento. |
Yo cogí un ritmo tranquilo pero en el que iba adelantando corredores hasta llegar a la cima, el descenso se hacia por un sendero que bordeaba la montaña y donde todos los que había adelantado subiendo, me iban pasando en la bajada. Al final del sendero se llegaba a una pista que se seguía unos 2 km, de repente llegué a una zona donde vi señales hacia la izquierda y otras a la derecha. Dudé unos instantes pero como vi que todos los corredores iban hacia la izquierda, yo también me fui en aquella dirección. Llegué a una zona de roca donde fui subiendo hasta llegar a un sendero, el sendero subía muy inclinado hasta llegar a una pista ancha. Llegaba a un terreno favorable para recuperar tiempo, en la pista yo podía caminar mas rápido. Iba subiendo a un ritmo alto y disfrutando de las vistas, pensaba que había llegado al final de la subida y de repente se giraba a la izquierda y se entraba en un autentico rompe piernas. Una zona muy técnica por un estrecho sendero en la que se ascendía y se descendían pasos de vía ferrata, al salir de aquella zona se coronaba una cima y se descendía sin camino saltando piedras continuamente hasta llegar a un nuevo avituallamiento.
Atravesando una vía ferrata. |
Descendiendo por entre las piedras. |
Ya llevaba 16 kilómetros y había bajado muchísimo la media de velocidad por culpa de aquel tramo de vía ferrata, el calor comenzaba a apretar de lo lindo. Tocaba descender por una pista, momento que aproveché para ganar algo de tiempo. Llegué a un cruce y comenzaba una subida, encontré a algunos corredores que ya tenían problemas de rampas. La calor comenzaba a notarse bastante y eso dejaba tocado los músculos, la subida tenia un inicio bastante inclinado pero después se suavizaba bastante hasta que llegabas a una cresta desde donde la vista era espectacular.
A lo lejos vi que
había dos miembros de la organización, eso solo podía significar
una cosa, que venia un tramo técnico. Efectivamente venia un tramo
de descenso por una zona de piedras donde había que vigilar con los
tobillos, se descendía hasta una riera bastante seca y de mal pisar
que se seguía hasta llegar a una pista. Después de un buen rato
pisando piedras aquel tramo era como un oasis, me puse a trotar
durante toda la bajada y después a caminar rápido en la ligera
subida que había hasta llegar al avituallamiento. Repuse líquidos y
comí un par de trozos de plátano para meterle potasio al cuerpo y
me puse de nuevo en marcha, tocaba afrontar una nueva subida.
Una
dura subida por sendero muy inclinada, cuando parecía que acababa le
seguía otra y así hasta llegar a la cima donde se cresteaba hasta
un cruce. En el cruce había una chica que advertía que había que
llegar a una cima que se veía al frente y luego volver allí, me
dirigí con energía hacia la cima esperando cruzarme con alguien
conocido. Cuando ya estaba apunto de coronar, me encontré con Oriol
Antoli al cual saludé. Llegué a la cima y no pude dejar pasar la
oportunidad de hacerme la foto y grabar un poco de vídeo, hay que
disfrutar del momento sino solo iríamos a correr.
En la cima, momento postureo. |
Volví hacia el
cruce trotando y a partir de allí venia una bajada bastante técnica
al inicio para después bajar por sendero hasta un nuevo
avituallamiento, comenzaba a notar síntomas de mucho calor pero aún
podía hidratar me bastante bien bebiendo isotónico.
Salí
del avituallamiento y rápidamente venia un tramo de fuerte pendiente
donde pasé a algún corredor con problemas de rampas, la gente
corría mucho bajando y a la que venia una subida lo pagaba. Una vez
en la cima se cresteaba y se descendía por una ladera inclinada en
la que la gente bajaba muy rápido, antes de llegar al final de la
bajada dudé un instante porque no veía claras las señales, pero
rápidamente vi cual era la dirección correcta. Tras cruzar una
especie de laguna seca, se entraba en una pista en la que al fondo se
veía a unos chicos. Yo pensaba que allí estaba el avituallamiento,
pero en vez de ir hacia ellos se giraba hacia la derecha. Enseguida
llegué a un nuevo avituallamiento, estaba en el kilómetro 26 y en
teoría quedaban 3 kilómetros para el corte horario. Salí del
avituallamiento dispuesto a hacerlos lo más rápido posible para
tener tiempo para descansar, enseguida llegué al punto donde estaban
aquellos chicos. Animaban mucho a los corredores y además nos
llamaban por nuestro nombre, ascendí una pequeña loma y descendí
por un sendero hasta una pista que pensaba que seria bastante tramo.
Me equivoqué pues nos hacían entrar en sendero e íbamos cortando
la pista un par de veces, después comenzaba una dura subida por
sendero y después por pista donde te encontrabas con una fotógrafa.
Mucho calor, pero disfrutando. |
Desde allí se veía el final de la subida que eran unas antenas,
pero no iba a ser tan fácil llegar ya que antes se descendía y
después se subía una inclinada rampa. Una vez en las antenas se
cogía una pista cimentada donde todos los corredores que iban
llegando se ponían a trotar, yo decidí guardar energía y hacer
aquel tramo caminando. Llegué hasta un cruce donde había un chico
con un coche parado que ofrecía bebida, yo veía un pueblo al fondo
y le pregunté si allí estaba el avituallamiento. Me comentó que
no, que aquello era Vandellós la meta. Estábamos muy cerca del
final de la carrera y aún había que hacer 30 kilómetros más, ¡que
vuelta nos iban a hacer dar! Para empezar un sendero bastante largo
hasta llegar al avituallamiento completo del pueblo de Castelló.
Allí
me encontré con Ángel García que estaba descansando, estuvimos
hablando hasta que él ya se puso en marcha. Yo me había cogido un
plato de pasta pero era incapaz de comérmela, mal síntoma no me
entraba la comida. Como había llegado con poco margen con el cierre,
decidí no entretenerme mucho y me puse rápidamente en marcha. Tras
atravesar las calles del pueblo y un bonito sendero, se llegaba a una
pista. Tocaba subir pero al menos era por pista y podía hacerlo a un
ritmo bastante alto, la subida era larga y se iba ganando desnivel
poco a poco. Una vez arriba salias de la pista y entrabas en un
sendero hasta coronar la cima, desde allí se descendía por un
sendero muy inclinado y resbaladizo y se llegaba a una pista que
descendimos unos metros. En un momento de la bajada vi una cinta a
la derecha en un sendero, bueno al menos parecía un sendero pues al
meterme dentro vi que no tenia muy buena pinta. Me puse el track en
el reloj y vi que si seguía de frente conectaría con la ruta
enseguida, efectivamente unos metros campo a través y ya estaba de
nuevo en el track. El sendero descendía hasta una riera, se seguía
la riera y se iniciaba una nueva subida. El calor ya era muy fuerte y
empezaba a notar cansancio, decidí aflojar un poco el ritmo y subir
más despacio. La subida era larga y se me hizo interminable, una vez
arriba se llaneaba y se llegaba a un avituallamiento que estaba en
una pista.
Me
encontraba tan agotado que no me entraba ni la bebida ni la comida,
por suerte tras el avituallamiento venia un tramo largo de bajada. El
problema es que estaba tan hecho polvo que no podía correr, decidí
bajar caminando rápido. Se salía de la pista y tocaba otra subida
más, ya había perdido la cuenta de las que llevábamos. A medida
que iba subiendo vi que venia Joan Pallejà, me había recuperado
tiempo debido a mi bajón físico. Subí otra vez con una marcha
menos para reservar, Joan no me pilló durante la subida.
Vistas desde la cima justo antes de iniciar el descenso. |
Una vez
arriba un tramo técnico y tras un cruce se cogía un sendero donde
se podía ir rápido, decidí trotar un poco pero sin forzar para
ganar tiempo. Según mis cálculos iba muy justo para llegar al corte
horario, pero una vez llegué abajo vi que eran justo las 17 h que
era la hora que pensaba que se cerraba el control. Antes de fichar en
el avituallamiento pasé por una manguera para remojarme la cabeza,
me tuve que sentar de lo agotado que estaba y decidí aprovechar que
había un bar para comprarme algo fresco. Una vez dentro del bar
había un corredor, ya vestido de calle, que se había tenido que
retirar. Me ofreció si quería algo y que no me preocupara que él
lo pagaba y que si necesitaba algo lo pidiera, se lo agradecí
muchísimo ya que necesitaba algo fresco para poder continuar. Al
salir vi que Joan que había llegado un poco después que yo, no
había parado mucho rato y ya se había ido. Me puse de nuevo en
marcha dispuesto a afrontar los últimos 14 kilómetros de carrera,
solo salir del avituallamiento se cruzaba un bosque y después se
subía por un camino paralelo al pueblo. Un tramo cómodo de camino
ancho me permitió recuperar un poco de energías, pasé por un cruce
donde habían dos voluntarios y les pregunté que quedaba. Me dijeron
que no quedaba mucha subida, pero no se porque no me lo creía mucho.
Solo salir de aquel cruce se ascendía por un camino ancho y se
llegaba hasta una especie de acequia, un largo tramo siguiendo la
acequia donde pude caminar bastante rápido.
Solo salir del tramo de
la acequia se subía por una zona de piedra suelta y después se
ascendía hasta un collado, no podía ser tan fácil la subida.
Pensaba que en el collado giraríamos a la derecha y bajaríamos
hacia el siguiente avituallamiento, pero antes de llegar al collado
vi que los corredores giraban hacia la izquierda y encaraban la
subida hacia una loma. Mis fuerzas estaban justas y me pasaron
algunos corredores, la subida era bastante dura y con un terreno muy
irregular. Al final de la subida se cresteaba y se veía una pista
donde había un coche, vi que en la pista había un corredor con un
voluntario. Al fijarme bien vi que era Xavi y me puse a llamarle, no
me escuchaba hasta que por fin se dio cuenta y me espero hasta que
llegué. Le pregunté que como es que estaba por allí, pensaba que
ya habría llegado a meta. Tenia muchos problemas de cuadriceps y
tenia que pararse a estirar continuamente, nos sentamos a descansar y
llamaron a Xavi, era Natalia que decía que se había perdido. Por
suerte paso un corredor y lo pudo seguir, Xavi dijo que la esperaría
en el siguiente avituallamiento. Pensábamos que ya habíamos dejado
de subir, pero aun tuvimos que hacer dos rampas cortas pero que se
nos hicieron muy duras. Una vez coronamos la segunda, descendimos
hasta el avituallamiento.
Xavi
se sentó en una silla y yo también, pero yo le dije que no pararía
mucho porque sino me costaría mucho arrancar. Me despedí de Xavi y
me puse en marcha para afrontar los últimos 6 kilómetros de
carrera, ya casi no quedaban horas de luz y me dio tiempo justo de
llegar hasta la cima de la última subida de la carrera.
Justo arriba
no pude aguantar y me tuve que parar a hacer una parada técnica
larga, me puse el frontal y me puse de nuevo en marcha. Tocaba un
tramo de cresteo y ya con la oscuridad, tras el cresteo se descendía
por una ladera empedrada hasta un cruce donde había un voluntario.
Desde allí se seguía un sendero más cómodo, yo ya estaba agotado
así que decidí bajar caminando rápido. La gente venia corriendo y
me iban pasando pero eso no me preocupaba, al final del sendero se
llegaba a una pista que seguí unos metros. En un cruce un voluntario
me dijo que habían recortado la carrera y habían quitado una
subida, esa noticia me alegró pues ya estaba un poco tocado de
subir. Solo quedaba ascender hasta el pueblo y callejear hasta el
pabellón donde estaba la meta. Entré en el pabellón y me fui
directo a la ducha ya que no me entraba la comida en ese momento. El
agua de la ducha estaba helada y me tuve que duchar súper rápido.
Una vez cambiado me fui a por comida y me senté con Xavi. Cuando
llegó Natalia cogimos el autobús y de vuelta al Hospitalet del
Infant.
El sol ya se escondía y tocaba ponerse el frontal. |
54,26
Kilómetros
4034
Metros de desnivel positivo
3755
Metros de desnivel negativo
7789
Metros de desnivel total acumulado
13:12
Horas
En
conclusión, hacia tiempo que no hacia una carrera tan corta y de
tanta dureza. El recorrido de la UT Llastres es brutal, un continuo
sube y baja por un terreno durísimo. El marcaje de la carrera era
muy bueno y muy difícil de perderse, los avituallamientos bastante
completos lástima que a mi ya no me entraba la comida. En el plano
físico me he encontrado muy bien, he superado la pájara por
deshidratación perfectamente. Agradecerle a mi mujer Cristina que me
deje hacer estos entrenamientos de cara a los retos de la temporada.
Un placer compartir aventura con Xavi y Natalia aunque no hayamos
coincidido caminando juntos. En definitiva, ha sido un buen
entrenamiento de cara a los próximos objetivos.
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