Hace tres años me apunte por primera vez a una de
las pruebas de la Ultra de Andorra, ese primer año me retire por cansancio
psicológico después de muchas horas caminando. Aquella primera experiencia me
hizo engancharme aun más al mundo de la larga distancia, así que repetí el año
pasado pero esta vez intentando la madre de todas las Ultras, la Ronda dels
Cims.
La
Ronda dels Cims es una de las carreras más duras del mundo, una carrera que
permite recorrer todo un país atravesando las montañas. Una prueba que consta
de 170 kilómetros y 26000 metros de desnivel acumulado, pero no solo es su
desnivel y su distancia lo que la hacen tan dura, es el terreno por donde
discurre que apenas te da descanso.
Este
año iba preparado mentalmente, pero físicamente llevo una temporada muy trabada
debido a una fascitis plantar que no se acaba de curar. Aun así me enfrentaba a
la ultra con la ilusión de poder acabar ese gran desafío, y que mejor manera
que hacerlo con mis compañeros de batallas del CEI, Esteve, Xavi Torrijos y
Miquel.
El
jueves llegamos a Ordino con tiempo de recoger los dorsales y asistir al
breifing de la carrera, allí nos dijeron que el tiempo que íbamos a tener iba a
ser mucho mejor que el año pasado donde el calor fue brutal.
Viernes
a las 6:00h salimos hacia Ordino junto a Ramón, al llegar a Ordino ya se sentía
un ambiente especial. Un grupo de batuca amenizaba la espera, las caras de los
corredores eran una mezcla de miedo y concentración hacia lo que nos íbamos a
enfrentar. 400 valientes íbamos a intentar acabar una carrera que no está al
alcance de cualquiera, se ha de tener mucha experiencia en el mundo de la larga
distancia y estar muy preparado para enfrentarse a una prueba de esta magnitud.
Momentos previos a la salida. |
Estuvimos
hablando con muchos conocidos y buscando nuestro sitio para salir, habíamos
hablado con el Gitano y Oriol y habíamos decidido formar un equipo. Comenzó a
sonar una ópera que te ponía en situación dándote un plus de energía, después
guardamos un minuto de silencio por un atentado ocurrido el día anterior.
Tiraron petardos y tras una breve cuenta atrás dieron la salida, la gente salía
como si no tuviéramos que correr 170 kilómetros y la carrera fuera llana.
Nuestro
pequeño equipo decidimos ir a nuestro ritmo, los primeros 2 kilómetros los
hacíamos por las calles de Ordino. El año pasado al salir de Ordino ya
estábamos los últimos, pero este año aun teníamos corredores detrás nuestro. Justo
cuando salimos del asfalto nos metimos por un camino junto al rio, allí el
ambiente era brutal pues se acumulaba un buen número de personas animándonos.
Salimos de aquel camino y nos encontramos un tapón generado por culpa de tener
que meternos en un sendero, tras pasar el tapón hicimos un tramo de pequeñas
subidas y bajadas. En este tramo los compañeros se ponían a correr en todas las
bajadas, pero yo quería guardar energía para los tramos de subida así que
siempre me quedaba un poco más atrás. Poco a poco íbamos avanzando y cada vez
veíamos Ordino más abajo, pasamos por Ensegur y comenzó la verdadera subida.
Ordino cada vez más lejos. |
Un
tramo muy inclinado por un sendero que atravesaba un espeso bosque, cuando
acabamos la subida tuvimos que pararnos porque Xavi Torrijos y yo teníamos
problemas con el camel y no nos salía líquido. Solucionado el problema nos
pusimos de nuevo en marcha, tras un tramo llano que hicimos bastante rápido
empezaba la subida expuesta. Debíamos subir por sendero sin árboles y muy
inclinado, el sol empezaba a picar así que me puse la gorra y comencé a hacer
alguna foto para entretenerme. Los compañeros seguían el ritmo que imponía el
Gitano, un ritmo constante y sin parar. Pasamos un primer tramo de subida muy
inclinada y llegamos a un tramo algo más suave y con unas vistas espectaculares
de los que nos quedaba por subir. Proseguimos nuestra subida afrontando el
tramo más duro de la ascensión, una larga serpiente de corredores afrontaba la
subida cada uno a su ritmo. Casi sin darnos cuenta y con mucha alegría llegamos
al final de la primera gran subida de la carrera La Collada de Ferreroles 2532
metros, las vistas desde allí eran espectaculares gracias a un cielo totalmente
despejado de nubes.
Las rampas finales. |
Vistas desde la Collada de Ferreroles 2532 metros. |
El inicio de la bajada hacia el refugio de Sorteny no era
totalmente en bajada, había que llanear durante un buen rato por un sendero que
cresteaba la ladera de la montaña. Después pasamos por una zona de muy mal
pisar pues el suelo estaba muy inclinado, durante este tramo Miquel, el Gitano
y Oriol se habían quedado un poco atrás. Esteve, Torrijos continuamos a nuestro
ritmo, primero bajamos por un sendero pedregoso que bajaba hacia un lago de
montaña. Después se pasaba por unos prados que atravesaban un rio varias veces,
en ese tramo Esteve bajaba bastante rápido y yo empezaba a notar molestias en
el pie dependiendo de cómo pisara así que decidí ir a mi ritmo. Tras pasar una
zona de sendero que bajaba más directo y empedrado, por fin veía a lo lejos el
Refugio de Sorteny.
Terreno muy irregular en el primer tramo |
Bajando hacia el refugio de Sorteny. |
Habíamos
llegado al primer punto donde teníamos unas referencias de paso, los compañeros
llegaron unos 5 minutos más tarde. Habíamos llegado al kilometro 21 de la
carrera e íbamos con adelanto sobre la previsión que teníamos, pero la Ronda no
te da tregua y no podíamos confiarnos. Cuando estábamos a punto de irnos porque
llevábamos un buen rato allí recuperando, llego un checo que era nuestra referencia
del año pasado. Un tío que caminaba con una mochila grandiosa y que no
utilizaba mallas compresivas ni perneras, un tío que caminaba con un pantalón
de chándal. El año pasado acabo la carrera pese a pasar con muy poco margen el
corte horario, así que si íbamos por delante de el era una buena referencia.
Nos pusimos de nuevo en marcha afrontando un pequeño tramo de subida, el calor
empezaba a apretar pero no era ni mucho menos como el año anterior. Tras la
subida una bajada y llaneo paralelos a un rio, después encaramos la subida
hacia la Portella de Rialb. Íbamos todos en grupo y subíamos a buen ritmo, pero
ya en el último tramo de la subida decidí adelantarme un poco para poder
admirar el paisaje mientras llegaban los compañeros ya que ellos subían y no se
paraban al llegar. En la cima de la Portella de Rialb 2508 metros, espere a mis
compañeros mientras admiraba el paisaje y visualizaba el siguiente
avituallamiento que se veía a lo lejos.
la subida era dura pero ibamos en grupo. |
Vistas desde la Portella de Rialb 2508 metros. |
Recordaba lo mal que lo había pasado el
año anterior y afrontaba la bajada con energía, cuando llegaron los compañeros
iniciamos la bajada y tras los primeros 500 metros empecé a notar dolor en el
exterior de la rodilla izquierda. A medida que íbamos bajando la bajada se hacía
más pronunciada, y los pinchazos en la pierna izquierda no cesaban. Por suerte
el dolor no iba a mas e incluso me permitía avanzar en las zonas llanas, que
eran muy pocas. Llegamos a un punto de la bajada donde había un voluntario, nos
indico que debíamos subir hasta el Estany Esbalçat. Torrijos y Esteve iban por
delante ya que me habían dejado atrás en la bajada, Miquel, El Gitano y Oriol
iban por detrás. Durante la subida decidí no forzar y subir a un ritmo suave
para ver si así se me calmaba el dolor en la rodilla, poco a poco iba avanzando
hasta que llegue al Estany. Un lago espectacular que se bordeaba para iniciar
una bajada, en la bajada tuve que bajar con mucha precaución ya que la rodilla
seguía molestando. Me iba animando a mi mismo de que aquel dolor se calmaría
pues no iba a más, pero según el paso que diera veía las estrellas. Tras una
pequeña subida llanee hasta la Coma de Arcalís, allí teníamos otra referencia
horaria. Íbamos mucho mejor que el año anterior, pero habíamos tardado 3 horas
en hacer 10 kilómetros. Como en el anterior control, los compañeros llegaron un
poco más tarde. En el avituallamiento comimos lo poco que podían ofrecernos y
no pudimos beber agua con gas ya que no tenían, tuvimos que ir al chiringuito
para comprarnos algo de beber fresco.
Estany Esbalçat. |
Tras un
merecido descanso tocaba afrontar otra dura subida, continuábamos juntos y con
mucho ánimo. El primer tramo de la subida era muy cómodo y seguía las pistas de
esquí, pero después subía por un sendero muy pedregoso e inclinado. Esteve y
Torrijos se volvieron a adelantar en la subida, yo subía reservando fuerzas
para no sufrir como el año anterior y casi sin darme cuenta llegue a la cima de
la Brecha de Arcalís 2715 metros. Los compañeros aun no habían llegado así que
pude aprovechar para descansar un poco y deleitarme con las vistas. Tocaba
bajar hacia els estanys de la Angonella, una bajada muy resbaladiza e inclinada
que me hizo sufrir mucho por culpa del molesto dolor que tenía en la pierna
izquierda. Por suerte el pie apenas me molestaba, así que eso me daba ánimos
para seguir adelante. Bajamos hasta el pie de los lagos e incluso caminamos por
la orilla de uno de ellos un buen trozo, las imágenes eran espectaculares y el
paisaje único.
Bajando hacia els Estanys de la Angonella. |
Caminando muy cerca del lago. |
Poco a poco avanzábamos y tras pasar por un voluntario iniciamos
la subida hacia el Clot del Cavall, íbamos todos en grupo y siguiendo el ritmo
del Gitano. Justo detrás nuestro venia el checo pisándonos los talones, poco a
poco íbamos subiendo atravesando bloques de piedras y pequeñas congestas de
nieve hasta afrontar el tramo final de la subida muy inclinado. Este último
tramo decidí adelantarme para poder afrontar la bajada a mi ritmo ya que no
podía seguir el de mis compañeros, una vez en la cima tocaba crestear por un
terreno muy irregular y mucha piedra. Tenía una vista privilegiada de 360 grados,
a un lado el Circ de la Angonella y al otro las Valls del Comapedrosa todo un
espectáculo para la vista. La bajada alternaba largos tramos inclinados por
laderas de hierba con llaneos y pequeñas subidas hasta llegar a un desvió donde
el sendero llaneaba, tras girar nuevamente llegue al tramo más rápido de la
bajada una larga bajada por hierba de fácil andar. Lástima que el dolor de la
rodilla no me dejaba avanzar con mucha velocidad, tras pasar un pequeño refugio
encaramos los últimos 2,5 kilómetros. Esteve, Torrijos y Oriol ya me habían
alcanzado, pero rápidamente se volvieron a alejar. Así al cabo de un rato
llegue al refugio Joan Canut, allí repuse energías comiéndome un caldo y
bebiendo liquido. Me metí en una pequeña habitación a ponerme ropa de abrigo
pues empezaba a refrescar debido al aire, mientras me estaba cambiando llegaron
los compañeros que iban un poco más atrás.
Atravesando pequeñas congestas de nieve. |
Vistas del Circ de l'Angonella desde el Clot del Cavall. |
La tartera del Comapedrosa, una subida durisima. |
Desde
allí quedaban unos 10 kilómetros para llegar a un avituallamiento donde
encontraríamos a los compañeros del CEI, yo iba mentalizado para llegar hasta
Margineda y haber si los fisios me ayudaban a recuperarme de mis dolores. Justo
salir del refugio hacia un frio muy intenso así que debíamos andar rápido para
entrar en calor, un primer tramo de 1 km en llano para dar paso a una subida
muy inclinada por camino pedregoso hasta la Portella de Sanfonts 2592 metros.
Allí empezaba una larga bajada primero por sendero y luego por pista, después
encaramos un tramo de subida no muy dura hasta llegar a la cresta y el Port de
Cabus. Empezaba una larga bajada hacia Setúria, durante la bajada nos fueron
pasando los maquinas de la Mitic que habían salido a las 22:00h. La bajada era
sin camino claro y bajando por prados de hierba muy inclinados, el dolor de la
rodilla a cada paso de la bajada era insoportable hasta que llego un punto
donde me dio un tirón muy fuerte que me dejo tumbado en el suelo. Los compañeros
se fueron alejando, pero yo sacaba fuerzas y seguía mi camino aguantando los
fuertes dolores durante la bajada y siendo adelantado por infinidad de
corredores de la Mitic. Una vez llegue a Setúria solo me quedaba afrontar la
subida hacia el avituallamiento del Coll de la Botella, subiendo no me
molestaba mucho la rodilla y podía avanzar bastante bien. Incluso iba
recortando distancias con los compañeros, al llegar arriba tuvimos un
recibimiento a lo grande por parte de los compañeros del CEI que estaban allí
Pedro, Beth, Emili, Josepa… nos dijeron que Ramón llevaba allí casi 1 hora
durmiendo y que se iba a retirar, yo no quería retirarme y quería intentar
seguir hasta la Margineda. Tras un descanso y que me dieran un poco de crema
para la rodilla, nos dispusimos a continuar. Les dije a mis compañeros que se
adelantaran que yo iría a mi ritmo, ellos salieron antes que yo pero cuando yo
me puse en marcha tras estar parado en el avituallamiento, la rodilla me
molestaba mucho. Decidí seguir los consejos de Pedro, e intente descansar
durmiendo aunque fueran 30 minutos a ver si así después podía continuar. No
pude dormir nada pues aparte del dolor de la rodilla, me empezó a doler el pie
muchísimo y el dolor no me permitía dormir. Intente incorporarme para ver si
podría continuar, pero vi que no me iba a ser posible y que aun quedaba la
larga bajada a la Margineda que podía poner en peligro mi integridad física.
Había tenido que abandonar por culpa de dolores articulares cuando me
encontraba muy bien físicamente y nada cansado de piernas. Llame a Cristina
para que me viniera a buscar, pero antes de que llegara ayude a los del
avituallamiento ante la avalancha de corredores de la Mitic. Cuando llego
Cristina nos fuimos para el hotel y a dormir y descansar, al día siguiente fui
a animar a los compañeros a dos puntos del recorrido. Y el siguiente día a
animarlos cuando llegaban a Incles a 30 kilómetros de meta, finalmente lo
consiguieron Esteve, Miquel, El Gitano y Oriol, lamentablemente Torrijos
también tuvo que abandonar por problemas físicos.
60 kilómetros
5520 metros de desnivel positivo
4741 Metros de desnivel negativo
10261 Metros de desnivel acumulado
20 Horas
En conclusión,
creo que no volveré a participar en la Ronda dels Cims hasta que no esté
totalmente seguro y entrenado para afrontarla con garantías. En positivo puedo
sacar que este año he acabado mucho mejor que el año pasado, solo el dolor en
la rodilla me ha impedido conseguir mi objetivo. Una vez más he compartido kilómetros
con mis compañeros Esteve y Xavi Torrijos, además también he tenido el placer
de caminar junto a Miquel, El Gitano y Oriol grandes compañeros. Agradecerle a
mi mujer que una vez más haya estado apoyándome, aunque por culpa del horario
de la carrera no haya llegado a verme. Felicitar a los compañeros que han
finalizado la carrera tanto en la Ronda como en la Mitic y la Celestrail, el
año que viene volveremos a Andorra pero para finalizar una de sus pruebas más
cortas. Ahora toca descansar el cuerpo de cara al reto de TDS.
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