Tres semanas después de la Trencacims tocaba afrontar un
nuevo reto, iba a ser la tercera carrera del calendario de la temporada y una
de las más duras.
Esta vez tocaba enfrentarse a la Montsec Ultra Trail,
esta fue la primera carrera de más de 100 kilómetros que conseguí acabar y
además está considerada como una de las más duras de Catalunya.
El año pasado participé en la carrera y quedé casi el último,
por lo que este año quería rebajar mi crono y mirar de no quedar de los últimos
otra vez.
En marzo estuve entrenando por el recorrido con mi amigo
Jordi Cot y pudimos comprobar que había algunas zonas muy tapadas por la
vegetación, pero un mes antes de la carrera colgaron el perfil y pudimos
comprobar que este año habían cambiado el recorrido.
Este año se hacía en sentido contrario y además tenía
menos kilómetros y desnivel, eso me hacía replantearme la estrategia de
carrera. La Montsec Ultra Trail tiene como principal aliciente el paso por el Congosto
de Montrebei, pero al contrario que el año pasado este año lo haríamos de noche
y sin turistas.
En esta nueva aventura me acompañaban mi mujer Cristina,
su padre Antonio y mi amigo Jordi Subira que corría la media maratón. En la
ultra también me encontraría con Jordi Cot y Toni Santana, aunque ellos tienen
un ritmo más alto que yo y seguramente no compartiríamos muchos kilómetros. Después
de cenar todos juntos en el camping, Jordi Cot, Toni y yo fuimos a escuchar el
breafing.
En el breafing nos informaron de las novedades que nos
encontraríamos este año y los puntos más complicados, cuando acabamos el
breafing quedamos en vernos en la colegiata de Ager que era desde donde salía
la carrera. Me fui para mi bungalow y me tumbé un poco antes de cambiarme para
la carrera, cuando quedaban 45 min. para la salida nos fuimos Antonio, Jordi,
Cristina y yo hacia la colegiata.
Una vez dentro de la colegiata me encontré con Marcos
antiguo compañero del CEI, me dijo que si podía le gustaría ir conmigo en la
carrera. Le dije que no tenía ningún problema, pero que si no podía seguirle en
algún momento o por casualidad yo tiraba más fuerte haría mi carrera. Antes de
dar la salida Dani el organizador nos dijo unas palabras, nos dijo que cuando
dieran las 23:00h y con las campanadas nos pondríamos en marcha. Toni y Jordi
se pusieron en primera fila dispuestos a salir rápido, yo quería dosificar así
que no me preocupaba donde colocarme.
Las 23:00h suenan las campanas de la colegiata y nos
ponemos en marcha, atravesamos las entrañas de la colegiata como si fuéramos
antiguos caballeros templarios.
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Salida atravesando la colegiata. |
Solo salir de la colegiata descendimos por una
estrecha y empedrada calle y bajamos a las calles del pueblo, al igual que el
año pasado la salida había sido neutralizada. Pero los que iban delante
marcando el ritmo iban muy rápido, solo salir del pueblo entramos en un camino
ancho. La gente no paraba de correr y ya había perdido de vista a Toni y Jordi,
Marcos iba siguiendo mi ritmo y poco a poco íbamos avanzando. Había tramos de
la pista que subían un poco y donde me ponía a caminar, pero la gente no paraba
de correr. Los primeros 9 kilómetros fueron muy monótonos sin parar de correr y
siguiendo pistas que atravesaban campos de cultivo, por fin a partir del km 9
comenzaba la subida. Salíamos del camino ancho para meternos en un sendero que
picaba hacia arriba, necesitaba cambiar el ritmo ya que de tanto correr tenia
las piernas agarrotadas. Subía a ritmo rápido y cada vez iba dejando más atrás
a Marcos, iba siguiendo a un grupo de tres corredores que subían a un ritmo muy
alto. Salimos del sendero y entramos en una pista más ancha que seguía
subiendo, después de un buen rato subiendo me dio por mirar el track y vi que
nos habíamos desviado de la ruta. Mierda, tocaba retroceder hasta el cruce que
nos habíamos saltado. Una vez en el camino bueno me encontré de nuevo a Marcos
que por lo visto no se saltó el desvío, unos metros más adelante estuve a punto
de saltarme de nuevo un cruce pero por suerte me dio tiempo a rectificar. Tras
un tramo de bastantes piedras volvimos a salir a una pista y la seguimos hasta
el primer avituallamiento, llevaba 15 kilómetros y menos de 2 horas de carrera.
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A pocos metros del avituallamiento. |
Aquel ritmo era
muy rápido para una ultra y tarde o temprano tendría que bajarlo, en el
avituallamiento estaba Dani el organizador y me dijo que se había acabado la
San Silvestre que a partir de allí empezaba lo bueno.
Repuse líquidos y comí alguna cosa y de nuevo en marcha,
tocaba descender hasta la entrada del Congosto de Montrebei. El primer tramo de
descenso era por una zona bastante técnica de piedra resbaladiza así que me lo
tomé con precaución, a partir de allí se descendía por un sendero atravesando
un bosque por lo que aumenté el ritmo. Extrañamente y a pesar de que yo no bajo
muy bien, nadie me seguía de cerca. Era noche cerrada pero en la oscuridad se intuía
la imponente figura de las paredes que forman el congosto, llegué al cruce de
las pasarelas de Montfalcó y me dirigí hacia la entrada del congost. El año pasado
se llegaba hasta el refugio de Montfalcó y se atravesaban las pasarelas dos
veces, este año por lo visto están haciendo obras en las pasarelas y no se
podía pasar y eso reducía en kilómetros la carrera. El paso por el congosto de
Montrebeí de noche era imponente, aunque con precaución crucé todo el congosto
corriendo, eso sí pegadito a la pared por si acaso. Solo salir del tramo
estrecho del congosto, me encontré con una chica que dudaba si estaba en la
dirección correcta. Le comenté que allí no había perdido puesto que solo había
un camino así que seguimos, un poco más adelante llegamos al paso por el puente
colgante. Un puente que al pasar por el varias personas se mueve bastante,
cruzar el puente de día o de noche cambia mucho ya que de día te encuentras
multitud de turistas y has de pasar con precaución para que no se asusten.
Solo cruzar el puente tocaba afrontar lo que para mí fue
el año pasado el tramo más duro de la carrera, comenzamos a subir a buen ritmo
mientras nos seguía un buen grupo de corredores. Después descendimos a una
especie de riera y tras un buen rato por su interior comenzamos una dura
subida, Marcos poco a poco se iba quedando atrás mientras subíamos. La subida
era un continuo zigzagueo por un sendero muy inclinado, yo iba siguiendo a un
chico y una chica que subían bastante bien. Una vez finalizada la subida dudé
si esperar a Marcos o no, decidí que lo esperaría en el avituallamiento pues no
debía ir muy lejos. Tras un tramo bastante más cómodo que el anterior siguiendo
un bonito sendero de bosque por fin llegué a las calles de Alzamora, atravesé
las calles del pueblo y casi al final encontré el avituallamiento. Llevábamos
unos 25 kilómetros y apenas 4:30h y encima era de los últimos ya que dijeron
que solo quedaban tres corredores por llegar, les comenté a los del
avituallamiento que este año el ritmo estaba siendo muy alto y me dijeron que
habían tenido que abrir el avituallamiento 1 hora antes.
El frio en Alzamora era
considerable así que nos tuvimos que poner ropa de abrigo, salimos del
avituallamiento y le dije a Marcos que me iba a poner a caminar algo más rápido
a ver si se me quitaba el frio. Solo salir del pueblo se iba por un camino
paralelo a la carretera, el primer tramo no me metí en la carretera porque se
alejaba del camino. Pero el segundo tramo sí que me fui un rato por la
carretera para descansar un poco los pies, volví a meterme en el camino y me
tuve que poner los guantes ya que tenía las manos congeladas. En el cuerpo no tenía
frio, pero las manos las tenían heladas. Por suerte tocaba subida y así poco a
poco entraría en calor, subíamos a buen ritmo y admirando una luna
espectacular. Llegamos al avituallamiento de Coll d’Ares y nos sentamos para
descansar un poco y tomar algo caliente, Marcos me comentó que no se encontraba
muy fino de la barriga y que se estaba pensando si retirarse. Tras el
avituallamiento se seguía subiendo y se llegaba al cruce de carreteras de Sant
Alis, una zona donde se tiran en parapente. Salimos del camino y nos pusimos a
crestear, pasábamos muy cerca del precipicio y las vistas desde allí eran
espectaculares. Tras un buen rato cresteando entrando y saliendo del camino y
pasando por la cima de Sant Alis tocaba descender, el descenso a diferencia del
año pasado no era por una zona técnica sino siguiendo la pista. Poco a poco iba
amaneciendo y pronto podría dejar de utilizar el frontal, en mis previsiones de
tiempo me había calculado que a aquel punto llegaría de día así que iba muy
bien de tiempo. Llegamos a la zona donde estaba el seiscientos abandonado, a
partir de allí se ascendía un poco y se iniciaba la bajada hacia el
avituallamiento de Moro. Una vez arriba Marcos me dijo que fuera tirando que él
se iba a retirar en el siguiente avituallamiento, a pesar de decirme eso los
primeros metros de la bajada los hicimos juntos. Recordaba aquella bajada pero
en sentido contrario, sabía que iba a ser un descenso muy inclinado y largo.
Solo pasar el primer tramo que era algo más resbaladizo, me puse a trotar para
descender algo más rápido. Para mi ritmo yo creo que bajé bastante rápido, incluso al llegar a la
pista atrapé a un grupo de cuatro corredores. Atravesé un rio y giramos a la
derecha por un sendero para subir al camino de Moro, desde allí al
avituallamiento se llegaba enseguida. Ya estaba en el kilómetro 49 de carrera
en 7:30 h así que llevaba un ritmo muy alto, estaba muy cerca de la base de
vida ya que solo quedaban 11 kilómetros.
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Saliendo del avituallamiento de Moro. |
Antes de salir del avituallamiento, me quité ropa de
abrigo ya que el sol comenzaba a picar con fuerza. Seguí a un grupo de
corredores trotando por una pista hasta llegar a un sendero, empezamos a subir
cada vez con mayor inclinación, tenía unas magníficas vistas del pantano de
Terradets. En la subida dejé atrás al grupo de corredores, una vez arriba venia
un tramo bueno donde se podía correr bastante rápido.
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Menudas vistas a medida que ascendíamos. |
Yo decidí guardar fuerzas
de cara al final y avanzaba trotando a buen ritmo, el tramo hasta el inicio de
la bajada hacia el barranc del Bosc se me hizo bastante largo. Solo me pasó un
corredor que llevaba un ritmo muy rápido corriendo, el descenso hacia el
barranco era por un sendero muy técnico repleto de piedras y por la ladera de
imponentes paredes de roca.
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Descendiendo hacia el Barranc de Bosc. |
Una vez abajo se cruzaba el barranco y se ascendía
hacia un paso espectacular que bordeaba el barranco, tras un buen rato
llaneando descendí hacia el Pont del Diable que era donde estaba la base de
vida. Abajo me estaban esperando Cristina y Antonio. Jordi Subira estaba
haciendo la media maratón. Me senté a descansar y comer mientras Cristina me ayudaba
dándome bebida y pasándome la ropa para cambiarme, decidí cambiarme entero ya
que llevaba la ropa sudada.
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Descendiendo hacia la base de vida. |
Después de descansar unos 20 minutos me puse de nuevo en
marcha, había que seguir una antigua carretera que pasaba por la presa y varios
túneles. Cristina y Antonio me acompañaron con el coche y me iban haciendo
fotos, pasado el tramo de los túneles se llegaba a una carretera. Me despedí de
Cristina y Antonio y seguí la carretera durante 1,5 kilómetros, podía haber
hecho aquel tramo trotando pero decidí caminar rápido para ahorrar energía.
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Cristina y Antonio siguiéndome con el coche |
Salí
de la carretera y me metí en el rio, allí empezaba un tramo bastante rompe
piernas. Un continuo sube y baja por un terreno poco definido que
psicológicamente te dejaba un poco tocado, en el tramo final del rio se subía
por un sendero muy inclinado junto a una valla. Allí casi le di alcance a
Manolo Real un experimentado corredor de ultras, llegamos juntos al
avituallamiento previo a la subida más fuerte de la carrera. Después de beber
bastante líquido me dispuse a afrontar la subida de las cien curvas, tome la
decisión de poner un ritmo bastante alto de subida. El primer tramo de la
subida era bastante cómodo ya que era por pista, después de una especie de
altar empezaba el sendero de las cien curvas. Curva va curva viene y sin dejar
de subir, además la humedad era muy alta y estaba sudando muchísimo. Después de
un buen rato subiendo llegué a la ermita de Sant Salvador del Bosc, allí me dio
alcance Manolo al cual había dejado atrás en la subida.
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Vistas desde la ermita. |
Yo decidí pararme a
hacer algunas fotos pero él no paré y me pasó, me senté unos segundos y me puse
de nuevo en marcha. Antes de llegar al final de la subida aún quedaba un duro
tramo de ascenso, una vez arriba me encontré con un avituallamiento solo de
agua. Habían dejado un montón de garrafas de agua al lado de un poste
indicativo, el agua estaba bastante fresca y me sentó de maravilla.
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Vista de la ermita de Sant Salvador del Bosc. |
Tocaba un tramo de aproximación hacia el collado de
Colobor, un tramo de pequeños sube y bajas. Una vez en el collado se iniciaba
un duro descenso, un tramo muy técnico por un sendero de rocas resbaladizas
donde los cuádriceps trabajaron de lo lindo. Tras ese primer tramo se llegaba a
una especie de masía antigua, yo pensaba que descenderíamos por el sendero que
iba cortando la pista por el que habíamos entrenado Jordi Cot y yo.
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Collado de Colobor desde abajo. |
Pero nos
hicieron bajar por una pista que se me hizo pesadísima, en ese tramo de pista volví
a pasar a Manolo y a una pareja de corredores. Después de un buen rato bajando
por la pista me metí en un sendero, pensé que el descenso sería más cómodo pero
la gran cantidad de piedras que había me hizo que aquel tramo de sendero se me
hiciera interminable. Justo al final de la bajada me esperaba Cristina, había
llegado al avituallamiento de les Bagasses. El año pasado este avituallamiento
era el primero de la carrera y llegabas de noche, esta vez había llegado a
media tarde y con solecito. Antonio y Jordi Subira que ya había acabado su
carrera también estaban allí, decidí no parar mucho rato ya que tenía ganas de
llegar al final y veía la posibilidad de llegar de día. Me despedí de Cristina y Antonio y quedé en vernos
en Ager, Jordi me acompañó un trozo mientras me comentaba que Jordi Cot había
llegado a las 13:50 h de la tarde y Toni me llevaba 1 hora. No había conseguido
reducirle tiempo a Toni que llevaba desde la base de vida con 1 hora de margen,
ya vi que iba a ser imposible pillarlo y debía hacer mi carrera.
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Saliendo de les Bagasses. |
El camino que
seguía iba paralelo a donde estaba el área de descanso de les Bagasses, desde
allí Cristina me saludó y le dijo a Jordi que volviera. Me despedí de Jordi y continúe
mi camino, pasé junto a las vías del tren y encaré la dura subida. El primer
tramo de la subida no picaba mucho y vi que a unos 300 metros por delante de mi
había un corredor, como aliciente para encarar aquella subida me fijé como
objetivo darle alcance. Iba subiendo a buen ritmo pero no había manera de
acercarme a él, por lo visto los 300 metros habían sido una ilusión óptica.
Tras pasar el tramo suave de la subida llegué a una zona que parecía llana,
bueno aquello duró poco porque de repente me encontré con un auténtico muro.
Una durísima subida que me dejó bastante tocado, aflojé el ritmo que llevaba y
fui subiendo sin parar.
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Vistas impresionantes antes de encarar la dura subida. |
Una vez arriba la subida ya se suavizaba hasta llegar a
unas ruinas, desde allí se seguían unos campos y se ascendía a una pista. Había
que seguir la pista unos 4,5 kilómetros hasta el avituallamiento, no tenía
ganas de correr así que me puse a caminar a ritmo rápido. El tramo de pista se
me hizo interminable, finalmente llegué al avituallamiento. Justo cuando llegué
estaba soplando mucho aire y decidí no parar mucho para no coger frio, salí del
avituallamiento dispuesto a afrontar los últimos kilómetros lo más rápido que
pudiera. Ya tenía las piernas algo cargadas así que me costaba trotar, fui a
ratos trotando y a ratos caminando rápido. Tras un primer tramo que engañaba
con una subida escondida por el medio, venia un tramo de mucha piedra y se
llegaba a una pista ancha. En la pista si me puse a trotar todo lo que pude
hasta que por fin llegué a la meta, allí me esperaban Cristina, Antonio y
Jordi. Dani el organizador de la carrera me felicitó por haber hecho menos de
20 horas y me dijo que el año que viene volverán a poner el recorrido duro.
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Con Cristina en la llegada. |
94,62 Kilómetros
5254 Metros de desnivel positivo
5254 Metros de desnivel negativo
10508 Metros de desnivel total acumulado
19:20 Horas
En conclusión, físicamente me he encontrado súper bien
aunque no estoy hecho para correr muchos kilómetros, en los últimos tenia las
piernas muy pesadas. En lo que se refiere a la carrera, decir que el cambio de
recorrido me ha parecido bien aunque el primer tramo era muy monótono. Yo
habría añadido algún kilometro más de subida y tramos técnicos para hacer la
carrera más atractiva. He batido mi record de carrera aunque con 16 kilómetros
menos y 1500+ menos. Esta vez la carrera la he hecho en solitario de principio
a fin, aunque el tener a Cristina en algún punto me ha dado mucha energía.
Agradecerle a Antonio y Jordi que también hayan venido a animar, felicitar a
Jordi Cot y Toni por sus respectivos carrerones. Seguimos sumando de cara a los
grandes retos de la temporada.
Enhorabona Blas!
ResponderEliminarÀnim i aper la propera👍